Archivo mensual: noviembre 2016

“Estoy en un trozo de cielo”, así valoran la residencia gestionada por las Hermanitas de los Pobres en Bilbao

hermanitas-de-los-pobres«Estamos en la gloria con todos los mimos que nos dan», dice Conchita, una de las 90 personas mayores sin recursos o con pensiones bajas que residen, gracias a las donaciones, bajo el auspicio de las Hermanitas de los Pobres en Bilbao.

«Estoy en un trocillo de cielo”, sentencia Jesús Lizaso a las puertas de la residencia de las Hermanitas de los Pobres en Bilbao. Pero no entra en más detalles porque una cosa son las metáforas celestiales y otra que, a punto de cumplir los 95 años, sigue con los pies en la tierra y ya va siendo la hora de comer. Con este anciano de Zornotza son 90 las personas mayores sin recursos o con pensiones bajas que conviven en este centro, cuya despensa contribuye a llenar, entre otros, Mercadona, que ha empezado a donarles productos básicos esta misma semana.

Jesús ya ha enfilado las escaleras camino del comedor, pero Nieves Ruiz, de 79 años, y su marido, José Antonio Echeverría, de 77, hacen tiempo en los aledaños de la residencia, ubicada en el barrio de Atxuri. Hace año y medio que el matrimonio, con problemas de salud, dejó su “pisito” en Santutxu. Nieves, asmática, no tardó en ver las ventajas. “Tener jardín y poder andar sin cuestas es una maravilla. Además, sales al pasillo o bajas al comedor y tienes más gente para hablar. Este salía más porque puede caminar, pero para mí ha sido…”. Y ahí lo deja. Su sonrisa termina la frase por ella.

Su marido ahora está “feliz”, pero la mudanza no fue fácil. “Al principio es un poquito duro. Los dos primeros meses me costaron: el estar encerrado yo solo en la habitación, los nervios… Pero se pasaron y ahora estamos muy contentos”, asegura. “Mejor que en casa”, apuntala Nieves, que después de cocinar cuarenta y pico años agradece como nadie la mesa puesta. “La comida es estupenda. Los festivos tenemos pastel. Comemos sopa, cocido, puré o macarrones, ensalada, fruta, la bebida que quieras… No puedes pedir más”, dice, sin entender cómo hay quien se queja. “Dios mío, ¿por qué protestarán? Cualquiera puede tener un mal día en la cocina, pero los ingredientes son buenísimos”.

Nieves y su marido, unos chavales, teniendo en cuenta que la media de edad ronda los 90, lejos de quedarse de brazos cruzados, aportan su granito de arena. “Echamos una mano a las hermanitas. Yo doblo ropa, este les afila los cuchillos y las tijeras… También hace cachavas”, comenta. Roces, dicen, hay “como en todas las familias”, aunque pocos. “Hay algunos que somos menos simpáticos que otros, pero bueno”, reconoce con sorna José Antonio.

La pareja comparte mantel con Conchita Ormaetxe, “para servirle a Dios y a usted, como decíamos de niños”. Camino de los 93 años, muestra un desparpajo envidiable. Antes de dar buena cuenta de un plato de lomo con pimientos, confirma que están “en el cielo”. “Ya no nos falta más que tocarlo un poquito. Estamos en la gloria con todos los mimos que nos dan, demasiado bien. Te hacen felices del todo”, asegura. Pero mirando la risueña cara de la madre superiora, Sor Catalina, uno no sabe quién hace más feliz a quién. “Esto es una gran familia. Una vez que entran en casa, no se les abren solo los brazos, sino sobre todo el corazón, porque lo que más necesitan las personas es afecto”, sostiene esta religiosa, que va repartiendo cariño por los pasillos. “Hola, Mercedes, ¿ya está mejor?”, le pregunta a una anciana, al tiempo que le acaricia la cara. “Ay, doña Nieves, vamos a bailar”, bromea con otra que camina a pasitos, ayudada por una auxiliar.

