El 30% de cuidadores dedica más de 10 horas diarias a asistir a sus familiares
Cerca de un tercio de las personas con autonomía limitada requiere apoyos durante más de doce horas día tras día. Siete de cada diez hogares indican que la situación aumenta sus gastos y seis de cada diez, que los asumen sin ayudas.
Jornadas maratonianas de atenciones, necesidades de asistencia no siempre satisfechas y gastos extraordinarios asumidos en demasiados casos sin ayudas forman parte de la radiografía de la dependencia dibujada por el Instituto Galego de Estatística en la tercera oleada del capítulo específico sobre limitaciones de la autonomía personal y su impacto en el día a día de los hogares. La estadística se apoya en las respuestas de personas que se autoclasifican en situación de dependencia o que cuidan, de forma no remunerada, a otros con necesidades de apoyo y es por tanto ajena a los datos oficiales sobre el despliegue de la ley de dependencia, que al cierre de 2017 cuantificaba en la Comunidad más de 67.000 demandantes con derecho a prestaciones, más de 55.000 de ellas con apoyos en activo con cargo al sistema.
Algo más del 30% de las personas que cuidan a familiares en situación de dependencia afirman que las labores de asistencia le ocupan más de 70 horas semanales (más de diez horas por jornada). Para otro 29% los cuidados absorben entre 30 y 69 horas a la semana y el 40% restante se reparte a partes iguales entre quienes dedican menos de quince horas semanales a la atención y quienes se mueven entre 15 y 29. La exigencia horaria es menor entre las personas que, sin retribuciones de por medio, prestan asistencia a terceros con los que no guarda ningún vínculo familiar.
Y es que la necesidad de cuidados es intensa y entre las personas que se autodeclaran como dependientes son mayoría (57%) las que afirman precisar apoyos siete o más horas por jornada, siendo más del 28% las que necesitan asistencia durante más de 12 horas diarias. El capítulo específico de dependencia incluido en la Encuesta Estructural a los Hogares de 2017 identifica asimismo cuáles son las actividades que más frecuentemente se ven obstaculizadas por las limitaciones en la autonomía personal de los encuestados: más del 90% no puede hacer frente sin apoyo de terceros a las tareas del hogar, planificar y gestionarlas compras y suministros del día a día o utilizar el transporte público. Ocho de cada diez aseguran precisar asistencia para asearse o lavarse y sólo uno de cada cinco puede vestirse sin ayuda de ningún tipo. El 77% afirma no sentirse capaz de gestionar su dinero sin supervisión y un porcentaje ligeramente superior necesita algún grado de ayuda (desde un simple acompañamiento hasta la asunción total de la tarea) para evitar peligros dentro de la vivienda como pueden ser cerrar el gas o no dejar fuegos encendidos. Más del 70% de las personas con dependencia subjetiva encuestadas aseguran también requerir apoyos en mayor o menor medida para pedir auxilio y, por ejemplo, realizar una llamada de emergencia. Un 3,6% de los encuestados en situación de dependencia dicen contar con menos horas de cuidados de las que necesitan, mejorando en casi medio punto el dato de 2011.
Más de cien mil hogares
En total, son 117.875 las personas que en 2017 se declaran en situación de dependencia en Galicia —un 25,06% más que en la lectura anterior, realizada en 2011—, que equivalen a un 4,4% de la población. Así, de la encuesta se extrae que el 10,15% de los hogares de la Comunidad —107.577 en total— cuenta con algún miembro con limitaciones en su autonomía personal, ligeramente por encima del 8,38% medido en la encuesta de 2011 y del 9,44% de la primera edición del estudio, correspondiente al ejercicio 2007. En cuanto al impacto en la economía familiar, el 72,15% de los hogares con personas en situación de dependencias aseguran que esta circunstancia se traduce en mayores cargas económicas, costes que el 59,84% aseguran asumir en solitario y que el 12,32% dicen afrontar con ayudas (cinco puntos menos que en la lectura de 2011).
En cuanto a la distribución de las tareas de cuidado en función del sexo, la encuesta específica del IGE sobre el impacto de la dependencia en los hogares refleja una tendencia a la compensación. En 2007, el 72,27% de las personas que estaban asumiendo el rol de cuidadores eran mujeres frente a un 27,73% de varones. Los porcentajes se aproximaron en 2011 a razón de 68,99-31,01 y la distancia se volvió a acortar en 2017 con un 62,76-37,24.
Fuente: ABC