Cáritas

Cáritas solicita reuniones con nueve ministros del nuevo Gobierno para abordar los retos «más urgentes»

Natalia-PeiroLa secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiro, ha solicitado formalmente a los titulares de los nueve ministerios relacionados con el desarrollo de la agenda social del nuevo Gobierno una serie de encuentros de trabajo para abordar de manera conjunta los retos «más urgentes» que plantean las condiciones de precariedad social de las personas acompañadas por Cáritas.

En concreto, ha solicitado encuentros con la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y los titulares de Asuntos Exteriores, Josep Borrell; Economía, Nadia Calviño; Hacienda, María Jesús Montero; Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Carmen Montón; Fomento, José Luis Ábalos; Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio; Interior, Fernando Grande-Marlaska, y Transición Ecológica, Teresa Ribera.

En estas misivas, que se han remitido después de que el presidente de Cáritas, Manuel Bretón, enviase su felicitación al nuevo Gobierno, se hace referencia expresa al documento de ‘Propuestas Políticas’ hecho público por Cáritas Española ante las últimas elecciones generales y cuyo contenido ha sido compartido en los últimos meses en distintos encuentros de trabajo con las distintas fuerzas parlamentarias.

En concreto, piden que se ratifique la Carta Social Europea revisada en 1996 y el protocolo adicional de 1995; que se garanticen los ingresos para los hogares en situación de pobreza severa; así como el acceso a la salud a todas las personas y el derecho a una vivienda digna y adecuada; que se garantice un empleo digno y un salario justo; y se apueste por la economía social y solidaria en la contratación pública –con cláusulas sociales y ambientales–.

También plantean que no se condicione el acceso al permiso de residencia a la obtención de un contrato de trabajo; que se garanticen los derechos humanos en los procedimientos de expulsión; que se cumplan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y se destine en esta legislatura el 0,4 por ciento del PIB a ayuda oficial al desarrollo para garantizar la financiación de un modelo de desarrollo sostenible, con el objetivo de avanzar hacia el 0.7 por ciento.

Estas propuestas están inspiradas, por una parte, en la llamada del Papa Francisco a la última Asamblea General de Cáritas Internationalis a ser parte de «una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades»; y por otra, en la instrucción pastoral ‘Iglesia, servidora de los pobres’, aprobada en abril de 2015 por la Conferencia Episcopal Española (CEE).

Fuente: La Vanguardia

Cáritas abre su campaña de Navidad centrada en las personas mayores solas

CàritasLas diez Cáritas Diocesanas de Cataluña han iniciado hoy su campaña de Navidad para ayudar a las personas que viven en situación de pobreza bajo el lema «Esta Navidad, sé parte de la solución contra la pobreza» y que este año centrará en las personas mayores que viven solas.

Por primera vez, las diez Cáritas ubicadas en territorio catalán han hecho llegar este lema único para invitar a colaborar en la campaña con una colecta que se llevará a cabo en todas las parroquias.

Cáritas atendió el año pasado a 360.604 personas en Cataluña, un 4,8% de la población catalana, gracias a las aportaciones de 16.000 particulares, 1.000 empresas y el trabajo de casi 500 profesionales y más de 12.000 voluntarios.

«Desgraciadamente, nuestra labor social sigue siendo hoy más imprescindible que nunca, y se ha querido centrar la campaña en uno de los colectivos más olvidados de nuestra sociedad: la gente mayor», han explicado los responsables de Cáritas.

«La soledad es un rasgo común en muchas de las personas mayores que acogemos y acompañamos desde Cáritas», han añadido.

Un 60% de las personas mayores atendidas por Cáritas son personas que viven solas, «y por eso hay que trabajar para garantizarles una vida digna con el calor y el acompañamiento que ofrecemos», señala Cáritas».

 

Fuente: La Vanguardia

 

 

 

Cáritas Málaga conciencia sobre la mejora de los cuidados de personas mayores

Cáritas Málaga realiza un documental para concienciar sobre el exceso de sujeciones en personas mayores.

“Vivir sin ataduras” es el título del último documental producido por Cáritas Málaga, que sale a la luz con la intención de concienciar a la opinión pública sobre la importancia de mejorar los cuidados de las personas mayores, especialmente de las que sufren Alzheimer.

