demográfica

España registra la cifra de nacimientos más baja desde 1941

bebeEn el primer semestre de este año, entre enero y junio, en España solo han nacido 179.794 bebés, la cifra más baja de toda la serie histórica que comenzó a elaborarse en 1941, y un 5,8 % menos que los alumbramientos registrados un año antes.

Y mientras descienden los nacimientos aumentan las muertes. En el mismo periodo fallecieron 226.384 personas, un 2,1 % más que en el primer semestre de 2017, con lo que el crecimiento vegetativo (nacimientos menos muertes) presentó un saldo negativo de 46.590 personas.

Así lo reflejan las Estadísticas del Movimiento Natural de la Población (nacimientos, defunciones y matrimonios) difundidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que señalan que el crecimiento vegetativo negativo, es decir, la pérdida de población, se debe tanto a la mayor mortalidad como a la menor natalidad registrada este año.

El número de nacimientos continúa con la tendencia a la baja de los últimos años, solo interrumpida en el 2014, cuando nacieron 427.595 niños, casi 2.000 más que un año antes.

Los nacimientos han descendido en todas las comunidades autónomas, aunque de forma más acusada en La Rioja, donde cayeron un 13,7 %, seguida de Extremadura, con un 10,3 % y de Cantabria, con un 7,8 %.

Y destaca el INE el aumento de los nacimientos de madre extranjera que suponen dos de cada 10.

Aumento de defunciones
Respecto a las defunciones, Estadística explica que el aumento del primer semestre del año se debió, fundamentalmente, a la alta mortalidad registrada en enero, mes en el que fallecieron 47.742 personas.

Por comunidades, la evolución de las defunciones no ha sido homogénea de modo que han aumentado en 12 de las 17 regiones encabezadas por Canarias donde han crecido un 10,2%, Andalucía, con un 5,3% y Cantabria, con un 5,1%.

Como resultado de estos datos, el saldo vegetativo (aumento o pérdida de población) entre enero y junio solo ha sido positivo en tres comunidades: Comunidad de Madrid, con 3.714 personas más; la Región de Murcia, con 997; e las Illes Balears, con 428 habitantes más.

Mientras que las que más población han perdido han sido Galicia, con un descenso de 9.135 personas; Castilla y León, con 7.857 menos y la Comunitat Valenciana con un descenso de 5.959 habitantes.

El INE también ha publicado hoy los datos definitivos del 2017, según los cuales, nacieron 393.181 bebés y hubo 424.523 defunciones, con lo que la pérdida de población fue de 31.342 personas. El pasado año fue el número más bajo desde el año 1999, mientras que la tasa de natalidad se sitúa en 8,4 nacimientos por cada mil habitantes y es la más reducida de toda la serie histórica.

Fuente: El Periódico

Suecia se parapeta contra la ‘bomba demográfica’ que amenaza con destruir su estado de bienestar

  • jubiladoEl país prevé acumular superávits crecientes hasta más allá de 2020
  • Reducir la deuda lo máximo posible para afrontar el gasto del futuro
  • El objetivo es mantener el estado de bienestar pese a la demografía

En 2016, el gasto público de Suecia ascendió al 50% del PIB, uno de los mayores ratios de toda Europa. A pesar de que el gasto público es sustancioso, Suecia ha logrado un superávit fiscal del 0,3% y 0,9% del PIB en 2015 y 2016 respectivamente, una tendencia que podría estar sólo en su inicio, puesto que el gobierno nórdico quiere hacer frente a los retos demográficos del futuro a base de superávits en el presente.

La semana pasada, el gobierno sueco publicó las nuevas estimaciones económicas para los próximos años  y parece que los superávits fiscales no sólo han llegado para quedarse, sino que además serán cada año más elevados respecto al PIB del país. Suecia quiere reducir al mínimo una deuda pública que ya se encuentra en el 40% del PIB, una de las más reducidas de toda Europa (la deuda pública en España es del 100% del PIB).

Muchos nacimientos y nuevos pensionistas

Esta economía nórdica se prepara para vivir un fenómeno que puede poner a prueba a las finanzas públicas del país. Por un lado, como todos los países de Occidente, se enfrenta al envejecimiento de la población, con los costes que este representa. Pero, además, se prevé que en Suecia aumente el número de nacimientos por el empuje de la inmigración, que está incrementando la tasa de fertilidad en el país. Esta situación en un país donde las ayudas sociales se centran en los niños y la tercera edad puede ser una ‘bomba’, que sin embargo parece que no llegará a explotar.

Magdalena Andersson, ministra de Finanzas de Suecia, explica en declaraciones a Bloomberg que «unos mayores ingresos derivados del capital (dividendos y otras rentas) y del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), y un gasto controlado», son las razones que dejarán a las administraciones públicas suecas como acreedoras netas en el periodo 2017-2020. El crecimiento del país es robusto y además cuenta con la ayuda de una política monetaria muy acomodaticia, lo que permite mantener una recaudación fiscal creciente.

La ministra explica que esta situación de superávit es una necesidad para que el país pueda mantener su amplio estado de bienestar en el futuro. Según las proyecciones oficiales, hasta 2025 nacerán 300.000 niños y se producirá un aumento considerable de los pensionistas. Estos números representan un gran reto para un país que sólo tiene 10 millones de habitantes y cuyas ayudas y beneficios sociales son de los más grandes del mundo desarrollado.

Un vasto estado de bienestar

Si el gasto en beneficios sociales de Suecia se dividiese entre toda su población, cada sueco tocaría a más de 13.100 euros, una cifra sólo superada por Noruega, según datos de Eurostat. Las ayudas públicas en los países nórdicos son múltiples: las madres embarazadas reciben cursos de maternidad gratuitos, además, muchos hospitales cuentan con hoteles incorporados para que madre y padre se alojen gratuitamente (a pensión completa) después del parto para recibir ayuda especializada durante los primeros días del bebé.

