Archivo diario: 21 marzo, 2017

Cuales son las claves para el buen funcionamiento de una residencia

Laura Rodríguez, directora de Caser Residencia Betharram, explica que su reto es que «la persona quiera ir a una residencia porque se encuentra feliz allí».

Laura RodriguezLaura Rodríguez recorre los pasillos de Caser Residencial Betharram con una sonrisa y saludando a todos los residentes. Ella es un claro ejemplo del buen ambiente que se respira en el centro.

– La figura de los cuidadores de las personas mayores es cada vez más importante. ¿Cuáles debieran ser sus características?

– A la hora de seleccionar cuidadoras para esta residencia, más que la capacitación técnica, que también es importante, aunque todo se aprende, nos importa la actitud. Necesitamos personas a las que les gusten los mayores, les guste sonreír. Deben transmitir alegría, buen humor, sosiego y que tengan vocación de servicio. Valoramos más estos rasgos que la capacitación técnica; eso sí, tienen que tener la titulación. No nos importa que acaben de terminar los estudios y no tengan experiencia. Le damos mucho importancia a la calidad humana, porque estamos trabajando con personas que quieren que se les trate con cariño y les trasmitas vida. Todo ello sin olvidar la profesionalidad.

– ¿Qué aconsejaría a las personas que buscan un centro para un familiar?

– Hay que comenzar acudiendo a Servicios Sociales o a internet para buscar el listado de todas las residencias que se encuentran en su zona. Luego, tiene que acudir a visitarlas todas ellas. A la hora de tomar la decisión, cada persona tiene sus preferencias, algunos se decantan por la cercanía y otras por la calidad de las instalaciones.

– ¿Qué lleva a una persona elegir una residencia?

– La experiencia me dice que es por el boca a boca. La mayoría se guía por el prestigio, la fama o lo que le cuentan por la calle.

– ¿Cuáles son los motivos por los que vienen estas personas a la residencia?

– La mayoría de las veces se debe a que tienen un alto nivel de dependencia y en casa no se les puede atender. Otro de los motivos es que no disponen de un apoyo social para vivir solos.

– ¿Mejor en una residencia que en casa?

– Las tendencias de las políticas sociales en general en el mundo abogan por el mantenimiento de las personas mayores en su domicilio, pero nuestro reto es que las personas quieran ir a una residencia porque son felices allí y sientan que es su casa.

– ¿Qué es lo que más valoran los residentes?

– El trato que reciben por parte de las cuidadoras de la residencia. Quieren que se les trate con respeto, cariño y amabilidad. Al final, se valora a un centro por lo agradable y cercano del personal.

– ¿Cómo hacen que estos clientes se sientan como en casa?

– En una residencia tenemos 24 horas al día y 365 días al año para hacer felices a nuestros residentes. Por ello, tenemos que estar muy atentos a lo que ellos quieren. La clave para que se sientan a gusto es que se sientan como en un hotel con cuidados. Ellos deciden lo que quieren hacer: cuando se levantan, cuando quieren comer… Tenemos horarios, pero si hay personas que quieren salirse de esos horarios no tenemos ningún problema. Nuestra idea pasa porque la organización se adapte a las personas y no al revés. Este es nuestro reto.

– ¿Qué tipo de actividades organizan para animar a los residentes?

– Llevamos a cabo talleres muy variados, como de repostería, comentarios literarios y ganchillo. A su vez, cuando llega un residente nuevo le pedimos que nos diga qué le gusta hacer para poder ofrecérselo. Cambiamos mucho la oferta, porque ellos también se cansan de hacer durante mucho tiempo una misma cosa. No queremos imponer nada. Ellos tienen una serie de expectativas y quieren hacer unas cosas y otras no les interesan. Los talleres son siempre opcionales. No obligamos a nada. Lo que sí hacemos es motivar, porque es bueno para ellos que se socialicen y estén con el resto de personas. Para ello, buscamos cosas que les puedan interesar. No obstante, a veces, es muy difícil motivarlos.

– ¿Cuáles son las preguntas más frecuentes de los familiares cuando tienen a un familiar en la residencia?

– Principalmente, cuestiones de salud. Muchas veces acuden a hablar con el médico y las enfermeras para conocer cómo se va desenvolviendo su familiar. También nos preguntan sobre los cuidados que reciben y las relaciones que tienen con otra gente de la residencia.

– ¿Es duro este trabajo?

