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Castilla y León envejece sola y rural

ancianasEl envejecimiento de la población define la nueva estrategia de la Junta de Castilla y León para prevenir la falta de autonomía.

Consolidada en números, ya sin listas de espera –solo el 1% que es el tiempo de gestión–; con la generación de más empleo que las demás autonomías; con mayor retorno a las arcas públicas –por cada cien euros de gasto público hay un retorno de 40 en forma de cotizaciones como el IRPF o el IVA, entre otros–, y con mayor compatibilidad entre sus prestaciones, ahora toca desarrollar la prevención, dar respuesta al nombre completo de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de Dependencia. Superada, aunque siga pendiente mejorar las intensidades de las prestaciones y contar con presupuesto suficiente para que las ayudas sean completas y suficientes, la Ley de Dependencia sigue teniendo una asignatura pendiente, la de retrasar el deterioro, la de potenciar la autonomía. Y ello, que afecta a cualquier edad y discapacidad, especialmente con los mayores porque están abocados a perder habilidades en mayor o menor medida y no es difícil que se conviertan en dependientes.

Y a su situación de no disponer de autonomía suficiente, se suman otras peculiaridades sociodemográficas que obligan a replantearse las políticas dirigidas a los más mayores.

Y en esta línea de trabajo, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades elaboró su Estrategia de prevención de la dependencia para las personas mayores y de promoción del envejecimiento activo. Y para su diseño realizó un diagnóstico, una radiografía de la población mayor de 65 años para dibujar después las líneas de intervención.

Como es sabido, Castilla y León cuenta con el mayor índice de envejecimiento de España. Son 598.328 las personas con 65 o más años, el 24,4%, en la comunidad y la previsión para el año 2050 es llegar al 31,2%. Y, además, la autonomúa registra un claro sobreenvejecimiento, dado que el 38% de las personas mayores tiene 80 o más años. El análisis de Familia, desde el punto de vista de la prevención, destaca además que casi uno de cada tres ciudadanos de la comunidad supera los 60 años (750.551 personas; lo que supone el 30,7% del total de Castilla y León).

Además, esta población envejecida es mayoritariamente femenina y ello es más evidente conforme avanza la edad. Así, las mujeres representan el 56,2% de las personas de más de 65 años, porcentaje que aumenta al 62,1% cuando se habla de octogenarios.

Población envejecida y con una esperanza de vida de las más altas del mundo. Castilla y León registra así, al nacer, una esperanza de llegar a cumplir los 83,65 años, por encima de la media estatal que es del 82,70. Es la tercera comunidad por detrás de Navarra, con 83,84, y Madrid, con 84,02. Y otra característica que definirá los planes de intervención es su lugar de residencia.

El envejecimiento es eminentemente rural: El 52,5% de los mayores vive en pueblos, en municipios con menos de 20.000 habitantes.

Además, la soledad se impone como un importante problema social y asistencial. El 22,5% de las personas mayores están solos en su hogar y las estimaciones predicen que el porcentaje de población que pasará el final de sus días sin pareja o hijos será del 33,2% en el año 2031. Además, el 11,2% de los mayores dependientes viven solos en su domicilio. La tasa de discapacidad y dependencia aumenta con la edad, experimentando una subida abrupta a partir de los 80 años.

Con esta fotografía. La inversión en programas de envejecimiento activo y el retraso de la dependencia no solo es una obligación asistencial sino una futura contención del gasto sanitario y social. El aumento del coste en la asistencia al pasar de ser una persona autónoma a ser un dependiente moderado es muy alto.

Castilla y León, destacan fuentes de Familia, «es pionera, en la esfera nacional, en la implantación de muchos programas e iniciativas que actualmente son muy conocidas entre la población en materia de envejecimiento activo como es el caso del Programa Interuniversitario de la Experiencia. Además, se ha generalizado entre la población la participación en programas como el Club de los 60 –con más de 312.000 socios–; el movimiento asociativo –1.833 asociaciones– o los centros de día de la Gerencia de Servicios Sociales. Toda esta experiencia acumulada requería dar un paso en el campo de la prevención dirigido a mejorar la calidad y la efectividad de todas las iniciativas en materia de envejecimiento activo.

Y es en este punto, donde encaja la nueva estrategia para potenciar esta participación y que está dirigida a los 598.328 mayores; pero también a sus familias, cuidadores y a la sociedad en general.

