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La campaña de vacunación de la gripe de este año ya está a punto

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La OMS (Organización Mundial de la Salud) ya ha publicado sus recomendaciones para la composición de las vacunas antigripales para el hemisferio norte durante la campaña de vacunación 2018-2019. Este año la campaña se llevará a cabo con dos tipos diferentes de vacunas, la tetravalente confeccionada a partir de 4 tipos de cepas diferentes y la vacuna trivalente a partir de tres cepas diferentes.

La vacunación antigripal tiene como objetivo reducir la mortalidad y morbilidad de la gripe y reducir el impacto y las consecuencias negativas que la enfermedad puede causar en las personas dentro de los grupos de riesgo dentro de la comunidad.

La vacunación de la gripe es una etapa imprescindible en la prevención de la enfermedad y de su propagación en la comunidad. Deberían vacunarse todos los grupos de personas que por sus características de salud estén dentro de los diferentes grupos de riesgo y sean más susceptibles de padecer la enfermedad, y que ésta pueda provocar en ellos complicaciones graves e incluso la muerte.

Existen diferentes grupos de población de riesgo susceptibles a recibir la vacuna de la gripe. Todas aquellas personas mayores de 60 años, especialmente aquellas que viven dentro de instituciones asistenciales. Entre los menores de 60 años deben vacunarse todas aquellas personas que su estado de salud pudiera empeorar notablemente debido a las complicaciones asociadas a la gripe, personas con enfermedades crónicas cardiovasculares, neurológicas o pulmonares. También deben vacunarse las mujeres embarazadas y aquellos grupos de personas que puedan transmitir la gripe a otras personas con un alto riesgo de presentar complicaciones derivadas de la gripe. Entre este último colectivo se encuentra todo el personal sanitario y asistencial, tanto trabajadores en centros sanitarios o asistenciales, como aquellos que prestan servicios a domicilio.

Las Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, los bomberos, servicio de protección civil y personal de instituciones penitenciarias deben vacunarse contra la gripe. Y no deben olvidar vacunarse. todo el personal con exposición directa a aves o a cerdos en granjas o explotaciones avícolas o porcinas y también a aves silvestres, la finalidad es reducir la oportunidad de una infección concomitante de virus humano y aviar o porcino, disminuyendo la posibilidad de recombinación o intercambio genético entre ambos virus.

También deben vacunarse las personas que viajen a zonas donde existan brotes de gripe aviar altamente patogénica y puedan estar en contacto estrecho con granjas de aves de corral o con probabilidad de recombinación o intercambio genético entre virus.

De todas formas, el mejor consejo es seguir estrictamente las indicaciones de su médico en cuanto precauciones y contraindicaciones en la administración de la vacuna antigripal.

La campaña de vacunación de la gripe dará comienzo el 23 de Octubre de 2018 y se extenderá hasta finales de Febrero de 2019.

La gripe ya ha golpeado a más de la mitad de los mayores de 65 años

gripe-anciano-mayor• 8 de cada 10 mayores diagnosticados de gripe en 2016 no estaban vacunados. Esta enfermedad es una de las principales causas del auto-tratamiento con antibióticos

• La toma continuada de antibióticos puede desarrollar resistencia al medicamento y otros efectos nocivos como la destrucción de las bacterias necesarias para el organismo

A final de año, más de la mitad de los mayores de 65 años había padecido gripe, con un reparto del 55,8% en hombres y del 52,6% en mujeres[1]. Muchos de estos mayores deciden combatirla, erróneamente, con antibióticos, convirtiéndola en una de las principales causas para el auto-tratamiento con este tipo de fármacos. Otras dolencias que motivan esta automedicación son las infecciones respiratorias, cutáneas y urinarias.

Según un estudio[2] realizado a 240 pacientes de más de 75 años, 3 de cada 10 de ellos afirmaron automedicarse, bien con fármacos (22,9%) o con productos de herboristería (el 15,4%). Entre los fármacos, los analgésicos y aquellos indicados para el resfriado eran los más comunes, lo que representa el 30,9% y el 27,2% respectivamente.

Tanto en casos de gripe como de resfriado común, los antibióticos no están indicados, salvo en aquellos casos en los que se produce una sobreinfección bacteriana que cause otitis, sinusitis, bronquitis o neumonía (representan menos del 3% de los casos) y siempre bajo prescripción médica.

“El uso de antibióticos para tratar la gripe es una de las mayores confusiones en torno a esta afección vírica. Al tratarse de una infección en la que el paciente padece fiebre alta, dolor de cabeza, malestar general y dolor muscular y articular, se ha vuelto habitual en muchos casos la toma de antibióticos. Sin embargo, es un grave error”, advierte Conchita García, doctora de la Dirección Asistencial de Sanitas Mayores.

“La toma de antibióticos está indicada para el tratamiento de infecciones producidas por bacterias. Tomarlos cuando se padece una gripe no solo no va a curarla sino que puede crear en el paciente una resistencia al medicamento que lo volverá ineficaz cuando realmente lo necesite”, continúa.

Además de este, la toma continuada de antibióticos puede conllevar otros efectos nocivos, especialmente en mayores, como la destrucción de las bacterias normales que viven en el organismo, lo que puede producir náuseas, diarrea y candidiasis vaginal; el aumento del riesgo de sufrir reacciones alérgicas o incluso el enmascaramiento de otro tipo de dolencias.

Si bien no hay una receta infalible para curar la gripe, es posible reducir notablemente sus síntomas más agudos, como la fiebre o el dolor de cabeza, con analgésicos o fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE), teniendo siempre presente que el mayor beneficio está en su prevención.

