Archivo diario: 20 mayo, 2013

SEGG forma a los cuidadores de personas dependientes

Manual cuidadoresUno de los vacios que la Ley de Dependencia aún no ha cubierto, es la formación de los cuidadores familiares, sobre los que recae la atención de los dependientes. Ante este vacío, el Grupo de la Ley de Dependencia de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, ha elaborado el ‘Manual de Habilidades para cuidadores familiares de personas mayores dependientes’, que se presentará en el 55 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) a celebrar en Valencia desde el 12 al 14 de junio de 2013.

Este grupo de trabajo de la SEGG, nació con los objetivos de promover la difusión del desarrollo de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de Dependencia, formar a los profesionales y realizar materiales divulgativos que permitan colaborar a una mayor difusión y clarificación de lo que representa la Ley.

Desde sus inicios consideró prioritario dar una información, clara, sencilla y útil a los profesionales de la salud, para conocer más profundamente la Ley, sus recursos y las dudas en su aplicación.

En septiembre de 2011 presentaron ‘La Guía Práctica de la Ley de Dependencia’, en junio de 2012 el Manual Práctico de las 101 Dudas más frecuentes sobre la Ley de Dependencia, y ahora en 2013 este Manual de Habilidades para cuidadores familiares de personas mayores dependientes va dirigido a los cuidadores familiares y al colectivo de cuidadores no profesionales, que son quienes atienden mayoritariamente a las personas mayores dependientes en sus domicilios.

Su finalidad es dar formación a estos cuidadores en habilidades para el cuidado, ayudándoles a mejorar la calidad en la atención que proporcionan e informar sobre algunas ayudas técnicas que pueden facilitarles la importante labor que desarrollan.

En cuanto a su metodología, no pretende ser uno de los muchos libros que existen en el mercado sobre esta temática; es un sencillo manual que de forma divulgativa y formativa recoge los cuidados que más inquietan, y resuelve de forma concisa, escueta y clara, las dificultades que supone cuidar a un mayor dependiente por parte de sus familiares y/o cuidadores no profesionales.

Se ha elaborado con fichas sencillas y recuadros aclaratorios y su documentación tiene en cuenta la evidencia científica disponible.

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Una residencia de Mataró impulsa una pulsera con USB para ancianos y dependientes

Pulsera USB  La Escuela Universitaria de Enfermería Gimbernat y la Tomàs Cerdà han desarrollado, junto a la Fundación privada Vella Terra, una pulsera USB para ancianos y dependientes que se ha empezado a utilizar de forma piloto en una residencia de Mataró.

   El dispositivo, ‘SafeClinic’, contiene el historial de salud del usuario y sus datos personales para que, en caso de necesitar ayuda y asistencia, se le pueda atender de manera rápida y segura.

Los resultados de esta prueba concretan que la creación de esta pulsera supone un avance cualitativo en el tratamiento médico asistencial de las personas de la tercera edad, con dependencia o con problemas psiquiátricos, dado que contiene el historial de salud y los datos personales de estos pacientes.

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Aerte sienta las bases de la atención en salud mental en la C.Valenciana