Erradicar las sujeciones

En palabras del director del Centro El Buen Samaritano de Cáritas Málaga y guionista de este documental, Patricio Fuentes, “demasiadas veces se sujeta, se ata a la persona mayor con demencia, especialmente en las residencias y centros de mayores, y eso es algo que tenemos que erradicar, buscando nuevas formas de atender a estas personas, porque las consecuencias que provocan sobre ellas el estar sujetas son muy graves”.

En la senda de impulsar unos cuidados libres de sujeciones, el documental realizado por Alberto Gauna cuenta con la participación de los mayores expertos en el ámbito nacional en cuanto a referencia ética y de buenos cuidados, como Antonio Burgueño, director técnico del programa Desatar al Anciano y al Enfermo de Alzheimer, de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA); y la profesora de Ética en la Universidad de Deusto, Mª Jesús Goikoetxea.

Participación de varias Cáritas Diocesanas

España tiene el triste récord de ser el país con el índice más elevado de sujeciones por persona mayor. Convencidos de que es posible mejorar la calidad de vida de las personas con demencia o Alzheimer, en la realización de esta obra han participado distintos centros de Cáritas Diocesanas de toda España, que lleva a cabo de manera conjunta un programa pionero en nuestro país para eliminar en sus servicios el uso de sujeciones, desde el criterio de que cada persona sea tratada y viva según la vida que Dios soñó para ellos.

Fuente: ECCLESIA digital

Miguel Ángel Riera: «Cáritas atiende el mismo número de personas que en plena crisis, unas 1.500 en Ibiza y Formentera»

caritas-ibizaMiguel Ángel Riera, párroco de Sant Francesc y del Pilar de la Mola, ya había sido el delegado de Cáritas para Ibiza y Formentera entre 1993 y 2006. Hasta ahora ha ocupado el puesto de delegado episcopal de misiones. Ahora le propusieron volver al trabajo en Cáritas y aceptó la responsabilidad como conocedor de esta organización cristiana y para poder desarrollar la dimensión social de la Iglesia a la que se siente especialmente ligado por inquietudes y compromiso con las personas más desfavorecidas.

-¿Qué le ha movido a aceptar el puesto de delegado de Cáritas en las Pitiüses?
-La obediencia (risas)… no, en serio, realmente siempre he estado vinculado a Cáritas. Cuando estudiaba en el seminario hice, por mi cuenta, un curso de voluntariado juvenil y fui voluntario de Cáritas cuando estudiaba en Valencia. Es algo que me gusta, la dimensión social de la Iglesia es algo básico y fundamental. Como me gusta, y lo llevo en la sangre, no pude decir que no. Ahora, también dije que no podía llevarlo todo y por eso dejo de ser el delegado de misiones para ser el delegado de Cáritas.

-¿Cuáles son las funciones que tiene como delegado?
-El presidente de la institución es el obispo y éste delega en otras personas. Los objetivos son claros: que Cáritas mantenga la identidad y orientación cristiana que tiene que tener. Es cierto que la organización tiene una estructura muy consolidada, con un director, un tesorero, una secretaria y vocales con distintas funciones. Junto con el director somos los que llevamos las riendas de Cáritas. Está claro que sin ese equipo de gente el delegado no podría hacer mucho, pero es importante mi función de sacerdote dentro de la entidad.

-¿Con cuantos voluntarios cuenta Cáritas en Ibiza y Formentera?
-Unos 110 en Ibiza, en Formentera hay 4 o 5 voluntarias que son las que hacen la fase de acogida. Me explico, Formenterers Solidaris está haciendo una labor muy importante con la distribución de ropa y de alimentos, pero se veían un poco desbordados por el hecho de que no podían dar una atención específica a la gente. Ahora este grupo de voluntarias hace la fase de acogida, que es cuando alguien viene a pedir algo y se intenta detectar de dónde viene el problema. Puede ser que no tenga trabajo, que haya problemas de drogadicción o alcoholismo o que tengan un trabajo pero que el sueldo no llegue. Cáritas en esto tiene otros recursos con los que se puede contar a la hora de paliar esas necesidades. Esto en Eivissa ya se hace y en Formentera estamos en una fase incipiente, que sería una Cáritas parroquial de Sant Francesc, lo mismo que las hay en Sant Antoni, Santa Eulària, Sant Jordi y Puig d´en Valls.