Este plan «se plantea como una oportunidad para mejorar la calidad de vida de las personas mayores y será una herramienta de construcción de futuro. Fue elaborada con una amplia participación y consenso de las entidades y asociaciones del sector y desarrolla un nuevo modelo para la prevención de la dependencia basado en la atención centrada en la persona, en su autonomía y en sus preferencias e implica una nueva forma de entender el envejecimiento activo, con la persona como protagonista de su proceso de envejecimiento», destacan fuentes de Servicios Sociales.

La estrategia establece un marco de actuación hasta el año 2021 y cuenta con una financiación de más de 1.950 millones de euros para los cinco años; de los que más de 390 corresponden al presente ejercicio. Este proyecto desarrolla un centenar de acciones agrupadas en dos grandes áreas temáticas, que son la persona y el entorno a través de siete ejes estratégicos.

Así, con respecto al beneficiario, la estrategia engloba cuatro ejes estratégicos a través de los cuales se articularán cerca de 60 actuaciones.

El primero de estos ejes es el de la prevención, promoción de la autonomía y autodeterminación de las personas y persigue facilitar la capacidad de decisión de las personas que envejecen, que elijan su itinerario de vida a partir de su jubilación y que definan e identifiquen sus deseos y preferencias en el caso de que necesiten apoyos y cuidados. Incluye 15 acciones, como facilitar su transición de la vida laboral a la jubilación, acciones de orientación y consejo para dar continuidad a sus proyectos de vida, generalización de ‘no sujeciones’ en los centros o desarrollo de una red de buenas prácticas de atención a las personas con deterioro cognitivo en los centros para las personas mayores.

El segundo eje es la mejora de la calidad de vida con 17 acciones que buscan fomentar las capacidades de las personas. El tercero refuerza el papel de los mayores en la construcción y mantenimiento de una sociedad del bienestar y en la asunción de roles relevantes. Considera a los mayores como una fuente de experiencia vital, de conocimiento y de apoyo solidario y potencia su participación. Incluye 13 acciones como impulsar su papel como consultores en temas diversos, que se conviertan en motor de cohesión social, especialmente en el mundo rural.

El cuarto del área temática de la persona es el de la promoción del aprendizaje a lo largo de la vida, con 12 acciones como revisar y adaptar los programas de aprendizaje actuales para adaptarlos a los nuevos perfiles de los mayores, promover el acceso a todas las posibilidades de aprendizaje como universidades de mayores o acercarlos a las nuevas tecnologías.

En cuanto a la intervención en el entorno, la estrategia contempla medio centenar de actuaciones que se desarrollan a través de tres ejes estratégicos que coinciden con los entornos en los que conviven las personas: El social y familiar, el comunitario y los entornos accesibles y amigables.

Las 14 acciones que define este eje se orientan en dos direcciones: por un lado, las medidas que permitan a las personas mayores envejecer en casa con calidad y, por otro, las de apoyo a los familiares cuidadores como información y asesoramiento y en la preparación para el final de la vida, servicios de apoyo, respiro y acompañamiento del voluntariado, de mediación que apoye la reorganización y crisis familiares derivadas del cuidado.

Fuente: El Norte de Castilla

Åsa Regnér, ministra de Igualdad sueca: «Los hombres también sufren violencia y hay que escucharlos»

ministra suecaFirme defensora de emplear «la naturalidad en la política», trabajó para la ONU en América Latina y hoy asume el reto de generar medidas que consigan la plena igualdad de género en un país que trabaja para conseguirlo desde los años 70.

Su Gobierno, el de Suecia, se define «feminista» porque considera que la búsqueda de la igualdad de género, «aunque sigue siendo un reto, es esencial para lograr otros objetivos esenciales como son la seguridad, la paz y el desarrollo sostenible». Åsa Regnér, ministra de Igualdad de esta nación trazada por un anhelo rimbaudiano – «hay que ser absolutamente moderno», escribió el poeta- no precisa de malabarismos lingüísticos para explicar qué significa ser feminista: «Es una persona que ve desigualdades de género en su entorno y quiere hacer algo para que no sucedan. Listo. No necesito más».

Pregunta.- ¿Cómo se consigue un gobierno feminista?

