IMSERSO

La lista de espera para la dependencia se reduce un 37,7%

Cesar_Anton

 El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha emitido este martes un balance bianual del Sistema de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia (SAAD) que arroja un descenso del 37,7 por ciento desde enero de 2012 en la cifra de personas en lista de espera para recibir una prestación o servicio.

   Según explica en un comunicado, más de 305.000 personas estaban a la espera de prestación dentro del modelo de dependencia a 1 de enero de 2012 frente a las 190.503 que se encontraban esperando en las mismas fechas de 2014, el número más bajo desde que empezara a funcionar el sistema. El 22% de estas personas son grandes dependientes.

   El director general del IMSERSO, César Antón, afirma que «más de 190.000 personas en la lista de espera siguen siendo muchas, por lo que entre todas las administraciones hay que seguir trabajando para que la atención que reciban sea lo más ágil y eficiente posibles».

 En paralelo, se ha producido un balance positivo en el número de nuevos usuarios. En concreto, al cierre de 2013 se contaban 15.255 beneficiarios más que cuando terminó 2011, compensadas las altas y las bajas.

   Otro de los datos que ofrece el departamento que dirige Ana Mato tiene que ver con el empleo. El balance indica que el 56,7% de las prestaciones que se conceden actualmente ya van destinadas a financiar la asistencia en el sector de los servicios sociales, un 2% más que a 31 de diciembre de 2011, lo que ha repercutido en la creación de puestos de trabajo.

   «Había 335.929 afiliaciones el 1 de enero de 2013. Doce meses después, se corrobora un aumento hasta las 342.147, es decir, 6.218 más en un año», explica Sanidad, para aclarar, no obstante, que en enero de 2012 el registro era negativo, por cuanto se sumaron más bajas de empleados, 1.771 trabajadores menos dentro del sector.

   Antón considera que «el Sistema avanza ya hacia su sostenibilidad» y que «se ha iniciado un cambio de tendencia que hará de la Dependencia un sistema robusto, viable y ágil».

   En este sentido, destaca las reformas aplicadas sobre el SAAD, como la que obliga desde el 1 de enero de este mes a las comunidades autónomas a certificar mensualmente y por escrito las variaciones registradas en el sistema y, anualmente, el uso que han dado a los fondos que reciben del Estado para dependencia.

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La Defensora del Pueblo pide al IMSERSO que garantice «plena accesibilidad» a Internet en sus residencias

Soledad Becerril   La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, considera que el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) «ignora el vínculo residencial y trata a sus internos como visitantes» al negarles el libre acceso a Internet en las residencias que gestiona. Recomienda a este organismo que garantice «la plena accesibilidad» a la red para estas personas.

   Según informa el último boletín de la Alta Institución, la recomendación tiene su origen en la queja de una persona con discapacidad que se dirigió al Defensor del Pueblo porque «la única vía que tenía para acceder a Internet era a través de una red wifi para invitados que no le permitía utilizar determinados servicios, como el correo electrónico o el ‘messenger'».

A pesar de que esta persona se había ofrecido a pagar de su bolsillo una línea ADSL para instalarla en su habitación, los responsables del centro no se lo permitieron al considerar que la coexistencia de redes privadas y públicas implicaba riesgos en la seguridad.

En opinión del Defensor del Pueblo, la política de seguridad aplicada por el IMSERSO «ignora el vínculo residencial y trata a sus internos como visitantes». Por eso, la Institución cree que este organismo debería cambiar su política de acceso a Internet para que sus residentes puedan disfrutar sin obstáculos de las herramientas que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) les ofrecen para mejorar su calidad de vida.

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Coto a los dependientes más graves

Luis A. BarrigaLa dependencia languidece en su séptimo aniversario entre recortes, copagos y reducciones de ayudas. Un ejemplo de ello es la caída del número de grandes dependientes reconocidos por la ley: desde junio de 2011, momento a partir del cual se registra un cambio de tendencia en negativo, el sistema ha perdido cada mes una media de 2.209; son 76 personas menos al día con el mayor grado de dependencia.

En total, la cifra de dependientes de grado III —aquellos que necesitan cuidados continuos para las actividades diarias más básicas— ha menguado en 64.083 personas en dos años y medio, de acuerdo con las últimas cifras publicadas el viernes por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, hasta situarse en los 374.599. Son un 14,6% menos. Y ello a pesar del cambio de tendencia que se ha producido en los informes oficiales de los últimos dos meses, en los que, a contrapelo de los 27 meses anteriores, ha habido un aumento de grandes dependientes reconocidos. Lo que resulta muy sospechoso para la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales, que no se lo cree: “No se han depurado todas las personas fallecidas en lo que parece una estrategia desesperada para ofrecer datos positivos a final de año”, denuncia esta entidad.

La caída en el número de grandes dependientes en el sistema es tan pronunciada que los datos de estos dos últimos meses apenas maquillan la magnitud del descenso. Lo mismo sucede con el hecho de que los datos de junio de 2011 aún no estaban depurados de las duplicidades que detectó en un informe el Tribunal de Cuentas. Esta institución identificó 13.418 expedientes que tenían errores con repercusión en las estadísticas del sistema de dependencia. Pero esto tampoco altera la dinámica regresiva que sufre la tasa de dependientes más graves. Incluso si estas repeticiones o casos de dependientes fallecidos solo afectaran a casos de grandes dependientes —lo que es virtualmente imposible—, la reducción en la atención a los beneficiarios más graves seguiría siendo muy abultada: 50.665 grandes dependientes menos (el 12%) desde mitad de 2011.

Este descenso se enmarca en el atasco que ha caracterizado a la ley a lo largo de los últimos meses. Parte de las autonomías no son capaces de cubrir las bajas que se dan por el fallecimiento de beneficiarios y de dar de alta a nuevas personas en el sistema porque no tienen fondos para asumir estas prestaciones, lo que resulta especialmente grave dadas las elevadas cifras de espera existentes. Los datos de finales de noviembre indican que hay

193.239 personas aguardando a acceder a unas prestaciones que les corresponden.

¿A qué obedece la disminución del número de grandes dependientes en el sistema? Para Luis Barriga, de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales, uno de los motivos obedece a la aplicación del nuevo baremo que se emplea para valorar el grado de dependencia y que entró en vigor en febrero de 2012. Para Barriga, esta herramienta es más restrictiva que la anterior, lo que “dificulta la entrada al sistema de los grandes dependientes” y evita compensar las bajas que se van produciendo por fallecimientos con nuevas altas.

El Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) —el organismo dependiente del ministerio que dirige Ana Mato encargado de gestionar la dependencia— no niega que la aplicación del baremo tenga que ver en la reducción del número de grandes dependientes. Pero rechaza que sea responsabilidad suya. “El baremo vigente lo aprobó el Gobierno anterior y lo aplican los profesionales. Este Gobierno no lo ha modificado en absoluto; si se reduce el número de grandes dependientes es por la aplicación de las comunidades autónomas del baremo”, comentan fuentes del Imserso.

A este aspecto se suma la “lentitud o ausencia de revisiones de los de grado II para pasarlos a III”, a juicio de Barriga. Es decir, el retraso en el reconocimiento de las personas que sufren un agravamiento de su situación y que evolucionan de un estado de dependencia severa a situaciones de gran dependencia.

Estos dos factores tienen implicaciones económicas directas. El Estado transfiere a las autonomías una suma por cada dependiente atendido. Pero esta cantidad no es igual si se trata de un dependiente con grado II o grado III. Según la última modificación del Gobierno —pendiente de cambiar en breve— , el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad paga a las autonomías 177,86 euros por cada beneficiario de grado III y 82,84 por cada uno de grado II. De esta forma, este dinero, el llamado nivel mínimo, se reduce si hay menos dependientes, en general, y si hay menos de grado III, en particular.

Hay otro motivo que explica la reducción del número de grandes dependientes, según comentan los especialistas en trabajo social. A pesar de que la tendencia natural es que a medida que los beneficiarios envejecen vayan perdiendo un mayor grado de autonomía y vayan necesitando mayor atención, algunas comunidades autónomas han procedido a revisar a grandes dependientes para rebajar su grado al considerar que se encuentran mejor.

Estos cambios, señalan desde las asociaciones de dependientes, suelen producirse en personas que reciben prestaciones económicas —las que implican una transferencia de dinero, no un servicio como la teleasistencia o una residencia— ya que el cambio de grado conlleva una reducción en la asignación de fondos y un ahorro para la Administración que paga las ayudas. En el caso de las prestaciones para el cuidado de familiares, las más frecuentes, la cantidad máxima de la ayuda (tras el recorte de julio de 2012) es de 387 euros al mes para un gran dependiente frente a los 268 euros de un dependiente de grado II. Un cambio de grado a la baja representa en este caso un ahorro de 1.428 euros al año por dependiente.

