Cada veinte segundos una persona mayor se cae en su hogar

bastonEn España, cada veinte segundos una persona mayor se cae en su hogar y cada dos minutos una se cae en el baño, según ha informado el Instituto Gerontológico con motivo de la Campaña «Stop a las Caídas».

Esta organización ha denunciado que el hogar es uno de los lugares más peligrosos para este colectivo, porque cada año en este país el 15% de los mayores de 65 años, es decir 1.213.885 personas, sufren caídas en su casa.

De estos percances, el 20% se producen en el baño, uno cada dos minutos. Esta tasa de caídas aumenta hasta el 25% en personas de 70 años y sube hasta el 47 en las que superan los 75.

En Europa se estima que más de 20 millones de mayores de 65 años sufren una caída al año, siendo este asunto la principal causa de muerte en este grupo poblacional.

El doctor Pérez Almeida, director del Instituto Gerontológico, ha destacado que es necesario concienciar a las personas mayores y a sus familias de ese riesgo en el hogar, porque la mayoría de esos accidentes son «evitables».

«La caída del mayor puede tener consecuencias muy graves, fracturas de fémur o de cadera, por ejemplo, y complicaciones frecuentes como inmovilidad, tromboflebitis y dependencia de otras personas para realizar sus actividades diarias», ha explicado.

Parte de esos accidentes, según el experto, se producen por el aumento de inestabilidad de las personas mayores, la alteración de reflejos posturales, visuales o auditivos, cambios del flujo cerebral o neuroendocrinos y problemas cardiovasculares que no siempre se pueden evitar, aunque sí prevenir con un correcto seguimiento por los profesionales de la medicina.

«No obstante, muchas otras, producidas por tropezones, resbalones, falta de espacio o de luminosidad, son fácilmente evitables», ha apostillado.

Pérez Almeida ha precisado que conviene evitar la acumulación de objetos en el suelo, no usar alfombras y, si se hace, los bordes y esquinas deben estar firmemente sujetos.

«Los suelos deben ser seguros, preferentemente tratados con productos antideslizantes; la iluminación adecuada de manera que haya buena visibilidad en todos los lugares de la casa, pero sin deslumbramientos y con puntos de luz orientativos para la noche», ha aconsejado.

En el cuarto de baño, la eliminación de la bañera que es la principal barrera arquitectónica es «imprescindible» para la seguridad de los mayores.

Poner barandillas y asideros, cuando las personas mayores tengan una movilidad reducida y, en general, utilizar muebles sin esquinas para que, si la caída es inevitable, se reduzcan los daños, son otras pautas a seguir.

Con esas sencillas medidas, en opinión del experto, se evitarían la gran mayoría de las caídas en los mayores de 65 años y estas personas ganarían en calidad de vida.

«Uno de cada cuatro mayores a los que se les ha preguntado aseguran que su vida cambia para mal después de una caída, incluso si las lesiones han sido leves, algo que los profesionales de la salud denominamos síndrome postcaída y que lleva a muchas personas que se valían por sí mismas a depender de terceros», ha finalizado Pérez Almeida.

En la difusión de la campaña «Stop a las Caídas» colaboran, junto al Instituto Gerontológico, diversos arquitectos, médicos, terapeutas, farmacias -en las que se han repartido folletos informativos-, organismos médicos y empresas instaladoras que han hecho suyo este llamamiento a la prevención en el hogar.

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