Archivo diario: 7 abril, 2014

Los mayores de Oviedo piden más residencias

OVIEDO  MARIO ROJAS  04-04-14Que la primavera asturiana anda un poco loca lo sabe bien Constantino. En enero estrenó sus 87 años y aún no ha llegado ese día lluvioso que venza a su paseo matutino. Lleva tres años en la residencia San Teresa, en Oviedo, y, como cada mañana, se coloca su sombrero, coge el paraguas y sale a caminar hasta la hora de comer (el comedor abre a las dos menos cuarto). Nació en Cornellana, un 20 de enero, pero al casarse se marchó a vivir a Grado y luego ya a Oviedo. «Estoy muy contento porque en el centro hay muchas cosas que hacer, muchas actividades». Sin ir más lejos hoy volverá al baile, como todos los domingos. «El otro día me hice doce piezas seguidas». Vitalidad no le falta. Su paseo (repite por la tarde) lo compagina con ejercicios en la habitación y sesiones en la sala de gimnasio de la residencia.

Constantino (prefiere omitir su apellido) es uno de los 873 mayores con plaza en los centros del ERA en Oviedo. Los últimos datos que maneja la Consejería de Bienestar Social es que más del 75 por ciento son públicas. Hay cuatro residencias: Santa Teresa, El Cristo, La Tenderina y El Trisquel (en las instalaciones del antiguo Fundoma). Entre ellas se reparten las 669 plazas destinadas para personas mayores. El resto, 204, pertenecen a residencias concertadas.

El problema no está tanto en las plazas que hay, sino en las que faltan. En Oviedo hay casi 400 personas en lista de espera para encontrar hueco en una residencia del ERA. En concreto son 390, según los datos oficiales. Precisamente esa falta de espacio para cubrir toda la demanda obligó a la familia de Carmen Miranda, vecina de Oviedo, a ingresarla en una residencia en Siero después de permanecer semanas en el hospital. «Su caso era de extrema necesidad y nos dijeron que como no había plaza aquí podía ir a un centro en Siero. Y así fue, lleva desde finales de diciembre en el centro Residencial Balbona y está muy contenta», explica su sobrina nieta Sandra Miranda. Van cada jornada a visitarla. «El otro día cuando llegó mi padre estaba jugando al bingo, algo que no hacía nunca. Está muy contenta, incluso podemos decir que tiene más movilidad de la que tenía cuando estaba en casa». En la residencia tiene peluquería, sala de televisión, y la comida «está muy controlada». Si se pone mala avisan enseguida a la familia». El caso de Carmen Miranda ha tenido solución pero lo cierto es que hay muchos mayores a la espera de cama. Así lo recordaba hace unas semanas, durante la presentación del proyecto de rehabilitación de la residencia del Naranco -que tuvo que cerrar en agosto del año pasado y reubicar a los 150 mayores en centros del concejo- la concejal de Bienestar Social, Belén Acevedo. Por un lado mostraba su satisfacción por la obra pero, por otro, lamentaba el hecho de que «si no llega a ser por los problemas en el Naranco, la inversión podría haberse destinado a la residencia en el Materno-Infantil». Esa necesidad también la reconoció la consejera del área, Esther Díaz, durante la presentación del plan. Con la obra se ganarán otras 25 plazas más, hasta alcanzar las 175. Aún así, queda aún lejos de esas casi 400 habitaciones que reclaman los mayores del municipio para cubrir la demanda actual. Esa es la última cifra, y suele oscilar entre las 350 a 390 plazas, depende del mes.

La obra en la residencia del Naranco es la única en marcha en el municipio. El Principado anunció una inversión de 5 millones de euros. Van a reformar toda la estructura, cambiar la instalación eléctrica, el sistema de ventilación, sustituir la carpintería y el aislamiento para hacerla confortable. Ya en el interior, ampliarán los pasillos (para facilitar la accesibilidad a discapacitados), incluirán un baño en las habitaciones (o permitirán el acceso a uno compartido sin tener que salir al pasillo) y ampliarán en 25 el número de plazas. Lo harán con un añadido al primer piso utilizando la altura del auditorio. La idea es crear un forjado que lo dividirá en dos plantas. Y dar más amplitud a las habitaciones: 60 dobles (de más de 16 metros) y 39 individuales (de ocho). Ahora mismo hay 59 para dos personas y 32 individuales.

