Hay que luchar contra la intolerancia social de considerar asexuadas a las personas de edad avanzada, dice experta

pareja mayores   La afectividad y sexualidad no es algo intrínseco a la juventud, sino que, bien al contrario, supone la plenitud del bienestar de las personas hasta la edad más adulta, y por tanto, hay que luchar contra la intolerancia social de considerar asexuadas a las personas de edad avanzada.

   Es una de las conclusiones expuestas esta tarde por la directora médica del Hospital Santa Clotilde, Ana Rodríguez Valcarce, en el Centro Cultural Madrazo, dentro del ciclo de charlas-coloquio ‘Caminando por la vida con salud’, organizadas por el Ayuntamiento de Santander y la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Cantabria ‘Gregorio Marañón’.

Para la doctora Rodríguez Valcarce «hay que huir» del estereotipo de la sociedad actual que liga conceptos como belleza, juventud y sexualidad, como también del denominado «viejismo» que conduce, en muchas ocasiones, a los prejuicios e intolerancia social, familiar o institucional, «al considerar asexuadas a las personas de edad avanzada, algo contra lo que hay que luchar», ha dicho.

Por ello, según ha insistido, «reducir la sexualidad solo a la genitalidad es una simplificación, porque la afectividad y las relaciones personales requieren una mayor plenitud». La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como une estado completo en todas las necesidades, para conseguir una mayor calidad de vida y bienestar pleno.

Entre las recomendaciones para una vida plena en salud, desde todos los puntos de vista, también el afectivo y sexual, la presidenta de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Cantabria considera que no hay un único modelo de relaciones, que éstas se pueden iniciar en cualquier momento de la vida, que siempre hay que tener un cuidado con la autoprotección frente a las enfermedades de transmisión sexual y que, frente a cualquier problema o disfunción, es fundamental consultar al especialista médico.

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