Archivo diario: 7 enero, 2013

Los centros de personas discapacitadas contarán con un órgano consultivo con representantes de usuarios y de dirección

Instituto Valenciano de Acción Social (IVAS)  La nueva entidad de derecho público Instituto Valenciano de Acción Social (IVAS) contará con un órgano consultivo, los consejos de centro, en todos los centros de atención a personas con discapacidad o en situación de dependencia. Estará constituido por representantes legales de los usuarios del propio centro y de la dirección y miembros del equipo técnico.

   Además, dispondrá de una comisión asesora, como órgano colegiado de asesoramiento al Consejo de Dirección, respecto de las acciones y políticas a realizar por el IVAS, cuyo reglamento de organización y funcionamiento publica este lunes el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV).

El IVAS es la entidad resultante del antiguo Instituto Valenciano de Atención a las Personas con Discapacidad y Acción Social (Ivadis). La entidad de derecho público tiene personalidad jurídica propia y plena capacidad de obrar para el cumplimiento de sus fines y queda adscrita a la Conselleria de Bienestar Social.

FUNCIONES

Entre sus funciones, destacan la gestión de centros y servicios especializados para personas con discapacidad y/o en situación de dependencia; la gestión de programas y actuaciones de inserción social y laboral, el diseño de los criterios de atención a las personas con discapacidad o en situación de dependencia que deben prestarse a los usuarios de los servicios que gestiona el instituto.

También fomentará, promoverá y gestionará la creación de nuevos recursos y servicios, programas de atención social y de participación en I+D+i necesarios para la mejora de la atención a las personas con discapacidad; orientará a los familiares o representantes legales en sus problemas; y realizará acciones para favorecer y facilitar el acceso al empleo a las personas con discapacidad, entre otras funciones.

El Instituto Valenciano de Acción Social contará con una presidencia, que a su vez lo será del Consejo de Dirección, y que corresponderá a la persona titular de la conselleria competente en materia de servicios sociales y acción social, en este caso la consellera Asunción Sánchez.

El Consejo de Dirección se reunirá, en sesión ordinaria, como mínimo, cada tres meses. La convocatoria la realizará el presidente. La convocatoria urgente deberá ser notificada con al menos 24 horas de antelación. Además, el Consejo se podrá reunir de forma extraordinaria cuando el presidente lo considere justificado o cuando lo pidan, al menos, un tercio de los miembros del mismo.

Asimismo, la entidad contará con un director general que se contratará, previo acuerdo del Consejo de Dirección, a propuesta del presidente. El IVAS se organizará en subdirecciones, aprobadas por el Consejo, y la gestión de la entidad estará integrada por diversos servicios y unidades.

El instituto también dispondrá de un auditor interno, cuyo plan de trabajo será aprobado por el comité de auditoría de la Corporación Pública Empresarial Valenciana a través del plan anual de auditoría. La entidad podrá contar con personal funcionario y laboral, pero no con personal eventual.

COLABORACIÓN DE EMPRESARIOS

Por lo que se refiere al capítulo de contratación, destaca que la entidad podrá requerir, en sus actuaciones obligatorias, la colaboración de empresarios particulares. La entidad no podrá participar en los procedimientos de adjudicación de contratos convocados por la Administración de la Generalitat. No obstante, cuando no concurra ningún licitador, se le podrá encargar la ejecución de la actividad objeto de licitación pública.

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Medio centenar de personas protestan ante Bienestar Social por la «asfixia económica» a centros y programas de menores

Protestas CV   Medio centenar de trabajadores y delegados sindicales han protestado este lunes ante la sede de la Conselleria de Bienestar Social en Valencia por los recortes y la «asfixia económica» causada por los «retrasos de más de un año» en los pagos de la Generalitat a centros y programas de atención a menores gestionados por entidades sin ánimo de lucro en la Comunitat Valenciana.

   En declaraciones a los periodistas, el coordinador del sector de atención a menores en CCOO-PV, Antonio Jiménez, ha criticado los «recurrentes retrasos en los pagos» a las entidades y ayuntamientos que gestionan los servicios públicos de atención al menor, familia y juventud, así como la supresión de algunos programas comunitarios de prevención que se llevaban a cabo en el ámbito municipal.

El representante de UGT-PV, Antonio Femenía, también ha reprobado que la administración haya «rebajado muchísimo» –un 40 por ciento– su aportación a los ayuntamientos para los Servicios de Atención a Familia e Infancia (Seafis), con lo que duda de «cuántos se van a acoger en 2013 porque no cobran». Además, denuncia que la dotación para servicios de atención a la infancia en municipios que carecen de Seafis «simplemente desaparece» este año, con lo que «la mitad o más de los municipios de la Comunitat se van a quedar sin el servicio de atención a la familia y a la infancia en los momentos de más crisis».

Femenía alerta, en este sentido, de que habrá casos en que «no se detecten maltratos» y otros en los que los servicios municipales no podrán atender a menores de familias desahuciadas porque «no tienen medios suficientes» y, por ejemplo, han tenido que reducir la jornada laboral de sus trabajadores de cinco a tres días semanales, de modo que «les será imposible hacer su trabajo cuando más necesario es».