También a Porfirio Yugueros, un voluntario octogenario, servir a los veteranos comensales le debe resultar gratificante. No en vano lleva haciéndolo desde que se jubiló, hace ya 26 años. “Tengo una hija, que es hermanita, y a raíz de aquello fue cuando empecé a venir. Ahora está de misionera en América”, señala.

Carrito para atrás y para adelante, Porfirio se afana en repartir la comida y recoger los platos. “Esto es mejor que un hotel de cinco estrellas. El que entra aquí, como que le toca la lotería”, afirma con conocimiento de causa. De hecho, él mismo estuvo a punto de instalarse junto con su mujer en la residencia el año pasado. “Estábamos en el pueblo, nos pusimos malos y nos vinimos para aquí con esa intención, pero luego pensamos: Vamos a esperar un poco más, a ver si aguantamos”, relata. Bajo el auspicio de las Hermanitas de los Pobres, suscribe, “se come muy bien, mejor que en casa, porque aquí todos los días hay comida diferente, no se repite”.

“NO TIENE A NADIE EN EL MUNDO”

Mientras dos empleadas limpian pescado procedente del Banco de Alimentos, y una cocinera termina de freír unas tajadas donadas por la cadena de supermercados, Sor Catalina le pone enseguida a uno al día a golpe de cifras. La congregación lleva manos a la obra en Bilbao desde 1879, aunque “la casa vieja se tiró al cumplir cien años y se hizo la nueva en el mismo solar”. Actualmente viven en ella 13 hermanas, que cuentan con la ayuda de medio centenar de voluntarios y 40 empleados, entre los cuales figuran “veladores de noche, enfermeras y auxiliares de clínica, porque tenemos muchos inválidos”. Por eso no ocupan las 100 plazas de que disponen, porque “no podemos con todo”. De los 90 residentes, la más mayor tiene 105 años, tras la muerte de un usuario que llegó a cumplir los 106.

Para hacerse con una parcelita en este remanso de paz, se exige, como condición indispensable, “ser anciano y ser pobre”. Y quien dice “pobre”, aclara Sor Catalina, dice personas mayores “sin recursos o con pensiones mínimas, que no tengan los medios necesarios para una vida digna, ni para valerse por sí mismos, ni para ir a una residencia de pago”. A veces los residentes llegan a través de un sacerdote o un asistente social, como “una mujercita” que recibieron hace unos días y que “no tiene absolutamente a nadie en el mundo”. “Murió la señora a la que servía, se quedó en la calle y la acogió una amiga, que ya tiene 85 años. Se puso enferma y la hemos recogido”, detalla esta religiosa, tras subrayar que siempre comprueban que estas personas están realmente necesitadas.

Aunque alguno de los usuarios apenas cobra 323 euros de pensión, la gran mayoría reciben 636 euros, que aportan para contribuir a costear su estancia, salvo el 15% que se quedan para sus gastos. “Con el 85% restante no llegamos a cubrir ni la tercera parte del gasto porque, además de la alimentación, hay que contar con el gas, la luz, el agua, los ascensores, las reparaciones y, sobre todo, los empleados”, enumera Sor Catalina. A todas esas facturas hacen frente gracias a “la divina providencia”; es decir, a los donativos que reciben, ya que no cuentan con “ayudas fijas” por parte de las instituciones ni tienen “camas concertadas”.

