Archivo diario: 12 febrero, 2014

El 85% de personas entre 65 y 74 años tiene móvil aunque con un uso «residual»

 mayor y movil El 85% de personas entre 65 y 74 años tiene móvil aunque lo utilizan de manera «residual» y todavía tienen como dispositivo principal el teléfono fijo, según ha informado la investigadora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Mireia Fernández-Ardèvol, a la luz de un estudio sobre el uso de las nuevas tecnologías entre los ancianos.

   Las personas mayores de 65 años suelen hacer un uso más instrumental del móvil e incluso algunos lo tienen simplemente porque la familia les ha obligado y no porque lo crean necesario, ha informado este martes la UOC en un comunicado.

   «Los que les enseñan a usar el móvil son normalmente los hijos y nietos», ha especificado Fernández-Ardèvol, que ha añadido que el principal servicio que utilizan los mayores de 65 años es el de las llamadas de teléfono,

    Ha recordado que «muchos no están acostumbrados a escribir, o bien las teclas son muy pequeñas para sus dedos», por lo que rechazan escribir SMS y usar aplicaciones de mensajería instantánea.

   «Es más frecuente que hagan llamadas perdidas antes que enviar mensajes», una buena forma de comunicarse a coste cero, ha añadido.

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Ana Botella se compromete a que «ningún mayor se quedará sin teleasistencia por no poder pagarla»

Ana Botella La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, se ha comprometido este miércoles a que «ningún mayor se quedará sin teleasistencia por no poder pagarla».

   Así lo ha confirmado durante su visita a la Central de Teleasistencia de Personalia, del Grupo ONCE, basándose en el «principio de solidaridad», de modo que los mayores podrán estar eximidos del pago o abonarán por el servicio 3, 6, 9 ó 12 euros al mes, en función de sus posibilidades económicas.

La teleasistencia es gratuita para los mayores que vivan solos y cuyos ingresos no exceden de los 690 euros al mes o para familias de dos personas con ingresos que no superan los 920 euros al mes.

En el otro extremo, las personas que viven solas con ingresos superiores a 1.499 euros y las familias con dos personas cuyos ingresos superen lo 1.999 euros al mes, tienen que aportar la cantidad máxima, fijada en 12 euros al mes.

Dentro del contrato figura incluir la aportación económica de los usuarios al coste del servicio mientras que el Ayuntamiento financia el 87 por ciento del total. Esta aportación está definida en base a la capacidad económica de los usuarios, para lo que se establece un baremo basado en los principios de solidaridad y justicia social.

EN BUSCA DE LA «FÓRMULA MÁS JUSTA»

«Hemos tratado de buscar la fórmula más justa, que paguen más quienes más tienen, y que no paguen, o paguen menos, quienes menos tienen», ha explicado la primera edil. Las aportaciones se calculan en función de la Renta Mensual Per Cápita (RMPC), que es el resultado de sumar todos los ingresos anuales (pensiones y rentas) de todos los miembros de la familia y dividirlos entre los doce meses del año.

El resultado se divide por el número de miembros de la familia. En el caso de personas mayores que viven solas, su renta se divide entre 1,5 lo que supone un coeficiente de compensación.

«La vulnerabilidad social no conoce de rentas, ni de clases sociales, ni de nivel cultural. La vulnerabilidad social puede afectar a cualquier madrileño y yo les prometo que todos van a poder seguir viviendo en su domicilio en condiciones de seguridad», ha insistido la alcaldesa.

BOTELLA SE PONE AL OTRO LADO DEL TELÉFONO

La alcaldesa no ha dudado en ponerse al otro lado de la línea telefónica y ha hablado con Concepción, una usuaria que le ha contado que, tras hacer la compra y ver «la novela», se «dará una vuelta con las amigas».

También ha asegurado que está «muy contenta» con el servicio de teleasistencia, como Manuela, una usuaria de 88 años que hoy ha celebrado su cumpleaños en la central, donde ha podido poner cara a la trabajadora con la que lleva hablando «todos los días» desde hace años, Asunción.

