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El proyecto “Sabores de vida” de la Residencia Plaza Real de Gijón es el ganador de la primera edición de los Premios Nutrisenior
Un proyecto de la Residencia Plaza Real de Gijón ha sido seleccionado como iniciativa ganadora. «Sabores de Vida» es una iniciativa que integra las buenas prácticas alimentarias en una sala de reminiscencia, un espacio terapéutico creado para favorecer el recuerdo.
El proyecto «Sabores de Vida» adapta ambientalmente la antigua sala de descanso de los residentes, utilizando la terapia de la reminiscencia cómo finalidad pedagógica y de ocio para la mejora de la calidad de vida de las personas. Con la utilización de esta sala se pretende estimular la recuperación de los acontecimientos vitales más significativos de los residentes y recrear la elaboración y degustación de comidas típicas y tradicionales de su comunidad autónoma.
Los finalistas y ganadores de los Premios Nutrisenior se han dado a conocer en un acto conducido por el chef Isma Prados. Los proyectos han sido seleccionados por un jurado formado por Mª José Giménez, presidenta de la Sociedad Española de Médicos de Residencias (SEMER); José Antonio López Trigo, Sociedad Española Geriátrica y Gerontológica (SEGG), y Fernando Martínez Cuervo, Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica (SEEGG), y presidido por Lourdes Bermejo, coordinadora del Grupo de Trabajo Educación Gerontológica de la SEEG.
El premio para el proyecto ganador consiste en un viaje guiado a Suecia, país pionero en la atención a personas mayores, para conocer en primera persona los centros y terapias más innovadoras.
Desde menús personalizados a desayunos generacionales
Entre las iniciativas finalistas en la primera edición de los Premios Nutrisenior se encuentran proyectos que unen a diferentes generaciones, como por ejemplo, con desayunos generacionales entre personas mayores y adolescentes, o talleres de cocina con alumnos de educación secundaria. Otras iniciativas promueven la participación y colaboración en la elaboración de menús con salidas al mercado para hacer la compra o la elaboración de recetas propias, además de personalizar los menús o promover hábitos de vida saludable. También encontramos actividades para recrear una comida como si estuvieran en el hogar con la familia, en un ambiente de navidad o la adaptación de experiencias culinarias basadas en diferentes gustos o tradiciones.
En esta primera edición de los premios, se han presentado en total más de treinta candidaturas de residencias o centros de atención a personas mayores
La II edición de los Premios Nutrisenior en septiembre
Los Premios Nutrisenior a las Buenas Prácticas Alimentarias en Residencias y Centros para las Personas Mayores, quieren reconocer la labor de las residencias, centros asistenciales y profesionales que están dedicados a la atención de personas mayores, para mejorar su calidad de vida a través de la alimentación. Gracias al éxito de esta primera convocatoria, ya está prevista una segunda edición de estos galardones que se abrirá en septiembre de 2017, con el objetivo de dar continuidad a esta iniciativa y que se convierta en un referente del sector.
Fuente: imFarmacias
Avilés organiza la II Semana de la Salud dirigida a personas mayores
El Ayuntamiento de Avilés programa en el Centro de Mayores de Las Meanas la II Semana de la Salud, que se desarrollará entre el 3 y el 7 de abril con varias actividades divulgativas que giran en torno a diversos aspectos de interés pertenecientes a los ámbitos médico y sociosanitario.
La primera de ellas será la charla titulada «Ictus: diagnóstico y nuevos tratamientos», impartida por el doctor Eduardo Murias, neuroradiólogo intervencionista del Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA), el próximo lunes 3 de abril, a las 17:30 horas.
El 4 de abril, a las 17:30 horas, será el turno de la actividad titulada «Beneficios y experiencias del teatro terapéutico», que se encargará de dirigir el educador Alejandro García, perteneciente a la Asociación Los Glayus.
«¿Debo ir al médico? Señales de alarma» es el título de la charla que el doctor Jesús Maujo, adjunto del Servicio de Urgencias del HUCA, impartirá el 5 de abril, a partir de las 17:30 horas.