Con libertad para entrar y salir de la residencia, que cierra sus puertas a las diez de la noche, los mayores reciben “una atención integral: física, de alimentación, sanitaria, de higiene, espiritual… También psicológica porque van perdiendo memoria, van encontrándose cada vez más solos al morir la familia y necesitan la escucha, el respeto, la amistad. Todo lo que requiere la dignidad de la persona”, remarca. A excepción de “algún cascarrabias”, reina la cordialidad. Buen ejemplo de ello es el grupo de residentes que, bajo un letrero con las iniciales F.A.I., Fuertes, Amables e Invencibles, y un póster del Athletic, “que no puede faltar”, se reúnen en el denominado “laboratorio” para pelar patatas, peras, manzanas… Otros se ocupan de la puerta, hacen recados, marquetería, ganchillo, ven las noticias o la telenovela, pasean por el jardín o confeccionan bonitas muñecas de tela, como doña Pilar. “A los que tenían su pisito, con sus cositas y recuerditos, les cuesta más, pero al que está necesitado… No hace mucho acogimos a un anciano que cobraba 323 euros y pagaba por una habitación 300. ¿Y cómo comía usted?, le digo. Esperaba a que los supermercados echaran al contenedor… A ese no le ha costado nada acostumbrarse. Como él dice: He pasado del purgatorio al cielo”.

Fuente: deia.com

Más de 200 personas reciben consejos y ayuda práctica para el cuidado de enfermos de alzhéimer

encuentro-sanitas-con-familiares-de-enfermos-de-alzheimer• Las recomendaciones de los expertos fueron dirigidas a los cuidadores, un colectivo crítico en la atención de los pacientes con demencia

• Más de 800.000 españoles conviven con esta enfermedad que afecta en total a más de 3,5 millones de personas

• Según un informe elaborado por la Fundación Sanitas y CEAFA, más del 21% de los cuidadores familiares supera los 70 años y son jubilados que cuidan de su cónyuge

• Se prevé que el número de personas que sufre alzhéimer pueda duplicarse en veinte años

Más de 200 personas han asistido al V Encuentro Sanitas para familiares de personas con alzhéimer. En esta quinta edición, que coincide con el Día del Cuidador, los especialistas de Sanitas han compartido con los cuidadores, un colectivo clave en la atención de los pacientes con demencia, información sobre la enfermedad, algunos consejos sobre buenas prácticas, todas las claves sobre el manejo óptimo de la medicación antipsicótica y algunas técnicas para mejorar la comunicación con sus seres queridos.

En España, la incidencia de la enfermedad supera hoy día los 800.000 casos directos y afecta a más de 3,5 millones de personas si consideramos a sus familiares. Además, según un informe elaborado por la Fundación Sanitas y CEAFA, más del 21% de los cuidadores familiares supera los 70 años y son jubilados que cuidan de su cónyuge. Actualmente, son los familiares los que soportan casi todo el esfuerzo, por lo que la figura del cuidador adquiere un papel fundamental. Ante este escenario, Sanitas considera fundamental ayudar a los cuidadores para que sus familiares puedan gozar de una buena calidad de vida y de los mejores cuidados, ya que según avanza la edad del cuidador disminuye su funcionalidad y capacidad para asumir de manera correcta y adecuada las distintas tareas que el enfermo requiere, con lo que, sin una ayuda adecuada, el cuidado puede resentirse.

Tras la presentación y bienvenida al encuentro, a cargo del doctor José Francisco Tomás, director ejecutivo Médico de Sanitas y responsable del programa de demencia de la compañía, ha intervenido el doctor Ventura Anciones Rodríguez, jefe del servicio de Neurología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, quien expuso la importancia del conocimiento de la nueva psicofarmacología por parte del neurólogo, así como el empleo adecuado de los fármacos y sus efectos específicos en el control de las alteraciones de la conducta en las demencias. En su intervención, el experto señaló que “antes de usar cualquier fármaco es preciso tener un conocimiento certero de las anomalías específicas del paciente”.

A continuación, el jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores, el doctor David Curto, explicó durante su intervención que “el uso de psicofármacos, sobre todo en pacientes con demencia, es habitual en personas mayores” y advirtió que “en muchas ocasiones su uso se ha generalizado sin una base patológica que lo respalde, prescribiéndose para controlar alteraciones conductuales, molestias a otros residentes o por conveniencia organizativa”. En este sentido, el doctor Curto indicó que “teniendo en cuenta los numerosos efectos secundarios que tienen estos fármacos y dada la evidencia científica actual, debería racionalizarse ajustándose siempre a una patología, usándose en las mínimas dosis posibles y durante un tiempo controlado”. Así, “un uso racional puede aportar una mayor calidad de vida y una mayor autonomía a los mayores”, concluyó.

