Archivo diario: 6 julio, 2017

Suecia se parapeta contra la ‘bomba demográfica’ que amenaza con destruir su estado de bienestar

  • jubiladoEl país prevé acumular superávits crecientes hasta más allá de 2020
  • Reducir la deuda lo máximo posible para afrontar el gasto del futuro
  • El objetivo es mantener el estado de bienestar pese a la demografía

En 2016, el gasto público de Suecia ascendió al 50% del PIB, uno de los mayores ratios de toda Europa. A pesar de que el gasto público es sustancioso, Suecia ha logrado un superávit fiscal del 0,3% y 0,9% del PIB en 2015 y 2016 respectivamente, una tendencia que podría estar sólo en su inicio, puesto que el gobierno nórdico quiere hacer frente a los retos demográficos del futuro a base de superávits en el presente.

La semana pasada, el gobierno sueco publicó las nuevas estimaciones económicas para los próximos años  y parece que los superávits fiscales no sólo han llegado para quedarse, sino que además serán cada año más elevados respecto al PIB del país. Suecia quiere reducir al mínimo una deuda pública que ya se encuentra en el 40% del PIB, una de las más reducidas de toda Europa (la deuda pública en España es del 100% del PIB).

Muchos nacimientos y nuevos pensionistas

Esta economía nórdica se prepara para vivir un fenómeno que puede poner a prueba a las finanzas públicas del país. Por un lado, como todos los países de Occidente, se enfrenta al envejecimiento de la población, con los costes que este representa. Pero, además, se prevé que en Suecia aumente el número de nacimientos por el empuje de la inmigración, que está incrementando la tasa de fertilidad en el país. Esta situación en un país donde las ayudas sociales se centran en los niños y la tercera edad puede ser una ‘bomba’, que sin embargo parece que no llegará a explotar.

Magdalena Andersson, ministra de Finanzas de Suecia, explica en declaraciones a Bloomberg que «unos mayores ingresos derivados del capital (dividendos y otras rentas) y del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), y un gasto controlado», son las razones que dejarán a las administraciones públicas suecas como acreedoras netas en el periodo 2017-2020. El crecimiento del país es robusto y además cuenta con la ayuda de una política monetaria muy acomodaticia, lo que permite mantener una recaudación fiscal creciente.

La ministra explica que esta situación de superávit es una necesidad para que el país pueda mantener su amplio estado de bienestar en el futuro. Según las proyecciones oficiales, hasta 2025 nacerán 300.000 niños y se producirá un aumento considerable de los pensionistas. Estos números representan un gran reto para un país que sólo tiene 10 millones de habitantes y cuyas ayudas y beneficios sociales son de los más grandes del mundo desarrollado.

Un vasto estado de bienestar

Si el gasto en beneficios sociales de Suecia se dividiese entre toda su población, cada sueco tocaría a más de 13.100 euros, una cifra sólo superada por Noruega, según datos de Eurostat. Las ayudas públicas en los países nórdicos son múltiples: las madres embarazadas reciben cursos de maternidad gratuitos, además, muchos hospitales cuentan con hoteles incorporados para que madre y padre se alojen gratuitamente (a pensión completa) después del parto para recibir ayuda especializada durante los primeros días del bebé.

Por otro lado, los padres tienen derecho a 480 días (compartidos entre madre y padre) de permiso remunerado cuando nace o se adopta un niño. Durante los primeros 390 días, los padres tienen el derecho al 80% de su salario, mientras que los 90 días restantes se paga un porcentaje inferior.

Hasta que el niño cumpla los 16 años, el gobierno ayuda a los padres con 1.050 coronas al mes (unos 110 euros) por cada niño, aunque esto no es exactamente así, puesto que por cada niño a partir del primero la asignación se incrementa. Por ejemplo, una familia con seis hijos recibe su asignación de 4.114 coronas (427 euros) al mes, más un extra de 6.300 coronas (655 euros) mensualmente, según señalan desde la web del gobierno sueco.

Otro elemento que supone un coste/inversión para el erario público de Suecia es la educación, que está costeada por el gobierno desde los 6 años hasta el final de la universidad, que también es gratis para los alumnos que hagan méritos para llegar hasta la educación superior.