-¿Qué tipos de personas recurren a Cáritas?
-Esto ha cambiado un poco, pero es lo mismo que en cualquier servicio social. Es decir, varón de entre 30 y 50 años, aunque pienso que esto del tipo está cambiando. Ahora nos enfrentamos a las nuevas pobrezas derivadas de la crisis. Hace poco miraba números y estamos atendiendo al mismo número de personas que en 2015 y 2014, en plena crisis.

-¿A cuántas personas atiende Cáritas al año?.
-Lo digo de memoria, pero mucha gente, demasiada, son unas 1.500 personas sobre las que estamos llevando un seguimiento. Sobre el perfil insisto en que ha variado, tenemos a personas que tienen trabajo pero que no llegan a final de mes, lo que hasta ahora no había sucedido jamas. Hoy en día los alquileres se disparan y el problema de la vivienda es muy grave en las Pitiüses.

-Así como en Ibiza se puede ver a personas sin techo, en Formentera no ocurre…
-Las personas que están en la calle suelen tener algún problema de drogadicción o alcoholismo y a veces de salud mental y es cierto que el albergue que tenemos no puede acoger a toda la gente que hay, por eso el Ayuntamiento de Eivissa quiere ampliar el albergue, y luego está la construcción del centro del Gorg. En este caso se trata de un centro de baja exigencia para gente que, simple y llanamente, su vida está muy deteriorada y a la que no puedes motivar para que salga de esa situación. Este tipo de casos en Formentera no se dan, bien porque viviendo en la calle en Formentera no llegarían a vivir o bien porque si vienen aquí se dan cuenta que no pueden y regresan a Eivissa. En Formentera tenemos un par de casos de personas que están viviendo en situaciones lamentables. Es impresionante que con la riqueza que hay en Formentera haya personas que vivan es una situación tan precaria aunque no estén en la calle. Gracias a Dios tienen algún tipo de cobijo.

-¿Qué le parece que en una sociedad como la pitiusa que vive del turismo, donde el lujo y el derroche son más que visibles, tengan que atender a 1.500 personas al año?
-No queremos ver la realidad. Le pongo un ejemplo: cuando hacemos la recogida de alimentos en los colegios, los padres se interesan por su destino. Cuando les explicamos que se recoge y se distribuye íntegramente en Formentera, no se lo acaban de creer. Incluso la pasada semana tuve que ir a Eivissa con el coche, al Banco de Alimentos, porque aquí nos habíamos quedado sin leche. Por eso la primera cuestión es que no somos conscientes de la pobreza. Como yo vivo bien, pienso que todo el mundo vive bien. Digamos que somos incapaces de visualizar a nuestro alrededor las necesidad reales de las personas que viven en condiciones precarias. Luego esta la manera de vivir. El Papa Francisco lo recuerda en una encíclica que dice que una de las cosas que más pobreza está produciendo es la destrucción de nuestro entorno. La opulencia también la vemos en nuestras islas, que se degradan por esos excesos, y eso deja al margen a la naturaleza pero también a la gente. Eso es una injusticia.

-Cáritas ayuda, ¿pero también denuncia?
-Sí, una de las labores claras de Cáritas es la denuncia de las injusticia. Muchas veces se ha relacionado a la organización como una entidad benéfica que ayuda a los pobres, pobrecitos…. Pero eso no es así, una de las labores principales de Cáritas es la denuncia de estas situaciones. Y lo que no ayuda nada es el dinero fácil que entra en nuestras islas, eso no ayuda en nada. Vivimos en un mundo de incoherencia en el que no nos damos cuenta de que realmente estamos en una burbuja de bienestar, de riqueza y no somos capaces de mirar más allá.

-¿Son solidarios los ibicencos y formenterenses?
-Lo somos, pero de una manera muy concreta. Nos cuesta ser solidarios como algo vital. Ahora en la campaña de Navidad, que es cuando se pide un tipo de colaboración muy concreta, somos muy solidarios. Pero el resto del año nos adormecemos. Hay pocos socios de Formenterers Solidaris, hay pocos socios de Cáritas y hay pocas empresas que se plantean ayudar, por ejemplo, que den un porcentaje de su beneficio a una entidad solidaria. Solidarios somos, pero yo diría que nos falta conciencia solidaria.

