Jubilación

El ministro de Finanzas japonés pide a los ancianos que se den prisa en morir

Taro Aso«Dios no quiera que ustedes se vean obligados a vivir cuando quieran morir. Yo me despertaría sintiéndome mal sabiendo que todo [el tratamiento] está pagado por el Gobierno». El ministro se refirió así al coste de los tratamientos médicos en un país en el que casi una cuarta parte de sus 128 millones de habitantes son mayores de 60 años y, no contento con eso, remachó: «El problema no se resolverá a menos que ustedes se den prisa en morir».

Las declaraciones se produjeron en una reunión del Consejo Nacional de Seguridad Social del país nipón donde Aso, que también ejerce de viceprimer ministro, aseguró que él se negaría a recibir cuidados paliativos. «Yo no necesito ese tipo de atención», dijo en declaraciones citadas por la prensa local, agregando que él había escrito una nota indicando a su familia que se nieguen a prolongar su vida con un tratamiento médico.

Para completar sus declaraciones, se refirió a los ancianos que ya no pueden alimentarse por sí mismos como «gente de tubo» y alegó que el ministerio de salud y bienestar era «muy consciente de que cuesta varias decenas de millones de yenes al mes» el tratamiento de un solo paciente en las etapas finales de la vida.

Días después, Taro Aso intentó matizar sus comentarios reconociendo que sus palabras habían sido «inadecuadas» y que él solo se estaba refiriendo a sus preferencias personales. Aunque no es la primera vez que uno de los políticos más ricos y veteranos de Japón comete este tipo de deslices. En 2008, cuando ejercía de primer ministro, llamó «chochos» a los pensionistas. En otra ocasión en una reunión de economistas dijo: «Veo a gente de 67 años o 68 constantemente ir al médico. ¿Por qué tengo que pagar por las personas que sólo comen y beben y no hacen ningún esfuerzo?».

Según un informe publicado esta semana, el 40% de los hogares japoneses que reciben asistencia social tiene algún miembro mayor de 65 años. Japón es el país más envejecido del mundo, el propio ministro de Finanzas tiene 72 años.

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Ocho secretos para una jubilación activa

envejecimientoactivo

Es un cambio vital. Y son muchas las circunstancias que condicionan una jubilación feliz y placentera o, por el contrario, algo desgraciada. Las condiciones económicas derivadas de esa situación, el estado de salud en el que nos encontremos, las circunstancias de la familia, nuestro entorno… «Primero viene un periodo de luna de miel, pero son unas vacaciones que matan a cualquiera, después llega la crisis personal», afirma la psicóloga clínica especializada en Gerontología, María Dolores Ortiz.

En el camino se producen pérdidas y se abren nuevas oportunidades, y un proceso que no está exento de riesgos como advierte Ortiz. «Hay que reajustar la rutina, los horarios y el cambio de vida. Incluso las relaciones personales, porque en el trabajo había unas relaciones diarias que se dejan de mantener y tenemos que reconstruir ese tiempo de relaciones en otro entorno. E indudablemente también hay que reajustar los tiempos de pareja».

Estas son algunas de las claves para que todo sea más fácil:

1. No hay que encerrarse en casa y sí manterse activo física e intelectualmente. Para ello, es recomendable andar, ir al gimnasio o practicar algún deporte, lo que previene de enfermedades y mantiene bajo control las que ya se padecen.

2. Participar. El voluntariado permite a muchos jubilados sentirse útil y reconocido. Hay miles de ONG, organizaciones de mayores, parroquias, asociaciones de vecinos que estarían encantos de recibir más ayuda, sobre todo en estos tiempos.

3. Planificar la jubilación. Los cursos de preparación a este cambio tan drástico en la vida son de tremenda utilidad, según los expertos. Comunidades autónomas, ayuntamientos, sindicatos, asociaciones de mayores, empresas… los ofrecen tanto para el jubilado como para su pareja. Hay que plantearse cuestiones como dónde voy a vivir, cuáles serán mis ingresos, cómo me realizo, cómo utilizo el tiempo libre…

4. Relacionarse. En el trabajo había compañeros con los que comentar cada día el partido de fútbol, la película de la noche anterior… Ahora ese escenario ha desaparecido. Pero la jubilación da también la oportunidad de conocer a otras personas y de cuidar a los amigos que ya teníamos.

5. Prepararse para vivir con menos dinero..Muchas veces no empeora la calidad de vida, porque al no trabajar también se suprimen otros gastos: transportes, comer fuera de casa e incluso ropa.

6. La pareja, fundamental. Por eso, hay que ayudarse mutuamente y ponerse en el lugar del otro para entenderle mejor. Ambos miembros de la pareja van a tener que modificar sus hábitos porque pasarán muchas horas juntos. Compartir actividades juntos es bueno, pero cada uno debe conservar su espacio.

7. Dialogar y negociar el uso del tiempo, de los espacios y de las relaciones en el hogar. La nueva situación va a exigir un esfuerzo de adaptación de la pareja.

8. Compartir con los nietos. No quiere decir que los abuelos tengan la servidumbre de cuidarlos, sino de compartir tiempos con ellos, de trasmitirles enseñanzas, valores, de disfrutar de la relación.

