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Más de 18000 mayores de la Comunitat Valenciana sufren maltratos

maltratoLa crisis endurece las condiciones de vida de los mayores, en muchos casos por acción de sus propios familiares.

Presiones para que firmen unos papeles de cesión de patrimonio, omisión de la medicación prescrita, ataques verbales o físicos a un colectivo especialmente necesario de protección… los casos de maltrato a las personas mayores de 65 años se han multiplicado durante los últimos años y se diversifican en una amplia tipología que va desde el ataque físico a la negligencia voluntaria.

Un informe publicado por el Imserso cifra en hasta un 12 % el número de personas mayores víctimas de este tipo de situaciones en España. En Cataluña el número de denuncias ha crecido un 25 % en un solo año y la pregunta es: ¿Qué está ocurriendo en la C. Valenciana? Una de las entidades que ha enfocado su mirada hacia esta problemática es la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados (UDP). Su presidente provincial en Valencia, José Sanchis, atendió ayer a Levante-EMV y comentó que «es una situación que hemos identificado en bastantes ocasiones durante los últimos años y, desgraciadamente, continua en la actualidad».

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El porcentaje de personas mayores que ayudan a sus hijos alcanza ya el 59,5% frente al 15,1% del 2010

familiaEl porcentaje de personas mayores que ayudan económicamente a sus hijos, amigos o familiares próximos sigue aumentando con la crisis, si en el año 2010 era del 15,1%, en la actualidad casi seis de cada diez (59,5%) lo hacen. Mientras, el número de mayores que recibe algún tipo de ayuda económica de parte de familiares y amigos se mantiene estable en el 7,6% incluso descendido respecto al año 2010 (12,5%).

El porcentaje de personas mayores que ayudan económicamente a sus hijos, amigos o familiares próximos sigue aumentando con la crisis, si en el año 2010 era del 15,1%, en la actualidad casi seis de cada diez (59,5%) lo hacen; porcentaje que es 44,4 puntos superior al de 2010 y 19,1 puntos con respecto a 2012. Según se desprende del último Barómetro del Mayor que realiza el instituto de opinión Simple Lógica para Unión Democrática de Pensionistas, UDP, sobre distintos temas que afectan a los mayores.

Mientras, el número de mayores que recibe algún tipo de ayuda económica de parte de familiares y amigos se mantiene estable con respecto al registrado hace dos años 7,5% en 2012 y 7,6% para este año o incluso ha descendido respecto al año 2010 (12,5%).

En cuanto a los beneficiarios de las ayudas que dan los mayores siguen siendo mayoritariamente los hijos (75,7%), y en menor número otros familiares o amigos (18,5%), aunque un 5,8% ayuda a ambos colectivos.

La ayuda que les prestan es en un 69,6% de los casos imprescindible para llevar una vida digna, mientras que en el 29,7% de los casos sería prescindible según los encuestados.

Mientras, tres cuartas partes de los mayores que han recibido alguna ayuda (76,6%) consideran que ésta es necesaria para que puedan vivir dignamente, mientras que el 23,4% restante la considera prescindible.

El perfil del mayor solidario es el de una persona con baja capacidad de gasto (69%), menor de 75 años (65,2%), que vive acompañada de más de una persona (80,9%), residentes en el medio rural (67,8%) y en las Comunidades Autónomas de Galicia (70,5%), Andalucía (68,1%) y de Valencia (66,6%).

Aunque el porcentaje de mayores cuya ayuda resulta imprescindible para que sus hijos puedan vivir dignamente se concentran en las grandes ciudades (79,2%) frente a los que viven en el ámbito rural (58,4%); y en las Comunidades Autónomas de, Galicia (89,2%), Madrid (79,4%), Andalucía y de Valencia (78%), y Cataluña (68,4%). Frente a ellas solo el 29,2% de los mayores de Castilla y León considera su ayuda imprescindible para vivir.

