Archivo diario: 31 enero, 2017

Castilla La Mancha amplía en seis la red de viviendas para personas mayores

clm_viviendasLa consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, ha confirmado que durante 2016 el Gobierno regional ha incorporado seis nuevas viviendas para la atención de personas mayores a la red pública regional, formada por 154 viviendas con unas 1.500 plazas.

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha incorporado en 2016 seis nuevas viviendas de atención a personas mayores a la red pública regional, que está formada por un total de 154 viviendas, con unas 1.500 plazas, “con lo que Castilla-La Mancha consolida su posición como comunidad autónoma con la tercera mayor red de viviendas de mayores”.

Así lo ha confirmado la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, durante su visita a la vivienda de personas mayores de Fontanarejo (Ciudad Real), en la que destacado que el presupuesto destinado a la financiación de estas 1.500 plazas es de 3.837.840 euros. En el caso de la provincia de Ciudad Real hay 37 viviendas para mayores existentes, con 320 plazas y un presupuesto anual de 896.000 euros.

Aurelia Sánchez ha recordado que en los cuatro años del anterior Gobierno se cerraron 22 viviendas, con lo que «122 personas tuvieron que abandonar su pueblo para irse a vivir a una residencia quedando desvinculados de su entorno socio-familiar».

Sánchez ha puesto en valor la vivienda para mayores “como recurso principal de alojamiento y convivencia para personas mayores en los pequeños municipios del medio rural, por su parecido a los hogares habituales, en los que se reproduce el modelo de vida familiar que todos conocemos».

 

Viviendas de entre 8 y 10 plazas

Se trata de “viviendas normalizadas para mayores, donde un pequeño grupo de 8 o 10 personas conviven, colaborando en las actividades domésticas de cada día y participando en la vida comunitaria como lo venían haciendo, pero manteniendo su vinculación con su pueblo, ha recordado Sánchez.

Sánchez ha añadido que Castilla-La Mancha fue pionera en aplicar en España un modelo de atención en pequeños recursos de convivencia localizados en el mismo lugar donde viven las personas mayores, que se denominaron viviendas tuteladas, inspirado en el que comenzó a desarrollarse a mediados de los años 90 en países como Bélgica, Holanda, Alemania, Francia, Reino Unido o Dinamarca.

 

Programa de apoyo a viviendas

La consejera ha recordado que en 2016 el Gobierno regional ha puesto en marcha el Programa de Apoyo a las Viviendas de Mayores que “presta una atención profesional integral, fomenta el envejecimiento activo y vela por la calidad de los cuidados personales, así como por la prevención de futuras situaciones de dependencia”, ha señalado.

Para ello el Gobierno regional dispone de un equipo de psicólogos que se desplaza a las viviendas y presta atención telefónica, con el fin de ayudar a los mayores a afrontar los problemas propios de la convivencia y de la adaptación a la vivienda, así como para prestar apoyo psicológico.

Estos profesionales asesoran al personal de las viviendas en el desarrollo de sus funciones y facilitan apoyo técnico presencial, y a través de un Servicio de Atención Telefónica las 24 horas del día, donde pueden recurrir si surge alguna necesidad en cualquier momento, como puede ser en fin de semana o día festivo.

Este Servicio de Apoyo se hace extensible a todos los agentes implicados en la vivienda como personal del ayuntamiento, personal sanitario, familiares de los residentes, todo ello en coordinación y colaboración con los profesionales de los Servicios Sociales, con lo que se pretende que el mayor tenga una atención coordinada y adecuada a su situación personal.

 

Vivienda de mayores de Fontanarejo

La vivienda de mayores de Fontanarejo cuenta con nueve plazas y en su visita la consejera ha estado acompañada por el alcalde de la localidad, Fernando Fernández; el director general de Atención a Mayores y Personas con Discapacidad, Javier Pérez, la delegada del Gobierno regional en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, y la directora provincial de Bienestar Social, Prado Zúñiga.

 

Fuente:  EL DIA digital

 

 

La socialización tiene efectos favorables en patologías como dolor articular, hipertensión, diabetes o depresión

JOSE-MARIA MORENO GARCIA• Una persona activa en la esfera social reduce el riesgo de presentar deterioro cognitivo

La socialización y la interacción personal actúan como elemento protector de la salud además de favorecer un envejecimiento activo y feliz. Para fomentar el desarrollo de las relaciones personales en los mayores, Sanitas Mayores recomienda mantener sencillas prácticas en su rutina como conversar o desarrollar actividades participativas.

Según datos del informe “La participación social de las personas mayores”, publicado por el IMSERSO, la socialización en las personas mayores tiene efectos favorables en determinadas patologías como el dolor articular; en el control de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial o la diabetes; así como en la prevención de patologías de la esfera psicosocial como la depresión y la ansiedad. Además, ayuda a mejorar las habilidades cognitivas de los mayores y consigue, por tanto, que sean más autónomos y mantengan al máximo su independencia.

“Las relaciones sociales favorecen también la llamada `reserva cognitiva´ que es la habilidad del cerebro para tolerar o compensar mejor los efectos de las patologías asociadas a la demencia. Ser una persona socialmente activa reduce el riesgo de presentar un deterioro cognitivo asociado a la edad y protege, en cierta medida, frente al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, como puede ser el alzhéimer”, añade el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.

 

Elemento de apoyo vs fuente de conflicto

El doctor Curto advierte que “las relaciones sociales pueden prestar apoyo, pero también pueden ser fuente de conflicto. Unas relaciones conflictivas con la familia o con la comunidad tienen un efecto perjudicial para la salud. Se trata además de una cuestión que afecta más a las mujeres y a nivel psicológico. Para que las relaciones sociales sean un elemento protector de la salud, el mayor debe sentirse integrado en la comunidad donde vive, sentirse valorado y útil además de contar con un círculo de personas de su confianza, familiares o amigos”, añade.

Desde Sanitas Mayores ofrecen las siguientes recomendaciones prácticas para fomentar las relaciones sociales como elemento clave de un envejecimiento saludable y feliz:

  • Conversar: hablar con otras personas en grupo de manera distendida puede facilitar la resolución de problemas ya que aumenta la capacidad intelectual.
  •  Fomentar las amistades: hacer amistades ofrece beneficios mentales, por ejemplo, la mejoría de la función ejecutiva que engloba el conjunto de habilidades cognitivas que permiten anticipar y establecer metas, elaborar planes y programas, iniciar actividades mentales y efectuarlas eficientemente.
  •  Mantener un contacto frecuente con los seres queridos: mantener con familiares y amigos el contacto frecuente, tanto en persona como a través del teléfono o las nuevas tecnologías.
  •  Promover la participación: desarrollar actividades, -educativas, deportivas, lúdicas, etc.- que se adapten a las necesidades físicas y emocionales de cada persona, siempre basándolas en la interacción entre personas.