Fármacos geroprotectores, ¿realidad o mito?

mayores cuba¿Existen fármacos que puedan mejorar las condiciones de vida de las personas mayores? Desde un punto de vista ético no cabe duda que favorecer la calidad de vida en las etapas finales de la misma es muy positivo, aunque habrá que tener cuidado de que el efecto de los fármacos utilizados haya sido contrastado previamente con estudios experimentales en animales y sobre todo con ensayos clínicos bien programados en personas humanas.

El pasado 15 de febrero, en la revista Nature, se publicó un interesante artículo en el que se valora la posibilidad de, no solamente poder prolongar la vida humana, sino también de mejorar las condiciones de esa etapa vital, utilizando fármacos específicos. Como en él se comenta, en el año 2050 se prevé que en el mundo puede haber 2000 millones de personas mayores de 60 años, es decir un 22% de la población. En 2015 ese porcentaje era del 12%.

Estos datos plantean interrogantes que conviene evaluar, algunos de ellos referidos a los problemas sociodemográficos que se pueden producir como consecuencia de dicho aumento, pero un tema muy específico, que es el que se trata en este artículo, es que no solamente es de interés prolongar la vida, sino que durante ese tiempo sea de mejor calidad, pues una prolongación de la misma conlleva también la posibilidad de aumentar la prevalencia de enfermedades crónicas, tales como artritis, diabetes de tipo 2, cáncer o enfermedades neurológicas, especialmente Alzheimer, lo que indudablemente disminuye la calidad de vida de quienes las padecen.

Concretamente en Europa se estima que la esperanza de vida de las mujeres nacidas en 2014 será de 1,6 años más larga que las que nacieron en 2006, aunque las que nacieron en 2014 solamente tienen la esperanza de vivir 0,7 años en adecuadas condiciones de salud, tiempo que para los hombres es cero.

Por ello, se está planteando la posibilidad de utilizar fármacos que mejoren la calidad de vida en esas últimas etapas. Hasta ahora existen fármacos que están dedicados a combatir enfermedades concretas, pero no fármacos que de una forma global protejan de los efectos secundarios negativos del envejecimiento. A estos fármacos se los ha denominado geroprotectores. Dichos fármacos ya se han experimentado en animales y en 2014 se han comunicado los resultados del primer ensayo clínico de un geroprotector, denominado RAD001, para personas mayores de 50 años.

Animadas las firmas comerciales por el mercado económico que a estos fármacos se ofrece, se están desarrollando en el momento actual más de 200 geroprotectores.

Desde un punto de vista ético no cabe duda que favorecer la calidad de vida en las etapas finales de la misma es muy positivo, aunque habrá que tener cuidado de que el efecto de los fármacos utilizados haya sido contrastado previamente con estudios experimentales en animales y sobre todo con ensayos clínicos bien programados en personas humanas.

Fuente: Observatorio de Bioética

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