Por su parte, la doctora Cristina Fernández, jefa del servicio de Neurología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, dio las claves sobre cómo comunicarse con una persona con alzhéimer, y explicó que «la sintomatología presente en la enfermedad de alzhéimer como la pérdida de memoria, la dificultad para encontrar las palabras o los trastornos de conducta pueden dificultar la comunicación con estos pacientes. Sin embargo, debemos mantener la premisa que la comunicación con ellos aunque sea con lenguaje no verbal en estadios avanzados es posible. Debemos buscar estrategias, si es preciso con el apoyo de profesionales, para que dicha comunicación sea lo más fluida posible dado que redundará en una mejora de la calidad de vida de los pacientes».

Por último, el doctor Tomás recalcó durante el evento que “el alzhéimer y otras demencias constituyen el mayor reto sanitario para las sociedades occidentales, dado que se calcula que su prevalencia se triplicará y se alcanzarán los 120 millones de enfermos en el año 2050”. Asimismo, afirmó que hoy día “su tratamiento es insuficiente al no disponer todavía de terapias realmente eficaces y su prevención se centra básicamente en mantener unos hábitos saludables que beneficien a los pacientes”. Por tanto, a su juicio, “los cuidados y la atención sociosanitaria son la clave para conseguir reducir el impacto que esta enfermedad tiene en la sociedad”.

Estudio ‘El cuidador en España’ de CEAFA y Fundación Sanitas

El estudio “El cuidador en España. Contexto actual y perspectivas de futuro y propuestas de intervención”, realizado por la Confederación Española de Alzhéimer (CEAFA) y Fundación Sanitas, recoge la opinión de 377 cuidadores familiares de personas con alzhéimer que accedieron al proyecto entre septiembre y octubre de 2015.

Los resultados revelan que el cuidado de la persona con alzhéimer en España supone una media de más de 31.000 euros al año. En cuanto al perfil del cuidador, el estudio demuestra que se trata de una mujer que atiende a su madre o padre afectado por alzhéimer, reside en zona urbana y combina su condición de cuidador de una persona dependiente con la atención a su familia. Aunque el cuidado tiene género femenino, cada vez es mayor el número de hombres que asume la condición de cuidador. Más del 24% de la muestra del estudio es masculina, si bien, en este caso, este porcentaje corresponde de manera mayoritaria a los cónyuges, de edad avanzada, que cuidan de sus esposas con alzhéimer.

DKV presenta la IV edición de sus premios Medicina y Solidaridad y estrena una nueva categoría

imagen-dkv-015Los galardones reconocen un año más a proyectos, entidades y personas que hayan demostrado su capacidad solidaria en el ámbito de la salud.

Este año, se ha creado una nueva categoría que reconocerá la mejor iniciativa solidaria en salud digital.

DKV inicia un nuevo ciclo de los Premios DKV Medicina y Solidaridad y abre hoy la convocatoria para presentar candidatura a unos galardones que reconocen a entidades y personas relacionadas con el sector socio sanitario que trabajan para apoyar o impulsar proyectos solidarios, ayudando a cambiar el mundo, más allá de su labor estrictamente profesional. Desde hoy y hasta el 3 de abril de 2017, los candidatos podrán presentar sus proyectos para participar de esta cuarta convocatoria, cuyo fallo tendrá lugar en Zaragoza.

La recepción de candidaturas se ha abierto hoy, día 2 de noviembre, a través del microsite http://www.dkvseguros.com/PremiosDKVmedicinaysolidaridad en el que los candidatos podrán rellenar el formulario de participación. Posteriormente, un jurado especializado valorará las candidaturas en función del impacto social, los recursos económicos destinados, la viabilidad del proyecto y la capacidad de generar valor innovador.

