Archivo diario: 14 julio, 2016

La hospitalización de personas mayores de 80 años se duplican en Euskadi en una década

qs-principiosEl envejecimiento de la población provoca un continuo aumento de la actividad sanitaria, ya sean las consultas o las operaciones quirúrgicas.

El aumento de la esperanza de vida es un logro de los países desarrollados. Pero esta conquista social no es gratis, sino que tiene consecuencias en el sistema sanitario. Vivir más significa más enfermedades y, en consecuencia, mayor demanda asistencial. Esta realidad se pone de manifiesto cada vez que los responsables del Servicio Vasco de Salud facilitan un balance de actividad. En el presentado ayer, referido al primer semestre de este año, hay un dato llamativo: las hospitalizaciones de las personas mayores de 80 años se han duplicado en la última década por la sencilla razón de que hay más octogenarios.

De los 248.628 vascos ingresados entre enero y junio pasados, «el 21% revasaba las ocho décadas de vida, cuando en 2006 este colectivo representaba el 13%», destacó ayer el director general de Osakidetza, Jon Etxeberria. «La edad media de los pacientes también ha crecido 4,5 años en esta década; siendo en la actualidad de casi 60 años», añadió el responsable de Asistencia Sanitaria, Antonio Arraiza.

La mayor edad media de los hospitalizados es responsable también del incremento de la actividad quirúrgica. Los quirófanos de Osakidetza no descansan. El primer semestre del año se ha cerrado con 6.092 operaciones más que en el mismo periodo del año anterior, hasta contabilizar 68.341 intervenciones de cirugía mayor, lo que supone un incremento de casi el 10%.

En cuanto a consultas, los números de siete dígitos también registran incrementos: los médicos de familia y los pediatras de atención primaria han atendido 6,1 millones de citas y los enfermeros, casi dos millones. En atención especializada, el crecimiento del 4,8% sitúa las atenciones en 2,3 millones.

Sostenibilidad del sistema

La mayor actividad sanitaria fruto del crecimiento de la demanda obliga a preguntar a los responsables de la Sanidad pública vasca por la sostenibilidad del sistema en una etapa de congelación presupuestaria o, como mucho, de tímido crecimiento. «La sostenibilidad es una gran preocupación», admitió Jon Etxeberria. A renglón seguido, el director de Osakidetza –una organización con un presupuesto de 2.541 millones– añadió que la solución pasa en estos momentos por «ser más eficientes cada año para poder afrontar retos, como son los nuevos medicamentos».

Además de eficiencia, la Sanidad vasca se apoya en las nuevas tecnologías para restar presión asistencial. Así lo pone también de manifiesto el balance. Cada vez hay más consultas telefónicas. Por ejemplo, en los centros de salud suponen ya casi una de cada cinco atenciones de los médicos de familia.

Además, los avances tecnológicos permiten realizar aumentar el número de cirugías en régimen ambulatorio, lo que supone un ahorro en ingresos. En este apartado, siempre que se puede se tiende cada día más por la hospitalización a domicilio. De enero a junio, 6.382 vascos han optado por esta solución que permite una atención de primer nivel dentro de casa.

Otra fórmula que gana peso en Osakidetza es el control telemático de pacientes crónicos monitorizados. Un total de 443 vascos –enfermos pulmonares, cardíacos o pluripatológicos– están en sus casas con equipamientos tecnológicos con los que remiten datos diarios reveladores de su estado de salud. De esta forma, están en permanente conexión con sus médicos, lo que facilita que no se desestabilicen y, en consecuencia, tengan que ingresar.

Fuente: El Correo