Población envejecida

Los últimos datos del padrón (se refieren a finales de febrero) marcan una tendencia nada favorable para la situación actual. Más de 3.000 personas superan los 90 años y hay 75 ancianos que rozan los cien. Todo parece apuntar a que la mayor demanda de plazas llegará en unos años.

La mayoría son mujeres. De momento, el mayor grueso de la población tiene entre 35 a 45 años. De menos de cinco años, apenas llegan a los diez mil. Los que llegan, al contrario de lo que ocurre con los mayores, son más varones.

Hay casi 400 mayores que esperan una plaza en una de las residencias que el ERA (Establecimientos Residenciales de Ancianos en Asturias) gestiona en Oviedo. La demanda supone casi el 45% de las plazas que ya existen en el concejo, distribuidas en centros públicos y concertados de la ciudad. Hasta el verano pasado, la residencia Naranco engrosaba tal lista con 150 camas más. Ahora mismo está cerrada a la espera de que comience, en noviembre, su reforma integral. Cuando abra sus puertas -finales de 2016- contará con 25 habitaciones más. No será suficiente para cubrir la demanda, que va a más si se tienen en cuenta los datos de la población: el 20% de los censados tiene ahora más de 65 años. Lo saben muy bien los familiares de Carmen Miranda, quien está ingresada en un centro de Siero al no disponer de una plaza en Oviedo.

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La Junta acerca las nuevas tecnologías a discapacitados y mayores de 80 años

Junta_TICEl Programa de Ayudas Técnicas TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), impulsado por la Junta de Andalucía para favorecer y facilitar el acceso a las nuevas tecnologías a las personas con discapacidad y a los mayores de 80 años, ha entregado en Algeciras 33 ayudas. Son los datos relativos a la más reciente convocatoria de esta iniciativa, balance que acaba de cerrar la delegación territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo.

El importe de las ayudas concedidas en Algeciras ascendió a 22.135,37 euros, un 15% del total provincial, de modo que el municipio fue el segundo de la provincia en cuantía de las subvenciones, sólo por detrás de Cádiz capital, donde se concedieron ayudas por valor de 32.598,10 euros, y por delante de Jerez.

El Programa de Ayudas Técnicas TIC ofrece subvenciones que están dirigidas a personas con un grado de discapacidad igual o superior al 33% reconocido por la consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, así como a las personas mayores de 80 años.

Mediante esta iniciativa, gracias a la última convocatoria realizada, se adquirieron en la provincia de Cádiz hasta 296 dispositivos adaptados para estos colectivos, subvencionados al 100% hasta un máximo de 1.500 euros por dispositivo. Fueron 124 pantallas táctiles, 67 reproductores de contenido multimedia y control de audio, así como teclados y ratones adaptados, sistemas de lectura autónoma, anotadores y conmutadores y sistemas GPS de navegación mediante la voz, entre otros equipamientos.

En la provincia el total de ayudas concedidas fue de 255, por un importe de 146.037,12 euros. El incremento en la cuantía de estas subvenciones respecto a la edición anterior ha sido del 50%. El 59,6% de los beneficiarios fueron hombres y el 40,4%, mujeres. Más de la mitad de estas ayudas se entregaron a personas con discapacidad visual y alrededor del 48% a personas con discapacidad intelectual. La ONCE ayuda a sus asociados en la cumplimentación de las solicitudes pertinentes para este programa de la Junta.

Las personas beneficiarias han recibido, además, la formación complementaria que recogen estas ayudas para acercarse al mundo de la tecnología y de la información. Esta formación ha sido impartida en los centros de la Red Guadalinfo.

La Junta destaca que este programa de acceso a las TIC representa «un ejercicio de responsabilidad y compromiso del Gobierno andaluz con la mejora de la vida de las personas con discapacidad y el impulso de su inclusión sociolaboral a través de las TIC, ya que permite que estas personas usen internet, el móvil y los ordenadores para que puedan acceder a todos los servicios digitales de manera igualitaria, para que puedan formarse y ser más competitivas en el mercado laboral, o para que puedan vivir una vida más independiente».

La administración autonómica ha expresado su intención de continuar con el programa y realizar una siguiente convocatoria en el futuro.