“Las revisiones se encuentran reguladas en la ley y las aplican las comunidades autónomas”, sostienen desde el Imserso. “El Gobierno no ha cambiado nada al respecto”, añaden.

El director del Imserso, César Antón ha hecho hincapié en distintas ocasiones en el, a su entender, elevado número de personas con gran dependencia que ha reconocido el sistema. Suele destacar, cuando se refiere a esta cuestión, que las estimaciones previas a la puesta en marcha de la ley calculaban unas cifras de unos 205.000 grandes dependientes cuando, a pesar del retroceso que se está produciendo en los últimos años, su número ronda los 370.000.

De mantenerse el mismo ritmo de caída que en la actualidad, en un plazo de poco más de seis años, menos del tiempo que la ley lleva en funcionamiento, el número de personas con una valoración de dependencia de grado III se situaría en las cifras a las que alude Antón.

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El Sistema de Dependencia «está tocando techo», según el IMSERSO, que cifra en 750.000 los que reciben prestación

Anton   El número de personas que recibe algún tipo de prestación por dependencia ha crecido desde el pasado mes de enero en un total de 2.693 personas, hasta alcanzar la cifra de 754.244 que reciben algún tipo de ayuda económica, según ha informado el director general del IMSERSO, César Antón.

   El crecimiento de este año ha sido menor al del año pasado, cuando la cifra creció en 12.694 personas, aunque Antón ha matizado que la diferencia se debe, entre otras razones, a que el sistema «está tocando techo».

«Las cifras de crecimiento no pueden ser las mismas ahora que cuando se puso en marcha el sistema, en 2007», ha señalado.

El crecimiento se ha producido en un total de doce comunidades autónomas, encabezadas por la Comunidad de Madrid, que han sumado un total de 26.264 beneficiarios de las ayudas, pero la cifra queda reducida por el descenso del número de ayudas que se conceden en otras cinco, entre las que destaca Andalucía, con más del 80 por ciento de la reducción, según ha indicado Antón.

Según el director general del IMSERSO, la reducción de las ayudas concedidas en algunas comunidades y el aumento de un 17 por ciento del número de solicitudes rechazadas en el conjunto del sistema no se debe a un endurecimiento de las condiciones de acceso dado que el baremo para acceder a las mismas «sigue siendo el mismo y corresponde a un Real Decreto de 2010».

Por otra parte, desde que el actual Ejecutivo asumió la gestión del sistema, el número de beneficiarios del mismo ha crecido en más de 180.000 personas y las listas de espera para acceder a las ayudas se han reducido en 112.000 personas (un 35 por ciento menos), ha asegurado el responsable del IMSERSO.

Así, un total de 193.239 personas han sido reconocidos como «beneficiarios» aunque la concesión de prestaciones se encuentra aún «tramitándose», según los datos aportados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y la solicitud de otras 296.337 personas ha sido «valorada» aunque el reconocimiento del grado de dependencia aún no es efectivo.

En este sentido, Antón ha señalado que «nadie está contento de que haya tantas personas en la lista de espera», pero ha valorado positivamente el hecho de que se haya reducido cerca de un 36 por ciento.

De hecho, ha recordado que, pese a las críticas recibidas tras la reforma del sistema de pensiones, «los datos están ahí» y ha señalado que  el sistema «se ha mantenido» y ha obtenido un leve crecimiento «en el peor momento económico de la democracia».

Además, ha señalado que «ya no habrá más medidas ni ajustes en el sistema de atención a la dependencia más allá de la evaluación y el seguimiento» y ha recordado que tanto la cuantía como el catálogo de las prestaciones y las condiciones de acceso a ellas «se han mantenido intactos», a excepción de las ayudas a familiares, que se redujeron un 15 por ciento de forma pactada con las comunidades autónomas.

CRECEN LOS AFILIADOS A LA SEGURIDAD SOCIAL

Como resultado de ello, ha explicado que ha aumentado la afiliación a la Seguridad Social de trabajadores del sector de atención a la dependencia en un total de 6.218 personas en lo que va de año, hasta alcanzar los 342.147 trabajadores hasta el 30 de noviembre. «Son pocos, pero es un primer paso», ha asegurado el director general del IMSERSO.

Además, ha señalado que «se está estudiando algún tipo de cualificación» o reconocimiento de las capacidades para ejercer la actividad que sirva como marco regulador y que tenga un posible «efecto llamada» sobre las personas en situación de desempleo que puedan realizar estas tareas.

De este modo, además, se conseguiría tener «no solo una lista de personas que demandan estos servicios sino también una de personas cualificadas para ello. Así se agilizaría el trámite», ha asegurado.

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Directoras y gerentes de Servicios Sociales dicen que los datos de la Ley de Dependencia están «manipulados»

Dependencia La Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales creen que los últimos datos de gestión de la Ley de Dependencia ofrecidos por el IMSERSO, referidos al mes de noviembre de 2013, no depuran todas las personas fallecidas en lo que, a su juicio, «parece una estrategia desesperada para ofrecer datos ‘positivos’ a final de año».

   Según han denunciado, a través de un comunicado, es «enfermiza» la «manipulación» de los datos oficiales que mensualmente ofrece el IMSERSO respecto a la evolución de la Ley de Dependencia, y ha indicado que quieren «dar una apariencia de gestión diligente y mostrar las pretendidamente salvíficas mejoras introducidas por nada menos que tres reformas de la Ley».

«Se retuercen los datos hasta conseguir que ya nada sea fiable, comparable o que pueda ser estadísticamente analizado con un mínimo de rigor», señalan.

   Así, critican que los datos de noviembre arrojan un «inaudito pero oportuno» incremento mensual de más de 14.000 personas atendidas que, según han declarado, «ojalá fuera reflejo de la realidad».

«Este Observatorio ha analizado estos datos y ha recabado información de las comunidades autónomas de forma que está en condiciones de afirmar que el cambio de tendencia que anuncia el Gobierno, desgraciadamente, no es tal sino que se trata de datos no depurados con las bajas de personas fallecidas correspondientes al cruce de los datos de vivencia facilitados por el Ministerio de Justicia en el último mes», indica la asociación.

Otro elemento que, en su opinión, denota «una manipulación» es el incremento de personas con dictamen de grado y nivel de dependencia cuando desde agosto de 2012 se eliminaron los niveles. En el mes de noviembre respecto al mes anterior este incremento se dio en 4.103 casos:

En cuanto al mensaje de que las «mejoras» producidas en el sistema han reducido a 112.702 personas de la lista de espera, la asociación ha señalado que la «manipulación de los datos es obvia».

Así, ha explicado que la lista de espera se elevaba a 305.941 en enero de 2012 y que ahora, si se dan como buenos los datos de noviembre, se reduciría hasta 193.239 personas. «En el mismo intervalo de tiempo, el incremento de personas atendidas fue de 2.693 personas. Cuando una lista de espera se reduce en más de 112.000 personas con un incremento de atendidos de solo 2.693, es evidente que muchos de esa lista simplemente perdieron el derecho a ser atendidos (cerca de 30.000 personas que tenían grado I y nivel 2) gracias a la primera reforma de Ana Mato», ha indicado, para añadir que, el resto, «en un número indeterminado, han sufrido revisiones de grado a la baja».

«Vender esto como un ‘éxito en la gestión’, además de ser una ficción estadística y una mentira que exigiría más de una dimisión, es de una crueldad insoportable», han denunciado directoras y gestores de Servicios Sociales, que han señalado que «no se puede desbaratar por la vía de la inanición de recursos el desarrollo de una Ley como esta y luego pretender que se ha hecho más sostenible gracias a la ‘eliminación’ de los derechos de las personas y manipulando los datos hasta lo enfermizo».

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César Antón: “Hay grandes datos que avalan la reforma de la Ley de Dependencia”

Cesar_AntonLa reforma de la Ley de Dependencia ha sido muy contestada desde amplios sectores, pero el director general del Imserso, César Antón, considera que pasado más de un año se pueden observar “grandes datos que avalan la reforma”. Así, Antón señala que se ha ordenado y simplificado el sistema y “los cambios están dando resultados”, aunque considera que sería preferible esperar a final de año “para contrastarlos”.

¿Cuáles son las sensaciones tras casi dos años al frente del Imserso?

Por un lado, el agradecimiento por la oportunidad que se me ha dado al secretario de Estado, a la ministra y al Gobierno, porque había un reto por delante difícil, pero también porque en estos dos años me he enriquecido profesionalmente con una visión desde una administración que no conocía. Por último, el reto importante y sensible en el Ministerio, que ha tenido que tomar medidas delicadas y valientes con la finalidad de hacer sostenible el sistema de dependencia. No ha sido fácil, pero con los grandes acuerdos con las comunidades autónomas en un tema tan sensible como la dependencia creo que podemos estar moderadamente contentos. Pero también es cierto que no hay que pararse aquí, sino que hay que seguir trabajando y avanzando.