Respuesta.- En Suecia, hemos empezado en los años 70, introduciendo medidas que aspiraban a conseguir la igualdad de género. Por ejemplo, se fomentó la participación en la fuerza laboral tanto de hombres como de mujeres porque que tantos unos como otros tengan un trabajo fomenta la igualdad, la libertad y el bienestar de la sociedad.

P.- Después de casi cuatro décadas inoculando equidad entre sus ciudadanos, ¿cuáles son las medidas más recientes?

R.-Hemos dado incentivos para que tanto los padres como las madres tengan tiempo para pasarlo con sus hijos recién nacidos. Son permisos parentales: 12 meses a repartir entre ambos, de los cuales tres tiene que coger el padre y otros tres la madre porque si no los pierden. Se ha demostrado que es una buena herramienta para que los padres pasen más tiempo en casa con sus hijos y esto tiene su impacto en el mercado laboral, pues menos mujeres salen de él. Hombres y mujeres deben compartir riesgos porque la sociedad precisa de padres con tiempo para amar a sus niños. Es responsabilidad de la sociedad organizar un sistema que lo permita.

P.- ¿Sigue habiendo machismo en Suecia?

R.- Suecia no es un paraíso. Hay mujeres con trabajos peor remunerados que los hombres. Lo que hay que hacer es visibilizar las situaciones de machismo, que no son otra cosa que luchas de poder. La igualdad no sucede de manera automática sino de forma gradual y responde a las decisiones que se toman. La resistencia machista recurre a menudo a la burla y a la ridiculización y esto hace daño; lastima. Si se observa la historia sueca, se da uno cuenta de que han sido las mujeres en distintas organizaciones, unidas a las mujeres de ciertos partidos políticos, las que se han enfrentado a esas resistencias.

P.- Si, como dice, Suecia no es un paraíso, ¿cuáles son los aspectos que deberían mejorar ahora?

R.- Nuestros desafíos en la actualidad son la brecha salarial y los niveles de violencia. Existe todavía violencia de género hacia las mujeres por parte de los hombres y, ahora, nuestros esfuerzos se dirigen a la prevención. Hemos destinado 900.000 euros para medidas que sabemos científicamente que funcionan. Hay que hablar con los chicos jóvenes sobre su experiencia de violencia y sobre su uso de la violencia. También ellos sufren agresiones y maltrato, en la calle, por ejemplo. Constantemente tratamos de modernizarnos y aún no hemos hecho suficiente en prevención y ahora nos centramos en ello. Quiero que todos los chicos y chicas tengan información y oportunidades serias de hablar de sus relaciones y de las situaciones que viven.

P.- Aunque se tomen medidas para solucionar los problemas de igualdad, ¿cabe la posibilidad de que surjan otros?

R.-Sí, y no hay que evitarlos. No toda la sociedad sueca está lista en términos de igualdad. Por ejemplo, en Suecia han aumentado los casos de violencia de honor entre las personas migrantes. Suecia es el país europeo que más inmigración recibió en 2015 y tenemos un fuerte debate en el país al respecto, y también sobre la integración. Los casos de violencia de honor suceden entre inmigrantes de segunda generación y también entre aquellos que acaban de llegar al país. Una cosa buena es que las mujeres migrantes han entrado a formar parte rápidamente de la fuerza laboral y esto es importante. Para mí fue importante ver a mi madre trabajar y sé que a muchas mujeres les sucede lo mismo.

P.- En ocasiones, el feminismo de los márgenes critica a las feministas europeas por centrarse en los derechos y no en los deberes.

R.-Trabajé para la ONU en América Latina. Tengo una experiencia global del feminismo y creo que niñas y mujeres quieren las mismas cosas: poder elegir tener hijos o no, poder elegir tener marido o no, poder elegir tener estudios o no; poder elegir, en definitiva. Esto son derechos. El feminismo es un movimiento de solidaridad pero esto a veces se olvida y hay que recordarlo. Vivimos tiempos difíciles. El discurso de derechos humanos no es la amenaza, lo es la falta de solidaridad y la incapacidad para ver más allá.

P.- ¿Cuál es la postura del gobierno sueco respecto a la brecha demográfica y el envejecimiento social?

