Archivo diario: 8 octubre, 2012

Un estado de Bienestar para nuestros mayores

Con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, celebrado el 1 de octubre, tenemos que hacer visible la necesidad imperiosa de la atención a las personas de edad avanzada en un momento en el que caminamos hacia una Europa envejecida, que va a carecer de un sistema que dé seguridad y cobertura social a las personas longevas.

El progresivo envejecimiento y el aumento de la esperanza de vida a nivel mundial en las últimas décadas han provocado un cambio en las necesidades de salud de nuestra población que debiera ser una prioridad para nuestras Administraciones Públicas.

En España, la inmensa mayoría de las personas que precisan de cuidados para realizar las actividades cotidianas reciben ayuda a través del cuidado personal realizado por sus familiares más directos.

En el 21% de los hogares canarios hay una o más personas con limitación de la actividad. En Gran Canaria, el 86,3% del cuidado se realiza en el ámbito familiar, siendo las mujeres, en la mayoría de los casos, quienes desempeñan este rol. El 13,7% restante del cuidado de las personas dependientes está a cargo del servicio doméstico, los servicios sociales y otros tipos de atención.

El desmantelamiento del Estado de Bienestar afecta, sobre todo, a los mayores, que ven cómo en este último tiempo se aminoran los recursos de atención y prevención de enfermedades asociadas a la edad. Asistimos al repago de sus medicamentos, a la falta de servicios de ayuda a domicilio y de teleasistencia, y al colapso en la red asistencial a los grandes dependientes. Asistimos a la muerte súbita de una Ley de Autonomía que apenas acababa de nacer, y que era el cuarto pilar del Estado de Bienestar.

Los recursos de la Ley de Autonomía Personal se han suprimido, sacrificando a los mayores en pro de construir un Estado que deja atrás el compromiso con las personas que han dejado lo mejor de sí en hacer un país más grande en el conjunto de los Estados, un esfuerzo que, sin duda, debería ser recompensado en la última etapa de su vida. Pero la realidad es que se encuentran con unos gobernantes que, nuevamente, los sacrifican.

En pleno siglo XXI, asistimos a la vuelta de los hijos a los hogares de sus mayores, ya jubilados en la mayoría de los casos. El papel que juegan pasa a ser relevante, ya que se han convertido, en muchos de los casos, en el sostén de una familia con alto índice de desempleo. Es el regreso al hogar de los abuelos con el fin de poder sobrevivir gracias a una mínima jubilación.

Las necesidades de los hijos y las hijas de depender de las pensiones de sus padres chocan frontalmente con las de los mayores, de tener una vida de confort en la última etapa de su vida. Disponer de una jubilación para la atención propia, para su salud y bienestar social, se sacrifica por mantener a una generación que no tiene capacidad para contribuir a las pensiones futuras, ni aún para mantenerse en el presente.

Las pensiones de nuestros mayores se encuentran entre las más bajas de Europa, ocupando el octavo lugar de un ranking de 15. En algunos casos, ni siquiera llegan a tener el valor de sueldo mínimo interprofesional pensiones como las no contributivas o de viudedad. Menos capacidad adquisitiva y menos cobertura social.

En nuestra Isla tres residencias de mayores han sido cerradas en los últimos tiempos: Mogán, San Mateo y Firgas. Un mal que está afectando a las 3.000 personas mayores que están a la espera de una plaza en una residencia de gran dependencia.

Aún queda una oportunidad para hacer prevalecer el espíritu solidario con las personas que han conformado lo que hoy conocemos como nuestro país. El Estado tiene una deuda pendiente con todos los mayores, que hoy ven aminorada su capacidad adquisitiva, y que ven con sufrimiento cómo se encuentran sus hijos e hijas, que no disponen de otra ayuda que no sea la de ellos mismos.

No puede ser una entelequia el desarrollo de la Ley de Autonomía Personal en un Estado como el nuestro. No es una quimera pensar que podemos y debemos tener el Estado de Bienestar social que merecen nuestros mayores.

ISABEL GUERRA, Consejera del PSC-PSOE en el Cabildo de Gran Canaria

Leer noticia.

Unas 620.000 personas mayores participan en andalucía en actividades que fomentan el envejecimiento activo