El día 6, a partir de las 17:30 horas, tendrá lugar la conferencia titulada «La pérdida de oído en las personas mayores», de la que se encargará Pedro Tallos, titulado superior en Audioprótesis y experto en Audiología.
La II Semana de la Salud del Centro de Mayores de Las Meanas finalizará el 7 de abril con la charla titulada «La vejez activa intergeneracional», que será impartida por el presidente de la Asociación de Ayuda entre Mayores, Julián González Sarasúa.
Fuente: EL COMERCIO
La primavera mejora el ánimo en los mayores y disminuye el riesgo de patologías respiratorias
• Con el cambio estacional es aconsejable adaptar la alimentación a los productos de temporada
• Ingerir alimentos ricos en vitaminas, sales minerales, fibra y líquidos, como frutas, verduras y hortalizas, ayuda a mejorar el ritmo intestinal
La mejora de las temperaturas provoca una disminución del riesgo de patologías respiratorias y esto es positivo para el estado de salud de las personas mayores. El cambio estacional resulta beneficioso para la gran mayoría de los mayores.
“Aunque la primavera suele asociarse a alergias o a la denominada astenia primaveral –que se caracteriza por síntomas como somnolencia, irritabilidad, cansancio y apatía- el cambio de estacional trae muchos efectos beneficiosos sobre la salud de los mayores”, afirma David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.
La ampliación de las horas de luz y las temperaturas suaves son dos factores que potencian los efectos beneficiosos. “Es muy positivo para los mayores realizar actividades al aire libre, siempre que lleven la protección térmica adecuada. Aunque las actividades se realicen en el interior, también pueden aprovechar la luz natural”, añade el doctor Curto.
Adecuar la dieta a los alimentos de temporada
Es importante adaptar la alimentación y otros hábitos, como el sueño y el ejercicio, para sacar el máximo partido a estos efectos positivos. Las personas mayores pueden seguir una serie de rutinas de alimentación concretas para potenciar los efectos saludables de la primavera.
- Tomar alimentos de temporada. “Al tratarse de productos que han crecido de forma natural sin necesidad de utilizar productos convervan mejor sus propiedades nutricionales y mantienen su aporte de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales”, indica el doctor Curto.
- Ingerir alimentos ricos en vitaminas, sales minerales, fibra y líquidos, como frutas, verduras y hortalizas, ayuda a mejorar el ritmo intestinal.
- Evitar comidas muy calóricas, como carnes o embutidos que son ricos en grasas.
- Cambiar las sopas y pucheros más típicos del invierno por caldos, cremas frías o gazpacho.
- Tener cuidado con los huevos, salsas y mahonesas, ya que con el aumento de las temperaturas se incrementa el riesgo de intoxicaciones alimentarias.
- Mantener un buen nivel de hidratación, con una ingesta de un mínimo de 8 vasos de agua.
Poca astenia primaveral pero cuidado con las alergias
A pesar de las mejorías derivadas de la llegada de la primavera también hay que estar alerta y prevenir, en la medida de lo posible, los riesgos estacionales más frecuentes. “La astenia suele afectar a personas más jóvenes, entre 22 y 55 años, pero la alergia es una dolencia que afecta a cualquier edad. Picor en los ojos, congestión nasal, lagrimeo y tos son los síntomas más comunes. Y algunos se magnifican por la alta prevalencia de la sequedad ocular”, comenta el doctor Curto.
A la hora de tratar las alergias hay que prestar especial atención a los medicamentos que ya toma el mayor, ya que la mayoría de personas de edad avanzada se medican de forma habitual y podría darse algún efecto secundario fruto de la mezcla farmacológica.