El perfil de los mayores que han recibido en un porcentaje más alto en los dos últimos años algún tipo de ayuda vive solo (11,9%), tiene estudios secundarios (19%), su capacidad de gasto es insuficiente (15,6%), y vive en grandes ciudades como Barcelona o Madrid (10,7%). Por Comunidades Autónomas los mayores que viven en Andalucía (98%), Galicia (94,9%), Castilla y León y Comunidad Valenciana (93%), y Cataluña (92%), son los que menos ayuda han recibido; siendo los que viven en la Comunidad de Madrid (89,5%) los que más.

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La crisis resucita el papel del ama de casa cuidadora

  • Un estudio del Centro Reina Sofía constata que cada vez más mujeres se ocupan de la atención de familiares dependientes debido a la crisis económica y a la reducción de políticas sociales
  • Un 26,3% de las mujeres ocupadas trabajan en empleos a tiempo parcial, frente a un 8% en el caso de los hombres
  • El cuidado de algún familiar es el segundo motivo más frecuente por el que las mujeres solicitan la jornada parcial y el último de todos en el caso de los varones, según la EPA

Maria-Soledad-Velasco-padece-alzheimer_EDIIMA20140306_0367_13María Soledad Velasco trabajaba como cocinera en un restaurante cuando tuvo que dejar su puesto para cuidar a su madre, enferma de alzhéimer, y a su hermano, que padecía una discapacidad intelectual. En Málaga, Patricia Martín redujo a una hora su jornada laboral debido a la recaída de su hija Idaira de la grave enfermedad que sufre.  Un estudio del Centro Reina Sofía alerta sobre el aumento de la feminización del cuidado: muchas mujeres que habían salido al mundo laboral vuelven a casa con la crisis para ocuparse de la atención de familiares dependientes.

La tendencia, según los redactores de la investigación, se agravará en los próximos años debido a la crisis económica, la reducción de políticas sociales y otros factores demográficos, como el aumento de la longevidad de la población. «Esta tendencia no es nueva, pero la crisis la está consolidando», apunta Almudena Fontecha, secretaria de Igualdad de UGT.

María Soledad Velasco barajó varias opciones antes de dejar su puesto, en mayo de 2012. Tras algunos intentos frustrados de contratar a un asistente en casa, ella pasó a cuidar de su familia a tiempo completo. La opción de una residencia quedaba descartada por el precio. «Además, ¿qué hacíamos con mi hermano? Por edad podría haber estado en algún centro para la tercera edad, pero tenía el comportamiento de un niño», cuenta con voz contenida al otro lado del teléfono.

El informe «La sombra de la crisis. La sociedad española en el horizonte de 2018», elaborado a partir de las opiniones de 11 expertos en varias ramas de las ciencias sociales, critica de manera especial la reducción de las ayudas sociales, especialmente aquellas destinadas al apoyo a la dependencia.

El hermano de Velasco falleció en diciembre de 2012 sin que le llegase ni un euro de las ayudas a la dependencia que tenía reconocidas desde hacía más de un año. «En agosto de 2013 nos pidieron la cuenta bancaria en la que ingresar la ayuda. Nos han dicho que nos darán el dinero que le correspondía a mi hermano desde la concesión hasta su muerte», explica. Aún siguen esperando que la Administración les abone el importe.

«La sombra de la crisis» también alerta de que la coyuntura de austeridad afecta más a los hogares con menos recursos que no puedan permitirse el pago de guarderías o de cuidadores profesionales, lo que agravará  la alta desigualdad social que crece en España.

Varios factores perpetúan el rol de cuidadoras

Según Almudena Fontecha, las mujeres son las que continúan abandonando su empleo por las tareas de cuidado. «De siempre se ha creído que era una ocupación para las mujeres, pero el aumento de políticas sociales había permitido que se incorporasen al mundo laboral. Una vez que se han suprimido, vuelven a ser ellas las que regresan al hogar porque el cambio no ha sido social«.