Cerca de 620.000 mayores andaluces se benefician de los programas de envejecimiento activo que se llevan a cabo en los centros de Participación Activa de titularidad de la Consejería andaluza de Salud y Bienestar Social, según un balance realizado con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores.
En lo que va de 2012, declarado Año Europeo del Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional, la Junta de Andalucía ha invertido más de 3,7 millones de euros en los diversos programas destinados a ese fin, iniciativas que se llevan a cabo fundamentalmente a través de su red de 167 centros de Participación Activa de Personas Mayores, ubicados en toda la comunidad.
Por provincias, en Almería hay 16 centros, con 58.989 personas mayores socias que participan en programas de envejecimiento activo; 26 en Cádiz, con 102.765 beneficiarios; 27 en Córdoba, con 96.323; 23 en Granada, con 84.796; 10 en Huelva, con 36.867; 19 en Jaén, con 70.049; 15 en Málaga, con 55.302; y 31 en Sevilla, con 114.291.
Los programas de envejecimiento activo tienen como objetivo fundamental procurar el bienestar social e individual de las personas mayores, mejorar su calidad de vida y su imagen ante la sociedad, promover la autonomía personal, prevenir situaciones de dependencia y fomentar la cooperación y la solidaridad entre generaciones.
Con estos fines, se han llevado a cabo este año un gran número de actividades en toda Andalucía, entre las que destacan la campaña ‘Muévete’, que se ha desarrollado en 26 centros de la provincia de Cádiz para fomentar la participación de las personas mayores en la vida al aire libre; los encuentros provinciales de grupos folclóricos desarrollados en 14 centros de la provincia de Málaga; la Muestra de Teatro en la que participaron 20 centros de la provincia de Sevilla; los talleres de actividades físicas y deportivas, con más de 3.329 personas mayores asistentes en la provincia de Granada; las jornadas terapéuticas de Agua y Vida con la asistencia de mayores de 17 centros de Jaén; el Club de Lectura que se organiza cada año en Córdoba, los talleres de baile impartidos en Huelva y la edición de la revista ‘El Candil’ en Almería.
Otro programa destacable que se enmarca en las iniciativas para la promoción del envejecimiento activo es el denominado ‘Por un millón de pasos’, que lleva a cabo la Consejería de Salud y Bienestar Social para fomentar el ejercicio físico como hábito saludable. En el primer semestre de este año, participaron 57 centros y 27 asociaciones de personas mayores de un total de 62 municipios de las ocho provincias andaluzas.
La Tarjeta Andalucía Junta sesentaycinco, que tramita Salud y Bienestar Social, también incluye entre sus objetivos el fomento del envejecimiento activo, ya que sus portadores tienen derecho a un gran número de descuentos y beneficios en el acceso al transporte, las actividades culturales, deportivas y de ocio en general. Actualmente, cerca de un millón de mayores -996.803- son titulares de esta tarjeta, es decir, casi el 80% de la población mayor de 65 años de Andalucía, que asciende a algo más de 1,2 millones de personas.
Por lo que respecta a la parte formativa, sobresalen las Aulas Universitarias de Mayores, un programa que desarrolla esta consejería en colaboración con las universidades públicas andaluzas y en el que ya han participado en torno a 50.000 personas mayores de 55 años desde el año 2004.
Asimismo, en el área sanitaria destacan las 791.126 personas que han pasado este año por el programa Examen de Salud Mayores de 65 años, de los cuales 92.160 son de la provincia de Córdoba, 48.276 de Huelva, 116.076 de Cádiz, 52.285 de Almería, 175.635 de Sevilla, 85.742 de Granada, 71.903 de Jaén y 155.049 de Málaga.
Andalucía elaboró en 2010 el primer Libro Blanco del Envejecimiento Activo publicado en toda España, un documento de análisis elaborado por la Junta, en colaboración con los colectivos representantes de mayores, que formula un total de 130 recomendaciones sobre medidas que se deben llevar a cabo en temas de salud, educación, seguridad, intergeneracionalidad y participación, fundamentalmente.
Las conclusiones de los grupos de trabajo parten de un amplio análisis sobre la situación demográfica actual y el progresivo envejecimiento de la población, que obliga a dar respuesta a las demandas de un grupo poblacional que necesita participar en la vida social, cultural, política y económica, y no solo recibir una atención de carácter asistencial.
En el Libro Blanco se concluye que el envejecimiento demográfico no es una enfermedad social sino un logro sin precedentes. Por ello, en el documento se apuesta por trabajar para acabar con la visión estereotipada de la vejez como fuente de problemas y no de posibilidades.

Leer noticia.

Una mujer impedida de 102 años lleva 2 esperando a cobrar la dependencia

Higinia Maestre Micó, conocida por todos los que la conocen como Etelvina, pasa sus días entre la cama y el sillón. Casi no oye y apenas puede moverse, lo que no es raro porque ya ha cumplido 102 años. Como no tiene hijos, la cuida una asistenta en su propia casa cuyo salario lo pagan varios de los sobrinos de la anciana ya que ella sólo recibe una pensión de 395 euros mensuales. Mientras a sus sobrinos les fue bien, no hubo problemas, pero ahora con la crisis, tienen más dificultades para ocuparse de su tía por lo que en 2010 decidieron solicitar la prestación acogiéndose a la Ley de Dependencia que les ayudara a mantener a Etelvina en buenas condiciones. Dos años después siguen esperando.

El de Etelvina es sólo uno de los miles de casos que hay en la provincia de personas a las que se les ha reconocido el derecho a percibir una prestación por la Ley de Dependencia pero que aún no la cobran. Según los datos de Bienestar Social, hay más de 7.300 personas a las que les corresponde el dinero pero que no lo reciben aún, casos como el de Etelvina quien, según teme Carmen Maestre, una de sus sobrinas, «puede que no llegue ni a cobrarlo» dada su avanzada edad.

