Archivo diario: 16 septiembre, 2012

Bienestar Social intenta aplacar in extremis a Apsa

Cerca de doscientos trabajadores de Asociación Pro Deficientes Psíquicos de Alicante (Apsa) se concentraron ayer en la Finca Terramar para reivindicar el pago de la deuda pendiente de la Generalitat y que asciende a 3.103.000 euros. Sin embargo, una hora antes de la protesta, los responsables de la entidad recibieron la comunicación por parte de la Conselleria de Bienestar Social de que se había hecho efectivo el pago de 806.000 euros.
La asociación y sus 350 trabajadores recibieron el ingreso con alivio, ya que desde el pasado mes de junio están sin cobrar sus nóminas. Ahora bien, el dinero recibido servirá para hacer frente tan solo a una parte de las nóminas pendientes, por lo que «no supone una solución al grave problema que sufre la asociación alicantina», señalaron desde la entidad.
De hecho, Apsa prevé coordinarse con la Federación Empresarial de Entidades Titulares de Centros y Servicios de Atención a Personas con Discapacidad Intelectual (FEAD) para llevar a cabo diversas medidas de presión que garanticen la regularización de los cobros pendientes de la Generalitat Valenciana y permita a las distintas asociaciones sin ánimo de lucro de la Comunitat Valenciana «continuar mejorando la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual».
El gerente, Carlos Giner, quiso destacar el compromiso de los trabajadores con los discapacitados porque «durante estos cuatros meses de impago de nóminas, la atención, el espíritu de entrega y compromiso con la calidad ha sido la máxima común para toda la plantilla».

El 20% de las demencias se pueden prevenir con unos hábitos de vida saludables

   Hasta el 20 por ciento de las demencias, las llamadas vasculares, pueden prevenirse, al adoptar hábitos de vida saludables, como una alimentación variada, según el director del grupo Bupa Care Services –matriz de Sanitas Residencial–, Graham Stokes, quien lamentado que no se este investigando actualmente «lo suficiente» sobre estas patologías.

Todo el mundo tiene pequeños olvidos, como no saber dónde están las llaves; la demencia supone «olvidos extraordinarios», como no acordarse del nombre de un familiar querido. «Si los tiene se debe a una patología», explica durante una entrevista a Europa Press, a la par que aclara que puede confundirse con un delirio, causado por diferentes discapacidades, y que en la mayoría de los casos es «curable».

Sin embargo, otras veces, estos «olvidos extraordinarios» son un signo de demencia causado por «una patología cerebral intratable». En estos casos, Stokes señala que, a partir de los 30 años, puede observarse algún síntoma.

Stokes advierte de que las demencias vasculares son «hasta en cierto punto prevenibles», puesto que tienen relación con la dieta y el estilo de vida. Así, asegura que «por primera vez hay indicios de que cuando el corazón está sano el cerebro también lo está».

«Si no fumas, haces ejercicio, llevas una dieta sana, lo puedes prevenir, siempre y cuando tengas una vida estimulante a nivel intelectual; es decir, siempre y cuando tengas activo el cerebro. No es una garantía pero puede ayudar a prevenir el riesgo», argumenta.

Mientras que, sobre el otro grupo de demencias, conocidas como celilares, reconoce que son todo «un misterio», y «no hay nada que se puede hacer para prevenirlo».

SIGUE HABIENDO ESTIGMA

El director del grupo Bupa Care Services considera que esta patología lleva todavía consigo implícito el estigma o miedo de los familiares y de los propios pacientes. «En términos generales, existe la creencia de que no se puede hacer nada al respecto», lamenta.

Por ello, subraya la importancia de que, cuando el familiar sospeche el menor síntoma de demencia, acuda «lo antes posible» al médico de Atención Primaria. «No es fácil porque mucha gente intenta disfrazar u ocultar el problema, pues niegan que tengan demencia, por lo que puede pasar que tengas que aprovechar una excusa (otro problema médico) para que le hagan una prueba de memoria», señala.

Una vez diagnosticada la patología, aclara que su abordaje «va por fases». Al principio, «nadie debería salir de su casa porque esas personas se sienten seguras con cosas que les resultan familiares así que es bueno que un cuidador profesional vaya a su hogar pero llega un momento en el que es necesario más atención», sostiene.

Después, este experto explica que los pacientes pueden precisar «de manera imprevisible» de cuidados y, por ello, es recomendable que estén en un centro especializado. El momento en el que un paciente debe acudir a una residencia es, a su juicio, cuando no es consciente de su propia demencia.

En sus palabras, la desventaja de que la persona acuda a la residencia es que, al principio, todo es nuevo. No obstante, Stokes destaca ventajas como que, en los centros, hay un equipo de personas especializadas, que «no están involucradas emocionalmente» y «la responsabilidad del cuidado se comparte». «No existe distrés personal, el cuidador no se altera con la mima facilidad, y el paciente está en un entorno de cuidado seguro», añade.

Por lo general, este experto describe el perfil del cuidador actual como una mujer mayor de 70 años, «lo cual quiere decir que ya tiene sus propios problemas de salud» y que, a veces, ha de pedir ayuda a sus hijos, quienes «ya tienen sus propias familias o trabajo y probablemente tampoco vivirán cerca».

