Archivo mensual: mayo 2017

«Viviendo hasta el final», unos 250 expertos debatirán en Vitoria sobre la vejez activa

XVI Congreso de Zahartzaroa, Asociación Vasca de Geriatría y Gerontología, y IX Congreso de la Sociedad Navarra de Geriatría y GerontologíaAlrededor de 250 profesionales procedentes de diversas disciplinas médicas y sociales debatirán a partir del próximo jueves y hasta el sábado en Vitoria sobre la atención a las personas mayores y la vejez «activa».

Durante tres días el Palacio Europa de Vitoria acogerá por sexta vez los congresos de Zahartzaroa-Asociación Vasca de Geriatría y Gerontología y el de la Sociedad Navarra de Geriatría y Gerontología (SNGG), un evento que ha sido presentado hoy en un acto que ha contado con la participación de la diputada foral de Servicios Sociales de Álava, Marian Olabarrieta, y del concejal de Políticas Sociales y Salud Pública de Vitoria, Peio López de Munain.

«Viviendo hasta el final» es el lema elegido para esta cita, según ha explicado el presidente de Zahartzaroa, Iñaki Artaza.

«Queremos una vejez llena de vida, de actividad, de salud, pero también de solidaridad, de compromiso», «respetar» los deseos de los mayores, «proteger» sus derechos, «cuidarles y acompañarles hasta el final», ha resumido Artaza, quien ha explicado que por ello han congregado en Vitoria a profesionales de diversas disciplinas que comparten una visión transversal y global de la atención a este colectivo.

Durante el congreso se abordarán cuestiones como la inmunidad y la vejez, la actualización terapéutica con una visión geriátrica de los pacientes con enfermedades crónicas y también aspectos vinculados con el respeto a los valores, la soledad, la planificación anticipada de decisiones, el derecho a la información y el maltrato en mujeres mayores.

De una forma más práctica se trabajará en siete talleres que abordarán cuestiones como el dolor, el manejo del paciente con demencia avanzada, las restricciones físicas, la nutrición y la musicoterapia, entre otros temas. Las jornadas finalizarán el sábado con una conferencia a cargo de la escritora Toti Martínez de Lezea.

Tanto Olabarrieta como López de Munain han agradecido a las dos asociaciones su apuesta por la capital alavesa para celebrar este evento profesional.

La diputada foral ha indicado que la Diputación alavesa lleva «muchos años en el grupo de cabeza de las administraciones que han puesto en práctica un modelo de atención centrado en las personas y las buenas prácticas» y ha asegurado que el servicio a este colectivo es una de las prioridades de esta institución.

López de Munain ha resaltado que «Vitoria es una ciudad amiga de las personas mayores» y ha añadido que ésta volcada «en políticas y medidas preventivas para fomentar la autonomía» de este colectivo.

Fuente: noticias de Álava

Los «nuevos mayores» demandan actividades de voluntariado, idiomas, cultura y nuevas tecnologías

mujer-mayor-ordenadorUnas 125.000 personas de Zaragoza tienen más de 65 años, lo que supone en torno al 20% de la población. El Ayuntamiento quiere mejorar su oferta de proyectos de envejecimiento activo y por ello ha elaborado un diagnóstico sobre estos «nuevos mayores», que demandan actividades de voluntariado, idiomas, cultura y nuevas tecnologías.

En torno al 20% de la población de Zaragoza tiene más de 65 años. Sin embargo, el colectivo denominado como «personas mayores» comprende un perfil muy amplio. El Ayuntamiento quiere mejorar su oferta de proyectos de envejecimiento activo y por ello ha elaborado un informe sobre estos «nuevos mayores», tal y como les denominan.

Más de la mitad de estas 125.000 personas mayores acuden habitualmente a los centros municipales de convivencia. Sin embargo, los recién jubilados que rondan los 65 años tienen otros intereses. Y es que, tal y como ha explicado el responsable de la Oficina Técnica del Mayor, Javier Viela, «prefieren ayudar a la comunidad que recibir servicios».

Viela afirma que a los 65 años se accede a la jubilación «con una actitud activa de participación». Simplemente, ha dicho, «tienen más tiempo libre y se sienten perfectamente capaces de seguir haciendo cosas y sienten que tienen tiempo para aportar todo aquello que pueden seguir aportando por su experiencia de vida o sus propias profesiones».