R.- Hemos separado la idea de cuidado de las personas mayores de la responsabilidad ética o moral de los hijos hacia sus padres. Ahora, mis padres necesitan cuidados pero yo no soy responsable de ellos ni jurídica ni económicamente sino que lo es el Estado. Mi responsabilidad es darles amor, estar con ellos, hacer cosas juntos… Se puede elegir tener hijos o no, pero no se puede elegir tener padres. Lo que nosotros queremos es que las relaciones familiares sean sanas y voluntarias. Hay personas mayores en Suecia que quieren cocinar para hijos y nietos el domingo, por poner un ejemplo, pero no quieren que su hija les duche, ni les vista… Por eso, en nuestro país de esto se encargan profesionales, a través de los municipios, en función de las necesidades de cada uno.

P.- Su visita a España incluía un seminario en la embajada sueca en Madrid sobre el modelo sueco de abolición de la prostitución, que penaliza al cliente y data de 1999. ¿Hubo en algún momento reticencias a implantarlo?

R.- Cuando se aprobó la ley, el Parlamento estaba más dividido pero, ahora, la gran mayoría de organizaciones feministas y todos los partidos políticos lo apoyan porque han visto los resultados. No hemos solucionado todo, sigue habiendo explotación y sigue habiendo abusos, pero mandamos una señal: ésta es la sociedad que queremos. Para nosotros, la prostitución es una explotación y no una profesión.

Fuente: EL MUNDO

8 de marzo, Día Internacional de la mujer trabajadora

Los Llanos VitalEl Día Internacional de la mujer trabajadora es una fecha especial en Los Llanos Vital. El 93% de la plantilla de esta empresa de Alpedrete está formada por mujeres y cada año se celebra este día de una forma diferente.

Al frente de la Residencia y Centro de Día Los Llanos Vital se encuentra un equipo de mujeres plenamente entregado a su trabajo, pero es más, el 93% de la plantilla de esta empresa (de cerca de 70 trabajadores) situada en plena sierra madrileña está formada por mujeres.

Una empresa en la que las mujeres ganan por mayoría

Pero ¿por qué tantas mujeres en Los Llanos Vital? La respuesta es sencilla, como afirma su directora, Esther García Galbeño “simplemente es un sector en el que hay una mayor presencia femenina que masculina”. Y es algo que viene de lejos, los trabajos sociales, de atención, de cuidados, sanitarios han sido desempeñados históricamente por mujeres en su mayoría, ya fueran remunerados o no. Hoy en día, en unos casos se han profesionalizado, como es el caso de las gerocultoras, cocineras, limpiadoras, pasando a profesionalizarse y remunerarse y accediendo al mercado de trabajo y, en otros casos, han dado paso a la incorporación mayoritaria de las mujeres a trabajos ya profesionalizados, como es el caso de médicos, fisioterapeutas, terapeutas, etc.

Reflexiones sobre el Día de la Mujer.

Las mujeres ganan por mayoría en presencia esta empresa de Alpedrete, tanto en plantilla como en número de residentes y usuarios de su Centro de Día, así que es imposible que una celebración como esta se pase por alto.

Cada año buscamos un pequeño detalle para ponerle una guinda de color a este día especial para la mujer. Y en esta ocasión nos hemos decantado por una actividad abierta a todos los que quieran compartirla con nosotros. Pondremos a disposición de todo aquel que pise el Centro unas tiras de colores en las que les invitaremos a escribir una frase, un pensamiento, una reflexión sobre el día de la mujer.

Estas reflexiones, junto a las de nuestros residentes y trabajadores, se irán encadenando unas a otras y colgando en las paredes la Residencia y Centro de Día Los Llanos Vital para acompañarnos durante toda la jornada.

Ventajas de tener una plantilla formada por una mayoría de mujeres.

Que la mayor parte de la plantilla esté formada por mujeres aporta ventajas a la hora de trabajar, por ejemplo, la complicidad que se establece entre ellas, al tener una sensibilidad similar hacia determinadas situaciones, la respuesta suele ser conjunta.

“La forma de trabajar en los Llanos no tiene nada que ver con la de otros centros. Somos más equipo. Estamos todas y siempre nos echamos una mano” afirma Montse Martín, auxiliar de enfermería de Los Llanos Vital.

Además, las mujeres trabajadoras siguen manteniendo el roll de principales cuidadores informales, como madres, como cocineras, como hijas… por lo que la empatía con las situaciones que a nivel profesional se presentan en el trabajo, es probablemente mayor a nivel general que la que puedan tener la mayoría de los hombres.