Por otra parte, y en otros aspectos del Imserso que también he conocido y que no son dependencia, el hecho es que después de dos presupuestos el que tenemos para 2014 tenga un pequeño punto de inflexión en el Imserso, ya no hay descenso sino un leve incremento, y hemos sabido priorizar los grandes bloques del Imserso (pensiones no distributivas; los 16 centros asistenciales con 1.600 plazas para personas y familias que necesitan ayuda; dependencia; turismo y termalismo social).

Una de las decisiones que ha tenido más trascendencia en el debate político y social ha sido la reforma de la Ley de Dependencia en julio de 2012. ¿Se pueden valorar los efectos tan solo un año después?

Es necesario hacer un avance, pero creo que para que sea tiempo suficiente deberíamos esperar a final de este año. Uno de nuestros compromisos al llegar fue hacer una evaluación de la aplicación de la Ley de Dependencia en el periodo 2007-2011, que ha sido acordada en el Consejo Territorial y publicada. Además, hemos hecho la evaluación de 2012. La evaluación definitiva se tiene que hacer en el seno del Consejo Territorial, y nos hemos comprometido a hacerla anualmente, porque comunidades autónomas y Ministerio somos los principales responsables y corresponsables de la gestión, y entiendo el seguimiento, pero lo cierto es que los datos mensuales son provisionales, y cualquier evaluación sobre datos provisionales, aunque se regularizan y actualizan, está sometida a una dosis de provisionalidad.

Creo que los grandes objetivos de esas medidas de mejora sí que están avalados por los datos. Quiero dejar muy claro el respeto absoluto al marco básico de la ley, al derecho subjetivo de la persona dependiente de ser atendida con un catálogo o cartera de servicios. Esto no lo hemos tocado en absoluto, e incluso lo hemos mejorado en aspectos como el asistente personal. Otro aspecto importante es que no se ha tocado el principal instrumento de regulación de acceso a la dependencia, que es el baremo de valoración, que se aprobó en la etapa anterior y entró en funcionamiento en febrero de 2012, y hay que dejarlo correr. Es el que está regulando la entrada y no lo hemos tocado, aunque habrá que evaluar también los efectos del baremo pasado un tiempo.

A partir de ahí, hemos ordenado y simplificado el sistema en un gran principio de acuerdo del Consejo Territorial de abril y gran acuerdo de julio. Creo que hay grandes datos que avalan esta reforma.

Dijimos que la prioridad de la ley es atender a los grandes dependientes, y ahí tomamos una decisión corresponsable con las autonomías, porque nos encontramos con 305.000 personas de grado III y grado II esperando a ser atendidas mientras seguían entrando dependientes grado I. Por eso tomamos la decisión de diferir el grado I. Fue una medida contestada, pero se adoptó por común acuerdo. Si no hubiéramos tenido resultados sobre esos 305.000 dependientes entiendo que hubiera críticas, pero es que se han reducido y son ya menos de 200.000. En concreto, son 107.000 personas menos las que esperan prestación. Creo que esto es un indicador.

Obviamente el sistema se está estabilizando, y es un sistema de altas y bajas. Desde el 1 de enero de 2012 hasta las últimas estadísticas de septiembre ha habido 132.000 nuevos beneficiarios en 2012 y son más de 60.000 en lo que va de año, estamos hablando de casi 198.000 nuevos beneficiarios a recibir prestación. Es un sistema de altas y bajas que se está estabilizando, y hay más beneficiarios, y las altas y bajas llegan a tener un crecimiento neto menor que en los primeros años. Es cierto, pero esto también lo hemos puesto negro sobre blanco: 12.000 netos el año pasado. Vamos a esperar a ver qué pasa este año.

Por otra parte, los servicios han crecido frente a las prestaciones por cuidados en el entorno familiar. Prácticamente todas las autonomías están reconduciendo esta situación. También es cierto que hemos incentivado para que el reparto del nivel mínimo prime los servicios porque lo dice la ley y porque cuestan más, y creo que eso también es un incentivo. Y luego, consideramos que si profesionalizamos los servicios, tendrá efectos sobre la economía y el empleo. Ha habido un cambio de tendencia de bajas de afiliación de profesionales en la Seguridad Social en servicios sociales. Creo por tanto que los cambios están dando resultados, aunque a final de año los podremos matizar y contrastar.

¿Cree que esa profesionalización del sistema conseguirá cambiar la estadística? ¿Conseguirá que el cuidador familiar se convierta realmente en una excepción?

Hemos respetado absolutamente la ley. A veces se ha dicho que estábamos en contra de la ley, y es todo lo contrario. La ley, que es sabia en eso, dice que el cuidador familiar es excepcional, y además dice que ya estuviese atendido anteriormente. Esto es lo que hemos dicho: vamos cumplir la ley. Siempre alabaré a aquella persona que decide cuidar a un familiar dependiente, pero hay que darle instrumentos, tiempo, formación…y en este sentido lo que hemos hecho ha sido mantener la figura del cuidador familiar, regulándola, pero es cierto que tiene que ser la excepción. Además, hemos clarificado que el cuidador familiar son relaciones familiares y si son relaciones familiares, no son relaciones profesionales como pueda serlo el asistente personal o un servicio profesionalizado, y por tanto la afiliación a la Seguridad Social no es desde mi punto de vista una prestación de los artículos 14,15,16 y 17 de la ley, y lo hemos clarificado.

Creo que la tendencia es ir a lo que decía la ley. Está cambiando, aunque cuánto tiempo llevará cambiarlo no lo sé, pero no puede ser de la noche a la mañana. Hemos mantenido lo que dice la ley con las prestaciones, en el sentido que dice la ley, porque la riqueza que tiene la red de servicios sociales que ya existía, funcionando y financiada y cofinanciada hay que aprovecharla. Incluso la prestación económica vinculada al servicio que recibe el dependiente es un servicio profesionalizado. Es cierto que el instrumento que da la administración es una prestación económica, pero es un servicio, y tiene una ventaja, desde mi punto de vista, y es que a lo mejor en la red pública el dependiente no tiene el recurso donde lo pide, y por prestación vinculada incluso tiene la posibilidad de elegir por cercanía los servicios, y creo que esto, bien reconducido, puede dar buenos resultados.

En un sistema de altas y bajas hay un dato que llama la atención: el total de beneficiarios con derecho a prestación ha ido sufriendo un ligero descenso mensual. Aunque hay que tener en cuenta el informe del Tribunal de Cuentas, ¿este descenso tiene que ver con la falta de reposición en el sistema?

Son dos efectos los que se están produciendo. Por un lado, se está estabilizando la ley, estamos en 1.286.000 beneficiarios con derecho a prestación, que son las previsiones que incluía la ley. No cabe duda que el rango de crecimiento interanual no es el mismo, y creo que tenemos que esperar a ver qué pasa al final de 2013. Es cierto que estos comentarios se veían a lo largo de 2012, y a final de 2012 las altas superaron a las bajas. Es cierto también que este año es el menos indicado para hacer esa evaluación porque, como bien indicaba, hemos tenido que regularizar un buen número de expedientes tras el informe del Tribunal de Cuentas, y lo hemos incluido en las estadísticas de abril. Creo que hay que esperar a ver cómo se cierra ese saldo, y tendremos que analizar los resultados finales, pero además hacerlo abiertamente.

Hay otro efecto que creo que tiene algo que ver, pero que no está relacionado con las medidas, aunque también hay que analizarlo. Desde febrero de 2012 hay un nuevo baremo como principal instrumento de regulación de acceso al sistema. Nosotros no lo hemos tocado y consideramos que no podíamos tocar un baremo que acababa de empezar a funcionar. Este baremo lo aplican los profesionales, la valoración la hacen los profesionales, y creo que está claro, y eso lo hemos hablado con las autonomías, que el baremo está ajustando más la valoración de la dependencia a las previsiones de la ley que lo que venía pasando en los años anteriores. Tendremos que analizarlo, pero será por el baremo, no por las medidas, aunque también las tendremos que analizar.

Vamos a esperar a final de año. Hay que esperar al criterio del Consejo Territorial que dice que las evaluaciones definitivas tienen que ser anuales, y que los meses son datos provisionales, aunque no cabe duda de que los estamos siguiendo.

Además, es un año en el que las autonomías están haciendo un trabajo muy importante de revisión de expedientes por consecuencia de todo e igual el último trimestre se ve el trabajo de todo el año en las estadísticas. Si no, tendremos que afrontar cuál es el dato que sale.

Después de varios años de aplicación de la ley, ¿ha faltado poner en valor la red de servicios sociales que ya existía? ¿Se ha sabido aprovechar en todas las autonomías o hay algunas que lo han hecho mejor que otras?