Para elaborar este informe se ha preguntado directamente a las personas mayores, y ellos lo tienen claro: quieren más proyectos de voluntariado, que se les reconozca su contribución social y actividades adaptadas a las nuevas necesidades sociales. También apuestan por un modelo de ciudad abierto a todas las ciudades. Pero sin duda, ha destacado Viela, quieren actividades relacionadas con las nuevas tecnologías, los idiomas y la cultura.

El objetivo de este informe es conseguir un diagnóstico participativo de este colectivo para ampliar la oferta de actividades. Ahora, el Ayuntamiento estudiará qué medidas llevar a cabo.

Fuente: aragondigital.es

La Sociedad Galega de Xerontoloxía y Xeriatría imparte el primer curso sobre el modelo de Atención Integral Centrada en la Persona AICP

AICPNormalizar la vejez, estableciendo los vínculos necesarios para que cada persona mayor pueda cumplir con la vida que desea vivir, de la forma más parecida a como ha sido hasta ahora. En suma, respetando los deseos de cada individuo. Esta esta es la base en la que se sustenta lo que se conoce como modelo de Atención Integral Centrada en la Persona (AICP), un tipo de atención a personas mayores y dependientes que busca satisfacer todas las necesidades vitales y mejorar la calidad de vida de las personas a las que atiende, contando en todo su momento con su participación plena, sus valores y su visión de cómo debe ser su vida.

Sobre este modelo, que aún está en proceso de implantación en España y que muchos gerontólogos consideran el modelo del futuro, impartió el primer curso este fin de semana la Sociedad Galega de Xerontoloxía e Xeriatría (SGXX), que impartió la gerontóloga social y experta en intervención social integral Lourdes Bermejo. «La AICP contribuye a mejorar el sector, no solo por optimizar la calidad asistencial, sino también porque logra que las personas mayores sean tenidas más en cuenta», argumenta la experta, que añade que este modelo aspira a modificar la forma de trabajar y relacionarse con los usuarios para conseguir que estén óptimamente atendidas al mismo tiempo que puedan seguir siendo personas «adultas, valiosas y reconocidas». Para alcanzar esto, la gerontóloga afirma que es necesario que las residencias e instituciones configuren su entorno lo más parecido posible al hogar des usuario y que el trato que se le dispense sea más personalizado e individual, fomentando su capacidad para valerse por sí mismo y permitiéndole que sea él quien tome sus propias deciciones.

«El modelo tradicional prioriza la calidad asistencial, en función del control y de la seguridad, homogeneizando el trato y la oferta de actividades y oportunidades para las personas, diseñando siempre desde el punto de vista del profesional y de la organización, sin tener en cuenta la opinión de la persona», asegura. Por el contrario, el modelo de Atención Integral Centrada en la Persona, tiene al individuo como prioridad. «Ahora sabemos que es necesario evolucionar hacia una manera de trabajar donde se dé voz a la persona para escucharla y, junto con nuestra opinión profesional, llegar a un consenso con ella», argumenta.

En su opinión, la AICP establece los vínculos necesarios para que cada persona mayor pueda cumplir con la vida que desea vivir. Es lo que los expertos definen como «normalizar la vejez». «Aunque muchos profesionales e instituciones ya poníamos en práctica para mejorar la calidad de la atención, no era ni lo habitual ni lo oficial. Sin embargo, esta manera diferente de trabajar y de concebir la atención es el foco esencial de la AICP», expone la experta, que no duda de que este modelo es el modelo del futuro. «Los derechos son para toda la vida. La persona tiene derecho a decidir qué tipo de apoyos quiere para su vida diaria. No hacerlo sería discriminarla por razón de edad o situación física»; afirma.

Fuente: Faro de Vigo

Cada vez más personas participan en las actividades de deporte y ocio de envejecimiento activo

envejecimiento activoFaltan pocos minutos para que comience la clase de taichí para mayores en el Polideportivo Municipal José Paterna de El Palo. Los alumnos –mujeres en su mayoría– se arremolinan en la entrada antes de pasar a la pista donde el monitor de la ONG Taichí Sin Fronteras, Félix Sánchez, les espera para dar la clase, coordinada por el Área de Deportes del Ayuntamiento de Málaga dentro de su programa de prevención de caídas y en colaboración con otra entidad sin ánimo de lucro, la asociación En Activo. Algunas de las participantes llegan apoyándose en sus muletas. Otra señora, agarrada del brazo de su hija. En la puerta, se saludan y hablan de sus cosas y hacen un resumen de sus achaques. «Hoy me duele más la cadera», comenta una. «Pues yo llevo un tiempo sin venir porque me caí», dice otra.