-¿No le parece que muchas veces las ayudas son para lavar nuestra mala conciencia?
-No me atrevo a decir que las ayudas solidarias son para tranquilizar las conciencias. Lo que sí digo es que nos tienen que llamar a la conciencia para que reaccionemos, Hay muy poca gente que venga durante el año y te diga: ´toma esto para ayudar a la gente pobre´. Desde Cáritas lo que planteamos es que esa ayuda sea una forma de vivir, eso sería lo ideal. Es decir, que mi forma de vivir sea la de tener en cuenta a la gente que no tiene y eso nos ayudaría, además, a controlar más la manera de consumir que tenemos. Cuando dejas de consumir tanto, equilibras las necesidades que hay en el mundo. Tenemos que ser más conscientes de lo que gastamos y de lo que tenemos

-¿Organizaciones como Cáritas existen porque la administración no es capaz de cubrir esas necesidades?
-Aunque los gobiernos llegaran a todo, seguirían existiendo las ONG. Además, creo que estamos a la cola de los países europeos en la media de gasto por habitante en servicios sociales y muchas veces ese gasto pienso que está mal distribuido.

-¿Qué quiere decir?
-Los pobres no votan, las personas marginadas no votan. Es un colectivo que no existe, no tienen ni voz ni rostro, por lo que estas personas no cuentan, son invisibles. Luego, vemos que mucho dinero se va a las personas mayores y a los viajes del Imserso. No digo que eso no se tenga que potenciar, pero pienso que la distribución del dinero para servicios sociales tendría que ser otra. Cáritas es la voz y el rostro de los que no tienen ni voz ni rostro.

Fuente: DIARIO de IBIZA

La soledad uno de los principales problemas de las personas mayores

Cáritas conoce y es sensible al problema de la soledad en las personas mayores. Así, Cáritas Diocesana Sigüenza-Guadalajara está llevando a cabo un Proyecto de acompañamiento a personas mayores en la ciudad de Guadalajara denominado “Junto a ti”, que persigue  evitar situaciones de soledad y fomentar el envejecimiento activo.

Caritas

 

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La renta familiar cae a niveles del año 2001, el 6.4% de españoles al borde de la exclusión

Estadísticas pobrezaLa crisis y los recortes están golpeando con tal dureza a la sociedad española que las rentas se han desplomado a niveles de hace diez años. Ya hay tres millones de personas en una situación de pobreza extrema, la antesala de la exclusión. Y la capacidad adquisitiva, 18.500 euros de promedio por español en 2012, es inferior a la del año 2001. Los detalles de este retroceso los presentó ayer Cáritas en un informeque habla de una década perdida.

El escenario que dibuja el estudio Desigualdad y Derechos Sociales. Análisis y Perspectivas 2013, elaborado por la Fundación Foessa (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada) a partir de diferentes fuentes oficiales, es de una situación de dureza sin precedentes recientes, según la entidad humanitaria. El descenso en la cantidad de dinero que manejan las familias obedece al efecto combinado de la caída de los ingresos (un 4%) y la subida de los precios (10%). Y se traduce en un empobrecimiento que “avanza a la carrera”, añade Carlos Susías, de la Red Contra la Pobreza y la Exclusión Social España (EAPN). Especialmente entre los más desfavorecidos. “Es una verdadera barbaridad la evolución de los últimos años”.

El retroceso de los ingresos afecta de forma especialmente cruenta a las rentas más bajas, una categoría que no deja de reclutar ciudadanos. El 21,8% de los españoles vive en pobreza relativa —en 2008 la tasa estaba en 19,6%—. Son 10 millones de personas. Este índice (que fija Eurostat) corresponde al 60% de la mediana de la renta nacional. Es decir, una persona es pobre si vive con menos de 7.300 euros anuales. Por cada adulto que se suma a la unidad familiar, habría que incluir la mitad de esta cantidad, y un 30% por hijo. De esta forma, una pareja con dos hijos está por debajo del umbral de la pobreza si cuenta con menos de 15.330 euros para pasar el año.

La situación de pobreza severa (30% de la renta mediana, 3.650 euros anuales) también crece, y ya alcanza al 6,4% de la población —4% en 2008—. En total, unos tres millones. Para José Manuel Ramírez, presidente de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, este último dato es especialmente preocupante. La pobreza extrema es el peldaño anterior a la exclusión social. “Recuperar a estas personas exige una media de 10 años de una intensa intervención social, y esto supone un enorme coste humano y de recursos”, añade este especialista en servicios sociales.

