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El ejercicio físico vigoroso aporta mayores beneficios a la salud cardiovascular

_investigadoresclnicauniversidaddenavarrayuniversidadbeneficiosejerciciofsicovigoroso_7f9073d4Según un estudio de la Clínica Universidad de Navarra, las personas mayores de 55 que lo practican presentan un 90% menos de riesgo de padecer síndrome metabólico (conjunto de enfermedades que aumentan el riesgo cardiovascular) que aquellos que realizan ejercicio de intensidad leve.

Un grupo de investigadores de la Clínica Universidad de Navarra y de la Universidad –integrantes del CIBEROBN Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición, del Instituto Carlos III y de IDISNA- ha demostrado que el ejercicio físico intenso, en personas sanas, previene en mayor medida el síndrome metabólico (conjunto de enfermedades que aumentan el riesgo cardiovascular) que el ejercicio moderado o leve, según ha informado la institución académica en un comunicado con motivo del Día Europeo de Prevención del Riesgo Cardiovascular, que se celebra este martes.

El estudio se ha realizado a través del Proyecto SUN, dirigido por el catedrático de la Universidad de Navarra Miguel Ángel Martínez, en más de 10.000 personas que no sufrían síndrome metabólico al inicio de la investigación. El seguimiento de las personas participantes se ha realizado durante una media de seis años y los resultados han sido publicados en la prestigiosa revista científica ‘American Journal of Preventive Medicine’.

«El síndrome metabólico (SM) es un conjunto de enfermedades que aumentan el riesgo cardiovascular, como niveles altos de glucosa, tensión arterial, triglicéridos en niveles elevados, HDL bajo (también llamado colesterol bueno) u obesidad abdominal», explican los investigadores. En estos casos, según indica el doctor Alejandro Fernández Montero, especialista en Medicina del Trabajo de la Clínica Universidad de Navarra y uno de los coordinadores de esta investigación, «las personas que sufren SM tienen más probabilidad de sufrir una cardiopatía, un accidente cerebrovascular (ictus), diabetes mellitus tipo 2, enfermedad renal y problemas de circulación».

Esta investigación de la Clínica Universidad de Navarra se ha convertido en el primer estudio que relaciona la intensidad del ejercicio físico en relación con el síndrome metabólico, teniendo en cuenta los estilos de vida y factores dietéticos. «Hemos incluido otros factores como la dieta mediterránea, consumo de ‘fast food’ (comida rápida), horas delante del televisor, tiempo de ejercicio físico, etc…, porque podría ocurrir que los que hacen ejercicio intenso cuidasen más su alimentación y realizasen estilos de vida más saludables y entonces no sabríamos si lo que previene es este tipo de ejercicio o los hábitos alimenticios y de vida”, precisa. Así, teniendo en cuenta estos factores, los investigadores comprobaron que el ejercicio físico vigoroso previene en mayor medida el síndrome metabólico que la práctica deportiva leve o moderada.

De hecho, los participantes del estudio mayores de 55 años que realizan ejercicio vigoroso presentan un 90% menos de riesgo de padecer síndrome metabólico frente a aquellos que realizan ejercicio de intensidad leve.

Mayor rendimiento deportivo y beneficios para la salud

La intensidad de ejercicio físico se mide en equivalentes metabólicos (mets) y, para considerar que se practica de modo vigoroso, el esfuerzo tiene que ser superior a 6 mets. Para tratar de llevarlo a la práctica, los responsables del estudio ponen los siguientes ejemplos: «Andar a paso ligero equivaldría a unos 2,5 mets y caminar a paso muy rápido a unos 4,5 como máximo. La natación se traduce en unos 6 mets; jugar un partido de fútbol, 7 mets; el footing (8km/h), 8 mets; y el atletismo, como por ejemplo, correr a 5min/km, alrededor de 12 mets.

«Cuando comparamos los efectos entre la intensidad y el tiempo de ejercicio físico, concluimos que ejerce un mayor beneficio la intensidad que el tiempo que se dedica a la práctica del ejercicio físico en el tiempo libre”, asegura.

