Envejecer es ese derecho inalienable que tenemos todos los seres humanos a vivir más y vivir mejor
Envejecer es ese derecho inalienable que tenemos todos los seres humanos a vivir más y vivir mejor. En un contexto donde aumenta cada día el número de personas adultas mayores; es evidente la necesidad de prestar mayor atención a las oportunidades que conlleva este proceso demográfico, señaló el doctor Humberto Arencibia, presidente de la Sociedad cubana de Geriatría y Gerontología, en la apertura del Coloquio Internacional El derecho de las personas mayores en el mundo.
Celebrar esta cita en Cuba –organizada por la Federación Internacional de las Asociaciones de Personas Mayores (Fiapa) y el Centro de Investigaciones sobre el Envejecimiento, Longevidad y Salud del Adulto Mayor de Cuba (CITED)–, constituye para Alain Koskas, presidente de la Fiapa, una oportunidad para establecer una rica plataforma multidimensional, capaz de propiciar el intercambio de prácticas y experiencias, a partir del modelo cubano de la atención a los adultos mayores y la realidad de ser uno de los países de América Latina y el Caribe con una de las tasas más altas de envejecimiento.
Sobre los desafíos de una nueva vejez, se dirigió a los presentes, Edilia Camargo, de la Red continental de personas mayores de América Latina y el Caribe, quien subrayó que el sueño de esta organización es convertirse en una plataforma regional de las asociaciones nacionales trabajando en red. «Necesitamos la adhesión del mundo, y esta reunión en Cuba quiere que a partir de estos momentos todo el Caribe se una a este llamado. Juntemos fuerzas sin miedos en un movimiento social liderado por personas de edad, luchando por generar y obtener políticas inclusivas, y no solo para las personas mayores, sino para todos, contra el maltrato financiero, contra la imagen perversa de una vejez discapacitante y descartada del mundo del trabajo y de la economía», dijo.
Por su parte la doctora Teresa Orosa Fraíz, presidenta de la Cátedra del Adulto Mayor en Cuba invitó a «trabajar todos por una nueva cultura gerontológica, libre de discriminación y paternalismo; y por la comprensión del envejecimiento como ese largo proceso de cambios desde que se nace, y la vejez como auténtica etapa del desarrollo humano. Promovamos también la comprensión de la diversidad, pues las personas mayores no constituimos una población homogénea, y solo requerida de cuidados y discapacitada. Las personas mayores constituimos la memoria histórica viva de nuestros pueblos, y es nuestro derecho y deber contribuir y aportar también a ese mundo mejor».
Al referirse al contexto cubano, como parte de la mesa redonda Situación de las personas mayores en Cuba y el mundo. La construcción de una sociedad para todas las edades, el doctor Alberto Fernández Seco, jefe del Departamento de Adulto Mayor, Asistencia Social y Salud Mental del Ministerio de Salud Pública mencionó como el mayor de los desafíos que tenemos todos, no solo el sector de la salud, el tema de los cuidados. «Hoy se asume fundamentalmente por el sistema sanitario a partir de las casas de abuelos (276) y hogares de ancianos (148), donde se han implementado nuevas modalidades como las casas para personas con demencia, orientadas a apoyar en el cuidado y la estimulación cognitiva de estas personas».
Enfrentar los cuidados en un grupo poblacional que se incrementa, y hoy suma el 19,8 % de la población cubana; donde no solo aumentan las personas de 60 años, sino las mayores de 75, es un escenario de gran complejidad, subrayó Fernández Seco.
Fuente: Gramma