– Depende. Hay personas para las que sí lo es y para otras es gratificante. Para una auxiliar o gerocultora es duro física y emocionalmente, porque tiene una carga afectiva importante. Al final, esta persona entra en la intimidad más absoluta de estos residentes y se crean unos vínculos difíciles de gestionar. Por ello, trabajamos con la plantilla mucho la parte emocional, porque es clave su bienestar psicológico. Personas que no están bien consigo mismas no pueden cuidar a otras. Llevamos a cabo programas para que la gente venga a trabajar a gusto, porque si no es imposible que cuiden bien a los residentes.

– ¿Qué le ha llevado a este trabajo?

– Mis primeros pasos en este mundo los di en la gestión de la ayuda a domicilio. Hace 13 años, comencé en el centro de Irun de Caser Residencial. Posteriormente, me encargaron realizar la gestión de la apertura de esta residencia de Hondarribia.

– ¿Cuál es el reto para organizar un equipo tan amplio de profesionales?

– La clave para que esto funcione es sacar lo bueno de cada uno de los trabajadores. La felicidad de las personas que cuidamos depende en la capacidad de quienes gestionamos estos centros para generar bienestar e ilusión en los profesiones que trabajan en los centros. Ellos son la clave y los que consiguen que se cumplan las necesidades y los deseos de los clientes.

– ¿Qué tipo de perfil de empleados tienen?

– La política de empresa de Caser Residencial pasa por no subcontratar ningún servicio. Por ello, disponemos de perfiles muy dispares. Tenemos desde cocineras, limpiadoras, y auxiliares, hasta peluqueras, fisioterapeutas, psicólogas… Cubrimos todos los servicios que pueda tener una gran residencia.

Fuente: EL DIARIO VASCO

 

La primavera mejora el ánimo en los mayores y disminuye el riesgo de patologías respiratorias

primavera• Con el cambio estacional es aconsejable adaptar la alimentación a los productos de temporada

• Ingerir alimentos ricos en vitaminas, sales minerales, fibra y líquidos, como frutas, verduras y hortalizas, ayuda a mejorar el ritmo intestinal

La mejora de las temperaturas provoca una disminución del riesgo de patologías respiratorias y esto es positivo para el estado de salud de las personas mayores. El cambio estacional resulta beneficioso para la gran mayoría de los mayores.

“Aunque la primavera suele asociarse a alergias o a la denominada astenia primaveral –que se caracteriza por síntomas como somnolencia, irritabilidad, cansancio y apatía- el cambio de estacional trae muchos efectos beneficiosos sobre la salud de los mayores”, afirma David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.

La ampliación de las horas de luz y las temperaturas suaves son dos factores que potencian los efectos beneficiosos. “Es muy positivo para los mayores realizar actividades al aire libre, siempre que lleven la protección térmica adecuada. Aunque las actividades se realicen en el interior, también pueden aprovechar la luz natural”, añade el doctor Curto.

Adecuar la dieta a los alimentos de temporada

Es importante adaptar la alimentación y otros hábitos, como el sueño y el ejercicio, para sacar el máximo partido a estos efectos positivos. Las personas mayores pueden seguir una serie de rutinas de alimentación concretas para potenciar los efectos saludables de la primavera.

  • Tomar alimentos de temporada. “Al tratarse de productos que han crecido de forma natural sin necesidad de utilizar productos convervan mejor sus propiedades nutricionales y mantienen su aporte de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales”, indica el doctor Curto.
  • Ingerir alimentos ricos en vitaminas, sales minerales, fibra y líquidos, como frutas, verduras y hortalizas, ayuda a mejorar el ritmo intestinal.
  • Evitar comidas muy calóricas, como carnes o embutidos que son ricos en grasas.
  • Cambiar las sopas y pucheros más típicos del invierno por caldos, cremas frías o gazpacho.
  • Tener cuidado con los huevos, salsas y mahonesas, ya que con el aumento de las temperaturas se incrementa el riesgo de intoxicaciones alimentarias.
  • Mantener un buen nivel de hidratación, con una ingesta de un mínimo de 8 vasos de agua.

Poca astenia primaveral pero cuidado con las alergias

A pesar de las mejorías derivadas de la llegada de la primavera también hay que estar alerta y prevenir, en la medida de lo posible, los riesgos estacionales más frecuentes. “La astenia suele afectar a personas más jóvenes, entre 22 y 55 años, pero la alergia es una dolencia que afecta a cualquier edad. Picor en los ojos, congestión nasal, lagrimeo y tos son los síntomas más comunes. Y algunos se magnifican por la alta prevalencia de la sequedad ocular”, comenta el doctor Curto.

A la hora de tratar las alergias hay que prestar especial atención a los medicamentos que ya toma el mayor, ya que la mayoría de personas de edad avanzada se medican de forma habitual y podría darse algún efecto secundario fruto de la mezcla farmacológica.