Los problemas de iniciarse en la práctica de ejercicio físico vigoroso

El especialista concreta que lo realmente saludable es adquirir la capacidad de realizar ejercicio vigoroso. Por eso, advierten los expertos, es necesario saber cómo conseguir un mayor rendimiento deportivo y el máximo beneficio para la salud cuando se practica ejercicio físico.

«Estos resultados se han obtenido en participantes con un buen estado saludable, sin embargo, hay personas que no obtendrán beneficios cuando practiquen este tipo de deporte porque lo que están haciendo es dañino para su salud, ya que pueden sufrir patologías previas y no ser conscientes de ello», advierte el doctor. «Antes de comenzar la práctica de una actividad deportiva de manera vigorosa, hay que descartar cualquier alteración anatómica o funcional del corazón», concreta.

Por este motivo, la mejor alternativa es acudir a un especialista en medicina deportiva para valorar el estado del corazón y su resistencia. Este tipo de valoración debe incluir pruebas que ayuden a descartar cualquier tipo de cardiopatía (electrocardiograma, ecocardiograma, análisis de sangre, etc.) y una prueba cardiopulmonar de esfuerzo en bicicleta o en cinta rodante. «Estas pruebas nos permiten diseñar programas de ejercicio específicos según el objetivo de la persona, desde perder peso hasta mejorar tiempos en una maratón. El especialista le ayudará también a determinar la efectividad del ejercicio, ya que algunas personas que hacen deporte de forma habitual no saben a qué frecuencia cardiaca y a qué intensidad hay que ejercitar para obtener un mayor beneficio», concluyen los responsables del estudio.

Fuente: Heraldo

El ejercicio físico reduce el riesgo de demencia

demenciaLa práctica de ejercicio físico es un factor muy influyente en la disminución del riesgo de padecer demencia, concluyó un estudio de la Universidad de Cardiff (Gales) elaborado durante 35 años.

Los científicos, que estudiaron más de 2.000 hombres del sur de Gales, concluyeron que, aparte del deporte, el seguimiento de una dieta equilibrada y no fumar o tomar alcohol también tienen un impacto importante en la prevención de esta enfermedad.

Esos cuatro factores fueron estudiados durante más de tres décadas en esas personas y el estudio determinó que el más influyente de ellos para rebajar el riesgo de demencia fue el ejercicio físico.

«La reducción de los casos de demencia debido a estos pasos sencillos y saludables realmente nos ha sorprendido y es de enorme importancia en el envejecimiento de la población», dijo Peter Elrood, profesor de la Escuela de Medicina de Cardiff y uno de los autores del estudio. Para Elrood, es una «evidencia de que mucha gente no sigue un estilo de vida saludable».

El trabajo, publicado en el último número de la revista PLOS One, señala que, aunque el número de fumadores ha descendido en los últimos 35 años, los ciudadanos que siguen un estilo de vida saludable se mantiene en «niveles estancados».

Las personas participantes en el estudio, sometidas a un nivel de vida saludable durante más de tres décadas, estuvieron expuestas a un 60% menos de posibilidades de padecer demencia y a un 70% menos de padecer diabetes o ataques al corazón, comparado con los que no siguen estos principios saludables.

«Este estudio, esencial para comprender cómo se puede prevenir la demencia, evidencia que la vida sana podría reducir significativamente las probabilidades de desarrollarla», destacó Doug Brown, de la Sociedad del Alzheimer del Reino Unido.

Mientras, un grupo de médicos y expertos en salud aseguró en una carta dirigida al ministro británico de Sanidad, Jeremy Hunt, que una dieta mediterránea saludable podría prevenir esta enfermedad.

En la misiva dirigida a Hunt se señala que persuadir a los ciudadanos para que consuman alimentos sanos es «posiblemente, la mejor estrategia que hay actualmente disponible» para combatir esta enfermedad, que se prevé que en 2050 afecte a 135 millones de personas en todo el mundo.

Londres acogió el miércoles la primera cumbre del G8 sobre demencia, organizada por la presidencia británica.

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