Estoy completamente de acuerdo con este planteamiento. Hay un dato contundente: las autonomías que han encauzado la atención a la dependencia desde el principio en la red de servicios sociales la han desarrollado con mayor agilidad y mayor amplitud que cuando se han establecido redes paralelas, separando procedimientos e incluso competencias. Desde mi punto de vista una persona que requiere atención social, y la autonomía cuenta con un catálogo de servicios de ayuda a domicilio o residencial, tiene que ponerlo a disposición de esa atención, sea dependiente o no, necesitará mayor intensidad o mayores cuidados, pero si ya tenemos la experiencia de acceso a servicios sociales, a residencias, a centros de día y de ayuda a domicilio, ¿para qué establecer otra vía? Creo que esto ha hecho que en unas autonomías haya avanzado el desarrollo de la ley de forma más eficiente, más ágil y con mejores resultados.

Creo además que es lo que establecía la ley cuando marca que la prioridad sea la atención de las redes de servicios sociales.

Algunos sectores les han acusado de estar “demoliendo” el sistema de atención a la Dependencia. ¿Cómo asumen esta acusación? ¿Hay puntos de encuentro con estos sectores que hacen una valoración más crítica de las estadísticas?

Respeto absolutamente estas valoraciones, pero sí pido siempre, a todas las entidades que hagan valoraciones, que se usen los datos con mucho rigor. Y lo hago por una sencilla razón: hay mucha sensibilidad en estos temas, porque detrás de los números siempre hay personas y familias, y la perspectiva de una utilización sesgada de los datos puede generar expectativas o herir sensibilidades.

Hay muchas evaluaciones y valoraciones de la ley. La oficial está en el Boletín Oficial del Estado y ha sido aprobada por el Consejo Territorial, y seguiremos haciéndolas. Pero hay algunas evaluaciones hechas por expertos en la ley que nos han dicho que menos mal que hemos tomado muchas medidas…Reconocidos expertos en la economía de la salud y la dependencia han dicho “ya era hora de que se empezase a repensar la ley”.

Pero también hay valoraciones críticas que desde mi punto de vista son críticas con la misma argumentación desde hace un año, y se han adoptado medidas de mejora. Es decir, han usado el mismo razonamiento sistemático ante la evaluación de unos datos de dependencia, más que una evaluación de la dependencia, con lo que se convierten en una oposición a la dependencia. En esa línea de oponerse a las medidas del Gobierno o de evaluar y criticar echo en falta propuestas alternativas. En algunos sectores que han dado sistemáticamente el mismo análisis ante los datos mensuales no he visto propuestas alternativas a las medidas. La línea entre evaluación y oposición hay que tenerla clara…

En tercer lugar, nosotros tenemos la obligación de defender que algunos de los aspectos que dijimos que íbamos a hacer, aun sabiendo que eran complicados, están produciendo resultados, aunque hay que avanzar en el tema de la financiación. Pero los datos están ahí, y hay 198.000 beneficiarios nuevos a recibir prestaciones; se han aumentado servicios respecto a las prestaciones; hemos asumido que el grado I se difiriera; hemos tomado medidas de acuerdo con las autonomías, etc. Pero no admitiré que las medidas de ahorro son un recorte de los Presupuestos Generales del Estado, porque se acordaron en Consejo Territorial y son para el conjunto del Sistema de Dependencia. El paso primero es reducir un 15 por ciento los cuidados; lo que tiene efectos automáticos en el conjunto del sistema, estimados en 289 millones, y eso supone ahorros en las autonomías y en los Presupuestos Generales del Estado, y para ahorrarlo se reduce el nivel mínimo, pero no como lo cuentan. Hay que ser serios, no porque lo diga yo, sino porque hay que serlo.

Además, creo que en el tema de financiación, para ser serios y ponerle rigor, hemos planteado que vamos a analizar entre todos unos indicadores de referencia para poder calcular o estimar el coste de la dependencia y entonces podremos decir cómo están las aportaciones. El Ministerio no ha abandonado para nada las aportaciones, y creo que el rigor en ese aspecto, y en el que estamos trabajando, es que la ley dice “aportaciones de los Presupuestos Generales del Estado”, y estos aportan a la dependencia, y no solo en el nivel mínimo.

Algunos gobiernos regionales han denunciado que la reforma de julio invadían competencias autonómicas…

Se planteó un conflicto constitucional, o un requerimiento previo. Nos han pedido un informe y la verdad es que, con todo el respeto para los trámites de nuestro sistema competencial, lo que hemos visto es que estamos en el marco competencial. Solo hemos avanzado en el desarrollo normativo de la ley, que es competencia de los reales decretos de desarrollo estatal.

Hay otro aspecto que se ha intentado ver por un tema de reducción en la financiación, pero nosotros entendemos que la aportación de los Presupuestos Generales del Estado al Sistema de Dependencia no está solo en el nivel mínimo y que cuando avancemos y se clarifique veremos cómo hay aportaciones en el conjunto del Estado para una financiación de la dependencia que respalda que el Estado cumple lo que dice la ley.

Hablando de la financiación…la ley establecía una aportación por parte del usuario que quizá no se ha explorado en los términos que la propia ley entendía…

Algunas autonomías lo han puesto encima de la mesa y se viene poniendo desde hace tiempo. Al final cuando financias la atención al dependiente desde el Estado por beneficiario, sin tener variables de qué servicio recibe, quizá no es lo más equitativo, y por eso uno de los acuerdos para el reparto del nivel mínimo en el futuro es que, además de tener en cuenta una cuantía por beneficiario y por grado, se prime a quien atiende por servicios por encima de la media con respecto a las prestaciones económicas para cuidados en el entorno familiar. Creo que es una variable que reconoce el esfuerzo y además incentiva a un reparto más equitativo, porque también los costes de atención mediante servicios son más costosos.

Hay una reflexión respecto a esto que es que como a mayor grado de dependencia, mayor financiación desde los Presupuestos Generales del Estado, no sé, científicamente no se puede probar, pero con esto por un lado y viendo luego la diferencia entre los datos reales y los estimados para el grado III…hemos mirado al futuro y hemos pactado que en unos años primen tanto el beneficiario como los servicios que reciben.

En la modificación del copago se ha explorado también dar un impulso al patrimonio del beneficiario, aunque estaba ya incluido en la ley…

La ley es la que dice renta y patrimonio, y el acuerdo que había del Consejo Territorial, creo que de 2008, estaba impugnado, había una especie de vacío legal, y es una de las cosas a las que hicimos frente y que creo que requiere valor y voluntad política, porque meterse en el tema de las capacidades económicas de los beneficiarios siempre es complicado para un Gobierno. De hecho el Gobierno anterior dijo la ley que el beneficiario tenía que aportar, pero no reguló claramente la aportación del usuario. En este punto lo que hemos dicho es que la ley dice renta y patrimonio, y el acuerdo ha sido en relación con lo que consideramos renta, y sabiendo que nos es fácil la consideración de patrimonio del beneficiario…aunque no creo que sea una variable distorsionadora porque no hay grandes patrimonios en estos beneficiarios, pero que la ley nos decía que había que tenerlo en cuenta.

Hay planteamientos que se hacen desde el principio de igualdad y de equidad. Puedes tener los mismos ingresos de renta y la misma situación personal pero tener un patrimonio o no, y la ley dice que miremos el patrimonio. ¿Eso va a ser distorsionador? Entiendo que no, porque bajo el principio de igualdad y equidad, donde exista, no estamos viendo que vayamos a ser descubridores de grandes patrimonios.

También se critica que ha habido cierta pérdida de calidad en el sistema. Con la situación económica que atraviesa el país, ¿han percibido un traslado de personas que estaban siendo atendidas en residencias al hogar, y aunque estén recibiendo atención profesional, no sea tan intensiva como pueda serlo en una residencia?

Como Imserso no podemos tener una valoración muy concreta de estas situaciones porque no tenemos centros residenciales de personas mayores. Esto depende de las administraciones autonómicas fundamentalmente y de alguna corporación local.

Sí es cierto que los representantes del sector nos han trasladado que las bajas que se producen en las plazas residenciales no se renuevan tan rápidamente como en periodos anteriores. En este sentido, la reflexión es que antes de poner en marcha la Ley de Dependencia los servicios sociales tenían el catálogo de servicios de la ley, porque una prestación vinculada al servicio es como un concierto de una plaza, tiene financiación pública, decide la administración dónde otorga la residencia, y lo que no existía era la prestación económica por cuidador familiar. ¿Quién se pone a hacer el análisis de cuántos de esos 400.000 cuidados en el entorno familiar podrían haber sido atendidos en un entorno residencial si no se hubiese puesto en marcha esa prestación por cuidados en el entorno familiar? No lo sé, pero esa prestación no existía hasta 2007, y cuando el sector dice que a partir de 2008 o 2009 se produce este problema en la renovación de plazas…No sé la respuesta, quizá podrían haber atendido a un porcentaje, pero no lo puedo calcular, pero alguna incidencia tiene que haber tenido.