El crecimiento profesional de la mujer debe serlo en muchas áreas a la vez, frente al trabajo masculino que en general implica un crecimiento más lineal en menos áreas, más monográfico.

¿Cuál es el secreto de su éxito?

Las cosas funcionan en Los Llanos Vital con tantas mujeres. Una prueba de ello es que el 95% de su plantilla es fija. La dirección del Centro ha sabido aprovechar los valores que cada uno aporta a su puesto de trabajo y adaptar el puesto de trabajo a esa persona. Adaptando los puestos de trabajo a las personas el engranaje puede funcionar al final porque lo que uno tiene de más el otro tiene de menos y lo que uno tiene de menos el otro lo tiene de más.

Esto unido a la formación que se da en el Centro, al intentar adaptarse a las necesidades familiares y personales que cada uno tiene, a intentar cuidar a los integrantes del equipo, hace que las personas que trabajan en Los Llanos Vital se sientan valoradas, satisfechas y motivadas con su trabajo.
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Su directora lo tiene claro “aquí no hay puestos de trabajo, hay puestos de personas”.

 

La crisis resucita el papel del ama de casa cuidadora

  • Un estudio del Centro Reina Sofía constata que cada vez más mujeres se ocupan de la atención de familiares dependientes debido a la crisis económica y a la reducción de políticas sociales
  • Un 26,3% de las mujeres ocupadas trabajan en empleos a tiempo parcial, frente a un 8% en el caso de los hombres
  • El cuidado de algún familiar es el segundo motivo más frecuente por el que las mujeres solicitan la jornada parcial y el último de todos en el caso de los varones, según la EPA

Maria-Soledad-Velasco-padece-alzheimer_EDIIMA20140306_0367_13María Soledad Velasco trabajaba como cocinera en un restaurante cuando tuvo que dejar su puesto para cuidar a su madre, enferma de alzhéimer, y a su hermano, que padecía una discapacidad intelectual. En Málaga, Patricia Martín redujo a una hora su jornada laboral debido a la recaída de su hija Idaira de la grave enfermedad que sufre.  Un estudio del Centro Reina Sofía alerta sobre el aumento de la feminización del cuidado: muchas mujeres que habían salido al mundo laboral vuelven a casa con la crisis para ocuparse de la atención de familiares dependientes.

La tendencia, según los redactores de la investigación, se agravará en los próximos años debido a la crisis económica, la reducción de políticas sociales y otros factores demográficos, como el aumento de la longevidad de la población. «Esta tendencia no es nueva, pero la crisis la está consolidando», apunta Almudena Fontecha, secretaria de Igualdad de UGT.

María Soledad Velasco barajó varias opciones antes de dejar su puesto, en mayo de 2012. Tras algunos intentos frustrados de contratar a un asistente en casa, ella pasó a cuidar de su familia a tiempo completo. La opción de una residencia quedaba descartada por el precio. «Además, ¿qué hacíamos con mi hermano? Por edad podría haber estado en algún centro para la tercera edad, pero tenía el comportamiento de un niño», cuenta con voz contenida al otro lado del teléfono.

El informe «La sombra de la crisis. La sociedad española en el horizonte de 2018», elaborado a partir de las opiniones de 11 expertos en varias ramas de las ciencias sociales, critica de manera especial la reducción de las ayudas sociales, especialmente aquellas destinadas al apoyo a la dependencia.

El hermano de Velasco falleció en diciembre de 2012 sin que le llegase ni un euro de las ayudas a la dependencia que tenía reconocidas desde hacía más de un año. «En agosto de 2013 nos pidieron la cuenta bancaria en la que ingresar la ayuda. Nos han dicho que nos darán el dinero que le correspondía a mi hermano desde la concesión hasta su muerte», explica. Aún siguen esperando que la Administración les abone el importe.

«La sombra de la crisis» también alerta de que la coyuntura de austeridad afecta más a los hogares con menos recursos que no puedan permitirse el pago de guarderías o de cuidadores profesionales, lo que agravará  la alta desigualdad social que crece en España.

Varios factores perpetúan el rol de cuidadoras

Según Almudena Fontecha, las mujeres son las que continúan abandonando su empleo por las tareas de cuidado. «De siempre se ha creído que era una ocupación para las mujeres, pero el aumento de políticas sociales había permitido que se incorporasen al mundo laboral. Una vez que se han suprimido, vuelven a ser ellas las que regresan al hogar porque el cambio no ha sido social«.