Izpisúa: «Más importante que vivir mejor es hacerlo con menos enfermedades y mayor calidad de vida
Juan Carlos Izpisúa, bioquímico y referente mundial en la biología del desarrollo molecular y celular: «más importante que vivir mejor es hacerlo con menos enfermedades y mayor calidad de vida»
Cada palabra que dice tiene un sentido mayor que la anterior. Y todas terminan en sentencias como esta: “Quizás la naturaleza puede hacer lo que nosotros no sabemos desarrollar en el laboratorio”. La aportación del doctor Juan Carlos Izpisúa como referente mundial en la biología del desarrollo molecular y celular, durante su última visita a España con motivo de la inauguración del servicio de rehabilitación neurológica y cardiaca en la residencia Ballesol Costa Blanca Senior Resort, puede acercarnos a más hipótesis sobre la regeneración celular y el envejecimiento como un proceso que se puede revertir.
Uno de los trabajos que este bioquímico y científico lleva a cabo en el Instituto Salk de Estudios Biológicos en la Jolla, California, se centra en saber por qué una célula o un tejido deja de funcionar. Pese a la generosidad de los españoles y haber realizado más de 90.000 trasplantes de órganos, “no hay el suficiente número de células, tejidos y órganos para cubrir la demanda que necesitamos en nuestra vejez”, afirmó durante la ponencia celebrada en esta residencia de ancianos en la que también explicó uno de los trabajos que realiza junto a su equipo de investigadores en Estados Unidos centrado en el estudio de cómo a partir de una célula de piel podríamos llegar a generar nuestros propios órganos. Una esperanza para futuro trasplantes.
Naturaleza o Laboratorio
Si hay una pregunta que este científico se sigue haciendo es sobre la influencia y “la capacidad que tiene el medio ambiente de modificar nuestras células y por lo tanto de modificar la función de los órganos y finalmente del envejecimiento”. Un argumento que compartió con los asistentes al reconocer que “quizás la naturaleza puede hacer lo que nosotros no sabemos desarrollar en el laboratorio, y el experimento de mezclar células humanas con las de cerdo así lo indica, por ejemplo. Estamos muy lejos de tener una incidencia real en el paciente, pero por ello no tenemos que perder la esperanza porque todo lo que ayer era imposible hoy es posible”. Tal vez lo diga por algunos de los experimentos que dirige sobre cómo conseguir rejuvenecer y alargar la vida de los ratones un 30%. ¿Una quimera? “Más importante que vivir más tiempo es hacerlo con menos enfermedades y mayor calidad de vida” y que nuestros tejidos y órganos respondan de la misma manera que cuando eran jóvenes, deseó como una posibilidad Izpisúa.
El ejercicio físico vigoroso aporta mayores beneficios a la salud cardiovascular
Según un estudio de la Clínica Universidad de Navarra, las personas mayores de 55 que lo practican presentan un 90% menos de riesgo de padecer síndrome metabólico (conjunto de enfermedades que aumentan el riesgo cardiovascular) que aquellos que realizan ejercicio de intensidad leve.
Un grupo de investigadores de la Clínica Universidad de Navarra y de la Universidad –integrantes del CIBEROBN Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición, del Instituto Carlos III y de IDISNA- ha demostrado que el ejercicio físico intenso, en personas sanas, previene en mayor medida el síndrome metabólico (conjunto de enfermedades que aumentan el riesgo cardiovascular) que el ejercicio moderado o leve, según ha informado la institución académica en un comunicado con motivo del Día Europeo de Prevención del Riesgo Cardiovascular, que se celebra este martes.
El estudio se ha realizado a través del Proyecto SUN, dirigido por el catedrático de la Universidad de Navarra Miguel Ángel Martínez, en más de 10.000 personas que no sufrían síndrome metabólico al inicio de la investigación. El seguimiento de las personas participantes se ha realizado durante una media de seis años y los resultados han sido publicados en la prestigiosa revista científica ‘American Journal of Preventive Medicine’.
