Archivo diario: 16 abril, 2013

Solicitantes de la Ley de Dependencia critican la demora y escasez en las ayudas

DependenciaNumerosas personas que padecen una enfermedad acuden a los organismos necesarios para cumplimentar toda la documentación requerida y poder acogerse a la Ley de Dependencia. Sin embargo la gestión burocrática que las propias administraciones realizan ralentiza de forma considerable el proceso, con la correspondiente gravedad que ello puede ocasionar a una persona que padece una situación delicada de salud.

La demora a la hora de recibir las ayudas, que en algunos casos llegan una vez la persona que las solicita ha fallecido, ha llegado hasta tal punto que los afectados no se ven ni amparados por la legislación así como tampoco por las administraciones.

Ese es el sentir de algunos afectados entre los que se incluye Abrahán Guirao es uno de las personas que ha recurrido a la Ley de Dependencia.

Demora para recibir la ayuda y prolongadas gestiones de demanda
Concretamente Guirao padece una enfermedad degenerativa muscular que afecta a todo el cuerpo. Por esta razón, hace cuatro años decidió solicitar esta ayuda, que todavía a día de hoy no le ha sido concedida. “Mi solicitud me fue denegada mientras a mi padre, que estaba bastante peor que yo, se la aprobaron aunque el proceso para que fuera efectivo tardó tanto que de hecho poco pudo disfrutar de la prestación que se le adjudicó hasta que falleciera. Desde entonces y al cambiar radicalmente la situación económica en mi casa y además estando yo mucho peor, retomé la batalla de reclamaciones y solicitud de revisión, que no es que abandonara en ningún momento pero que estaba más en una posición de espera de una respuesta a papeles presentados que no llegaba”.

La negativa de la solicitud así como la demora en las gestiones son las principales causas que, apunta, están provocando la desesperación de muchos usuarios que solicitan esta ayuda por extrema necesidad y aseguran están desamparados. “Tras la espera de muchos meses, con llamadas constantes a las que la respuesta era que ellos no sabían nada, que lo valorarán cuando me toque mi turno y ya me dirán, recibo una carta denegándome cualquier reconocimiento de situación de persona dependiente sin mayor explicación que porque no creen que haya empeorado mi estado. Me pongo en contacto telefónico con ellos diciendo que aparte de que el informe que he presentado dice todo lo contrario, ni siquiera han venido a revisarme a casa tal y como deben hacer para comprobar mi estado y no hacer tal afirmación sin más, en su clara estrategia de responder “no” por sistema hasta que el solicitante se cansa de reclamar o fallece en el proceso”.

Constantes cambios en la legislación
Este caso concreto sirve para reflejar la situación que están viviendo numerosos ciudadanos quienes además critican los cambios constantes que sufre la ley, lo cual supone que el proceso de evaluación y concesión de la ayuda, no llegue a materializarse. “Tras varias llamadas me comentan que ahora el proceso ha vuelto a cambiar y para reclamar su fallo, el informe que vale es uno “oficial” que te hace el médico de cabecera y cumplimentado con más papeles que me dará la asistenta social tras una revisión por su parte”.

En este sentido, otra de las críticas de los afectados es que con tanto cambio las gestiones se eternizan y los propios trabajadores se muestran confusos sobre el procedimiento. “Acudo a un sitio y otro para su elaboración no sin que pase algún que otro mes en el proceso y que fruto de estos “cambios constantes” ni los médicos ni en asistencia social ni en el Prop acaban de tener claro qué deben hacer y actúan sobre la marcha”

La lentitud de las gestiones y el proceso y los constantes cambios incrementan la impaciencia de los solicitantes mientras va mermando su estado de salud. Informes que no llegan, reclamaciones que se inician seguidas de nuevas barreras en el proceso, provocan la desesperación de los afectados. “Avanza 2012 y meses después de la mencionada reclamación me contestan básicamente que debería cumplimentar todo lo aportado con un informe médico del especialista de mi enfermedad actualizado, dado que el que tienen es el de la primera solicitud de hace más de tres años. Adjunto a todos los papeles anteriores y vuelvo a reenviar a Dependencia. Meses después, ya rozando 2013 y tras llamadas en las que me decían no saber nada aún de mis papeles y su recepción me contestan diciendo que me he dejado por marcar una casilla importante y que debo reenviar los papeles en menos de una semana rellenándolos por completo o perderé cualquier derecho. Cansado, indignado, con sensación de ser burlado, lo hago y lo vuelvo a enviar.