Hay que ser valientes y decir las cosas claras. No ha favorecido nada la crisis económica que empezó en 2007, y que fundamentalmente tiene efecto en las familias a través del desempleo. Una familia en la que todos sus integrantes están en edad laboral con empleo no tiene el mismo tiempo para atender a un familiar. Esto se nota también en las guarderías infantiles. Si ahora hay más tiempo para cuidar al familiar y lleva unida una prestación económica para resarcirte de los gastos que esto ocasiona, está claro que no favorece el traslado de estas personas a residencias.

Pero además de esto, hay que analizar la situación del estrato de población de los que puedan ser nuevos beneficiarios de servicios sociales por edad no es la misma que la de hace 20 o 30 años. Y cada vez más se quiere permanecer el mayor tiempo posible en casa, con unas condiciones dignas y con servicios de apoyo en el domicilio, que cada vez se han desarrollado más. El modelo de residencia debe modificarse. Creo que la suma de todo esto puede dar lugar a la situación.

¿El sector está en peligro? ¿Ha podido haber también sobredimensionamiento de los recursos en algunas zonas?

Los recursos que se dosificaron, se cogieron como referencia el 5 por ciento que marcaba la Organización Mundial de la Salud como necesidad de plazas residenciales hace 15 o 20 años, creo que se planificaron bien inicialmente, e incluso se localizaron lo más cerca posible a las personas.

Pero lo cierto es que hay cambios y movimientos de población, y las áreas metropolitanas crecen más…Esto hace que algunas previsiones que valían hace años se mantengan y en otros casos haya un desfase, pero en el fondo más que sobredimensionamiento es una cuestión de localización puntual de recursos.

Enlazando con la pregunta anterior creo que hay algo que estamos ya poniendo en marcha y que ordene las infraestructuras, sobre todo las más modernas y avanzadas, si somos capaces de definir bien el mapa de recursos necesarios para la atención sociosanitaria o cuidados de larga duración.

También es cierto, y se lo he dicho al sector, que quienes pueden estar en peores condiciones en este momento son aquellos que mayor dependencia tenían de la concertación pública, porque no cabe duda que no está teniendo el ritmo que tuvo ni hace diez ni cinco años, y en esos casos nos trasladan retrasos, impagos…Pero creo que hay que separar estas situaciones.

El cambio del modelo se ve desde hace tiempo. Los ritmos son distintos y las residencias tienen que abrirse mucho más. La potencialidad de una residencia es enorme: puede dar ayuda a domicilio, puede tener un centro de día, puede dar comidas, puede hacer programas de respiro familiar, puede ofrecer plazas temporales…Creo que estas opciones se están moviendo y pueden dar algunas posibilidades, pero también si pensaban en términos de un gran número de conciertos, tienen que readaptarse a la situación actual.

Uno de los temas estrella es la coordinación sociosanitaria. Hay iniciativas en distintas autonomías que van en esta dirección, pero ¿se está abandonando establecer la coordinación a nivel general para que cada autonomía lleve adelante la suya sin que haya un marco común? ¿Puede ser esto un problema?

No sé si será o no un problema, pero establecer un marco común es una necesidad. El Sistema Nacional de Salud se administra por las autonomías, pero sigue habiendo un SNS; el sistema de servicios sociales se transfiere a las autonomías, pero no hay una ley general de servicios sociales, aunque hemos hecho un esfuerzo muy grande con el catálogo de referencia de servicios sociales.

No cabe duda de que hay experiencias buenísimas en las que las autonomías han ido coordinándose. No hay que olvidar esa riqueza, ese conocimiento, y de hecho el Libro Blanco de Coordinación Sociosanitaria recoge muchas experiencias muy buenas. Ha habido un informe del Consejo Asesor encargado por el Ministerio sobre el espacio sociosanitario. Y nosotros estamos poniendo negro sobre blanco ese marco que defina el perfil de la persona que requiere cuidados de forma integral; qué centros y servicios, incluso qué acreditaciones, son necesarios para atender…Es importante que esas acreditaciones sean comunes para todo el territorio, como también lo es definir las figuras de coordinación, comisiones que hay creadas entre profesionales, con un gestor de caso…instrumentos como compartir información, el potencial que tiene la historia clínica electrónica, porque es bueno que un médico sepa cuando un paciente va a consulta si tiene un grado de discapacidad, si es dependiente, si vive en el entorno familiar…La historia clínica no tiene que estar muy cargada, sino elegir bien qué datos se incluyen, compartir instrumentos de información…

Todo esto, si somos capaces de hacer un marco regulador desde el consenso con las comunidades, con los profesionales, con las sociedades, con las entidades colaboradoras, con los órganos de participación, lo hemos empezado, y hay que valorar también sus efectos económicos y presupuestarios, pero sobre todo se notará eficiencia en los dos sistemas, porque además de todo, la persona estará mejor atendida.

Retomando el tema de la financiación, la ley marcaba pero tampoco se ha desarrollado el seguro privado de dependencia. Ustedes han anunciado su intención de desarrollarlo, pero…¿en qué punto está?

Eso es una disposición de la ley que decía que a los seis meses debía desarrollarse un seguro de dependencia de ámbito privado con un adecuado tratamiento fiscal. La ley lo enmarca desde mi punto de vista en un objetivo fundamental: ya que se establece la aportación de los usuarios, para evitar tensiones es preferible prever cómo financiar tu aportación a la atención a la dependencia, y esto te lo da un seguro privado que, según la propia ley, debe tener un tratamiento fiscal, entre otras cosas, yo diría que atractivo.

El Consejo Territorial ha dedicado este año a las grandes medidas de mejora que creo que ya están viendo sus frutos, pero no cabe duda que tenemos que abordar el tema del seguro.

Desde el punto de vista de la ley, lo que nos manda es crear un seguro de dependencia pensando en que si se hace atractivo pueda resolver los problemas futuros de cofinanciación que marca la propia ley.

Como ciudadano, incluso pensando en una posible situación de dependencia, un seguro como este creo que tiene que empezar a trabajarse con las compañías.

¿Cómo va a afectar la reforma de la Ley de Régimen Local a los servicios sociales?

Es una ley que tiene todavía su recorrido, y desde mi punto de vista creo que parte de dos premisas básicas muy importantes que es bueno recordar de vez en cuando. Hay un Tribunal Constitucional que recientemente ha dicho de forma muy contundente que las competencias en servicios sociales son exclusivas de las autonomías. Pero hay un argumento fundamental: la política y los políticos estamos para facilitar la vida a los ciudadanos. Los servicios de atención personal es muy difícil que conozcan de límites territoriales, y las personas y las familias se mueven. Hay que dejar claro también la máxima de “una administración, una competencia”, y para mí es fundamental, pensando en las familias y las personas que se mueven, saber quién le tiene que atender, cómo y a ser posible de igual manera esté donde esté. Creo que esto es muy importante, una premisa fundamental.

Hay que sentarse a ver las competencias, pero igual se puede mejorar si se juntan para algo el ayuntamiento y la diputación y se deja claro quién financia y cómo lo hace. Pero es clave que no pase lo contrario, que haya un vacío de competencias.

Con estas premisas se puede ordenar. Lo que ocurre en el modelo territorial de España es que podríamos encontrar los dos extremos: autonomías que están atendiendo estos servicios sociales en todo su territorio con acuerdos con diputaciones o ayuntamientos, o comunidades donde los ayuntamientos o las diputaciones no colaboran. Creo que pensando en los ciudadanos y las familias es importante ordenarlo.

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La venta de los viajes del Imserso arranca el 21 de septiembre

vacacionesA partir del 21 de septiembre, los usuarios acreditados de Andalucía, Extremadura y País Vasco podrán adquirir sus viajes a través de la web de Mundosenior o en las agencias autorizadas. (Europa Press)

Con más de 900.000 plazas para toda España, la venta del programa en las comunidades de Aragón, Cantabria, Castilla-La Mancha, Galicia, Islas Baleares, Islas Canarias, Murcia, Navarra y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, se llevará a cabo a partir del 24 de septiembre.

Por su parte, los interesados de la Comunidad Valenciana y Cataluña tendrán que esperar al próximo 26 de septiembre, mientras que en Asturias, Castilla y León, La Rioja y Madrid podrán comprar su viaje desde el sábado 28 de septiembre.

Entre las condiciones, los usuarios acreditados con plaza podrán reservar su viaje el mismo día del inicio de venta en su comunidad autónoma, eligiendo uno de los destinos, estancias y fechas disponibles.