«El síndrome metabólico (SM) es un conjunto de enfermedades que aumentan el riesgo cardiovascular, como niveles altos de glucosa, tensión arterial, triglicéridos en niveles elevados, HDL bajo (también llamado colesterol bueno) u obesidad abdominal», explican los investigadores. En estos casos, según indica el doctor Alejandro Fernández Montero, especialista en Medicina del Trabajo de la Clínica Universidad de Navarra y uno de los coordinadores de esta investigación, «las personas que sufren SM tienen más probabilidad de sufrir una cardiopatía, un accidente cerebrovascular (ictus), diabetes mellitus tipo 2, enfermedad renal y problemas de circulación».
Esta investigación de la Clínica Universidad de Navarra se ha convertido en el primer estudio que relaciona la intensidad del ejercicio físico en relación con el síndrome metabólico, teniendo en cuenta los estilos de vida y factores dietéticos. «Hemos incluido otros factores como la dieta mediterránea, consumo de ‘fast food’ (comida rápida), horas delante del televisor, tiempo de ejercicio físico, etc…, porque podría ocurrir que los que hacen ejercicio intenso cuidasen más su alimentación y realizasen estilos de vida más saludables y entonces no sabríamos si lo que previene es este tipo de ejercicio o los hábitos alimenticios y de vida”, precisa. Así, teniendo en cuenta estos factores, los investigadores comprobaron que el ejercicio físico vigoroso previene en mayor medida el síndrome metabólico que la práctica deportiva leve o moderada.
De hecho, los participantes del estudio mayores de 55 años que realizan ejercicio vigoroso presentan un 90% menos de riesgo de padecer síndrome metabólico frente a aquellos que realizan ejercicio de intensidad leve.
Mayor rendimiento deportivo y beneficios para la salud
La intensidad de ejercicio físico se mide en equivalentes metabólicos (mets) y, para considerar que se practica de modo vigoroso, el esfuerzo tiene que ser superior a 6 mets. Para tratar de llevarlo a la práctica, los responsables del estudio ponen los siguientes ejemplos: «Andar a paso ligero equivaldría a unos 2,5 mets y caminar a paso muy rápido a unos 4,5 como máximo. La natación se traduce en unos 6 mets; jugar un partido de fútbol, 7 mets; el footing (8km/h), 8 mets; y el atletismo, como por ejemplo, correr a 5min/km, alrededor de 12 mets.
«Cuando comparamos los efectos entre la intensidad y el tiempo de ejercicio físico, concluimos que ejerce un mayor beneficio la intensidad que el tiempo que se dedica a la práctica del ejercicio físico en el tiempo libre”, asegura.
Los problemas de iniciarse en la práctica de ejercicio físico vigoroso
El especialista concreta que lo realmente saludable es adquirir la capacidad de realizar ejercicio vigoroso. Por eso, advierten los expertos, es necesario saber cómo conseguir un mayor rendimiento deportivo y el máximo beneficio para la salud cuando se practica ejercicio físico.
«Estos resultados se han obtenido en participantes con un buen estado saludable, sin embargo, hay personas que no obtendrán beneficios cuando practiquen este tipo de deporte porque lo que están haciendo es dañino para su salud, ya que pueden sufrir patologías previas y no ser conscientes de ello», advierte el doctor. «Antes de comenzar la práctica de una actividad deportiva de manera vigorosa, hay que descartar cualquier alteración anatómica o funcional del corazón», concreta.
Por este motivo, la mejor alternativa es acudir a un especialista en medicina deportiva para valorar el estado del corazón y su resistencia. Este tipo de valoración debe incluir pruebas que ayuden a descartar cualquier tipo de cardiopatía (electrocardiograma, ecocardiograma, análisis de sangre, etc.) y una prueba cardiopulmonar de esfuerzo en bicicleta o en cinta rodante. «Estas pruebas nos permiten diseñar programas de ejercicio específicos según el objetivo de la persona, desde perder peso hasta mejorar tiempos en una maratón. El especialista le ayudará también a determinar la efectividad del ejercicio, ya que algunas personas que hacen deporte de forma habitual no saben a qué frecuencia cardiaca y a qué intensidad hay que ejercitar para obtener un mayor beneficio», concluyen los responsables del estudio.
