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Casi el 50% de los mayores sufre al menos una caída en 18 meses

Experiencia ActivaEl estudio incluyó a 203 mayores de la Fundación San Rosendo y se registraron 0,7 caídas por persona al año.

El objetivo del estudio es identificar a los ancianos en riesgo de sufrir una caída, para poder desarrollar medidas preventivas que minimicen la caída y sus consecuencias.

Un estudio realizado por el médico Gabriel Díaz Grávalos y que contó con la colaboración de los trabajadores de la Fundación San Rosendo ha determinado cuáles los factores asociados con las caídas de las personas mayores institucionalizadas.

Integrado en el área sanitaria del Proyecto Experiencia Activa, el estudio incluyó a 203 mayores de 65 años de varios centros de la Fundación, durante 18 meses. Durante este tiempo, se registró cada caída, para su posterior análisis. De los 203 mayores incluidos en el estudio, 99 sufrieron al menos una caída. En el estudio, que puede consultarse en www.fundacionsanrosendo.es se registraron una media de 0,7 caídas por persona al año y, de acuerdo a este estudio, casi el 50% de los mayores sufre al menos una caída a lo largo de 18 meses.

No se registraron diferencias significativas entre sexos, pero sí se detectaron factores asociados a la incidencia de las caídas. De este modo, de los mayores que sufrieron una caída durante la duración del estudio: el 86,7% habían sufrido delirium en el último mes, el 71,4% tenían Parkinson, el 71% tenían déficit visual, el 59,2% tenían demencia y el 59,1% sufrían artrosis o artritis.

El objetivo del estudio es determinar las características que puedan servir para identificar a los ancianos en riesgo de sufrir una caída, para poder luego desarrollar medidas preventivas que minimicen la caída y sus consecuencias.

Vanesa Andrade Pereira, trabajadora de la residencia Nuestra Señora de la Salud de A Peroxa, uno de los centros de mayores participantes, destaca que “un estudio de este tipo pone de manifiesto el riesgo que corren los mayores de sufrir una caída” y destaca “cómo ese riesgo se incrementa para los ancianos que tienen una serie de factores asociados, como el déficit visual o la demencia”. Andrade recomienda también prevenir las caídas de los mayores con mucha vigilancia, proporcionándoles bastones y andadores, con calzado adecuado, con unas instalaciones despejadas y libres de obstáculos en el suelo, y con suelos antideslizantes y agarradores o pasamanos para que puedan caminar más seguros. Recomienda también tener especial cuidado en el baño, un lugar húmedo y que puede ser más peligroso para los mayores.

Proyecto Experiencia Activa

El Proyecto Experiencia activa es una iniciativa de transmisión del conocimiento promovido por la Fundación San Rosendo para difundir su experiencia y ponerla a disposición de la sociedad gallega, con el fin de que pueda ayudar a instituciones o familias que cuidan a personas mayores. Está integrado por estudios, investigaciones de carácter científico y empírico y buenas prácticas que emanan de la experiencia de los profesionales de la Fundación en las áreas sanitaria, social y cultural. Proyecto Experiencia Activa cuenta con la colaboración del grupo La Región y la Fundación Inditex.

Fundación San Rosendo

La Fundación San Rosendo lleva más de 20 años prestando un servicio asistencial a personas mayores y colectivos desfavorecidos de Galicia a través de su red de centros de 68 residencias, la mayoría en entornos rurales donde la oferta privada es escasa, que suman más de 3.500 plazas de las que sólo el 30% son concertadas. El equipo humano está formado por más de 1.500 trabajadores. Fue la primera institución en Galicia en certificar la calidad de sus centros mediante el reconocimiento europeo ISO 9001:2000

Las caídas producen más muertes que los accidentes en los mayores de 65

elderly-fallingRGBLas caídas entre mayores de 65 años producen más muertos que los accidentes de tráfico, ya que, según datos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), cada año fallecen más de1.400 personas mayores por esta causa, mientras que, por ejemplo, las personas que perdieron la vida en accidentes de tráfico en 2013 fueron 1.128.

De hecho, uno de cada tres mayores sufre una caída al menos una vez al año, la mitad de los cuales se producen en un mismo nivel y por tropiezo, tal y como afirma el informe de Detección de Accidentes Domésticos y de Ocio (DADO) del Instituto Nacional de Consumo. Además, un 58 por ciento de los accidentes ocurren en el propio hogar, especialmente en la cocina (24%), en el dormitorio (13%) y en el cuarto de baño (5%).

En este sentido, los expertos han alertado de que muchas personas mayores sufren problemas psicológicos por pensar en la posibilidad de caerse, incluyendo el miedo, la ansiedad, la pérdida de confianza y la alteración de la percepción de la capacidad de caminar de forma segura. El «miedo a caer» es, además, algo que la mayoría de mayores sufre en silencio y que puede afectar a sus capacidades físicas.