“La mejor manera de prevenir la gripe estacional es la vacuna anual contra ella. Esta vacuna reduce la hospitalización en una horquilla de entre el 50 y el 70%, la neumonía en un 60% y la muerte en un 85%. Además, es muy importante tener en cuenta que los virus de influencia estacional cambian cada año, por lo que es necesario que los mayores se vacunen anualmente. En 2016, el 8 de cada 10 de los pacientes mayores diagnosticados de gripe no estaban vacunados[3]”, afirma Conchita García.

Otros consejos para reducir el riesgo de transmisión, además de la vacunación en mayores, pasan por evitar el contacto cercano con personas contaminadas (al menos 2 metros); evitar el contacto directo de las manos con los ojos y boca antes de lavarlos; lavar las manos frecuentemente con agua y jabón (o una solución alcohólica apropiada); y evitar permanecer en ambientes con poca circulación de aire y con presencia de muchas personas.

“En la actualidad hay una afección de gripe aproximada de 213 individuos por cada 100.000 habitantes y ya se ha declarado incluso la situación de “epidemia” en la mayor parte de las comunidades autónomas, con 912 casos notificados como graves. No son cifras alarmantes pues son datos muy similares a otros años pero esta vez se adelantaron los casos unas dos semanas de media respecto a la temporada habitual de cada año, habiéndose duplicado las consultas médicas”, concluye la doctora.

[1] Gripómetro: campaña de vacunación frente a la gripe 2017. Ola 6. – Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).

[2] Automedicación y ancianos. La realidad de un botiquín casero, por Esther Vacas Rodilla, Imma Castellà Dagà, Maria Sánchez Giralt, Anna Pujol Algué, M. Carme Pallarés Comalada, Montserrat Balagué Corbera.

[3] Dato de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG)

Yamagata, el virus que está complicando la epidemia de gripe

virus-resfriadoLos virus de la gripe tienen pequeñas mutaciones cada año, lo que obliga a cambiar la composición de las vacunas. Lo que ocurre es que en ocasiones acaban circulando cepas no tan parecidas, lo que hace que la vacunación pierda parte de su efectividad. Eso sí, protegerse es siempre eficaz para evitar complicaciones graves o la muerte.

LA VACUNA DE ESTE AÑO

Míchigan, Hong Kong, Victoria. España distribuyó este invierno una vacuna trivalente con dos cepas A y una B. Las A Míchigan y Hong Kong, y la B Brisbane, del linaje Victoria. La composición se elabora cada año teniendo en cuenta qué virus circularon el invierno anterior, y cuanto más se asemejen más efectividad tendrá. Este año Yamagata está complicando la epidemia. Y es que tal y como recoge el Centro Nacional de Microbiología, que caracteriza genéticamente los virus, hay cepas Hong Kong, Míchigan, Singapur y Victoria, y 29 virus del linaje Yamagata, que no coincide con los recogidos en la vacuna y que circulan de forma mayoritaria. La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) señaló ayer que el predominio de Yamagata ha hecho que la vacuna tenga una efectividad del 25 %, aproximadamente. Esto puede hacer pensar que la vacuna no es una buena herramienta, pero los especialistas de enfermedades infecciosas aclaran que, «si reducimos un 25 % la afectación en personas que pertenecen a colectivos de riesgo, como mayores con enfermedades crónicas, trasplantados o bebés, es aconsejable vacunarse».

COMPLICACIONES

Vacunarse reduce a la mitad los riesgos. Que la efectividad de la vacuna sea menos alta no implica que no sea la mejor manera de protegerse, y sobre todo de la peor parte de la gripe, las complicaciones y la muerte. Un estudio que acaba de hacer público el Instituto de Salud Carlos III, realizado en veinte hospitales de siete comunidades autónomas, demuestra que en las personas mayores el efecto de la vacunación antigripal para prevenir casos graves duplica el efecto para reducir los menos graves. Es decir, que la vacunación durante varias temporadas en personas de edad tiene un efecto protector de las consecuencias más importantes -ingresos en uci y fallecimientos- mayor que de las menos graves.

RECOMENDACIONES

Atender a los enfermos en otras consultas. La semFYC ha pedido que se implanten protocolos específicos en los centros de salud en los casos sospechosos de gripe. Uno de ellos es que los pacientes que tengan gripe sean atendidos en consultas específicas durante los períodos de epidemia, ya que las salas de espera son un punto caliente para la transmisión de la enfermedad. Esta sociedad científica también recuerda los consejos más efectivos para hacer frente a la epidemia, como lavarse las manos con jabón con frecuencia, taparse la boca y la nariz al toser o estornudar, ventilar las estancias, no consumir antibióticos si se trata de un resfriado o una gripe, emplear antitérmicos si hay fiebre y en personas sin factores de riesgo ni enfermedades crónicas no acudir a urgencias si el estado general no presenta síntomas de alarma.

CÓMO ACTUAR CON GRIPE

Reposo y antitérmicos. Reposo, muchos líquidos, sobre todo zumos y agua, y antitérmicos para hacer frente a los síntomas. La gripe es una enfermedad no grave, salvo en personas con factores de riesgo, pero que produce malestar general. En los casos en los que discurre sin ningún síntoma de gravedad -dificultad para respirar, no poder retener líquidos, convulsiones- la persona puede permanecer en su domicilio, y de hecho se recomienda para evitar el contagio. Cuando hay un factor previo o una complicación, el primer nivel asistencial al que acudir es el centro de salud, seguido de la llamada al 061, el PAC y finalmente las urgencias hospitalarias, cuando aparece un signo que puede acarrear complicaciones.

Fuente: La Voz de Galicia