Asimismo, podrán reservar un viaje los usuarios en cobertura de vacantes, siempre que haya plazas vacantes, el siguiente día laborable después del inicio de ventas de cada una de las comunidades autónomas, eligiendo uno de los destinos, estancias y fechas disponibles.

Además, podrán reservar más viajes, siempre que haya plazas vacantes, a partir de dos días laborables después del inicio de las ventas en su comunidad.

Con este programa las personas mayores tienen la posibilidad de disfrutar, a precio reducido, de estancias en zonas turísticas del litoral peninsular,Baleares y Canarias.

También incluye viajes culturales a Andalucía, Asturias, Aragón, Baleares, Cantabria, las dos Castillas, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, La Rioja, Madrid, Navarra y País Vasco; y turismo de naturaleza en Andalucía, Castilla y León, Cataluña y Comunidad Valenciana; desde octubre hasta junio.

El programa tiene una variada oferta de turnos de vacaciones, que pueden ser de cinco, seis, ocho, diez o 15 días de estancia, en régimen de pensión completa, con transporte de ida y vuelta, asistencia sanitaria y póliza de seguro.

La partida para programas de vacaciones del Imserso se redujo este año un 5,8% respecto a 2012, hasta los 105,4 millones de euros, aunque el Gobierno prevé mantener los niveles de inversión en los programas de Turismo Social para Mayores y Termalismo el próximo año.

Concretamente, la partida del programa de vacaciones para mayorespasó en 2013 de los 75,4 millones de euros a los 68,2 millones de euros, mientras que al termalismo se destinaron 34,2 millones de euros, frente a los 33,7 millones de euros del año anterior.

Así, el director general del Imserso, César Antón, insistió en que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad está trabajando para lograr dicho objetivo durante su intervención el pasado mes de julio en una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

«Lo importante es que estamos trabajando para que en 2014 se mantengan los mismos niveles que la temporada que acabamos de cerrar, es decir, no hay ninguna reducción prevista para el 2014», destacó Antón.

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La Seguridad Social dispondrá de otros 3.500 millones del Fondo de Reserva

ministraLa Seguridad Social dispondrá de otros 3.500 millones de euros del Fondo de Reserva -la denominada «hucha de las pensiones»- para abonar las pensiones.

En un comunicado, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, señala que dispondrá de dicha cantidad el 1 de julio porque en ese mes se produce una «importante necesidad» de financiación para hacer frente a la mensualidad ordinaria y a la paga extraordinaria.

Precisa que el saldo de tesorería a cierre de junio «no permite afrontar el pago de las prestaciones» sin tener que recurrir al fondo de reserva.

Según Empleo, el desembolso de julio se produce en un contexto de disminución del saldo de tesorería, que se explica porque la recaudación bajó el 1,57 % anual y por el crecimiento del número de pensiones, cuyo gasto avanza a una tasa anual del 3,85 % (ambos con datos acumulados hasta junio).

Las transferencias del Estado han hecho posible que durante el primer semestre no se haya tenido que recurrir al fondo de reserva, circunstancia que ha cambiado durante el tercer trimestre, subraya el Ministerio.

En 2012 se utilizaron reservas por valor de 11.683 millones de euros, 7.003 millones del fondo de reserva propiamente dicho y 4.680 del fondo de prevención y rehabilitación.

La ley establece el uso del fondo de reserva en los supuestos de existencia de déficit por operaciones no financieras.

En 2012 el déficit fue de 11.636,22 millones de euros (actualizado a 18 de junio) y para 2013 se prevé que alcance los 14.873 millones.

También puede utilizarse para necesidades hasta un importe máximo equivalente al importe del déficit por operaciones no financieras que pongan de manifiesto las previsiones de liquidación de los presupuestos de las entidades gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social.

En este sentido, Empleo señala que el importe que se abona el primer día hábil de julio supera los 14.000 millones y que el día 22 hay que liquidar el IRPF correspondiente a esas pensiones, que se cifra en unos 1.000 millones.

La información sobre los importes que se utilicen, si fuera necesario, del fondo de reserva en el tercer trimestre se elevará al Consejo de Ministros en octubre, tal y como establece la ley.

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El Imserso aboga por aumentar la formación en atención a la dependencia

César Antón BeltránEl director general del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), César Antón, abogó este martes por ampliar la formación dirigida a crear profesionales de atención a las personas en situación de dependencia y cumplir así las perspectivas de empleo creadas por la ley que regula este sector.

Antón participó en la inauguración de las II Jornadas Internacionales sobre Atención a la Dependencia, que se desarrollaron, martes 25, y miercoles 26 de junio en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Iguadlad, organizadas por la Fundación Caser para la Dependencia y la Fundación Pilares para la Autonomía personal.

En su intervención, el director general del Imserso apostó también por realizar una estimación presupuestaria de los servicios de atención a la dependencia que existen realmente en las comunidades autónomas para saber qué tipo de prestaciones es necesario crear.

«Cuanto más conozcamos el gasto, mas ajustaremos las prestaciones», dijo Antón, quien se refirió también a la «importancia» que para las personas mayores tiene la posibilidad de permanecer el máximo tiempo posible en casa.

En esta línea, confió en el potencial de las nuevas tecnologías para hacer realidad este deseo de las personas mayores.

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748.235 dependientes, beneficiarios de la Ley de Dependencia

DependientesUn total de 748.235 personas figuran a 30 de abril como beneficiarias de alguna de las prestaciones o servicios que ofrece la Ley de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia, mientras que 218.345 tienen reconocido el derecho a acceder a estas ayudas pero aún esperan que les sean concedidas, conforme los difundidos por del IMSERSO tras depurar los 25.806 expedientes irregulares denunciados por el Tribunal de Cuentas.

   En concreto, el proceso ha supuesto la regularización de 13.110 casos en el primer trimestre del año y otros 12.696 sólo en el mes de abril, cuando se ha completado la ‘limpieza’. No obstante, menos de la mitad de estos han tenido un efecto sobre las estadísticas generales: se trata de 5.929 casos eliminados del cómputo global, bien porque el dependiente que figuraba había fallecido, bien porque su expediente estaba duplicado.

Así las cosas, el número de personas recibiendo un servicio o prestación queda en 748.235, lo que supone un descenso en el número de beneficiarios de la ley de dependencia tanto respecto del mes de marzo (2.259 personas menos con datos ya regularizados) como en comparación con diciembre de 2012 (3.316 personas menos).

En cuanto a la lista de espera, que también se ha visto afectada por la regularización de expedientes duplicados o de personas que ya habían fallecido, a 30 de abril figuran 218.345 personas, 20.281 menos que en marzo y un 28,63 por ciento menos de las que figuraban a 1 de enero de 2012.

Para la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales este dato es un «espejismo» que no refleja una mejora en el sistema ya que, de ser así, el número de personas atendidas se habría incrementado en la misma proporción que se reducía la cifra de quienes estaban esperando. Sin embargo, no sólo no se ha incrementado sino que se ha reducido el número de beneficiarios.

Así lo ha explicado en declaraciones a Europa Press, el director de la organización, José Manuel Ramírez, quien asegura que miles de personas en situación de dependencia han fallecido desde enero de 2012 esperando a recibir la prestación o servicio a la que tenían derecho por ley. «Es una inmoralidad decir que se reduce ese limbo de la dependencia por un aumento en la prestación de servicios, porque se debe al recorte de derechos y a los fallecimientos», ha afirmado.

MÁS DE 12.000 FALLECIDOS EN LAS LISTAS

En este sentido, citando datos oficiales indica que cuando Ana Mato llegó al Ministerio de Sanidad, «1.045.000 personas tenían derecho a recibir atención por dependencia y ahora son 966.580», lo que achaca a la reforma que ha dejado fuera del sistema a los dependientes moderados, a la falta de incorporación de nuevos dependientes severos y a los fallecimientos entre quienes estaban atendidos.

En cuanto a las regularizaciones, los Directores y Gerentes de Servicios Sociales consideran que se trata de un asunto «ridículo» y «residual» que no afecta demasiado a los grandes datos del sistema, ya que se trata de 13.418 expedientes «en un mar de más de un millón de personas» que están de un modo u otro, integradas en el sistema.

El Tribunal de Cuentas denunció posibles irregularidades en un total de 25.806 expedientes. Según los datos difundidos por el IMSERSO, 12.055 resultaron corresponder a personas que habían fallecido y seguían dadas de alta, en 1.363 casos se trataba de duplicidades, y en otros 12.388 había errores que se han subsanado sin generar repercusiones a nivel estadístico. Hay que tener en cuenta que las comunidades autónomas cobran del Estado para la ley de Dependencia en función del número de beneficiarios que tengan. Tras la depuración, figuran 13.418 menos.