«Para una persona mayor reconocer que se ha caído representa admitir una pérdida de la autonomía personal. Al no conocerse ni paliarse el problema, las caídas se pueden repetir y tener consecuencias graves como una fractura de cadera o un traumatismo craneal», ha comentado el especialista en Gerontología y asesor de I+D en Simon Senior, Ricardo Moragas.

Dicho esto, el experto ha asegurado que el miedo a la caída se puede superar si las casas estuvieran adaptadas a las necesidades de las personas mayores, dado que los principales factores de riesgo son la mala iluminación, la presencia de alfombras o cables en el suelo, los muebles con ruedas o los asientos sin reposabrazos.

En concreto, en el dormitorio la mayoría de las caídas se producen por la noche, cuando la persona mayor intenta levantarse de la cama. En estos casos, las lámparas con sensores evitarían accidentes, ya que están dotadas de un sensor de luz que da la orden de encender o apagar de forma automática.

Otro de los espacios en los que se producen más accidentes es la cocina, por lo que es necesario mantener la estancia limpia y ordenada para evitar resbalones y tropezones. Asimismo, es importante utilizar trapos y alfombras antiadherentes o ‘sprays’ antideslizantes, así como instalar asideros.

Cada veinte segundos una persona mayor se cae en su hogar

bastonEn España, cada veinte segundos una persona mayor se cae en su hogar y cada dos minutos una se cae en el baño, según ha informado el Instituto Gerontológico con motivo de la Campaña «Stop a las Caídas».

Esta organización ha denunciado que el hogar es uno de los lugares más peligrosos para este colectivo, porque cada año en este país el 15% de los mayores de 65 años, es decir 1.213.885 personas, sufren caídas en su casa.

De estos percances, el 20% se producen en el baño, uno cada dos minutos. Esta tasa de caídas aumenta hasta el 25% en personas de 70 años y sube hasta el 47 en las que superan los 75.

En Europa se estima que más de 20 millones de mayores de 65 años sufren una caída al año, siendo este asunto la principal causa de muerte en este grupo poblacional.

El doctor Pérez Almeida, director del Instituto Gerontológico, ha destacado que es necesario concienciar a las personas mayores y a sus familias de ese riesgo en el hogar, porque la mayoría de esos accidentes son «evitables».

«La caída del mayor puede tener consecuencias muy graves, fracturas de fémur o de cadera, por ejemplo, y complicaciones frecuentes como inmovilidad, tromboflebitis y dependencia de otras personas para realizar sus actividades diarias», ha explicado.

Parte de esos accidentes, según el experto, se producen por el aumento de inestabilidad de las personas mayores, la alteración de reflejos posturales, visuales o auditivos, cambios del flujo cerebral o neuroendocrinos y problemas cardiovasculares que no siempre se pueden evitar, aunque sí prevenir con un correcto seguimiento por los profesionales de la medicina.

«No obstante, muchas otras, producidas por tropezones, resbalones, falta de espacio o de luminosidad, son fácilmente evitables», ha apostillado.

Pérez Almeida ha precisado que conviene evitar la acumulación de objetos en el suelo, no usar alfombras y, si se hace, los bordes y esquinas deben estar firmemente sujetos.

«Los suelos deben ser seguros, preferentemente tratados con productos antideslizantes; la iluminación adecuada de manera que haya buena visibilidad en todos los lugares de la casa, pero sin deslumbramientos y con puntos de luz orientativos para la noche», ha aconsejado.

En el cuarto de baño, la eliminación de la bañera que es la principal barrera arquitectónica es «imprescindible» para la seguridad de los mayores.

Poner barandillas y asideros, cuando las personas mayores tengan una movilidad reducida y, en general, utilizar muebles sin esquinas para que, si la caída es inevitable, se reduzcan los daños, son otras pautas a seguir.

Con esas sencillas medidas, en opinión del experto, se evitarían la gran mayoría de las caídas en los mayores de 65 años y estas personas ganarían en calidad de vida.

«Uno de cada cuatro mayores a los que se les ha preguntado aseguran que su vida cambia para mal después de una caída, incluso si las lesiones han sido leves, algo que los profesionales de la salud denominamos síndrome postcaída y que lleva a muchas personas que se valían por sí mismas a depender de terceros», ha finalizado Pérez Almeida.

En la difusión de la campaña «Stop a las Caídas» colaboran, junto al Instituto Gerontológico, diversos arquitectos, médicos, terapeutas, farmacias -en las que se han repartido folletos informativos-, organismos médicos y empresas instaladoras que han hecho suyo este llamamiento a la prevención en el hogar.

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