Los premios mantienen las tres categorías de ediciones anteriores y, como novedad, incluyen una nueva categoría que reconocerá a la mejor iniciativa solidaria en salud digital. Se trata de cuatro categorías a las cuales podrán optar todos aquellos proyectos, ya realizados o en curso, que tengan como eje principal la investigación científico-medica, la sensibilización, la cooperación internacional, los tratamientos o terapias para colectivos en riesgo de exclusión, o la mejora del bienestar y la calidad de vida, entre otros.

• Premio Médico Solidario, por un proyecto sanitario de gran impacto social. El proyecto premiado será galardonado con 10.000 euros. La Fundación Ulls del Món (Ojos del Mundo) fue el proyecto galardonado en la tercera edición. Se trata de una entidad que se dedica a la salud ocular, ofreciendo curas, gafas y cirugías oculares en distintas partes del mundo.

• Premio a la Trayectoria, por el desarrollo de un camino profesional y personal vinculado al sector de la salud, el bienestar y la solidaridad. El proyecto premiado será galardonado con 10.000 euros. En la anterior edición, este premio recayó en AFANIC, una organización que, desde hace más de 15 años, centra su acción Bolivia, ayudando a los niños que padecen cáncer y a sus familias.

• Premio al Profesional DKV, por un desempeño excelente en el ámbito social y medioambiental. El proyecto premiado será galardonado con 10.000 euros. El Hospital de Nens fue el vencedor en esta categoría por la especial dedicación de los profesionales de DKV en el proyecto, dedicada a luchar por que todos los niños tengan acceso a cubrir sus necesidades básicas.

• Premio a la Innovación en salud digital, un premio de nueva creación que pretende reconocer proyectos que apuesten por la innovación en e-Health desde una perspectiva solidaria. Igual que las anteriores, el premio está dotado con 10.000 euros.

El jurado de los premios está formado por distintas personalidades entre las que se cuentan ilustres representantes del sector sanitario y académico, reputados comunicadores y periodistas del ámbito de la salud, representantes de la sociedad civil y el tercer sector con una destacada labor social y profesional, así como representantes de DKV Seguros y su Fundación DKV Integralia.

Con estos premios DKV no sólo reconoce grandes iniciativas, sino que también les brinda el apoyo económico y mediático necesario para que puedan seguir adelante y se conviertan en una herramienta de transformación de la sociedad en general y del ámbito sanitario en particular.

En palabras del Consejero Delegado de DKV Seguros, Josep Santacreu “Hemos cerrado un primer ciclo de los Premios DKV Medicina y Solidaridad muy exitoso tanto en el número de candidaturas recibidas como en la calidad de las propuestas y los premiados. En esta nueva etapa a la que ahora damos comienzo, queremos mantener el espíritu de los premios – reconocer la labor de los profesionales de la medicina que tengan un desempeño notable a nivel social y solidario – a la vez que impulsamos un especial reconocimiento a aquellos que apuestan por la digitalización como herramienta para cuidar la salud desde la perspectiva solidaria”.

Empresa Responsable

DKV Seguros considera que las empresas tienen una responsabilidad social ante los ciudadanos y apuesta por el desarrollo sostenible. La entidad aseguradora defiende que la necesidad de obtener beneficios económicos, a través de buenos productos y un buen servicio, es compatible con la búsqueda del beneficio social y medioambiental.

De hecho, la responsabilidad empresarial es uno de los pilares sobre los que se asienta la estrategia de la compañía: forma parte de su misión empresarial como un aspecto clave en la forma de entender el negocio de la compañía, y se basa en dar respuesta a las expectativas de todos los grupos de interés: empleados, clientes, médicos, mediadores, administración, sociedad, etc.

Grupo DKV pertenece a Munich Re. Bajo la marca única Munich Health, Munich Re ha reunido su conocimiento global sobre salud en seguros y reaseguros.