AERTEAerte aborda la rehabilitación psicosocial en los centros sociosanitarios de salud mental a lo largo de una jornada que celebrará el 4 de junio en Valencia. La patronal valenciana de la dependencia reúne a todos los profesionales del sector e instituciones implicadas para analizar y explicar la realidad de la rehabilitación psicosocial La Secretaria autonómica de Autonomía Personal y Dependencia, el Secretario de la Agencia Valenciana de la Salud y los presidentes de la FED y CERMI participarán en la Jornada.
La organización reunirá a los profesionales del sector para abordar la realidad de la rehabilitación psicosocial en los casos de Trastorno Mental Grave -TMG-, durante la jornada que Aerte celebra el próximo 4 de junio y en el transcurso de la cual, los participantes analizarán las líneas de trabajo que están aplicando los profesionales especializados en la Salud Mental.
La Jornada de Rehabilitación Psicosocial en Centros Sociosanitarios de Salud Mental, organizada por la Comisión de Salud Mental y Discapacidad de Aerte en la Comunitat Valenciana es un encuentro que contará, entre otras, con la asistencia de Manuela García Reboll „Secretaria Autonómica de Autonomía Personal y Dependencia„, Manuel Escolano Puig „Secretario Autonómico de la Agencia Valenciana de la Salud„ y Alberto Echevarría „Presidente de FED„.
A su vez, contará con profesionales con una dilatada experiencia en la atención en salud mental, discapacidad y dependencia. Una jornada donde se analizarán modelos de atención sociosanitaria especializados en personas con TMG.
Para José María Moreno, presidente de Aerte, esta jornada sienta las bases de la mejora en la atención en salud mental en la Comunitat Valenciana.
David Taroncher, coordinador de la comisión de salud mental y discapacidad de Aerte, refiere que hablar de programas de rehabilitación psicosocial y psicoterapia sin hablar de valores tan  básicos como la capacidad de ayuda, la empatía, la eliminación de roles que estigmatizan, la cercanía, el sentido del humor y el respeto, no es admisible para los que más saben en la atención de la Salud Mental: las personas que la reciben. De ahí la importancia de estas jornadas, concluye, que nos permitirán recordar lo importante que es nuestra labor: ayudar a las personas que padecen algún tipo de trastorno mental.

Especialistas y profesionales
Además, de los ponentes ya citados, van a intervenir especialistas y profesionales de la contrastada solvencia de María José Mira, directora general de Aerte; Rubén Otero, coordinador de la comisión de Salud Mental y Discapacidad de FED; Begoña Frades. Psiquiatra Jefa de Sección del Área de Salud Mental del Hospital Pare Jofré; Pilar Lázaro Jefa del Servicio de Valoración y Ordenación de la Conselleria de Bienestar Social; Cristina Martínez, Responsable de Centros de Valencia del Grupo SARquavitae; y María José Perruca, responsable de Salud Mental y Discapacidad de Eulen Servicios
Sociosanitarios.
También está prevista la participación de Arcadio Reig, Coordinador de Centros de Grupo El Castillo; Juan José Moreno, Jefe del Servicio de Salud Mental de la Conselleria de Sanidad; Raquel Llop, Psicólogo-forense y Directora del Centro Rascanya; José Miguel Bort, Magistrado Juez de Primera Instancia Número 13 de Valencia; Carmen Miguel, Jefa de Servicio de Atención a Personas con Discapacidad en Conselleria Bienestar Social Valencia y Francisco Pérez, Coordinador de USM Malvarrosa de la Red de Marítimo Malvarrosa.
Por último, asistirán, Antonio Miguel Gómez, usuario de Salud Mental Comunitaria; Llum Moral, coordinadora de Feages Comunitat Valenciana.; y Alfonso Rodríguez Hurtado, presidente de Feafes CV y vicepresidente del Cermi.

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Los mayores están tristes

abuelo tristeLos geriatras reclaman medidas sociales para frenar el avance de la depresión en los ancianos, que afecta en distinto grado a la mitad de la población mayor de 65 años
El paciente pierde el sentido de la realidad y le invade un sentimiento de minusvalía, de auténtica incapacidad ante los retos más nimios de la vida

«Los ancianos son supervivientes, personas que han tenido que saltar muchas vallas en la vida antes de llegar a donde están. Tendemos a creer que son frágiles por definición, pero posiblemente una de las acciones que más reduciría las cifras de depresión en nuestros mayores sería trabajar por conseguir una imagen social diferente de la tercera edad». El psiquiatra Juan Medrano, de la red de salud mental de Osakidetza en Bizkaia, utiliza este argumento para explicar qué se puede hacer para poner freno a la actual epidemia de depresión en la última etapa de la vida. Las cifras resultan reveladoras. Más de la mitad de las personas mayores de 65 años presenta síntomas asociados a la depresión, que requieren atención especializada. Entre un 5% y un 10% de la población de esa edad está directamente afectado por la enfermedad.

