La Asociación Asturiana de Residencias de la Tercera Edad pide una «reflexión» ante la «vulnerabilidad» de las personas mayores

AARTELa presidenta de la Asociación Asturiana de de Residencias de la Tercera Edad, Ayuda a Domicilio y Centros de Día (Aarte), María Teresa Rodriguez, ha instado este lunes a todos los agentes implicados, incluidas las autoridades, ha hacer una «reflexión profunda» acerca de la situación de «vulnerabilidad» que viven en la sociedad actual las personas mayores.

En unas declaraciones a Europa Press, Rodríguez se ha referido al caso que se juzga en Avilés relativo a una mujer acusada de engañar a su abuelo de 94 años diciendo que tenía cáncer y manejar todas sus cuentas bancarias, o al crimen registrado en el bilbaíno barrio de Otxarkoaga, con dos ancianos fallecidos. «Y hay otros muchos casos que se quedan en el silencio», ha lamentado.

«Algo estamos haciendo mal», ha indicado Rodríguez, que considera que hay que hacer algo y ya para afrontar estar problemática, con muchas personas mayores malviviendo sin nadie que se preocupe por ellas. «No puede ser que la gente se muera en sus casas, sin que ni su vecino se entere», ha señalado la presidenta de la asociación.

En este sentido, ha explicado que un primer paso ha de ser la elaboración de un censo de población que vive en esas situación para estudiar soluciones.

Se trata de personas que han perdido a sus seres queridos, cuyos cuerpos empiezan a fallarles, que no pueden cocinar, se alimentan mal y que ni siquiera van al médico. «Al final, cuando ya no les queda más remedio que ir a los centros sanitarios, ni siquiera son capaces de ver y entender los papeles que les dan y tampoco saben nada de informática», ha dicho.

En esa situación de vulnerabilidad pueden sufrir además abusos económicos por estafas pero también, en el peor de los casos, pueden sufrir violencia. «Un ladronzuelo siempre va a ir contra el débil anciano, antes que contra el joven vigoroso», ha explicado, insistiendo en la necesidad de buscar soluciones para dignificar la vida de estas personas mayores.

Fuente: La Vanguardia

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