En España, el Grupo DKV está implantado en todo el territorio nacional, con una amplia red de oficinas y consultorios en la que trabajan casi 2.000 empleados, y que da servicio a cerca de 2 millones de clientes.

Su vocación es ofrecer a sus asegurados una gestión orientada a la calidad, caracterizada por una actitud de innovación permanente en productos y servicios y por la especialización en salud y seguros personales.

Grupo DKV es parte de Munich Health, uno de los tres segmentos de negocio de Munich Re que reúne su conocimiento global sobre salud en seguros, reaseguros y gestión de riesgo. Como unidad de negocio dentro de Munich Re, Munich Health cubre un amplio espectro de soluciones de salud.

En España, Grupo DKV está implantado en todo el territorio nacional, con una amplia red de oficinas y consultorios en la que trabajan casi 2.000 empleados, y que da servicio a cerca de 2 millones de clientes.

Siete claves para vivir más y mejor

mayores-valencia-2En el Día de Todos los Santos también cabe una reflexión sobre el valor de la vida y cómo podemos consevar la nuestra más y mejor. En este sentido, es conveniente llevar a cabo una serie de rutinas o prevenciones médicas que permitan alargar la esperanza de vida y disfrutar de ella. Aragón es una comunidad con amplia esperanza de vida, “es bastante elevada, más que en otras comunidades”, explica Belén Lomba, médico de Atención Primaria y vicepresidenta del Colegio de Médicos de Zaragoza.

“Tenemos que pensar que la calidad de vida es mejor que hace unos años”, asegura Lomba. La médico ofrece una serie de claves que, “alejadas de las enfermedades irremediables”, podrían alargar los años de vida.

Claves para una buena vida

Alimentación. Hoy en día se tiene un mayor acceso a una alimentación buena y variada. La dieta mediterránea es la más recomendada por los médicos. “Las personas mayores tienen que tomar un número de calorías diferente al de las personas más jóvenes”, explica Lomba. Por ello, según la edad, es necesario buscar un equilibrio calórico.

Controles médicos regulares. Es necesario visitar al médico con regularidad. En las personas mayores “es importante que tomen las vitaminas adecuadas”, explica la médico. Por ello, se les recomienda la vitamina B12 para evitar cualquier tipo de patologías, así como la ingesta de menos proteínas, “ya que el riñón funciona peor”.

Evitar malos hábitos. Además de una buena alimentación es muy importante evitar el tabaco, las drogas y la ingesta excesiva de alcohol.

Ejercicio físico. Es muy importante mantener el cuerpo activo. La doctora Lomba asegura que cada uno debe hacer ejercicio físico dentro de sus posibilidades, “y correspondiente a la edad que tengan”. Dar paseos o gimnasia de mantenimiento son las actividades más recomendadas. «El hecho de salir al parque con los hijos o nietos, ya supone una actividad que nos mantiene activos, además ayuda a sociabilizar».

Sociabilizar. Conforme se van cumpliendo años es importante mantener la mente activa. “Participar en tertulias o hablar con otras personas hace que cada uno se sienta mejor emocionalmente”, explica la médico de atención primaria. Escuchar las historias de los demás, compartir conocimientos con otras personas o disfrutar de una charla estimula la mente.

Mente activa. Realizar cualquier tipo de ejercicios mentales, cursos, o jugar con los niños o nietos son clave para mantener el cerebro en constante actividad. Esto junto a una buena alimentación y a una actitud positiva facilita la prolongación de la vida y una buena calidad de esta. Además, respecto a la gente mayor “esto hace que no estén tan ensimismados en cumplir años o los propios achaques de la edad”, asegura Lomba.

Vivir el día a día. Lomba asevera que es muy importante vivir el día a día: “Conforme se cumplen años se tiene menos tiempo de vida. Vivir al día ayuda a no centrarse en el pasado y a saber disfrutar lo que queda por delante”.

