Ancianos italianos ocupan un centro para la tercera edad en Roma: «Rota la cadena de la vergüenza»
Un grupo de ancianos italianos lleva unos días «en las barricadas» en un centro para la tercera edad del norte de Roma. «Las personas mayores recuperan su centro», con este lema justifican lo que consideran una justa reapropiación, en lugar de una ocupación.
El pasado 2 de julio, este colectivo, cuyos miembros superan los 70 años -algunos incluso los 90-, ocuparon el lugar después de que el ayuntamiento local lo declarara no apto para su uso en mayo. Con un total de 350 miembros, el grupo respondió al cierre del centro en el que se habían reunido durante casi 20 años rompiendo las cerraduras y volviendo a tomar posesión de las instalaciones.
«No hemos hecho ninguna ocupación. Hemos roto la cadena de la vergüenza, las cadenas significan esclavitud. Y al hacerlo, hemos provocado la reacción de la sociedad civil», explica el presidente del centro de ancianos a Euronews. Se llama Giuseppe Betulia y espera que la administración local, dirigida por el partido Movimiento 5 Estrellas desde 2016, haga algo.
«¿Qué haremos en los próximos días? Nada, estamos aquí. Somos una cincuentena de ancianos que juegan a las cartas, comen helado, sandía…Nuestra vida continua sin faltas de respeto, ni actos violentos».
Restructuración voluntaria e ilegal
En un principio, el centro era provisional, a la espera que se terminaran las obras del nuevo centro de ancianos en construcción desde 2011 y cuya apertura ahora se proyecta para 2020.
Según Marcello Ribera, vicepresidente de la Comisión de Medio Ambiente, Movilidad y Seguridad del Ayuntamiento de Roma XV y concejal de la oposición (PD), el consejo de gobierno «ha estado aquí durante 2 años, pero todavía no sabemos el momento de desbloquear la obra, nunca ha habido respuestas».
«Había cientos de ratones, había suciedad, llovía por dentro, hacía frío por todas partes, la gente estaba enferma, me atrevería a decir que alguno ha estirado la pata», narra Betulia las condiciones del centro provisional, lo que les motivo a reestructurarlo por cuenta propia. «Pasar aquí otros tres inviernos en esas condiciones hubiera sido como hacernos morir«, recrimina.
En el barrio, hay varios centros de la tercera edad pero están a varios kilómetros, por lo tanto virtualmente inalcanzables por personas mayores. «La gente de 90 años no puede tomar un autobús a la Cassia», apostilla el presidente del club.
«Hablamos de personas mayores, incluso de 97 años, en una tienda de campaña, 40 grados a la sombra en verano. Entonces los miembros se dijeron unos a otros: nos autoimponemos para hacerla más habitable. Y así lo hemos reestructurado a nuestro propio costo, poniendo aire acondicionado, ventanas, un panel de madera aislante, puertas de escape, nuevos baños con azulejos».
«Hemos hecho un trabajo decente«, concluye.
El presidente del club dice que, paradójicamente, antes de las obras de los ancianos, el centro era considerado viable, pero ahora ya no lo es.
«Los ancianos han realizado obras ilegales y no autorizadas, pero lo han hecho en una estructura que también es ilegal. En todo esto faltaba la política, aquí está el problema», señala a Euronews.
Para evitar el riesgo de desalojo, «hemos pedido a la administración una actitud de diálogo», continúa Ribera. «Nuestra posición es buscar la mediación».
El pasado 13 de junio, el Consejo Municipal había comprometido al Presidente de la XV y a los Consejeros de Obras Sociales y Públicas a «adoptar todos los procedimientos necesarios para la reapertura del centro». Stefano Simonelli, Presidente del Ayuntamiento XV de Roma, no respondió a nuestra petición de comentarios, ni se expresó en Facebook en los últimos días.
Fuente: euronews