Fuente: Heraldo
Cataluña tendrá una carta de derechos de las personas con trastornos mentales
Cataluña promoverá una carta de derechos y deberes de las personas con trastornos mentales y adicciones, en la línea que recomienda la ONU y que hasta ahora no tenía, y activará políticas específicas para adolescentes y personas mayores que padezcan estas enfermedades.
Así lo contempla el nuevo plan integral de atención a las personas con trastorno mental y adicciones 2017-2019, que se ha presentado hoy en el Palau de la Generalitat, en Barcelona, en un acto formal en el que han participado entidades de enfermos mentales y familiares, como la Associació Encaix, la Fundació Veus y el Fórum de Salud Mental, entre otras.
Para desarrollar el plan, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha informado en este acto de que el Govern dedicará este año 575 millones en el conjunto de departamentos, un 15 % más que en 2016 (500 millones), que se destinarán también a reforzar la red comunitaria de profesionales de la salud mental, ha precisado.
Por su parte, el presidente del Fórum de Salud Mental de Cataluña, Enric Artés, ha considerado que este impulso económico debería tener «más recorrido» en los próximos años y que la estrategia que diseña el plan tendría que incorporar a más entidades que trabajan con las adicciones.
Artés también ha reclamado que el plan se convierta en una estrategia de país y que el Parlament, los ayuntamientos y el tercer sector lo apoyen, además de tener una visión territorializada, para atender a todas las personas enfermas por igual, vivan donde vivan en Cataluña.
Israel Molinero, de la Federación de Salud Mental de Cataluña, ha considerado en el mismo acto que los objetivos del plan son «ambiciosos y que la música suena bien, con una letra con contenido», aunque ha recordado que en el plan anterior (2014-2016) «algunas cosas no se han cumplido» y que en el apartado de derechos «habrá que cambiar actitudes y maneras de hacer».
El plan cuenta con nueve líneas estratégicas, 29 objetivos y 71 actuaciones, que se proponen luchar contra el estigma, dar más apoyo a las familias, favorecer la recuperación de los afectados por trastornos mentales y su plena inclusión social y laboral, mejorar la atención de la salud mental de las personas presas y hacer un abordaje integral, social y sanitario, entre otros objetivos.
Por primera vez, Cataluña se propone promover una carta de derechos y deberes, en la línea que sugiere la Organización de Naciones Unidas y que debería estar lista el próximo 2018; y crear una comisión de trabajo con varias asociaciones para establecer objetivos que garanticen el respeto a los derechos de las personas con trastornos mentales y adicciones.
En este sentido, también se apuesta por reflexionar y analizar la reducción «del número de contenciones y trabajar en la elaboración de una estrategia de contención cero».
Se entiende por contención física o mecánica el uso de un mecanismo para limitar el movimiento de una parte del cuerpo del paciente, de forma temporal y excepcional, para evitar autolesiones en el paciente o a terceras personas.
También se quiere abordar de forma integral la atención a la primera infancia y a la etapa escolar de 0-16 años, diseñando un protocolo de intervención interdepartamental que elabore un itinerario personalizado de las personas con problemas de salud mental en esa franja de edad, y que debería estar listo el segundo semestre de 2018.
Para las personas mayores con trastorno mental, el nuevo plan prevé la constitución de un grupo de trabajo que aborde una mejor atención a esta población, teniendo en cuenta el hecho de que las personas de 85 años y más «tienen las tasas de suicidio más altas entre los diferentes grupos de edad, y que dos tercios de personas mayores con problemas mentales no obtienen el tratamiento que necesitan», se indica en la línea estratégica ocho del plan.
Fuente: EcoDiario.es
Alimentarse con seguridad en la enfermedad del Parkinson
La Asociación Catalana para el Parkinson (ACAP), en colaboración con la empresa multinacional de productos lácticos Lactalis, organizó una conferencia a la Casa Elizalde bajo el título de Alimentarse con seguridad en la enfermedad de Parkinson. La dietista-nutricionista y supervisora USN del Hospital Universitario de la Vall d’Hebrón, Cleofé Pérez-Portabella, fue la encargada de concienciar sobre la importancia de tener una alimentación completa y segura y ofrecer pautas saludables para el centenar de asistentes.