Constanza Tobío Soler, catedrática de Sociología en la Universidad Carlos III y una de las expertas participantes en el informe, destaca también la eliminación de aquellas medidas destinadas a la inclusión de los hombres en los cuidados familiares. «Se suponía que para 2013 el permiso de paternidad iba a ampliarse de 15 a 30 días –explica–, pero la crisis terminó con ese tipo de políticas».

Ante una situación de necesidad de cuidados, la brecha salarial entre hombres y mujeres contribuye a que sea la mujer la que deje su puesto de trabajo o reduzca su jornada. UGT constató recientemente en un informe a partir de datos de la Encuesta Anual de Estructura Salarial de 2011 (publicada en 2013) que las mujeres siguen cobrando menos que los hombres: un 22,9% de media, 0,5 puntos más que el año anterior.

La conciliación laboral y la posibilidad de acceder a horarios a tiempo parcial pueden parecer una oportunidad, pero algunos economistas alertan de la necesidad de que se ofrezcan en igualdad de condiciones a hombres y a mujeres. Es el caso de María Pazos, coordinadora del departamento de Fiscalidad y Género del Instituto de Estudios Fiscales. «Estamos perdiendo gran parte del potencial productivo de las mujeres y del potencial cuidador de los hombres», apuntaba en una entrevista en eldiario.es.

La realidad actual es que el número de mujeres empleadas a tiempo parcial es mucho mayor que el de los hombres. Un 26,3% de las mujeres ocupadas (más de dos millones) lo están en estos puestos de horario reducido, frente a un 8% en el caso de los hombres, según los datos del último trimestre de 2013 de la Encuesta de Población Activa (EPA).

Más significativos son los motivos por los que se acogen a este horario. El motivo más habitual entre las mujeres es no haber encontrado trabajo a tiempo completo, seguido del «cuidado de niños o de adultos enfermos, incapacitados o mayores» y, en tercer lugar, no querer un trabajo de jornada completa. En cambio, para ellos el cuidado de familiares es el último motivo entre todos los posibles.

Mujeres excluidas o personas desatendidasPatricia-Martin-jornada-Idaira-enfermedad_EDIIMA20140306_0368_13

Patricia Martín se acogió a la reducción de un 99% de su jornada como auxiliar administrativo cuando le dieron la peor noticia de su vida: los médicos diagnosticaron a su hija Idaira una atrofia muscular espinal de tipo 1 y le dieron una esperanza de vida de unos dos años. Debido a esta grave enfermedad rara, la pequeña requiere atención las 24 horas. «Decidimos que fuese yo la que redujese su jornada porque mi marido es autónomo».

Martín, de 28 años, admite que a veces piensa en las consecuencias personales y profesionales de la dedicación absoluta a su hija, pese a ser lo que más desea en estos momentos. «Soy joven y tengo toda la vida por delante, pero es cierto que voy a tener un parón en mi trayectoria. Cuando estaba aprendiendo más cosas, lo he tenido que dejar». María Soledad, a sus 58 años, ve «muy difícil» que la contrataran en algún sitio si dejase de cuidar a su madre.

Según los últimos datos del Ministerio de Empleo, el número de mujeres desempleadas sigue siendo mayor que el de hombres: 2.477.864 frente a 2.334.622. A pesar de la reducción del paro en febreroel desempleo femenino creció muy ligeramente. Almudena Fontecha advierte de que las contrataciones son en su mayoría de hombres y que, debido a la precarización del trabajo, también ellos se están apuntando al empleo de jornada a tiempo parcial.

El estudio alerta de que «se reforzará su doble dependencia familiar [la de las mujeres], en cuanto cuidadoras y en cuanto marginadas del trabajo asalariado, al cual no conseguirán dedicar mucho de su tiempo».

Constanza Tobío considera que habrá otra consecuencia negativa respecto al cuidado. «Hay hogares en los que no se pueden permitir que un miembro no trabaje y lo que va a suceder es que, como tampoco podrán pagar guarderías ni residencias, las personas dependientes quedarán desatendidas. En estas situaciones –concluye–, nos encontraremos con niños y ancianos solos en casa».

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