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Más del 50% de personas mayores de 70 años en España sufre algún trastorno diabético o prediabético

LeocadioMás de un tercio de las personas mayores de 70 años en España tiene diabetes, pero si se añaden los que padecen intolerancia a los carbohidratos o glucemia alterada en ayunas, ese porcentaje se eleva a más de la mitad.

Estos son algunos de los datos que se desprenden de la ponencia que el doctor Leocadio Rodríguez-Mañas, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Getafe (Madrid) ha desarrollado este sábado en Pamplona durante la celebración del 25 Congreso de la Sociedad Española de Diabetes (SED).

Según su presentación, la prevalencia de la diabetes va en aumento, pero el número de enfermos no se distribuirá de forma homogénea entre los segmentos de población, si no que se concentrará de forma casi exclusiva en los mayores de 55 años, y de manera muy especial, entre los mayores de 65 años, llegando a representar el 50 por ciento de las personas con diabetes.

Según Rodríguez-Mañas «un plazo tan corto como dos años es suficiente para poner de manifiesto el mayor riesgo -más del doble- de desarrollar dificultad para actividades tan habituales como subir escaleras o hacer tareas del hogar, en comparación con mayores de la misma edad sin diabetes».

Este impacto de la diabetes tipo 2 sobre la funcionalidad de la persona mayor, según ha señalado en una nota la Sociedad Española de Diabetes, obliga a que el tratamiento esté enfocado en evitar el deterioro funcional y su progresión, lo que significa hacer hincapié en aquello que genera beneficio a corto plazo, como por ejemplo tratar la hipertensión arterial, en vez de aquello que necesita décadas para generar beneficios, como es el caso del control intensivo de la glucemia o dietas restrictivas.

En todo caso, Rodríguez-Mañas ha destacado que «también hay que poner énfasis en mejorar la relación riesgo-beneficio, evitando situaciones como la hipoglucemia que no solo aumenta el riesgo de muerte, sino también de caídas y fracturas, demencia y hospitalizaciones, sin olvidar la importancia de pautar ejercicio físico de diferente intensidad».

LA IMPORTANCIA DEL ENTRENAMIENTO

Por su parte, el doctor Javier Ibáñez, del Centro de Estudios, Investigación y Medicina del Deporte del Gobierno de Navarra, ha afirmado que «el entrenamiento de fuerza puede ser un medio muy útil para el tratamiento de la obesidad y de la diabetes tipo 2″.

Así lo ha afirmado con motivo de la celebración en Pamplona del 25 Congreso de la Sociedad Española de Diabetes (SED), que este sábado ha acogido la presentación de una ponencia dedicada a los efectos beneficiosos del entrenamiento de fuerza en el tratamiento de la obesidad y de la diabetes tipo 2.

En su presentación, Javier Ibáñez ha afirmado que «el entrenamiento de fuerza puede ser un medio muy útil para el tratamiento de la obesidad y de la diabetes tipo 2», ya que «el entrenamiento de fuerza ayuda a una persona obesa que está siguiendo una dieta para perder peso porque reduce sustancialmente la pérdida de músculo que se produce cuando una persona hace sólo dieta».

Además, el doctor ha argumentado que «evita la reducción del metabolismo de reposo que se produce inevitablemente cuando se sigue sólo una dieta hipocalórica; ayuda a mejorar las cifras de la tensión arterial, del colesterol y de los triglicéridos; mejora la fuerza, la flexibilidad y la resistencia física; mejora el sentimiento de bienestar y autoestima; y es mucho más probable que aquellas personas que han perdido peso y han abandonado la dieta hipocalórica puedan mantener esta pérdida si siguen realizando el entrenamiento de fuerza».

Por otro lado, la Asociación Americana de Diabetes (ADA) defiende que en el momento del diagnóstico de la diabetes tipo 2, en pacientes con una HbA1c (hemoglobina glicosilada) menor de 7,5 por ciento, antes de pautar un tratamiento farmacológico se les puede dar la oportunidad de intentar cambios en su estilo de vida (dieta hipocalórica y ejercicio físico) por un período de 3-6 meses.

En este sentido, Ibáñez ha explicado que «se ha visto que con sólo dos sesiones de fuerza por semana, en sólo cuatro meses, sin una dieta hipocalórica concomitante, los pacientes pueden mejorar significativamente los niveles plasmáticos de glucosa y la sensibilidad a la insulina, y disminuir alrededor de un 10 por ciento la grasa corporal».

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