Las personas mayores quieren seguir cantando bingo
A raíz de la prohibición de la Generalitat de jugar al bingo apostando dinero -aunque se trate de cantidades insignificantes- en los hogares de jubilados, centros de día y residencias para la tercera edad en Cataluña, las personas mayores reclaman el hecho de poder seguir jugando al bingo como siempre. Cabe destacar que, hoy por hoy, hablamos de una sanción que puede llegar hasta los 3.000 euros de multa por jugarse tan solo 20 céntimos de euro. Hasta el próximo mes de septiembre no se debatirá el veredicto final sobre si podrá jugar con dinero, o no.
A lo largo de los últimos días, tanto entidades como profesionales del sector en Cataluña han manifestado un gran desacuerdo con esta medida legal, puesto que se trata de una de las actividades que tiene mayor participación en los centros y que las personas usuarias la esperan con mucha ilusión. A demás, los profesionales asistenciales aseguran que todo el mundo participa, inclusive las personas con deterioro cognitivo.
Por otro lado, es importante destacar que la práctica de este clásico juego proporciona beneficios a escala terapéutica y que supone el aporte de características muy positivas para la persona; así como el hecho de compartir una actividad en grupo, mejorar la capacidad de atención, la memoria visual y, también, la auditiva, a demás de la estimulación cognitiva de la persona. Ante la situación en Cataluña, Cinta Pascual, Presidenta de la patronal catalana ACRA y directora general de L’Onada Serveis, ha manifestado que “Es una medida absurda y que hay cantidad de cuestiones más importantes a tratar que esta”.
De hecho, esta prohibición está afectando de manera negativa a la predisposición de las personas mayores a reunirse en los hogares de jubilados y, en paralelo, aseguran que se trata de un mero hecho de distracción en compañía. De acuerdo con lo mencionado, en los centros residenciales de L’Onada Serveis lo tienen muy claro y es que no van a dejar de practicar esta actividad que tanto gusta a las personas mayores. De manera que han decidido seguir cantando bingo, aunque sea con fichas de plástico.
A pesar de ello, tanto profesionales como personas usuarias de los centros reivindican su voluntad de poder seguir jugando al bingo de la manera tradicional, puesto que no se trata de una cuestión de dinero, sino de entretenimiento y que se juegan pequeñas cantidades simbólicas que no llegan a 1 euro.