DE 30.845 A 133.000 USUARIOS

Botella ha recordado que cuando llegó al área de servicios sociales, hace ya diez años, eran 30.845 los usuarios de teleasistencia mayores de 65 años mientras que en 2013 esta cifra se amplió hasta llegar a los 133.000. Actualmente da cobertura al 21 por ciento de los madrileños de más de 65 años y al 45 por ciento entre los mayores de 80 años. Esta cifra cobra especial relevancia si se compara con la media nacional, situada en el 7 por ciento.

A destacar que entre las modificaciones de ese nuevo contrato –prorrogado hasta 2016 por un importe de 88 millones de euros– se contempla graduar el número de llamadas de seguimiento en función de la situación de riesgo de las personas mayores, con un servicio más equilibrado y personalizado.

De las 8,4 millones de llamadas que se producen al año entre los usuarios y las centrales de asistencia, la gran mayoría, el 85 por ciento, parten de la central para recordarles la medicación, citas médicas, conocer cómo se encuentran, es decir, es un servicio de acompañamiento.

Asimismo, a través del sistema se canalizan multitud de mensajes y consejos importantes para la salud y bienestar las personas mayores. Es una comunicación bidireccional puesto que los usuarios realizan un millón de llamadas al año, en su gran mayoría para situaciones de no emergencia, como hablar, saludar, peticiones de información…

Ahora la apuesta pasa por la personalización. A destacar la incorporación de la domótica a la mejora de la calidad de vida de los mayores, con sistemas tecnológicos que permiten detectar caídas en el domicilio, el número de horas que se pasa en el sofá, alarmas para avisar de que hay que tomar la medicación, que la nevera está abierta o que se ha producido un escape de gas.

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El seguro de dependencia no consigue atraer clientes

gonzalez_defrutos_sanchez300Desde hace tiempo es obvio que la contratación de seguros de dependencia en términos absolutos no logra despegar. Ahora, un informe de ICEA hecho público por la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa) repasa los resultados provisionales del sector a 31 de diciembre de 2013 y refleja que a finales del pasado año eran 21.724 las personas que mantenían contratado algún tipo de seguro de dependencia, lo que supone un incremento del 10,71 por ciento con respecto a los datos definitivos a cierre de 2012, cuando eran 19.622 los seguros contratados, si bien los datos provisionales a 31 de diciembre de 2012, publicados en febrero de 2013, registraron 20.667 seguros contratados. Esta fluctuación en los datos se debe, según han explicado a Redacción Médica fuentes del sector, a esa provisionalidad de los datos, que están sujetos a correcciones trimestrales a medida que las compañías van afinando sus números. En todo caso, este crecimiento interanual esconde un retroceso, ya que a cierre del tercer trimestre de 2013 el total de seguros de dependencia contratados ascendía a 22.243, según datos provisionales.

Por otra parte, el crecimiento en el número de asegurados se ve acompañado de un crecimiento en el total de provisiones técnicas. Así, a 31 de diciembre de 2013 se elevaban a 6,28 millones, frente a los 5,75 a 31 de diciembre de 2012. Sin embargo, de nuevo este incremento interanual contrasta con los resultados del tercer trimestre, cuando el total de provisiones técnicas ascendía a 7,3 millones de euros.

Pese a que cada vez son más las compañías aseguradoras que ofrecen este tipo de productos, lo cierto es que los clientes no terminan de decidirse por ellos. Un repaso a los datos de los últimos años muestra un techo que ha superado con dificultades los 22.000 seguros contratados para inmediatamente volver a perder ese máximo, lo que lo convierte en una figura prácticamente testimonial, si bien hay que tener en cuenta que este tipo de productos arrancaron tras la llegada de la Ley de Dependencia en 2006 y que su proliferación ha llegado en los últimos años.

En todo caso, desde hace tiempo se vienen debatiendo las razones por las que estos seguros de dependencia no consiguen captar el interés de los clientes, y aunque son variadas las opiniones, el sector coincide en que no se ha terminado de cerrar el capítulo normativo en este sentido, por lo que son numerosas las voces que han solicitado al Gobierno que desarrolle la legislación por la que debe regirse el seguro de dependencia, al tiempo que se ha pedido la desgravación fiscal de este tipo de seguro.

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