El caso de esta mujer resulta especialmente penoso cuando se escucha a su sobrina Carmen hablar de ella y recordar toda una vida de trabajo. Cuenta Carmen que Etelvina «fue una de las modistas más importantes de Elche», ciudad en la que ha pasado la mayor parte de su vida aunque nació en Petrer. «Era muy famosa, hacía trajes de noche, de fiesta para lo mejor de la sociedad de Elche. Estudió en Alicante y se convirtió en una de las mejores en lo suyo. Toda la vida la recuerdo cosiendo hasta que ya no tuvo edad para seguir», dice.

Efectivamente, Lolita, una de las discípulas de Higinia, ya jubilada, cuenta que «era la mejor haciendo trajes de novia, aunque apuraba hasta el último momento y antes de una boda nos pasábamos la noche cosiendo y luego llevábamos con prisa el vestido a la novia, pero eran los más bonitos». También recuerda Lolita que «en los juegos Florales que se hacían en Elche ella hacía unos trajes maravillosos, era una artista e incluso ganó varios premios».

Higinia no se casó ni tuvo hijos. «Su amor fue la costura», cuenta su discípula ya jubilada. «A ella le salieron muchos novios pero como era la única hija, se quedo con sus padres, así que dedicó su vida a coser y siguió trabajando hasta los 90 años enseñando además a un montón de gente el oficio de modista».

A Lolita y a Carmen les da lástima ver a Higinia tan mayor. «Ha estado toda la vida trabajando y ha ayudado a mucha gente, sobre todo a sus hermanos. es una bellísima persona», dicen. Etelvina, ajena a los halagos de su sobrina y de su discípula, dormita en el sillón en casa de su cuidadora. Antes vivía de alquiler, «pero era imposible pagar el alquiler y a la mujer que la cuida» dice Carmen, por lo que los sobrinos optaron por el traslado a casa de su asistenta a la que ayudaron para empezar a pagar el piso. «El problema que tenemos es que las cosas están mal, y la ayuda por la dependencia, que le corresponde, es fundamental porque no toda la familia puede ya aportar dinero para ayudar a mi tía. Somos cuatro sobrinos dando lo que podemos, pero cada vez es más difícil».

Carmen asegura que desde que se le concedió a su tía la situación de dependencia, en grado 3 y nivel 2, «he reclamado varias veces y siempre me dicen que ya llegará. La asistente social también nos ha dicho que seguirá intentando hablar con Valencia pero que no puede hacer nada y en el Ayuntamiento de Elche tampoco. Desde que cumplió 100 años nos mandan una carta de felicitación por su cumpleaños y una plantita. Eso es todo». La puntilla para los familiares de la anciana ha sido el tener que abonar parte de las medicinas de Etelvina, «sobre todo los pañales, que son muy caros». Se supone, como en el caso de todos los jubilados desde que entró en vigor el copago farmacéutico, que con la paga de este mes la Conselleria abonará el gasto de medicinas, pero de momento, una vez más, el sobrecoste ha corrido a cargo de los sobrinos.
El nivel 3 grado 2 de dependencia que sufre Etelvina es el grado máximo reconocido, por lo que, según ha señalado el portavoz de la Plataforma por la ley de Dependencia, Miquel Martorell, «tendría que recibir casi 600 euros de paga aunque con los últimos los recortes se le rebajaría un 15%». En cualquier caso, esos quinientos y pico euros supondrían un gran alivio para los familiares de la anciana.

Más de 30.000 personas han muerto esperando a cobrar
El portavoz de la Plataforma por la Dependencia en Alicante, Miquel Martorell, considera que la situación es dramática y que el retraso llega hasta el punto de que en la Comunidad hay más de 30.000 personas que han fallecido esperando la prestación. A su juicio, «en la dependencia está ocurriendo lo mismo que en otras partidas del presupuesto para reducir el déficit. El Gobierno ha eliminado partidas a la dependencia para contrarrestar el déficit y está ahogando a las autonomías y a los ayuntamientos». Tal como ha señalado el portavoz, «como las autonomías no tienen dinero y se ha reducido el mínimo que el estado da para unas prestaciones, se ha recortado en 200 millones, lo que supone que en la Comunidad Valenciana hay unos 6 millones menos para la dependencia». Además, según señala Martorell «está la parte del nivel acordado que es un dinero que se acuerda con las autonomías en función de la población, dispersión geográfica, pobreza, número de dependientes, etc.. Ahí había 283 millones que se daban a las comunidades y ahora no se van a dar. Eso son unos 20 millones y pico menos en la Comunidad que se utilizaban para dependencias, mayores, etc. Al final, las comunidades, al no recibir el dinero, paralizan la dependencia».

Por otra parte, y según los datos facilitados por la plataforma, no se dan resoluciones definitivas de dependencia desde marzo del año pasado. Martorell ha señalado a este respecto que «las que se están dando son las solicitudes que hicieron hasta 2009 y, por otra parte, por Real Decreto se les concede a las comunidades un plazo de dos años y medio para resolver, y si ya estaban esperando a una resolución definitiva, ahora puede tardar dos años». A juicio del portavoz de los afectados, «esto es un secuestro del derecho a los dependientes, muchos de los cuales han fallecido sin recibir la prestación».

Leer noticia.