El inevitable periodo de adaptación

M. J. P.
La adaptación suele durar año y medio, según Ortiz. «Y normalmente, las mujeres suelen hacerlo mejor y tener menos riesgos que los hombres porque han llevado la doble jornada y ellas dan una continuidad a sus tareas», concreta. A esas alturas de la vida, cada uno debe ser consciente, como dice la psicóloga, de que «uno es lo que es como persona independientemente de la posición laboral». Sin embargo, hay que tener una máxima según afirma José de las Heras, coordinador del programa «Madurez vital» de Ceoma, la Confederación Española de Organizaciones de Mayores. «Dejar de trabajar -explica- no quiere decir dejar de realizar actividad. Uno se jubila del trabajo de la nómina pero no de la vida».

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Abuelos, principales cuidadores de sus nietos en una de cada tres familias

abuelos y nietos   Los abuelos son los principales cuidadores de sus nietos menores de 12 años para el 30 por ciento de las familias, según ha explicado el investigador de European Foundation for the Improvement of Living and Working Conditions, Daniel Molinuevo, durante el ‘II Congreso de Familias’.

   Los horarios laborales y los ajustes económicos domésticos son una de las causas que se han señalado para el aumento de la participación de los abuelos en el cuidado de sus nietos, que va, «muchas veces», en detrimento de las guarderías, según ha señalado la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF), organizadora del evento.

En este sentido, la catedrática de psicología de la Universidad de Barcelona, Carmen Triado, ha señalado que el rol de los abuelos como cuidadores dentro de sus familias «da sentido al envejecimiento activo y a la solidaridad intergeneracional». Asimismo, ha señalado cómo la configuración de la familia en los distintos países desarrollados ha favorecido que los abuelos adquieran «un papel importante» dentro de la estructura familiar.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Mujeres por un Envejecimiento Saludable, Mariqueta Vázquez, ha subrayado la previsión de que en 2017 «habrá más fallecimientos que nacimientos» en España. Por ello, ha asegurado que la familia «ya no es garante de la vejez» y que los mayores «deben tomar las riendas de su vida y cambiar estereotipos sociales y familiares».

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Un estudio revela que cada jubilado europeo se sostiene a través de cuatro personas activas

   El estudio de preparación para la jubilación confeccionado por Aegon revela que cada pensionista de la Unión Europea se sostiene a través de cuatro personas activas, del mismo modo que pronostican que la crisis económica y el desempleo provocarán que esta cifra descienda a dos personas «en unos años», informa en un comunicado.

La aseguradora destaca que las mujeres son las menos favorecidas en este ámbito, como refleja que solo el 5% de las mujeres llega a los 35 años de cotización. Además, la media de jubilación de las mujeres (63,4) está por encima de la de los hombres (61,8). Asimismo, el 71% de las mujeres confiesa su preocupación por cobrar una pensión que realmente cubra sus necesidades.

La responsable de marketing de canales propios de Aegon, África Hernández, ha advertido de la necesidad de tomar medidas para asegurar la jubilación. «A pesar de que estamos concienciadas con este tema, realmente no llegamos a dar el paso», ha apostillado.

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España es «el país de los analizados cuyo sistema de protección social presenta menor eficacia para reducir la pobreza»

El número de hogares españoles con todos sus miembros en paro que sobreviven gracias a la pensión de un jubilado se ha triplicado desde 2008 y asciende ya a 300.000, según evidencia un estudio editado por Obra Social ‘la Caixa’, que compara cuatro modelos europeos de bienestar social, entre los que figura el español.

El trabajo, titulado ‘Crisis y fractura social en Europa. Causas y efectos en España’, lo han coordinado Miguel Laparra y Begoña Pérez, profesores titulares de Política Social de la Universidad Pública de Navarra.

Según explicó el primero de ellos este miércoles en Madrid, el objetivo del estudio es analizar el impacto que está teniendo la crisis económica en Dinamarca, Reino Unido, Francia y España, países representativos, a su vez, del modelo de bienestar escandinavo, anglosajón, continental y mediterráneo.

A juicio del profesor Laparra, la principal conclusión del trabajo es que «hay otras formas de abordar la crisis» distintas a las seguidas por España, donde los grandes perjudicados por la situación están siendo, sobre todo, jóvenes e inmigrantes y donde el sistema de protección social ha demostrado quedarse corto, al tiempo que el apoyo familiar empieza a «saturarse».

Así, indicó, el 52,8% de jóvenes de entre 18 y 34 años conviven con sus padres, frente al 17,7% de la misma población en Dinamarca, al 34% en Francia y al 39% en Reino Unido.

FAMILIAS SOBREPASADAS

Pese a estas cifras, la otra coordinadora del informe señaló que empieza a verse cómo las familias están «sobrepasadas» y no pueden ayudar tanto como les gustaría a sus hijos, que en el caso de los jóvenes se emancipan más, ya que el porcentaje de los que se quedan en el hogar paterno ha descendido en 3,4 puntos.