Aunque todas estas claves permiten llevar una vida equilibrada y con una mayor esperanza de vida, “no nos asegura que vayamos a vivir 100 años”, recuerda la doctora. Llevar a cabo estas pautas permitirá vivir mejor y enfermar de mejor manera.

Fuente: HERALDO

Una tercera parte de las agresiones a mayores la cometen sus parejas

maltratoDurante los primeros seis meses de este año ha habido en el Camp de Tarragona 57 casos de malos tratos a personas mayores de 65 años, según fuentes de los Mossos d’Esquadra. Se incluyen tanto las víctimas que han recibido agresiones como aquellas que han sufrido desidia por parte de personas cercanas, según apunta al Diari Mayte Saval, responsable del Grup Regional d’Atenció a la Víctima del Camp de Tarragona (URPAC) de la Policía Autonómica. De estos casos, 39 corresponden a violencia doméstica protagonizada por las personas que están más cerca de la víctima –excepto sus parejas– e incluso cuidadores. Por su parte, 18 fueron víctimas de violencia de género –por parte de sus parejas o exparejas–. Los últimos datos apuntan a un «ligero» descenso respecto a años anteriores.

No hay ningún perfil del maltratador ni de las circunstancias, señala la agente de los Mossos d’Esquadra, quien añade que las víctimas son tanto hombres como mujeres. En violencia doméstica, la mayoría de maltratadores son los hijos, muchos de ellos influidos por el consumo de alcohol o droga, o bien por un trastorno psicológico. «Normalmente es multifactorial, no influye un solo factor», señala Mayte Saval. Y cuando son detenidos se niegan a declarar. Los episodios se dan tanto en los pueblos como en las ciudades.

Los maltratadores muchas veces han sido víctimas de malos tratos cuando eran jóvenes. «El problema es el silencio y la invisibilidad de las víctimas», subraya la agente. ¿Y por qué no lo denuncian las personas mayores? Muchas veces, al igual que en los casos de violencia machista, porque las personas mayores dependen de sus hijos, y no siempre económicamente.

A veces, también se silencia el caso por vergüenza, quizás a no ser creído por el entorno más próximo, a un ingreso involuntario en un centro o incluso por incapacidad al no poderse expresar. Y es que en el entorno familiar suele haber mucho silencio en estos casos, «porque los familiares aseguran que son cosas que pasan en el domicilio». Y es que precisamente los afectados son los que menos denuncian los malos tratos; a veces lo hacen sus vecinos.

Por ello, es importante estar en contacto con los Serveis Socials para que, ante cualquier sospecha, ponerlo en conocimiento de la Policía Autonómica para que pueda comenzar a investigar, señala Saval. Algunas veces, el caso ha venido a través de Fiscalía y ha terminado con un proceso de incapacitación otorgado por el juez.

Los Mossos están en contacto con los servicios de teleasistencia –principalmente Creu Roja– para detectar posibles casos. Para ello se han dado consejos de seguridad a los teleoperadores.

Por desidia o negligencia

A veces no existe un agresión física directa pero sí una desidia o un maltrato por negligencia, por falta de cuidados. Se han llegado a detectar casos de personas mayores atadas en la cama, o a las que no se les cambian los pañales, lo que deriva en una úlcera e incluso infecciones. Otros sencillamente provocan unos malos tratos psicológicos, por ejemplo quitándoles los audífonos o las gafas, o dándoles de comer sólo una vez al día. Los agentes también se han encontrado el caso de una persona mayor que sufrió una sobremedicación y finalmente entró en una residencia de larga estancia.

También se considera maltratador a alguien que amenaza a una persona mayor, rompe muebles o lanza objetos.

Todas la patrullas policiales llevan en los vehículos un formulario para rellenar cuando sospechan de un caso de malos tratos. En el documento se recoge la manifestación de la víctima, su estado de salubridad, etc.

