Ancianos que viven solos disfrutan de unas vacaciones con voluntarios: «Me dais la vida»

hotel rural Hacienda Los RoblesLa Fundación Amigos de los Mayores ha organizado una nueva edición de sus encuentros intergeneracionales entre personas mayores y jóvenes voluntarios con el objetivo de paliar la soledad de este colectivo en verano. «Me dais la vida», confiesa una de las participantes a sus compañeros.

Esta iniciativa, que se lleva desarrollando desde 2005 con una primera estancia de convivencia en una casa rural de Cuenca, tiene como objetivo que los mayores salgan de la rutina y compartan unos días en compañía. La ONG ha repetido la experiencia en zonas rurales de Madrid, Ávila, Segovia o Soria, y este año ha vuelto a ser el turno de Navacerrada, donde se han celebrado varias convivencias en hotel rural Hacienda Los Robles.

Gracias a esta actividad los mayores han podido dejar atrás el sentimiento de soledad y sus consecuencias, con una iniciativa que busca generar vínculos intergeneracionales que contribuyan al empoderamiento de las personas de la tercera edad. A partir de compartir comidas, conversaciones, excursiones y actividades lúdicas de grupo, como gimnasia, juegos o karaoke, surgen nuevas amistades entre las distintas personas mayores participantes y entre mayores y voluntarios.

La gran novedad de esta edición, que se ha celebrado durante los fines de semana de los meses de julio y agosto, es la ampliación de los encuentros hasta el próximo septiembre. Los participantes pueden pasar la noche en el hotel o simplemente estar durante el día en las actividades. «Para muchos son las primeras vacaciones de sus vidas», explican desde la entidad.

Recuerdan que el verano es una de las épocas «más complicadas para las personas mayores que viven solas» ya que muchos pierden el contacto con las «pocas personas» con las que se relacionan a lo largo del año. Desde la ONG explican que durante todo el año cuentan con un equipo de más de 600 voluntarios con sus respectivos mayores que visitan en sus casas.

El perfil medio de estas personas es una mujer de 84 años que vive sola en su domicilio y que aunque disponga de familiares «necesita apoyo afectivo». Asimismo, el perfil del voluntariado es «mucho más variado» aunque predomina una mujer de unos 30 ó 40 años.

Fuente: 20minutos

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