De ellos, el grupo más amplio correspondía al sistema andaluz, donde el Tribunal de Cuentas detectó hasta 5.174 incidencias, de las que 2.248 resultaron ser expedientes de fallecidos (1.359) o casos duplicados (889). En número le siguen la Comunidad de Madrid, con 1.834 expedientes retirados de las estadísticas oficiales (1.666 de difuntos), Cataluña, que tenía 1.472 irregulares (1.469 de fallecidos) y Castilla y León, con 1.438 casos (1.288 de fallecidos).

En el lado opuesto, las comunidades que ofrecían al Gobierno datos más fiables eran La Rioja, con 15 expedientes irregulares, todos de fallecidos; Baleares, con 24; y Canarias, donde figuraban 93 personas que ya habían muerto y tres duplicidades.

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César Antón asegura que no hay nuevas medidas de recorte en dependencia

César Antón BeltránEl director general del Imserso, César Antón, ha afirmado hoy que no se están produciendo nuevos recortes en las ayudas sobre la dependencia y que la aportación de los usuarios ya se acordó en 2012, aunque en algunas Comunidades autónomas se esté adaptando ahora.

Antón ha matizado que todos los acuerdos sobre dependencia se tomaron el 10 de julio de 2012 en el consejo interterritorial de Sanidad con todas las Comunidades autónomas, que los acuerdos se publicaron en el BOE en agosto de ese año y que desde entonces «no hay nada nuevo».

El desarrollo de esos acuerdos supuso unas medidas de ahorro que en algunos casos tuvieron efectos presupuestarios en 2012 y en otros se están aplicando progresivamente y tienen su traslación en los presupuestos de 2013, ha agregado en rueda de prensa.

Por tanto «no hay nada nuevo, hemos sido transparentes y estamos haciendo lo que hemos aprobado de acuerdo con las Comunidades autónomas», ha subrayado.

En cuanto a la aportación del usuario, Antón ha manifestado que también se aprobó en el consejo interterritorial con el acuerdo de todas las Comunidades autónomas.

En este sentido ha recordado que la Ley de Dependencia ya establece, desde el año 2006, que los usuarios deben participar con aportaciones para contribuir a su financiación.

«El problema es que no había un desarrollo de esa parte de la ley, con una sentencia recurrida y un gran vacío legal», ha recordado.

Por eso en el consejo de julio de 2012 se establecieron las bases para esa aportación, con el principio de que fuese igual para todo el territorio, ya que «la normativa debe ser igualitaria en todo el territorio».

En este punto, Antón ha explicado que desde ese mes de julio algunas comunidades autónomas han adaptado a su normativa la aportación del usuario y en base a ese acuerdo, se está aplicando dicha aportación.

Ha recordado que en el caso de usuarios dependientes con una capacidad económica por debajo del IPREM «la aportación es de cero euros» y que se va incrementando en función de la capacidad económica del usuario, de forma que «aporten más los que más tienen», ha concluido.

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Doce comunidades siguen sin aclarar el paradero de 44 millones euros para dependencia

CCAADoce comunidades autónomas no han facilitado todavía al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad información sobre los expedientes irregulares en materia de dependencia que detectó en su último informe el informe del Tribunal de Cuentas. El plazo para hacerlo termina a final de mes y solo cinco gobiernos autonómicos han facilitado los datos. En total, esta situación afectaría a 5.398 expedientes y a 44 millones de euros.

El pasado mes de marzo el tribunal desveló que había 25.806 expedientes de personas que figuraban como beneficiarias de la Ley de Dependencia en los que se habían detectado fallos, como fallecimientos, DNI erróneos, duplicados, ayudas incompatibles con otras prestacionesetc. Por ejemplo, detectó que había 12.036 personas ya fallecidas que constaban aún como beneficiarias: algunas de las comunidades con mayor número de fallecidos eran Madrid (1.666), Cataluña (1.469) y Andalucía (1.343).

El IMSERSO comenzó a comprobar datos y a 31 de marzó de 2013 había «regularizado» un total de 13.110 expedientes,quedando pendientes los otros 12.696Fuentes del Ministerio explican ahora que quedan por aclarar las circunstancias de 5.398 expedientes irregulares, a los que correpondería la cantidad de 44 millones de euros entregados por el Estado a la docena de autonomías que aún no han aportado la información correspondientes.

De ellas, una tercera parte han aportado ciertos datos con fallos constatables y las demás han mostrado su «rebeldía» a la hora de entregar una documentación que consideran reservada al ámbito de sus competencias. Las ayudas para la dependencia estipulan un mínimo de 1.400 millones de euros anuales por parte del Ejecutivo central, con el que se dota a las comunidades en función del número de dependientes beneficiarios.

La Secretaría de Estado de Asuntos Sociales e Igualdad se ha negado a facilitar a20minutos.es la lista de las comunidades que no han aclarado sus cifras alegando que aún no ha concluido el plazo y que se trata de un asunto delicado. Fuentes de este departamento aseguran que acabado el mes «todas cumplirán».

Falta de transparencia

El director general del IMSERSO, César Antón, remitió una carta tras el informe del Tribunal a cada uno de los gobiernos regionales comunicando el número de expedientes afectados en su territorio y solicitando información para ‘limpiar’ las posibles irregularidades y aclarar el destino que habían recibido los fondos públicos destinados a atender esos casos, presupuesto que se atribuye al nivel mínimo de financiación de la Ley de Dependencia.

Esta falta de respuesta no es extraña en materia de dependencia y de hecho, la propia ministra de Sanidad, Ana Mato, se ha referido en diversas ocasiones a la «falta absoluta de equidad y transparencia» en la aplicación de la Ley por parte de las administraciones públicas desde que la propia norma entró en vigor.

El Ejecutivo «confía en la buena voluntad» de las Comunidades Autónomas, de modo que se vayan sumando al propósito de lograr el fraude cero en la distribución de estas partidas, en un momento de crisis económica, en el que especialmente relevante garantizar la sostenibilidad del sistema.

El ministerio también quiere evitar que las ayudas para la Dependencia, que siguen siendo la partida más grande de los presupuestos del departamento, se conviertan en una «especie de subsidio». Actualmente, el 48 % de ellas van dirigidas directamente a las familias con algún miembro dependiente mientras que hay 45.000 plazas públicas de residencias vacías.

La razón de esta situación podría tener su base, según estas fuentes, en que a las comunidades autónomas «les sale más barato» la ayuda familiar directa que el coste de una plaza residencial, si bien su uso generaría una «importante actividad económica». El Gobierno detecta que hay «cierta picaresca» en esta situación y que «algo se está haciendo mal» porque, en algunos casos, el coste de los centros públicos duplica o triplica el de las residencias privadas, con parámetros de asistencia y calidad equiparables.

Sanidad ha dado de plazo hasta junio a las autonomías para poner en orden sus datos y alcanzar un acuerdo sobre el qué y el cómo se debe informar sobre el uso que hacen de los fondos públicos que reciben del Ejecutivo para atender a personas de dependientes. Para materializarlo, está trabajando en un sistema informático «compatible» con los diversos métodos estadísticos que ha desarrollado cada gobierno regional a fin de poder facilitarles la labor.

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El Imserso aboga por la asistencia y atención a las personas mayores como «importante nicho de creación de empleo»

César Antón Beltrán   El director general del Imserso, César Antón, ha subrayado el papel de la asistencia y atención a las personas mayores como «importante nicho de creación de empleo», durante la clausura del seminario ‘El desarrollo humano en una sociedad de mayores’, en la sede de Funcas.

   En su intervención, Antón ha detallado las previsiones que manejan las administraciones a raíz de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y del Eurostat. Así, ha recordado que, en los últimos 50 años, la población mayor de 65 años se ha cuadruplicado mientras que la de otras edades ha crecido a un ritmo menor.

Además, la población que se sitúa por encima de los 65 años representa a más del 17 por ciento del censo demográfico del país mientras que la tendencia de esperanza de vida sigue al alza, hasta los 88 años de media en el caso de las mujeres y de 81 en el de los hombres.

Por todo ello, Antón ha señalado que «la atención, el cuidado y la asistencia a las personas mayores se han erigido en prioridad, no sólo con los mayores que necesitan ayuda por su pérdida de autonomía, sino también, y sobre todo, con aquellos mayores a los que una alimentación sana, unos hábitos de vida saludables y una cobertura de los servicios sociales adecuada permitirán envejecer activamente».

En este punto, ha afirmado que se ha logrado «que el concepto de ‘envejecimiento activo’ forme parte del tejido social de una forma tan profunda que cualquier persona, sin importar su edad, sabe ya qué significa y cómo y por qué hay que envejecer bien» y ha recordado el trabajo del Ejecutivo en abrir cauces de participación social para los mayores, en referencia al Estatuto del Mayor, cuya redacción se encuentra en sus últimas fases y que recogerá las demandas, necesidades e inquietudes de este colectivo, según Antón.