En la clase, realizan los ejercicios de pie, pero algunas usuarias ponen a su lado una silla por si se cansan demasiado o por si pierden el equilibrio. «Les da un tono vital diferente; además, les hace ver que aún son capaces de hacer cosas con su cuerpo, así que les viene muy bien anímicamente», señala Sánchez. «Me gusta venir porque me noto más flexible y no me duele tanto la rodilla. Me hice daño en un brazo por una caída y era incapaz de levantarlo; ahora he recuperado parte de la movilidad», señala María Río, de 71 años. «Para mí también es una forma de hacer amistad», dice Paca Molina, de 75, conocida en Echevarría del Palo porque regentaba una churrería.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, la esperanza de vida en España ha crecido hasta los 79,9 años en el caso de los hombres y 85,4 en el caso de las mujeres. Y no solo cumplimos más años, sino que se intenta llegar a la tercera edad con la mejor calidad de vida posible. Para ello, cada vez son más las personas que participan en las actividades de deporte y ocio que organizan tanto instituciones públicas como asociaciones vecinales y entidades sin ánimo de lucro para promover el envejecimiento activo.

La asociación En Activo es un ejemplo. Creada hace dos años por parte sanitarios, algunos ya jubilados, y pacientes del Centro de Salud de El Palo, esta ONG que cuenta con un centenar de voluntarios trata de fomentar hábitos saludables en las personas mayores para evitar el deterioro de su salud. «Realizamos talleres de alimentación saludable basados en la cocina tradicional, clases de prevención de caídas o actividades físicas, charlas de sexualidad, de menopausia o salidas a monumentos, entre otros; vimos que existía una demanda por parte de nuestros usuarios del centro de salud y decidimos dar un paso más», señala Francisca Muñoz, presidenta de la entidad, quien indica que atienden a cerca de un millar de mayores de la zona.

Pilates, canto, manualidades, autoestima, teatro, memoria, baile… La asociación OSAH (Organización Social de Acción Comunitaria) cuenta con un amplio catálogo de actividades –en algunas hay lista de espera– para favorecer el envejecimiento activo y aliviar el sentimiento de soledad en las personas de la tercera edad, como recalca Antonio Paneque, presidente de esta asociación que nació en 1996 con la finalidad de ofrecer una alternativa para ocupar el tiempo libre de los ancianos y que atiende a 700 usuarios. «Las personas mayores necesitan sentirse vivas, y vivir no es solo respirar, es la alegría, la felicidad…», afirma Paneque, que señala que ha observado «cambios espectaculares» en los usuarios de los cursos.

Conchi Rueda, de 74 años, es un buen ejemplo. Cuando a su marido le diagnosticaron ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), lejos de encerrarse en casa esperando el trágico desenlace que le había anticipado el médico, decidió seguir con su rutina habitual, lo que incluía sus clases de bailes regionales en OSAH . «Contraté una cuidadora para poder continuar con mis actividades porque no quería que él se enterara de la enfermedad que tenía y también para poder despejarme», afirma esta malagueña. Su marido falleció apenas un año y medio después, y aunque entonces sí se vino abajo y dejó de salir, un día se levantó y se dijo «no puedo seguir así». Entonces, las sevillanas, los fandangos y el sonido del taconeo y las castañuelas le ayudaron a reponerse, en la medida de lo posible. Y ya no lo dejó.

«Nunca se cansan, pueden repetir los pasos las veces que haga falta», explica la monitora, Susana Rodríguez, que destaca cómo se engalanan sus alumnas para acudir a los talleres. Algunos hasta han encontrado el amor en estas actividades. «Yo soy padrino de tres parejas», cuenta el responsable de OSAH. Y mientras las faldas ‘vuelan’, en la planta de abajo está a punto de terminar la clase de pilates, donde Antonio Millán, de 74 años, se estira sobre la esterilla. Asiste a este taller desde hace dos años después de dejar las clases de bailes latinos por problemas de horario. «Tenía la espalda atrofiada y ahora estoy más ágil; no puedes quedarte tirado en el sofá tengas la edad que tenga», afirma.

Fuente: SUR.es