Hay datos sobre los que el informe presta especial atención. Por ejemplo, el que indica que un 38% de los hogares monoparentales con un hijo o más vive por debajo del umbral de pobreza y el 11,7% de pobreza extrema, según la Encuesta de Condiciones de Vida del INE de 2011. O que el porcentaje sea similar (48% bajo el umbral de pobreza) en el caso de familias con dos adultos y tres hijos a su cargo. “No hay que olvidar que la pobreza es el acelerante que lleva a la exclusión”, insiste Susías, “y que esta es mucho más compleja de combatir”.

Hasta hace un año, los informes Foessa, destinados a diseccionar la realidad social del país, no tenían una periodicidad fija. Tras el de 2008 se elaboró el de 2011. Sin embargo, dada “la velocidad de la evolución” de la crisis, sus responsables decidieron no dejar pasar más de 12 meses antes de volver a tomar el pulso de la situación, explicó ayer el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, durante su presentación. “Si el anterior informe revelaba que la pobreza en España era más intensa, más extensa y más crónica, hoy se puede decir que ese proceso de empobrecimiento se ha profundizado en extensión”, añadió Mora.

Una de las consecuencias de la crisis y el desempleo es el intenso incremento de la miseria. Otra, “el aumento sin precedentes de la desigualdad de su distribución” en la sociedad. Desde 2006, los ingresos de las personas con menos recursos han caído año tras año un 5% mientras en los hogares más acomodados la tendencia ha sido la inversa. El resultado de ello es que desde el inicio del hundimiento económico, en 2007, la diferencia entre los más ricos (el 20% de personas con mayores rentas) y los más pobres (el 20% con menos ingresos) ha aumentado un 30%.

Esta es la sombría fotografía de la crisis hoy en día. Pero el futuro, una vez vayan desapareciendo los nubarrones y repunte la actividad económica, podría ser igual de malo o incluso peor para los ciudadanos más desprotegidos. Cáritas advirtió que la contundencia y la multiplicación de los recortes sociales están sentando las bases para que el impacto de la crisis se cronifique entre los más desfavorecidos. Y que los “ajustes en bienes básicos, la reducción de prestaciones sociales y la exclusión de grupos de ciudadanos de servicios elementales” pueden convertirse en un obstáculo insalvable a la hora de sacar de la pobreza a la legión de ciudadanos que han quedado atrapados en ella. “Los recortes en los servicios públicos de bienestar pueden suponer una ruptura definitiva para los más pobres”, insiste el informe. “Corremos el riesgo de abandonar a su suerte a las personas más desprotegidas”, concluyó Sebastián Mora.

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Cáritas alerta de que España «es ya una sociedad fracturada»

Caritas  El secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, ha alertado sobre la realidad social que vive España y ha asegurado que «la sociedad española es ya una sociedad fracturada como consecuencia del severo incremento de la desigualdad», según recoge el informe anual de la Fundación Foessa ‘Desigualdad y Derechos Sociales. Análisis y perspectivas 2013’, presentado este miércoles en la sede de la ONG en Madrid.

   En este sentido, Mora ha señalado que el hecho más significativo que se recoge en este documento –que muestra la evolución de España desde el año 2006 hasta 2012 en relación a la renta y la desigualdad, el empleo, la pobreza y los derechos y servicios sociales– es el incremento severo de la desigualdad social. «La brecha que se ha abierto entre las personas empobrecidas y los que tienen acceso a bienes y servicios es cada vez mayor, es alarmante porque en estos momentos la desigualdad y la fractura social en España son de una importante proporción –ha precisado–. La desigualdad es un escándalo ético y político».

Ante esto, ha criticado la disminución que se ha llevado a cabo en las políticas de protección social, tanto con medidas suprimidas como con medidas fiscales, educativas o sanitarias. Para Mora «estas medidas tomadas de una en una pueden ser medidas que pidan un sacrificio incluso razonable, pero tomadas todas en su conjunto hacen la vida muy difícil de vivir y no permite a las personas vivir en igualdad».

Así, entre las principales diferencias sociales el texto hace hincapié en las desigualdades que se han producido desde el comienzo de la crisis entre las rentas más altas, que cada vez son mayores; y las más bajas, que, por el contrario, no dejan de disminuir. El texto refleja que desde el año 2006 las rentas más bajas han ido bajando cerca de un 5 por ciento cada año, hasta 2011, lo que significa que la diferencia entre las más altas y las más bajas se ha incrementado en un 30 por ciento, dando lugar a que «las rentas mayores sean siete veces más altas que las más bajas».