Guarda ahora para aguantar después

«Nuestra política fiscal en equilibrio nos ha permitido alcanzar una nueva posición económica… usaremos esta posición fuerte para dar empleo a profesionales del sistema sanitario, la asistencia social, personal de educación y oficiales de policía». Los fuertes flujos migratorios que están llegando al país, el incremento de la esperanza de vida y una oleada de nacimientos va a obligar a Suecia a ampliar el número de empleados públicos, a la par que aumentan el gasto en protección social.

Andersson señala que «aunque se ha invertido ya sustancialmente en servicios de bienestar social, aún necesitamos invertir más», explica la ministra de finanzas. Para lograr este objetivo de forma sostenible (gasto cubierto por impuestos y cotizaciones sociales), el gobierno pretende que la tasa de paro prosiga su descenso desde el 6,6% actual hasta el 6,2% en 2020.

Para mantener este equilibrio fiscal a la par que se sostiene el gasto público, el gobierno socialdemócrata de Suecia mantiene un IVA del 25%, un tipo marginal del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas del 61,85% (uno de los más altos del mundo), mientras que el Impuesto de Sociedades es del 22%. Todo ello con un crecimiento del PIB que ha sido del 4,1% en 2015 y del 3,2% en 2016.

Fuente: el Economista

 

 

El rápido envejecimiento de América Latina pone en peligro las pensiones

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La población de América Latina está envejeciendo antes de que la región haya alcanzado su pleno desarrollo económico, lo que tendrá a la larga consecuencias negativas para el sistema de pensiones, según el experto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Paulo Saad.

Saad, jefe del Área de Población y Desarrollo del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade)-División de Población de la Cepal, apuntó a Efe que las demandas de la población de Latinoamérica serán «mucho más intensas» debido a que «está envejeciendo sin antes haberse desarrollado plenamente».

A este respecto se refirió a cuestiones como la prevención social, la salud o las pensiones.

«La cobertura es pequeña y el sistema en algunos países ya está con problemas de sostenibilidad», dijo en relación a las pensiones y añadió que la situación sería más difícil en el futuro cuando la población se duplique o triplique.

No obstante, el experto consideró que los sistemas de pensiones no contributivas «ya son una realidad en casi todos los países», aunque con diferencias, lo que manifiesta el interés estatal por dar «una seguridad económica para esta población que crece cada vez más».

Los avances en prestaciones económicas una vez alcanzada la edad de jubilación, así como la concienciación de la sociedad con el maltrato y el abuso a los adultos mayores son, en su opinión, dos de los grandes logros conseguidos por los países de América Latina y el Caribe en materia de protección de los derechos de la tercera edad.

«Creo que el avance más grande que puede mostrar la región es la Convención Interamericana, que es el primer instrumento a nivel mundial», aseguró Saad, en el marco de la Cuarta Conferencia Regional sobre Envejecimiento y Derechos de las Personas Mayores, celebrada en Asunción esta semana.

El representante de la Cepal se mostró optimista en cuanto a los medidas legislativas, pero señaló que «todavía hay una brecha muy grande en la implementación».

En su opinión, la duración de las legislaturas hace que los Gobiernos de la región enfoquen sus políticas en el corto plazo y descuiden «los programas a 30 años».

«Lo mejor es invertir en el bono demográfico y en educación para prepararse en el futuro», aconsejó.

Saad hizo especial hincapié en esta cuestión y en la necesidad de «no sacar plata de la educación para mejorar su calidad».

De esta forma se conseguirá que «un grupo grande se prepare mejor para que en su vida productiva sean trabajadores más productivos y que lleguen a la tercera edad con un soporte económico», sin depender únicamente del pilar de las pensiones.

Asimismo, mencionó que las mujeres latinoamericanas «viven más, pero tienen menos educación y menos participa laboral, y están una situación económica más vulnerable».

«El sector publico no se está involucrando en esto y es fundamental que participe en esto» para «sacar la doble carga que recae sobre la mujer», denunció.

A pesar de que los documentos de trabajo hablan siempre de la región en conjunto, Saad es consciente de que «cada país tiene su realidad» y que cada uno debe adoptar sus propias medidas ya que están «en un proceso distinto».

La Cepal trabaja en un documento sobre las cuentas nacionales de transferencia de diez países para la región para medir el impacto económico y social que tendrá el cambio en la estructura de edad, según adelantó a Efe.

Fuente: eldiario.es