Y es que, prosiguió Pérez, hay cada vez más hogares con todos sus miembros en paro y también más familias monoparentales, donde el apoyo al otro se hace difícil.

Otro aspecto que evidencia el manual es el del superior aumento de la pobreza en España. En concreto, señala que este país ha experimentado el crecimiento más importante de la pobreza severa entre los modelos analizados (un punto porcentual) y que ha alcanzado el 5,2%, el doble que en el resto. Desde 2007, el número de personas en riesgo de pobreza se ha incrementado en 1,4 millones.

Un indicador que ha aumentado también en estos años ha sido el de la desigualdad entre los que más y menos ingresos poseen. Así, el 10% más rico tiene ahora cinco veces más ingresos que el 10% más pobre. España es, en este sentido, el país de los evaluados que menos ha reducido estas desigualdades.

INSUFICIENTE PROTECCIÓN SOCIAL

Al contrario de lo que ocurre en el resto de países analizados, prosiguieron los coordinadores del manual, el sistema español de bienestar está demostrando ser insuficiente, al dejar fuera de él a los más necesitados.

En este grupo de más necesitados, los autores citan a las personas sin recursos que no han cotizado nunca y, en ocasiones, a las familias que tienen a todos sus miembros en paro (un 7,6%), que representan prácticamente el doble que en el resto de modelos estudiados.

En los países con modelos de Estado del bienestar amplios, como Francia, los dispositivos de protección social han funcionado como estabilizadores automáticos, aumentando tres puntos la proporción de hogares con alguna prestación y reduciendo así notablemente el impacto social de la crisis y la disminución del empleo, indica el estudio.

Sin embargo, continúa, en España, aunque ha aumentado en un 1,8% el número de hogares que perciben alguna prestación (en 2007 era del 54,1% y en 2010 del 55,9%), este incremento se ha mostrado «insuficiente» para afrontar las nuevas necesidades y es así «el país de los analizados cuyo sistema de protección social presenta menor eficacia para reducir la pobreza».

Solo un 51,7% de la población española que se encontraría bajo el umbral de la pobreza evita esa situación gracias a las transferencias sociales, entre 10 y casi 20 puntos menos que los demás países (frente al 70% en Francia y al 66% en Dinamarca).

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Cuatro de cada diez jubilados ayuda económicamente a un familiar

Los abuelos se han convertido en el sostén de un número cada vez mayor de familias azotadas por la crisis. Jubilados y pensionistas destinan parte de sus pensisones y ahorros a sus hijos y nietos, ahogados por la situación económica.

Así, el 40,4% de las personas mayores ayuda o ha ayudado en los dos últimos años a familiares, según el último Índice de Opinión Pública (IOP) realizado por Simple Lógica Investigación para la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP).

Así, mientras que en el año 2010 de las personas mayores que ayudan o habían ayudado en los dos últimos años a familiares representaban un 15,1%, actualmente recurrir a la solidaridad de los progenitores se ha convertido «en una de las principales estrategias de adaptación a la difícil situación que padecen muchos ciudadanos españoles».

Los mayores con mayor nivel formativo, es decir, con estudios al menos secundarios, son los que más ayudas prestan, 48,8%, frente a quienes tienen un nivel de estudios inferior 37,5%.

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Los españoles, entre los europeos con más esperanza de vida pero no en las mejores condiciones

Eurostat revela que son los suecos y daneses los que mejor viven a partir de los 65 años

Los franceses y los españoles mayores de 65 años son los europeos con una esperanza de vida más elevada, aunque eso no quiere decir que disfruten de la mejor calidad. Por el contrario, son los suecos y daneses los que, aún viviendo menos años, gozan de unas condiciones más saludables en esta recta final. Así lo revela un informe publicado por Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea.

Las mujeres son las que cuentan con mayor esperanza de vida en el continente, pero según el país unas viven más que otras. Las que alcanzan mayor edad entre todas las europeas son las francesas que a partir de los 65 años disfrutarán 23,4 años más, seguidas de las españolas 22,7 años y las italianas 22,1 años. Los hombres no llegarán a edades tan longevas. Vivirán más en Francia (18,9 años), España (18,6 años) y Grecia (18,5 años).

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Ocho secretos para una jubilación activa

Es un cambio vital. Y son muchas las circunstancias que condicionan una jubilación feliz y placentera o, por el contrario, algo desgraciada. Las condiciones económicas derivadas de esa situación, el estado de salud en el que nos encontremos, las circunstancias de la familia, nuestro entorno… «Primero viene un periodo de luna de miel, pero son unas vacaciones que matan a cualquiera, después llega la crisis personal», afirma la psicóloga clínica especializada en Gerontología, María Dolores Ortiz.

En el camino se producen pérdidas y se abren nuevas oportunidades, y un proceso que no está exento de riesgos como advierte Ortiz. «Hay que reajustar la rutina, los horarios y el cambio de vida. Incluso las relaciones personales, porque en el trabajo había unas relaciones diarias que se dejan de mantener y tenemos que reconstruir ese tiempo de relaciones en otro entorno. E indudablemente también hay que reajustar los tiempos de pareja».

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