La visita de reconocimiento en el domicilio del solicitante y escasa ayuda económica
Una vez la documentación está en regla, parte del proceso es la evaluación personal del paciente. Es uno de los últimos pasos a realizar antes de recibir la ayuda. Sin embargo, nuevos cambios en la Ley provocan el desasosiego de los enfermos. “Por enésima vez llamo preguntando sobre el estado de la reclamación me dicen que lo tienen todo correcto y no creen que tarden en llamarme para decirme qué día vienen”.

Sin embargo una vez se persona quien realiza la evaluación, después de un proceso burocrático complejo, asevera que “hace unos meses han quitado todas las prestaciones económicas”. De esta forma Guirao declaraba que “se cierra así la puerta a una ayuda de máximo unos 300 euros para una situación económica complicada y el bálsamo de que el cuidador/a (en este caso mi madre) pueda cotizar a la Seguridad Social, dado que por tantos años de cuidar a mi padre y ahora a mí no ha podido apenas trabajar y por tanto difícil tiene tener una pensión digna. “Si tengo suerte” (me dicen) igual me aprueban que venga alguien a mi casa unas horas al mes a ayudar o poder ir a un centro, para ir así acostumbrándome al hedor de la muerte y la gratificante experiencia de mirar a los ojos cada día a aquellos que como yo, parece que no servimos en esta sociedad. Ahora podría ir a los tribunales, reclamar que inicié los trámites hace mucho y que aplicaran el carácter retroactivo pero ante tal posibilidad, la revisora de hoy ya me advierte que solo voy a perder más salud, tiempo y el dinero que no tengo”.

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Más del 70% de los mayores de 65 años no hace ejercicio de forma habitual

ejercicio   La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) anima a las personas mayores de 65 años a hacer ejercicio para mejorar los síntomas de muchas de sus enfermedades, ya que actualmente menos del 30 por ciento lo practica de forma habitual.

   Con motivo del Día Mundial de la Actividad Física, que se celebra este sábado 6 de abril, esta entidad asegura que enfermedades como la EPOC, la osteoporosis, la hipertensión arterial, la incontinencia urinaria, la artrosis, la discapacidad o la demencia, «podrían tener una solución o una gran mejora de sus síntomas con la práctica de ejercicio físico de forma habitual».

Sin embargo, y a pesar de los beneficios que reporta el ejercicio físico a las personas mayores, los médicos «parecen no estar muy concienciados en prescribirlo» a sus pacientes, según la SEGG, como prueba que más del 60 por ciento de las personas mayores de 65 años afirman que sus médicos jamás les ha recomendado realizar ejercicio físico para curar sus dolencias o como una práctica recomendada dentro de sus rutinas diarias.

En cambio suelen optar por otro tipo de medidas, normalmente basadas en el consumo indiscriminado de fármacos, para paliar el problema en cuestión de la persona mayor.    «Ahora se tiende a medicalizar todo cuando lo más recomendable siempre ha sido la mejora de los hábitos nocivos, el cuidado de la alimentación y la práctica de ejercicio físico», según ha explicado José Antonio Serra Rexach, jefe del servicio de geriatra del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y miembro de la SEGG.

Realizar unos 150 minutos a la semana de ejercicio aeróbico sería suficiente para cuidar la salud de las personas mayores de 65 años, pero, según recuerda el doctor Serra Rexach, el ejercicio debe ser prescrito por un geriatra basándose en las características de cada paciente, sus preferencias, sus enfermedades asociadas y su situación clínica, prescribiendo a cada uno los ejercicios adaptados a sus necesidades e incluyendo el tiempo, la intensidad y la progresión.

Según reconoce este doctor, ejercicios como correr, nadar, montar en bici o caminar a una intensidad elevada podrían ser suficientes para la salud de las personas mayores de 65 años y mejorarían aspectos como su equilibrio, la potencia muscular y la flexibilidad.

Por eso, el doctor Serra Rexach recuerda que es sumamente importante explicar desde las consultas médicas a los mayores las ventajas del ejercicio físico y recordarles que «cualquier ejercicio es mejor que no hacer nada» y que «hacer ejercicio físico no es difícil, ya que se pueden realizar desde casa, como por ejemplo los ejercicios para fortalecer la musculatura de los ancianos frágiles».

De hecho, un estudio publicado por el propio Serra Rexach junto con otros especialistas españoles demostró que las personas mayores de 90 años que realizan ejercicios para potenciar la musculatura de las piernas consigue ganar fuerza y, por tanto reducir el riesgo de caídas.

