Archivo diario: 23 octubre, 2018

¿Se puede evitar que se deteriore la visión con la edad?

enfermedades-oculares-más-comunes-en-la-tercera-edadCada vez la vida es más larga, por lo que se deben tomar más cuidado para alargar la salud de los ojos.

Bien conocida es la frase “dos ojos para toda una vida”. Lo que pasa es que la vida cada vez es más larga, por lo que debemos ser más cuidadosos para alargar la salud de nuestros ojos. Empecemos por los accidentes. Una lesión ocular puede ser irreparable, ya que el ojo tiene tejidos sumamente delicados que no se regeneran. Una de las principales fuentes de trauma ocular es el deporte, que es la primera causa de pérdida visual en niños y niñas. Dentro de los deportes, los hay de más riesgo por la posibilidad de entrada de pelotas (squash, pádel, tenis, béisbol, hockey…), dedos (baloncesto), ramas cuerpos extraños (correr, ciclismo, montaña, motorismo…). Hace años era extraño ver a esquiadores con casco, ahora es al contrario. Con las gafas de protección tendría que ocurrir lo mismo.

Por otra parte, hay enfermedades oculares que hace unos años eran devastadoras, como la retinopatía diabética, el glaucoma o la degeneración macular asociada a la edad (forma exudativa), pero que hoy día son gestionables si se diagnostican de forma precoz. Por lo tanto, hay que ser disciplinados en hacer revisiones periódicas para detectar enfermedades antes de que hayan causado un daño difícil de reparar.

Evitar hábitos tóxicos y favorecer los saludables también contribuye a cuidar los ojos. Un caso clarísimo es el tabaco, que aumenta el riesgo de degeneración macular y de envejecimiento prematuro. Otro es la alimentación, que puede contribuir a mantener una buena salud, también de los ojos. Hacer ejercicio de forma habitual también tiene incidencia indirecta en la salud de los tejidos oculares al moderar el envejecimiento.

Por último, conviene protegernos de la radiación solar. Las células del epitelio pigmentario de la retina no se regeneran, y hace falta protegerlas para que duren 80, 90 o más de 100 años, y evitar el estrés que les supone la luz del sol, especialmente en países meridionales como el nuestro.