EL SECTOR RECLAMA «HECHOS, NO PALABRAS»

Así, exigen a la Generalitat que «pague puntualmente a los centros de atención al menor y sobre todo, que no desmantele el sistema de protección a la infancia en los momentos en que más falta hace» y subrayan que quieren«hechos, no palabras»«Regalar fotos no queremos», incide Femenía, quien asevera que por el momento «hay poca interlocución, autismo total», por parte de la Conselleria.

Ambos representantes sindicales señalan que «es difícil saber la deuda exacta en estos momentos» porque la Generalitat, con la llegada del último tramo del FLA a final de año, pagó parte de la deuda de los conciertos aunque esos fondos no llegaron a los trabajadores y todavía «quedan subvenciones por pagar» y «muchos meses» que abonar a «entidades que gestionan servicios públicos y centros de la propia administración para niños tutelados o con medidas judiciales».

Femenía apunta que «se debían decenas de millones de euros» y que, en cualquier caso, «es insostenible que se alarguen durante meses o años los impagos y que trabajadores y entidades hayan sufrido lo insufrible para mantener un sistema público que es responsabilidad de la Generalitat«.

En este sentido, acusa al Consell de hacer que la financiación de estos centros y servicios recaiga sobre las propias entidades y sobre sus trabajadores, a quienes adeudan «muchísimas nóminas», hasta el punto de que algunos han tenido que «abandonar su piso e irse con sus hijos a vivir a casa de sus padres porque ya no aguantan más».

«LIMPIEZA IRREVERSIBLE» EN LA ATENCIÓN A MENORES

El representante de UGT-PV advierte de que esta situación puede conllevar«una limpieza irreversible en este campo de la intervención social», que constituye «el núcleo duro del sistema de protección».

Entre las consecuencias de esa «asfixia económica», cita que menores acogidos en centros propios de la Conselleria «algunos días no tenían ropa interior porque no se dispone de dinero para comprar» mientras que, en otros, «se tienen que limpiar con papel de cocina en vez de papel higiénico» y la ropa «se lava con lavavajillas» porque «los proveedores están desfondados y ya no sirven más».

Según Jiménez, en el último año «se han cerrado diez centros de entidades que, por ahogo, ya no han podido» y se ha recortado un 7,3 por ciento la dotación para programas de acogimiento familiar en 2013, en más de ocho millones de euros. En la actualidad, hay más de 1.800 menores en centros, pero el número de atendidos en este sistema de protección y reforma de la Comunitat Valenciana supera los 20.000, al incluir barrios, centros de día y Seafis.

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Benedicto XVI señaló la necesidad de que la UE cuente con representantes «previsores y cualificados»

Benedicto XVIEl papa Benedicto XVI pidió hoy que en una crisis económica como la actual no se dejen en un segundo plano y se combatan las crecientes diferencias sociales «entre unos pocos, cada vez más ricos, y unos muchos, irremediablemente cada vez más pobres».
Si preocupan las diferencias en los tipos de interés a los que se financian los Estados, «también debería despertar preocupación la creciente diferencia» entre ricos y pobres, afirmó el pontífice en su discurso dirigido al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede con motivo del Año Nuevo.
Y agregó: «Se trata de no resignarse a la prima de riesgo del bienestar social, mientras se combate la de las finanzas».
Benedicto XVI subrayó que es necesario «recuperar el sentido del trabajo y de un provecho proporcional al mismo» y, por ello, hizo hincapié en la importancia de educar «a resistir las tentaciones de los intereses particulares y a breve plazo, para orientarse en la dirección de un bien común».
El papa se refirió a la Unión Europea (UE) y señaló la necesidad de que esta cuente con representantes «previsores y cualificados» para realizar decisiones difíciles, que son necesarias para sanear la economía y poner «sólidas bases para su desarrollo».
«Algunos países quizá avanzarían más rápido solos, pero juntos todos irán más lejos», afirmó el papa.
Destacó además la necesidad de invertir en el campo de la educación en países en vías de desarrollo en África, Asia y América Latina, ya que, según dijo, esto significa «ayudarles a vencer la pobreza y la enfermedad» y permite «la realización de sistemas de derecho imparciales y de respeto hacia la dignidad humana».
«Está claro que para asegurar la justicia no son suficientes buenos modelos económicos, por mucho que estos sean necesarios. La justicia se realiza solo si hay personas justas», señaló.
Explicó que «construir la paz significa, por tanto, educar a los individuos a combatir la corrupción, la criminalidad, la producción y el tráfico de drogas, y a evitar tensiones que amenazan con obstaculizar el desarrollo y la pacífica convivencia en la sociedad».
Agregó que «la paz social» también puede ser puesta en peligro «por algunos atentados a la libertad religiosa, ya sea con la marginalización de la religión en la vida social, como en otros casos con la intolerancia o incluso la violencia contra personas, contra símbolos o instituciones religiosas».
En esta línea, lamentó que con frecuencia «se impida a los creyentes y a los cristianos en especial a contribuir al bien común con sus instituciones educativas y de asistencia».
«En un mundo de fronteras cada vez más abiertas, construir la paz a través del diálogo no es una elección es una necesidad», afirmó.

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