Constanza Tobío Soler, catedrática de Sociología en la Universidad Carlos III y una de las expertas participantes en el informe, destaca también la eliminación de aquellas medidas destinadas a la inclusión de los hombres en los cuidados familiares. «Se suponía que para 2013 el permiso de paternidad iba a ampliarse de 15 a 30 días –explica–, pero la crisis terminó con ese tipo de políticas».

Ante una situación de necesidad de cuidados, la brecha salarial entre hombres y mujeres contribuye a que sea la mujer la que deje su puesto de trabajo o reduzca su jornada. UGT constató recientemente en un informe a partir de datos de la Encuesta Anual de Estructura Salarial de 2011 (publicada en 2013) que las mujeres siguen cobrando menos que los hombres: un 22,9% de media, 0,5 puntos más que el año anterior.

La conciliación laboral y la posibilidad de acceder a horarios a tiempo parcial pueden parecer una oportunidad, pero algunos economistas alertan de la necesidad de que se ofrezcan en igualdad de condiciones a hombres y a mujeres. Es el caso de María Pazos, coordinadora del departamento de Fiscalidad y Género del Instituto de Estudios Fiscales. «Estamos perdiendo gran parte del potencial productivo de las mujeres y del potencial cuidador de los hombres», apuntaba en una entrevista en eldiario.es.

La realidad actual es que el número de mujeres empleadas a tiempo parcial es mucho mayor que el de los hombres. Un 26,3% de las mujeres ocupadas (más de dos millones) lo están en estos puestos de horario reducido, frente a un 8% en el caso de los hombres, según los datos del último trimestre de 2013 de la Encuesta de Población Activa (EPA).

Más significativos son los motivos por los que se acogen a este horario. El motivo más habitual entre las mujeres es no haber encontrado trabajo a tiempo completo, seguido del «cuidado de niños o de adultos enfermos, incapacitados o mayores» y, en tercer lugar, no querer un trabajo de jornada completa. En cambio, para ellos el cuidado de familiares es el último motivo entre todos los posibles.

Mujeres excluidas o personas desatendidasPatricia-Martin-jornada-Idaira-enfermedad_EDIIMA20140306_0368_13

Patricia Martín se acogió a la reducción de un 99% de su jornada como auxiliar administrativo cuando le dieron la peor noticia de su vida: los médicos diagnosticaron a su hija Idaira una atrofia muscular espinal de tipo 1 y le dieron una esperanza de vida de unos dos años. Debido a esta grave enfermedad rara, la pequeña requiere atención las 24 horas. «Decidimos que fuese yo la que redujese su jornada porque mi marido es autónomo».

Martín, de 28 años, admite que a veces piensa en las consecuencias personales y profesionales de la dedicación absoluta a su hija, pese a ser lo que más desea en estos momentos. «Soy joven y tengo toda la vida por delante, pero es cierto que voy a tener un parón en mi trayectoria. Cuando estaba aprendiendo más cosas, lo he tenido que dejar». María Soledad, a sus 58 años, ve «muy difícil» que la contrataran en algún sitio si dejase de cuidar a su madre.

Según los últimos datos del Ministerio de Empleo, el número de mujeres desempleadas sigue siendo mayor que el de hombres: 2.477.864 frente a 2.334.622. A pesar de la reducción del paro en febreroel desempleo femenino creció muy ligeramente. Almudena Fontecha advierte de que las contrataciones son en su mayoría de hombres y que, debido a la precarización del trabajo, también ellos se están apuntando al empleo de jornada a tiempo parcial.

El estudio alerta de que «se reforzará su doble dependencia familiar [la de las mujeres], en cuanto cuidadoras y en cuanto marginadas del trabajo asalariado, al cual no conseguirán dedicar mucho de su tiempo».

Constanza Tobío considera que habrá otra consecuencia negativa respecto al cuidado. «Hay hogares en los que no se pueden permitir que un miembro no trabaje y lo que va a suceder es que, como tampoco podrán pagar guarderías ni residencias, las personas dependientes quedarán desatendidas. En estas situaciones –concluye–, nos encontraremos con niños y ancianos solos en casa».

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