Todas estas razones pueden dar lugar a la aparición del ‘síndrome del cuidador quemado’, «que está frustrado» y que es «muy negativo y pesimista», señala este psicólogo clínico. A su parecer, estas personas necesitan apoyo y «algún respiro». «Alguien con quien hablar, que comparta sus enfados y frustraciones», apostilla.

Por lo que, llevar a esta persona a un centro es «algo positivo», señala. «No es tirar la toalla, no es un fracaso. Tanto la persona que cuida como la que sufre demencia va a tener una vida mejor», reitera.

En el caso concreto de los centros que él dirige, el paciente va a encontrar a un personal empático y tolerante con el paciente, «que ha recibido la formación adecuada». Los cuidadores, prosigue, «querrán conocer todo lo que pueda sobre la persona que va a cuidar y, después, se elabora un plan de tratamientos adaptado a las necesidades de las personas».

En definitiva, en sus palabras, «vivirán una vida mejor dentro de un entorno seguro». «No es el fin de las relaciones familiares. Es más, mejoran porque no resulta estresante para el cuidador: le puedes visitar durante minutos e, incluso, horas y disfrutar de ese tiempo con tu familiar», explica.

Por último, este experto considera que «no se está haciendo lo suficiente en investigación». «Probablemente porque la mayoría de los pacientes son de una edad avanzada, por lo que no interesa tanto», cree. No obstante, «sí que se está haciendo investigación farmacológica aunque no haya resultados positivos».

«Ahora es cuestión de investigar los tratamientos psicológicos y sociales. Planteándonos en qué situación funcionan mejor y durante cuánto tiempo. Centrándote en cada persona, lo que funciona con cada una», explica este experto, para quien mantener su autonomía es una de las prioridades.

Leer noticia.

Aerte advierte a la Generalitat que sus impagos han puesto a la dependencia en situación crítica

AERTE VALENCIA La continua situación de impagos ha conducido al sector de la Dependencia en la Comunitat Valenciana a una situación crítica, según un comunicado de Aerte. Los más de 100 millones que la Generalitat adeuda a las empresas representadas por la patronal de las residencias para mayores «ofrecen un reflejo de su insostenible situación desde hace más de 8 meses», indica la entidad.
El anuncio de nuevos recortes para atender a los grandes dependientes provocará, no sólo la falta de atención a ese colectivo, sino nuevos despidos, añaden las mismas fuentes. Este es el mapa que ofrece la realidad de la Dependencia en la Comunitat Valenciana, según los portavoces de Aerte.
Una realidad de extrema gravedad, con características comunes. Las empresas del sector de la Dependencia representadas por Aerte no han cobrado ni un solo euro del año 2012, subrayan. La mayor parte de los trabajadores de estos centros no cobran sus nóminas. Existen grandes retrasos en el pago a proveedores, en los casos en los que cobran. Pese a que en reiteradas declaraciones en medios públicos, a principios de año, se ha dicho que tenían preferencia en el cobro los dependientes y especialmente los tutelados de la Generalitat, la realidad es que ningún centro que atiende a este colectivo ha cobrado ninguna factura del 2012, llevando a estos a una situación límite.
Esta situación puede provocar importante desabastecimiento de productos de primera necesidad en los centros de atención a la Dependencia en la Comunitat Valenciana, muchos de los cuales comienzan a tener problemas para la adquisición de alimentos.
Los retrasos en los pagos a la seguridad social están suponiendo unos cargos de demora del 20 % desde el primer día. Hay amenazas de cortes de suministros por impagos. Los trabajadores de estos centros se encuentran en una situación de lógica desmotivación e incertidumbre. El Gobierno Central y el Gobierno Autonómico anuncian más recortes, en un contexto de incremento del desempleo que pone en serio peligro la supervivencia de un sector estratégico, por el servicio que proporciona a la sociedad y el empleo que genera.
Los ahorros provocados por la reducción del cuidador informal sólo pueden ser ética y profesionalmente aceptables si se destinan a la atención de los más de 17.000 dependientes que hoy por hoy no reciben atención alguna. Durante los últimos 8 meses, Aerte está poniendo encima de la mesa soluciones y alternativas sin que hasta la fecha, se hayan recogido ni una mínima parte de sus pretensiones. Ha solicitado diversas reuniones con el Gobierno Valenciano mas allá de las Consellerías de Sanidad y Bienestar  Social, al tratarse de una cuestión transversal que afecta a la política económica. Conviene no olvidar que además de la atención a dependientes, se trata de un sector estratégico que genera no sólo salud, sino empleo intensivo, inversión, tecnología y, con formulas innovadoras, reducción del déficit.
Sin embargo, resaltan los directivos de Aerte, «hace tiempo que la realidad de la Dependencia en la Comunitat Valenciana ha sobrepasado todos los límites, en un contexto adverso en el que las empresas llevan más de ocho meses financiando servicios de asistencia a los ciudadanos valencianos sin que la Administración realmente escuche la realidad que vivimos y sufrimos los que estamos al pie del cañón». «Existe tanto ruido en la calle „remarcan„ que parece que nuestros gobernantes ya no escuchen. El futuro existe, pero si las cosas continúan así, si no se toman decisiones valientes y necesarias, pintan bastos», finalizan.

Leer noticia.