Archivo diario: 6 abril, 2013

Los trastornos del sueño en las personas mayores

trastornos del sueño en las personas mayores El 60% de las personas mayores de 60 años sufre trastornos del sueño. Tardan más tiempo en dormirse y sufren más interrupciones del sueño durante la noche. Las personas mayores necesitan dormir las mismas horas que un adulto, pero conforme la persona envejece se reduce el tiempo de sueño lento y aumenta el sueño ligero.

Según la doctora Pilar Soler de Sanitas Residencial El Viso, el origen de los problemas del sueño suelen ser enfermedades preexistentes y/o factores psicosociales y ambientales como la soledad, el sedentarismo o el aislamiento. Entre las enfermedades que más alteran el sueño se encuentran aquellas que causan dolor, las demencias, el reflujo gastroesofágico, la insuficiencia cardiaca, las enfermedades respiratorias o la hipertrofia benigna de próstata. El 40% de estas personas mayores padecen la alteración más común, el insomnio, pero existen otros tipos de trastornos:
• Síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS): trastornos respiratorios durante el sueño.
• Síndrome de piernas inquietas: un trastorno donde se experimentan sensaciones extrañas en las piernas. Se necesita mantenerlas activas para interrumpir las molestias.
 Insomnio: gran dificultad para conciliar el sueño, despertarse frecuentemente durante la noche y muy temprano por la mañana. Un sueño insuficiente, intranquilo, de mala calidad.
• Síndrome de fase adelantada del sueño: no se suele dormir hasta altas horas de la madrugada, grandes dificultades para despertarse por la mañana y para mantener su vida diaria con normalidad.
“En los últimos años se ha variado la manera de tratar el insomnio. Se ha pasado del abuso de los fármacos hipnóticos a intentar reestructurar la arquitectura del sueño de la forma más fisiológica posible, dejando los tratamientos farmacológicos para los casos más complicados”, asegura Pilar Soler.

Para conseguir dormir mejor es conveniente que se opte por tratamientos no farmacológicos:

• No acostarse después de la cena.

• Realizar alguna actividad como leer, oír la radio o ver la televisión antes de ir a dormir.
• Realizar ejercicios de relajación antes o en el mismo momento de estar acostados.
• Antes de ir a la cama ingerir bebidas calientes.

• Regular los horarios, incluyendo una posible restricción del tiempo en la cama.

• Durante el día mantener una vida activa.

• Evitar siestas diurnas.

Dormir bien posee muchas ventajas para la persona y en muchas ocasiones también es sinónimo de tener buena salud. Descansar permite mejorar aspectos como la memoria o la concentración además de disminuir el estrés y controlar el apetito.

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