En cuanto a las familias, el secretario general de Cáritas ha indicado que «si hace un año, el anterior informe revelaba que la pobreza en España era más intensa, más extensa y más crónica, hoy se puede decir que ese proceso de empobrecimiento se ha profundizado en extensión». «Esto se demuestra con el dato que señala que el 41,6 por ciento de familias con tres hijos están ya bajo el umbral de la pobreza y casi un 16 por ciento de estas familias están sufriendo pobreza severa», ha destacado.

Respecto a la pobreza que afecta a la sociedad española, el coordinador del Equipo de Estudios de Cáritas, Francisco Lorenzo, ha subrayado que según los datos del INE (2011) hay un 26,8 por ciento de personas en situación de pobreza o exclusión social en España, de los que un 21,8 por ciento sufren pobreza ‘relativa’ y un 6,4 de ellos padecen pobreza ‘severa’.

Francisco Lorenzo ha expuesto que en 2012 la sociedad española ha asistido a «los peores resultados de la etapa democrática». «Se ha pasado de 300.000 hogares sin ingresos en 2007 a 630.000 en 2012, además los hogares que no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos pasan del 30 por ciento al 44,5 por ciento y se han incrementado en más de 1,8 millones, los hogares con todos los miembros de la familia activos en paro, frente a los 380.000 hogares que tenían esta situación antes de la crisis», ha agregado.

«España es una sociedad pobre»

Con estos datos sobre la mesa, Mora ha manifestado que lo que este informe demuestra es que «quienes realmente se han ajustado tres botones del cinturón son los más pobres». Además, ha alertado de que «la pobreza más severa y los colectivos en máxima exclusión están siendo eclipsados, ocultados por la pobreza tan amplia que vive el país». «España era una sociedad con muchos pobres, siempre ha tenido una tasa de pobreza relativamente alta y ahora estamos siendo una sociedad pobre», ha asegurado

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Por ello, ha lamentado que «la fractura social, que se ha instalado en España, con el tiempo va a hacer más difícil que las personas que sufren pobreza y exclusión puedan pasar a una situación de normalidad sociológica. No obstante, ha animado a que hay que tener «la convicción profunda de que esto no es lo que hay, que tenemos que construir un haber nuevo entre todos». «Los análisis deben ser comienzos de un camino, no meras estadísticas sin alma», ha añadido.

Por su parte, Lorenzo ha criticado que los recortes en los servicios públicos del bienestar «están dando paso a una ruptura definitiva que está abandonado a los más pobres a su suerte y se están dejando descolgados a los hogares más pobres de las sociedad». «Hay que tener en cuenta que las decisiones que tomemos en estos momentos marcarán una tendencia concreta que se fijará en nuestra estructura social, seremos una sociedad u otra diferente dependiendo de la apuesta que hagamos por los derechos sociales», ha advertido.

En último lugar, Mora ha advertido de que para lograr que esta situación cambie habría que «garantizar un sistema de ingresos mínimos para todas las personas; tomar conciencia de que se adoptan muchas medidas de ajuste; tener en cuenta a los más pobres en la elaboración de las políticas de ajuste; y tener en cuenta las iniciativas legislativas que ayudarían a la vida familiar, en materia hipotecaria o de acceso igualitario a la educación o la sanidad».

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Cáritas denuncia que un tercio de los hogares tiene problemas para llegar a fin de mes

Cáritas ha advertido de que la pobreza en España es «más extensa, más intensa y más crónica que nunca» y de que el aumento de la brecha salarial entre ricos y pobres «amenaza con polarizar la sociedad».
Estas son algunas de las conclusiones derivadas del informe Exclusión y desarrollo social 2012 elaborado por la Fundación FOESSA y presentado hoy por la ONG de la iglesia católica sobre la situación de la pobreza en España.

En concreto, Cáritas ha subrayado que la proporción de hogares españoles que viven por debajo del umbral de la pobreza es de casi el 22 por ciento y que otro 25 por ciento de los hogares está en «situación de riesgo».
De hecho, un tercio de los hogares españoles tiene «dificultades serias» para llegar a fin de mes y la tasa de desempleo de los sustentadores principales del hogar es del 19 por ciento, lo que supone «un máximo histórico».

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