El riesgo del uso inadecuado de fármacos para las personas con demencia fue abordado en la Jornada Técnica sobre “Sujeción química en centros residenciales” celebrada en Elizondo
• La jornada sirvió para conmemorar el 80 Aniversario de la fundación del Centro Hospitalario Benito Menni de Elizondo (Hermanas Hospitalarias)
• La adopción de los criterios CHROME es posible gracias a un programa de trabajo específico desarrollado por la Fundación Maria Wolff, y puede acreditarse mediante un proceso puesto en marcha por CEAFA
• ANADP, la Agencia Navarra para la Autonomía y Desarrollo de las Personas, quiere impulsar un nuevo modelo de atención centrado en la persona, primando el mantenimiento de la dignidad, la autonomía personal y la calidad de vida de las personas con demencia
Hoy se ha celebrado en Elizondo, Navarra, la Jornada Técnica sobre “Sujeción química en centros residenciales”. La jornada ha servido para conmemorar el 80 Aniversario de la fundación del Centro Hospitalario Benito Menni (Hermanas Hospitalarias) de la capital baztanesa y ha sido organizada conjuntamente con AFAN (Asociación de Familiares de Alzheimer de Navarra), CEAFA (Confederación Española de Azheimer), Fundación Maria Wolff y con la colaboración de ANADP (Agencia Navarra para la Autonomía y Desarrollo de las Personas).
La jornada comenzó con la presentación y bienvenida a los asistentes por parte de Cheles Cantabrana, presidenta de CEAFA y de Miryam Zabalza Goñi, directora del Centro Hospitalario Benito Menni, para posteriormente dar paso a la mesa redonda “Entorno residencial y sujeción química”.
En la mesa redonda, el doctor Manuel Martín Carrasco, del Centro Hospitalario Benito Menni, abordó el concepto de sujeción química que se refiere a la utilización de fármacos para limitar la libertad de las personas sin que exista una indicación médica para ello. El doctor Martín Carrasco puso algunos ejemplos de cómo, en ocasiones, existe en los centros una conveniencia organizativa que prima sobre las necesidades de las personas atendidas y “en el campo de las demencias, puede ser preferible para la institución que una persona afectada permanezca sentada largas horas, no grite al pedir atención, no deambule o que pase en la cama por la noche muchas horas, aunque sus necesidades de sueño no sean tan elevadas”.
Manuel Martín Carrasco añadió que, “el 90% de las personas con demencia pueden presentar en algún momento de su evolución uno o varios de los denominados síntomas psicológicos y conductuales de la demencia, y su tratamiento puede requerir el empleo de psicofármacos, las sustancias más empleadas habitualmente para la denominada sujeción química”.
Riesgo del uso inadecuado de fármacos en las personas afectadas por demencia
Según comentaron los participantes en la mesa redonda la utilización inadecuada de psicofármacos se relaciona con una serie de resultados adversos para la persona afectada de demencia, entre los que cabe destacar un aumento de la mortalidad por eventos cardiovasculares, aumento de caídas, deterioro cognitivo, inmovilidad, síndrome confusional y deterioro de la calidad de vida. Actualmente hay un alto grado de evidencia sobre los riesgos que el uso inadecuado de estos fármacos conlleva, en especial en el caso de las benzodiacepinas de vida media larga y, sobre todo, de los antipsicóticos.
La familia, colaborador fundamental en la asistencia
En su intervención, Idoia Lorea de AFAN, resaltó la importancia del papel que juegan las familias de las personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, dado que en la medida que la persona afectada va perdiendo su capacidad de decidir por sí misma, es la familia la que participa en el proceso de toma compartida de decisiones en el que se basa una prescripción de calidad. En este sentido, manifestó que “el papel de la familia no solo no disminuye con la admisión en un centro residencial, sino que se acrecienta, y los nuevos modelos asistenciales le otorgan un papel de colaborador fundamental en la asistencia. Sería muy interesante que existiera un protocolo ante el ingreso en una residencia, tanto para la persona con la enfermedad como para los familiares y profesionales. En definitiva es muy buena noticia que se vayan implantando estos criterios Chrome, pero es necesario que existe una formación de todos los agentes implicados en la atención al enfermo, porque esa formación va a hacer que cambie la actitud y este cambio de paradigma necesita de tiempo para interiorizarlo, y es fundamental la comunicación entre todos los agentes para que sea posible dar este cambio”.
Criterios CHROME para reducir las sujeciones químicas
Por su parte, Javier Olazarán de la Fundación Maria Wolff incidió que “en este contexto, y dado el creciente número de personas afectadas por demencia en nuestro país, resulta tremendamente importante realizar una prescripción adecuada de estas sustancias, y con esta finalidad se desarrollaron los criterios CHROME (Chemical Restraints Avoidance Methodology), elaborados por un panel de expertos coordinado por la Fundación Maria Wolff con el objetivo de reducir las sujeciones químicas en las personas con demencia que viven en residencias y de promover una prescripción de psicofármacos de calidad, dentro de un marco legal y ético”.
La clausura de la jornada correspondió a Mª Carmen Maeztu, subdirectora de Valoración y Servicios de ANADP (Agencia Navarra para la Autonomía y Desarrollo de las Personas) y Aurora Lozano, presidenta de AFAN. Mª Carmen Maeztu comentó que “tenemos que aunar esfuerzos y recursos profesionales y asistenciales para desarrollar la autonomía de las personas que están en proceso de declive. Hay que dejar hacer a la persona lo que pueda hacer por sus propios medios, pero estar siempre ahí para ayudar sin menoscabar la dignidad de la persona. La práctica y uso inadecuado de fármacos conlleva un alto riesgo y está en contradicción con el nuevo modelo de atención centrada en la persona que queremos impulsar y que prima el mantenimiento de la dignidad, autonomía personal y la calidad de vida de las personas con demencia en la fase residencial de atención. Desde la administración estamos dispuestos a poner todos los recursos necesarios, y tenemos que tener un papel fundamental en la conciencia para conseguir este cambio”.
Aurora Lozano despidió a los asistentes “agradeciendo la oportunidad de participar en un tema de tanta trascendencia ya que un momento clave, por difícil, en la vida del familiar cuidador, es tomar la decisión de ingresar al enfermo en una institución. Constatar la preocupación por el respeto a la dignidad y autonomía de la persona afectada, supone un gran alivio”.