Archivo diario: 6 enero, 2019

Zaragoza instala cerca de 600 detectores de humo en hogares de mayores de 70 que viven solos

detectoresdehumosCerca de 600 detectores de humo se están instalando en hogares de personas mayores de 70 años de forma gratuita. Se trata de una iniciativa del Ayuntamiento de Zaragoza y de los Bomberos con el objetivo de evitar tragedias, ya que la inhalación de estos gases es la principal causa de muerte en los incendios, por encima de las quemaduras. La mayoría de estas víctimas coincidían con el perfil para el que va destinada la campaña, personas mayores que viven solas.

El fuego puede ser un gran enemigo, actúa de forma silenciosa y no tiene piedad. Cada año mueren en España entre 175 y 200 personas mayores en sus hogares por asfixia. Para controlar esta situación, que se podría evitar con la instalación de un sencillo dispositivo de alerta, los Bomberos de Zaragoza imparten en el Museo del Fuego charlas informativas dirigidas a las principales víctimas de estas muertes: los mayores. Qué hacer para sofocar un pequeño fuego, a qué números llamar para pedir auxilio o cómo respirar son algunas de las recomendaciones que reciben aquellos que se animan a acudir a esta formación. Tras ella, quienes lo deseen pueden apuntarse a la campaña ‘Los detectores salvan vidas’, que instala estos elementos de forma gratuita en las viviendas de los mayores de 70 años que viven solos. No obstante, los límites no son tan estrictos y se estudia cada caso, puesto que las personas con movilidad reducida o con unos ingresos escasos tienen prioridad y también se han puesto a menores de 70 que lo necesitaban.

Según explica Carlos Gracia, del equipo de dirección del Museo del Fuego, los incendios se producen normalmente en las cocinas, con la quema de sartenes o de la campana extractora. Precisamente, el escaso mantenimiento de este último aparato es la causa de muchos de los fuegos. «Si no se limpia a menudo puede acumular restos de grasa, que es fácilmente combustible«, destaca Gracia. Fuera de esta estancia, la quema de braseros o los enchufes sobrecargados pueden hacer que aparezcan las llamas. Lo peor ocurre cuando las personas están durmiendo y respiran estos gases tóxicos. «La gente fallece en los dormitorios o en el salón, cuando están descansando», apunta el bombero. Por esta razón, el lugar idóneo para colocar el elemento de prevención es el recibidor o el pasillo, para que pueda detectar humos procedentes de cualquiera de las habitaciones y emita fuertes pitidos. De hecho, en otros países de la Unión Europea como Reino Unido, Francia o los países nórdicos su uso es obligatorio en todas las viviendas.

Una vez que se produce el fuego se puede reaccionar de dos formas: intentar apagarlo o salir y pedir ayuda. «Ante la duda, siempre recomendamos que desaparezcan de la habitación y nos llamen«, afirmó Gracia. No obstante, si la persona se ve capacitada para afrontarlo, los Bomberos recomiendan echar trapos húmedos sobre él –por ejemplo en el caso de que sea una sartén la que arde–, nunca agua directamente. «Hay mucha gente que sigue pensando que el fuego se apaga echando agua y eso no es así, lo que hace es multiplicarlo por cien«, añade.

La mayoría de los 591 detectores de humo ya están instalados, de ello se encarga la empresa Firex, pero todavía quedan entre 15-20 por adjudicar. Este próximo miércoles serán las dos últimas charlas informativas en el Museo del Fuego y todo aquel que lo desee podrá apuntarse y beneficiarse de este elemento de prevención que puede salvar vidas.

Fuente: Heraldo