El director del Imserso ha añadido que las administraciones disponen de una serie de recursos –como la atención a domicilio, la atención diurna, centros de día para personas dependientes o atención residencial, entre otros– cuya demanda, a tenor de las previsiones, aumentará durante los próximos años.

Por este motivo, ha señalado que «la tarea acuciante» que aborda el departamento de Ana Mato pasa por unificar los criterios de gestión del Sistema de Información «para evitar irregularidades y deficiencias en expedientes», además de dar prioridad a la entrada en el sistema de los dependientes en situación más grave.

Además de la asistencia a las personas mayores, el director del Imserso ha subrayado la importancia de prevenir enfermedades y situaciones que lastran la autonomía física por lo que ha apostado en invertir en hábitos de vida saludable, en paralelo a la inversión en servicios públicos de calidad lo que, a su juicio, «redundará en una mejor calidad de vida de este sector de población».

«IMPRESCINDIBLE MEJORAR DE SERVICIOS»

La jornada también ha contado con la participación, entre otros, de la profesora del CSIC y catedrática de Sociología Económica Mª Ángeles Durán, para quién es «imprescindible que haya una mejora y ampliación en los servicios sociales», que, a su juicio, «están deteriorados», aunque ha reconocido que es «el peor momento para conseguir mejoras ante la falta de ingresos».

En declaraciones a Europa Press, Durán ha pedido «cambiar la actual estructura» de la sociedad ante el envejecimiento de la misma. En este punto, ha apostado por «flexibilizar la edad de jubilación» ya que «no es lógico mantener a la gente el tiempo que están en el mercado laboral si su salud va a ser mejor».

Además, ha destacado que los mayores aportan «trabajo gratuito» a la sociedad en aspectos como «el cuidado de menores o enfermos», sobre todo en el caso de las mujeres –«quienes aportan más»– por lo que ha insistido en la necesidad de «diferenciar la economía real de la que no está vinculada a los recursos monetarios». Por último, ha hecho alusión a la importancia de la autonomía para este colectivo, tanto en el ámbito laboral, en la vida y en el cuidado a los demás.

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Empresarios de la Dependencia presentan un plan para crear plazas sanitarias

José Alberto Echevarría  La Federación de Empresarios de atención a la Dependencia (FED) ha presentado ante el director del IMSERSO, César Antón, un plan europeo que contempla la creación de 31.000 plazas sanitarias en España y una inversión de 2.300 millones de euros.

   El plan, que fue previamente anunciado en Bruselas, parte de un estudio que expone que la ratio de camas en los países europeos es de 7.133 camas por cada millón de habitantes. En el caso concreto español hacen falta 31.000 camas para cumplir con el número estipulado. A nivel europeo, el plan de inversión en sanidad contempla la creación de medio millón de plazas y un total de 800.000 puestos de trabajo en el sector sanitario.

El presidente de la FED y secretario general de la Confederación Europea de Organizaciones de Cuidado del Hogar (ECHO por sus siglas en inglés), José Alberto Echevarría ha expuesto la situación del sector en términos económicos ante el director del IMSERSO. Según el estudio realizado, el sector de la atención a la dependencia tiene un volumen de negocio de cerca de 167.000 millones de euros en la UE y oferta un total de 3.5 millones de camas.

El documento, justifica que el retorno de la construcción en creación de nuevas plazas «no tendría efectos para la Administración hasta el año doce», según han explicado.

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Madrid acoge la celebración del Ateneo Gerontológico “Respuestas sociales, riesgos e innovación” organizado por entremayores

César Antón BeltránEl director general del Imserso, César Antón Beltrán, inaugura el encuentro con la ponencia “Mayores, bienestar y políticas sociales”. Jesús Caldera, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Ideas, clausurará las jornadas con la conferencia “Dependencia, presente y futuro de la Ley”.

El grupo de comunicación entremayores organiza en Madrid su Ateneo Gerontológico, un foro de diálogo abierto a las personas mayores, sus cuidadores, políticos y los profesionales de los sectores sociosanitario y empresarial. El salón de actos de la Fundación Once (Calle Sebastián Herrera, 15. Madrid) acogerá, los próximos 12 y 13 de marzo, la celebración de este encuentro que, bajo el lema “Respuestas sociales, riesgos e innovación”, analizará los principales retos de la atención sociosanitaria, la actividad profesional, la planificación de los servicios, la innovación tecnológica, la mejora de la calidad de vida de las personas mayores y la investigación en el ámbito gerontológico.

Entre los ponentes, destaca la presencia del director general del Imserso, César Antón Beltrán, que inaugurará el encuentro con la ponencia “Mayores, bienestar y políticas sociales”. La clausura correrá a cargo de Jesús Caldera, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Ideas, que analizará la “Dependencia, presente y futuro de la Ley”. El movimiento asociativo estará representado por José Luis Méler y de Ugarte, presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma); Paca Tricio, gerente de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP); y Vicente Sanz Fernández, presidente de la Confederación Nacional de Pensionistas y Jubilados de España (Conjupes), que abordarán la crisis en la atención gerontológica y las estrategias necesarias para garantizar la calidad de vida de este colectivo.

Asimismo, participarán en este encuentro algunos representantes del sector empresarial. Entre ellos, destaca la presencia de Jorge Guarner, presidente de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (Aeste); José Alberto Echevarría, presidente de la Federación Empresarial de Asistencia a la Dependencia (FED); y Javier Gómez, presidente de la Asociación Madrileña de Atención a la Dependencia (Amade), que analizarán, entre otras cuestiones, la gestión de centros y su marco normativo, la eficiencia y la calidad de los recursos sociosanitarios o los nuevos productos de atención y apoyo a las personas mayores.

Dado que el aforo es limitado, para acudir al encuentro es imprescindible realizar una suscripción previa que está disponible en la página web “www.entremayores.es”.

Para más información, concertar entrevistas, etcétera, disponen de los siguientes contactos de los responsables del evento:

D. Modesto Martínez Casas. Director y editor del grupo de comunicación entremayores. direccion@em-publicaciones.com

D. Miguel Ángel Vázquez Vázquez. Presidente del Comité Científico del Ateneo Gerontológico. mvazquez@uvigo.es

Programa

Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el ejercicio de 2013 contemplan un recorte del 5,8% en la partida destinada al programa de viajes del Imserso

   Las plazas del Programa de Vacaciones para Mayores y de Mantenimiento de Empleo en las zonas turísticas del Imserso pueden adquirirse desde el pasado sábado en el portal mundosenior.es o en las más de 9.500 agencias de viajes autorizadas en todo el país.

En concreto, los usuarios acreditados de Andalucía, Extremadura y País Vasco ya pueden comprar sus viajes, mientras que los residentes en Aragón, Castilla-La Mancha, Cantabria, Ceuta, Galicia, Baleares, Canarias, Melilla, Murcia y Navarra, podrán hacerse con ellos desde este martes.

Por su parte, los clientes de la Comunidad Valenciana y Cataluña podrán adquirir sus plazas desde este jueves, siendo los más tardíos los ciudadanos de Asturias, Castilla y León, La Rioja y la Comunidad de Madrid, que tendrán que esperar hasta el próximo sábado.

Los usuarios acreditados con plaza podrán reservar su viaje el mismo día del inicio de venta en su comunidad autónoma, eligiendo uno de los destinos, estancias y fechas disponibles.

Del mismo modo, optarán a reservar un viaje los usuarios en cobertura de vacantes, siempre que haya plazas disponibles el siguiente día laborable después del inicio de ventas de cada una de las comunidades autónomas, eligiendo uno de los destinos, estancias y fechas.

No obstante, los acreditados tendrán la oportunidad de reservar más viajes siempre que haya plazas vacantes a partir de dos días laborables después del inicio de las ventas en su comunidad.

El programa tiene una variada oferta de turnos de vacaciones, que pueden ser de cinco, seis, ocho, diez o 15 días de estancia, en régimen de pensión completa, con transporte de ida y vuelta, asistencia sanitaria y póliza de seguros.

PORTUGAL, FUERA DE LOS DESTINOS.

A finales de octubre, la Dirección General del Imserso comunicó que, al haber renunciado Portugal el convenio firmado para que las personas mayores pudieran conocer el país y al mismo tiempo que los portugueses pudieran visitar España, se veía obligada a suspender todas las plazas con destino a Portugal.

De esta forma, las personas acreditadas para el país luso tenían plaza asegurada para circuitos culturales, turismo de naturaleza o plazas con destino en Península y Baleares.

RECORTE DEL 5,8% EN 2013.

Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el ejercicio de 2013 contemplan un recorte del 5,8% en la partida destinada al programa de viajes del Imserso, que contará con un total de 105,4 millones de euros.

En concreto, se beneficiarán de esta iniciativa 900.000 usuarios, generándose 8,2 millones de estancias en los hoteles y creando en torno a 84.000 empleos, 12.000 directos y 72.000 indirectos.