La ponente centró su conferencia en explicar la importancia de disfrutar de una buena nutrición como primer peldaño imprescindible para un correcto tratamiento, puesto que la desnutrición y la deshidratación empeoran cualquier patología: “dentro de los hospitales de nuestro país 1 de cada 4 enfermos está desnutrido, y en casa todavía es peor”. La alimentación tiene que ser: suficiente, higiénica, no debe de interferir en el tratamiento (por eso son muy importante los horarios que dejan margen entre la toma de medicamentos y la ingesta de comida), adecuada a cualquier otro patología y adaptada a las capacidades físicas y psíquicas. Además de estas indicaciones, Cleofé Pérez destacó la importancia de promocionar la vida social del afectado y mantener así su calidad de vida.
Pérdida de peso y musculatura en Parkinson y uno de los principales problemas: la disfagia
La pérdida de peso y musculatura en Parkinson se relaciona con: posible gasto energético relacionado con la discinesia o los temblores, dificultades para alimentarse, temblores, demencia, depresión, náuseas (como consecuencia de la medicación), gastroparesia, estrechamiento (medicación, falta de fibra…) y uno de los principales problemas: la disfagia. “La disfagia se define como la dificultad para tragar los alimentos con seguridad, dando lugar a un riesgo de atragantarse”. La complicación de la disfagia es que parte del alimento pase al pulmón y ocasione una infección que derive en una neumonía.
“Pueden existir más de un 75% de pacientes con disfagia y el gran problema es que pasa desapercibida”, más de la mitad de broncoaspiracions diagnosticadas radiograficament son totalmente asimptomàtiques. La aspiración silent tiene lugar cuando no hay tos después de la misma y es muy frecuente en pacientes con afectación neurológica.
Posición de seguridad a la hora de tragar para evitar la disfagia:
Como se puede detectar la disfagia?
Los signos clínicos para detectarla son la tos, la voz húmeda, los atragantamientos y/o dificultades para tragar, la deglución fraccionada, la regurgitación nasal, la tos y el baveo, y el inadecuado sello labial. A nivel visible se produce una disminución del control de la lengua y/o el reflejo de morder, la existencia de residuo oral detrás la deglución, el rechazo de la comida y/o de la bebida, el aumento del tiempo de las ingestas, el miedo a comer y a hacerlo solo, la pérdida de peso y la febrícula (que se produce se porque ya se ha producido la broncoaspiració).
La nutricionista nos habló de tres formas de valorar la textura adecuada de los alimentos: Test EAT (Eating Assesment Tooll Despistage de la Disfagia), Test MECV-V (test de Volumen de Viscosidad) y la realidad cotidiana (valoración con alimentos o líquidos adaptados a la textura media y homogénea en posición de prevención al mismo nivel). La textura de los líquidos se puede modificar mediante un espesante comercial, generando tres tipos de textura: néctar (puede beberse mediante una cañita), miel (no puede beberse con cañita) y puding (no puede beberse, se tiene que tragar); nunca se pueden poner dos texturas en un mismo plato.
Medidas generales y recomendaciones
Dentro de lo posible se recomienda potenciar la autonomía del paciente con las siguientes recomendaciones:
- Procurar un ambiente tranquilo y sin distracciones (concentración, sin televisión, ni teléfono móvil, etc.)
- Dar órdenes claras y sencillas del modo de manejar el bolo alimentario en la boca
- Utilizar una cucharilla pequeña
- Respetar el tiempo de deglución antes de introducir la siguiente cucharada en la boca
- Estimular la apertura de la boca
- Posición correcta del paciente y el cuidador (situados a la misma altura)
- Mantener una correcta higiene de la boca
- Utilizar saliva artificial, si se precisa
Cuál sería la dieta ideal por el afectado de Parkinson?