Por otro lado, los padres tienen derecho a 480 días (compartidos entre madre y padre) de permiso remunerado cuando nace o se adopta un niño. Durante los primeros 390 días, los padres tienen el derecho al 80% de su salario, mientras que los 90 días restantes se paga un porcentaje inferior.

Hasta que el niño cumpla los 16 años, el gobierno ayuda a los padres con 1.050 coronas al mes (unos 110 euros) por cada niño, aunque esto no es exactamente así, puesto que por cada niño a partir del primero la asignación se incrementa. Por ejemplo, una familia con seis hijos recibe su asignación de 4.114 coronas (427 euros) al mes, más un extra de 6.300 coronas (655 euros) mensualmente, según señalan desde la web del gobierno sueco.

Otro elemento que supone un coste/inversión para el erario público de Suecia es la educación, que está costeada por el gobierno desde los 6 años hasta el final de la universidad, que también es gratis para los alumnos que hagan méritos para llegar hasta la educación superior.

Guarda ahora para aguantar después

«Nuestra política fiscal en equilibrio nos ha permitido alcanzar una nueva posición económica… usaremos esta posición fuerte para dar empleo a profesionales del sistema sanitario, la asistencia social, personal de educación y oficiales de policía». Los fuertes flujos migratorios que están llegando al país, el incremento de la esperanza de vida y una oleada de nacimientos va a obligar a Suecia a ampliar el número de empleados públicos, a la par que aumentan el gasto en protección social.

Andersson señala que «aunque se ha invertido ya sustancialmente en servicios de bienestar social, aún necesitamos invertir más», explica la ministra de finanzas. Para lograr este objetivo de forma sostenible (gasto cubierto por impuestos y cotizaciones sociales), el gobierno pretende que la tasa de paro prosiga su descenso desde el 6,6% actual hasta el 6,2% en 2020.

Para mantener este equilibrio fiscal a la par que se sostiene el gasto público, el gobierno socialdemócrata de Suecia mantiene un IVA del 25%, un tipo marginal del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas del 61,85% (uno de los más altos del mundo), mientras que el Impuesto de Sociedades es del 22%. Todo ello con un crecimiento del PIB que ha sido del 4,1% en 2015 y del 3,2% en 2016.

Fuente: el Economista

 

 

El peor tsunami japones no se produce en el mar

Ya el 5 de mayo, opinamos sobre el problema demográfico japones, ¿Japón nos muestra cual será el futuro de nuestro país?

Y el 15 de mayo, el Presidente Fundación Edad&Vida, Eduardo Rodríguez Rovira, hace pública la siguiente carta:

Eduardo_Rodriguez_Rovira«Japón está desgraciadamente sometido a periódicas tragedias naturales, terremotos y consiguientes maremotos. Hemos vivido recientemente el de 2011, que provocó los gravísimos problemas en la central de Fukushima y que causó 20.000 muertos o desparecidos.

Pero en Japón existe otra clase de tsunami que ha sido anunciado con tiempo, aunque no se le ha prestado atención con acciones preventivas y como consecuencia está motivando ya anualmente una hecatombe en la población japonesa: su desplome a causa del envejecimiento y de la insuficiente capacidad de sustitución por nuevas generaciones.

Por tercer año consecutivo ha disminuido la población de Japón. Nada menos que 217.000 personas, es decir 0,17% de la población de 127 millones de habitantes.

Las personas mayores de 65 años representan más de un cuarto de la población (en España  alrededor de 17%) y es el segmento que aumenta más rápidamente (en el año más de un millón de personas).

En paralelo la población en edad de trabajar descendió también un millón de personas y en Japón no existe prácticamente inmigración, que no es bien vista por la población, por lo que se encuentra en una situación comprometida a corto y medio plazo.

La preocupación de los políticos es grande porque el tsunami ya está encima y se anticipan enormes problemas para el pago de las pensiones, la atención sanitaria y graves repercusiones en la producción y la economía. Está claro que las medidas se debían haber preparado cuando se anticipó con toda claridad hace años el cambio demográfico inminente.

La alarma ya ha llegado a España también. En 2013 descendió la población por primera vez desde que se publican las series históricas (1971), en número de 113.902 personas. Pero el análisis indica que se ha debido principalmente a movimientos de emigración (162.390 salidas), ya que el saldo vegetativo, aunque magro, fue todavía positivo, 48.488 personas.

La  previsión, según el INE, es que llegaremos a perder dentro de cuarenta años un 10% de la población, que disminuirá hasta los 41 millones, salvo que se produzcan de nuevo movimientos migratorios masivos. Desde 2018 los fallecimientos superarán a los nacimientos. En 2040, la población mayor de 65 años alcanzará el 37%.

La tasa de natalidad española es una de las más bajas de la UE, y por tanto del mundo, 1,36 hijos por mujer, pero no existe una política familiar enérgica para resolver este importantísimo problema demográfico, de incalculables consecuencias económicas y sociales.

El tsunami poblacional, nos alcanzará, como está ocurriendo en Japón, si no ponemos nuestras barbas a remojar…»

¿Japón nos muestra cual será el futuro de nuestro país?

La evolución demográfica  de Japón nos adelanta hacia donde nos dirigimos. Las últimas cifras que anunciadas muestran una fuerte caída del número de nacimientos, así como un fuerte aumento de la población mayor de 65 años. El 12% de la población japonesa en menor de 15 años y el 25% es mayor de 65 años. El índice entre mayores y menores cuestiona la viabilidad económica de Japón.

¿Nuestro país sigue el mismo camino que Japón?

 

Japon

 

Leer noticia.