En este tipo de delito también se ha dado el quebrantamiento de medida cautelar. Los jueces otorgan órdenes de alejamiento, que muchas veces son rotas por el hijo. Algunos son multirreincidentes, incluso tienen tres detenciones.

A veces, los malos tratos vienen también a través de los cuidadores de residencia –aunque este año no se ha dado ningún caso en la demarcación– o incluso por parte de personas muy directas que ejercen este papel de cuidador, que sufren estrés por estos cuidados y tienen poca capacidad para afrontar la situación.

Un dato todavía más preocupante es que entre las víctimas están personas de más de 80 años.

También violencia de género

En el primer semestre del año se han dado 18 casos de violencia por parte de la pareja, aunque normalmente los episodios vienen de lejos. La víctima siempre es la mujer, que recibe la agresión por parte de su pareja –sea esposo o expareja–. Algunos de los agresores tienen más de 80 años. Se da en cualquier tipo de estatus social.

Uno de los casos con los que se han encontrado los agentes es el de una mujer discapacitada físicamente a la que su pareja le dejaba sin silla de ruedas. También se dan casos de violencia psicológica, de silencio, «del hombre que pasa de su esposa y la ignora».

En el año 2014, el Consell Executiu de la Generalitat aprobó el Pla de Seguretat per a les Persones Grans con el objetivo de atender las necesidades en seguridad de un colectivo que es más vulnerable. El periodo 2009-2013 presentó una tendencia moderada al alza de los hechos penales sufridos por víctimas mayores de 65 años, mientras que para el resto de colectivos la tendencia era a la baja.

Por seguridad de las persones mayores se tiene que entender, en sentido amplio, proveer a este colectivo las condiciones necesarias para poder llevar a cabo sus actividades cotidianas con dignidad y libres de cualquier ataque o amenaza. El servicio a la ciudadanía pasa por tres ejes fundamentales: fomento de los hábitos de autoprotección, crear y aplicar instrumentos para detectar el riesgo de victimización de las personas grandes y mejorar su seguridad, y crear y actualizar herramientas de trabajo para mejorar la atención.

Sólo se denuncia un 10% de los casos

Las personas mayores están expuestas a sufrir maltrato físico, psíquico, sexual o institucional, especialmente las que tienen alguna discapacidad, pero sólo el diez por ciento de ellas denuncia esa situación porque, de alguna forma, dependen económica o emocionalmente del maltratador. Así se puso de manifiesto durante el trigésimo segundo Curso de Prevención de Malos Tratos a Personas Mayores, que se hizo en València.

El presidente nacional de la Unión Democrática de Pensionistas (UPD), Luis Martín Pindado, destacó que aunque sólo se denuncia un 10 % del maltrato, es la «punta del iceberg» de una situación que puede afectar a unas 200.000 personas en España y que se produce en los propios hogares, residencias, hospitales o incluso por parte de distintas entidades.

Según Pindado, el maltrato al mayor es «muchas veces intangible, porque puede ser psicológico, físico, sexual, por negligencia o químico (cuando se le aumenta la medicación para dejarlo dormido») y, además, empeora si la persona está discapacitada.

Por su parte, Javier Álvarez Souto, coordinador del programa Malos Tratos y Abusos a Personas Mayores de la UDP y director de la empresa Simple Lógica de estudios sociológicos, también denunció la existencia de un «maltrato institucional». Según dijo, en el caso de los maltratos físicos directos, la población mayor afectada puede rondar el 2 ó el 3 %, aunque si se habla de «maltrato institucional, con reducciones de gastos en dependencia que no permiten dar una atención médica o domiciliaria, o su ingreso en una residencia, las cifras son más altas».

El perfil del mayor maltratado es el de una persona de edad muy avanzada, con un nivel cultural medio bajo, un desconocimiento de los recursos asistenciales que existen, que vive en soledad y sufre una dependencia que le hace estar al cuidado de alguien.

Fuente: Diari DE TARRAGONA