«Algo estamos haciendo mal», afirma Medrano, que la semana pasada participó en el congreso anual de la Asociación Vasca de Geriatría y Gerontología Zahartzaroa, que se celebra estos días en Vitoria. Hace sólo 50 años, cuando comenzó a hablarse de esta patología en Estados Unidos, los servicios de salud del país tuvieron que repartir entre sus facultativos folletos de mano explicándoles qué es la depresión y cómo podía abordarse. Medio siglo después, la Organización Mundial de la Salud alerta de que para el año 2020 ésta será ya la segunda causa de discapacidad en el mundo. Occidente camina hacia una sociedad envejecida y triste hasta límites patológicos.

«La depresión va más allá de ser una tristeza profunda», a pesar de presentarse de formas muy distintas, que van desde cuadros leves a otros muy graves. El paciente pierde el sentido de la realidad y le invade un sentimiento de minusvalía, de auténtica incapacidad ante los retos más nimios de la vida. Se ve indigno y culpable, sin serlo, de los problemas ajenos. A partir de los 65 años, curiosamente, desde el momento en que hasta no hace mucho tiempo se alcanzaba la jubilación laboral, los síntomas y los casos se multiplican.

Trágica soledad

«Son muchas las causas que intervienen en este fenómeno y algunas aún no las entendemos bien», detalla el psiquiatra vasco. Quizás existan motivos biológicos para que los mayores se suman en una tristeza patológica cuando llegan las estaciones de cambio, primavera y otoño. En la vejez, también es muy común sufrir las denominadas depresiones recurrentes, que afectan a personas que las padecieron a lo largo de su vida. Los episodios que a uno se le han venido repitiendo cíclicamente desde siempre, a partir de este momento, se le darán en series de tiempo más cortas.

Determinadas enfermedades, como el párkinson, incluso algunos cánceres, tienen a la depresión entre sus síntomas, con lo cual si se padecen estas dolencias, irremediablemente, tarde o temprano, el afectado se enfrentará a un abatimiento salvaje de su estado de ánimo. Lo que más llama la atención de los especialistas son, en cambio, los suicidios. Ni los adolescentes, ni los despechados. El grupo de población que más se quita la vida es el formado por los mayores.

A las enfermedades que sumen al colectivo en la depresión se unen las circunstancias propias del último tiempo de la vida. Las pérdidas de todo tipo se suceden. El aspecto físico se degrada, decaen la fuerza física y la emocional, falla el corazón y se asiste a la marcha de familiares, amigos, vecinos y conocidos que, poco a poco, como si fuera un goteo, van muriendo uno tras otro. «Desde el punto de vista de la salud social, deberíamos tener menos abandonados a los ancianos», razona el psiquiatra vizcaíno. «Muchos abuelos están solos y eso es una tragedia».

Nueva familia

La sociedad, según defendió el especialista en el congreso ante sus colegas, debe poner en marcha mecanismos que protejan a los mayores y que impidan que se sientan solos. «Pueden vivir solos, si así lo desean y están capacitados, sin estar necesariamente abandonados. A las familias ya no se les puede pedir maravillas, porque la sociedad ha cambiado y las familias de hoy no son las de hace treinta años», destaca.

El psiquiatra vizcaíno plantea, entre otras alternativas, que instituciones y organizaciones sociales pongan en marcha acciones que permitan a los mayores sentirse activos favoreciendo su participación ciudadana. «El trabajo tiene un sentido económico, pero también da contenido a nuestras vidas. La gente, cuando termina su vida laboral, necesita seguir sintiéndose viva y podría participar en programas de voluntariado y organizaciones no gubernamentales».

Los tratamientos contra la depresión en el anciano son los mismos que se utilizan en anteriores etapas de la vida. Fundamentalmente dos, la psicoterapia, que es la ayuda a través de la palabra y la sugestión, y los fármacos, en una segunda fase y en ocasiones combinados con el apoyo psicológico. Los casos más rebeldes, que son los menos, suelen mejorar con sesiones controladas de terapia de choque o electroshock. El tratamiento electroconvulsivo, para el que previamente se administra un relajante muscular y anestesia, se practica de manera controlada, durante un tiempo limitado. «Se usa muy poco, únicamente a nivel hospitalario y para el abordaje de depresiones muy graves», detalla el especialista.

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