PUEDE PREVENIR EL ALZHEIMER

El ejercicio físico es tan recomendable que se ha demostrado que las personas que lo han realizado de forma habitual y a un buen nivel tienen un 38 por ciento menos de posibilidades de sufrir deterioro cognitivo a lo largo de su vida.

Por ejemplo, destaca la SEGG, es conocido que los pacientes aquejados de la enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia con la práctica de ejercicio físico mejoran notablemente en aspectos como la movilidad, las actividades diarias, la nutrición, las caídas y el estado de ánimo, entre otros aspectos como la relación con sus cuidadores.

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Sanidad cantabra incluye al colectivo de enfermería en los equipos de valoración de la dependencia

Dependientes   La Consejería de Sanidad modificará la normativa actual de la comunidad autónoma para incluir al colectivo de Enfermería en los equipo de valoración de la dependencia, de los que hasta ahora únicamente forman parte fisioterapeutas y trabajadores sociales de atención primaria.

   La decisión la ha anunciado este lunes la consejera de Sanidad, María José Saénz de Buruaga, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañada por la presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Cantabria, Rocío Cardeñoso, y la secretaria autonómica del sindicato de Enfermería SATSE.

El objetivo es crear equipos multidisciplinares de valoración de la dependencia en Atención Primaria que empezarán a funcionar a comienzos del próximo año 2014 con «al menos» un enfermero, un trabajador social y un fisioterapeuta.

Según la consejera, ello «permitirá contemplar de manera integral determinadas valoraciones complejas, así como mejorar la resolución de los procesos de valoración de la dependencia y disminuir la variabilidad en la toma de decisiones».

Buruaga ha puntualizado que el papel y número de fisioterapeutas y trabajadores sociales que realizan a día de hoy las valoraciones (58 y 32, respectivamente), «no se verá alterado», porque la enfermería «no viene a desplazar ni a sustituir a nada, sino todo lo contario, viene a sumar».

FORMACIÓN

Las primeras acciones a desarrollar pasan por la formación de estos equipos y la designación de profesionales de enfermería referentes (uno en las zonas básicas de salud con menos de 10.000 usuarios; dos en las que tienen entre 10.000 y 20.000 tarjetas; y tres en las de más de 20.000).

La consejera explicó que la designación de profesionales de referencia «no será antes del mes de junio» dado que está condicionada a la resolución de la oferta de empleo público de enfermería, OPE que Sanidad se ha comprometido a resolver en el mes de mayo. En principio, la Consejería «espera voluntarios, y si hubiera más profesionales interesados que plazas disponibles se procederá a su selección en función de sus competencias profesionales».

En materia de formación se realizará en primer lugar un curso teórico on line abierto a los 389 enfermeros que actualmente trabajan en atención primaria; y posteriormente, los profesionales designados de referencia para integrar los equipos de valoración deberán superar un curso de formación teórico-práctica más específica y de 60 horas.

Por su parte, los fisioterapeutas y trabajadores sociales deberán participar en acciones de actualización formativa periódicas, la primera antes de la puesta en marcha de los equipos multidisciplinares de valoración de la dependencia, prevista para enero de 2014.

CAMBIOS NORMATIVOS

La consejera explicó que en el ámbito normativo, el primer paso se dio ya el año pasado con la modificación de la Ley de Derechos y Servicios Sociales de 2007, y el siguiente será la modificación de la orden de 7 de mayo de 2007 por la que se regulan los procedimientos para el reconocimiento de la situación de dependencia, que se hará «tan pronto» como el Gobierno culmine la tramitación del Real Decreto que determine las prestaciones en materia de dependencia, «previsiblemente a inicios del verano».

Buruaga destacó que este proyecto «va más allá» de la mera determinación del grado de dependencia; «forma parte de un nuevo modelo biopsicosocial» y multidisciplinar de atención a la dependencia, y «no sólo salda un debe con los enfermeros, que son los profesionales líderes en la gestión de cuidados, sino también con los usuarios y con el propio sistema de atención a la dependencia».

En la misma línea se manifestaron las responsables del Colegio de Enfermería y de SATSE, quienes han mostrado su satisfacción por este cambio que va a permitir revertir una situación que, según han dicho, sólo se da en Cantabria.

En este sentido, Cardeñoso ha explicado que entre comunidades autónomas ha habido «mucha disparidad» en el desarrollo de la Ley de Dependencia pero el hecho de que el colectivo de enfermería no interviniese «en ninguna fase» sólo se ha dado en Cantabria, algo que «no entendemos -ha dicho- cuando tenemos mucho que aportar en la mejora de la normativa».

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