El afectado de Parkinson tiene que tener en cuenta que hay factores que afectan a la absorción de la levodopa: la cantidad de comida, el contenido energético que tiene, las dietas ricas en proteínas, la vitamina B6, que aminora sus efectos terapéuticos mientras que la C incrementa su absorción, las grasas, la viscosidad, la baja acidez gástrica y los anticolinérgicos disminuyen el vaciado gástrico, y la administración de los nutrientes directamente al estómago o al duodeno acelera la absorción de la levodopa, “por todos estos factores se recomienda tomar la medicación entre 30 y 60 minutos antes de comer o 1-2 horas después”.
La dieta ideal la podríamos definir como una dieta cardiosaludable, equilibrada, suficiente y mediterránea, que es variada y tiene un poco de todo “variada no sólo por los nutrientes positivos sino hasta el punto de que nos aporte un poco de cada cosa y no mucho de una sola”. La dieta saludable nos asegura la aportación de macro y micronutrientes, grasas insaturadas, antioxidantes, micronutrientes y vitaminas, y tiene buena biodisponibilidad: “Para que el tratamiento nutricional no esté comprometido, las características organoplásticas de los productos son la clave y se que, cuando te nutres bien, la vida sabe mejor”.
Personas hospitalizadas de entre 75 y 103 años participan en un programa pionero para prevenir el deterioro con ejercicio físico
300 pacientes han colaborado ya en este estudio clínico del CHN y la UPNA, que permite reducir más de un 50% la posibilidad de sufrir discapacidad y pérdida cognitiva durante el ingreso.
Un total de 300 personas de entre 75 y 103 años han participado hasta el momento en un programa pionero de prevención del deterioro funcional y cognitivo en personas mayores hospitalizadas que viene desarrollando desde hace dos años el Servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN), en colaboración con la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y profesionales del grupo de investigación en Geriatría de Navarrabiomed.
A la espera de las conclusiones definitivas, que se elaborarán dentro de seis meses, este estudio clínico viene demostrando que el ejercicio controlado en personas ancianas enfermas reduce en más de un 50% el riesgo de sufrir discapacidad y deterioro cognitivo vinculados al fuerte impacto que suponen los ingresos hospitalarios en edades tan avanzadas.
Así lo ha dado a conocer hoy el equipo que desarrolla este programa preventivo, compuesto por los siguientes profesionales: Nicolás Martínez Velilla, jefe del Servicio de Geriatría del CHN; Sergio Ladrón Arana, Jefe de la Unidad de Geriatría; el facultativo Álvaro Casas Herrero, presidente de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica; Mikel Izquierdo, catedrático de Fisioterapia de la UPNA; Fabricio Zambon Ferraresi, licenciado en Educación Física y doctor en Ciencias de la Salud; y Mikel López Sáez de Asteasu, fisioterapeuta.
El principal objetivo de este ensayo clínico es comprobar si a través del entrenamiento multicomponente se pueden obtener beneficios en las personas hospitalizadas en el Servicio de Geriatría, lo que abriría las puertas a que este tipo de asistencia se instaure en la práctica clínica diaria. Pese a los riesgos que supone una hospitalización para una persona mayor, este periodo se considera una oportunidad para modificar su trayectoria vital y establecer pautas para prevenir el incremento de su fragilidad mediante una intervención multidisciplinar y multiprofesional. Este estudio aspira a ser un punto de partida para trasladar a todos los ámbitos asistenciales los beneficios de la realización de ejercicio en personas ancianas.
Ejercicios de intensidad media-moderada
Esta investigación, financiada con la beca Ortiz de Landázuri del Gobierno de Navarra, se inició el 2 de marzo de 2015 y se prevé tener los resultados definitivos en verano. A día de hoy, han participado 300 personas, el 81% de la muestra planteada. Estas se seleccionan de manera aleatoria entre pacientes ingresados que presentan una situación estable. Las dos características esenciales del programa son que se aplica en personas muy mayores (la edad media de los participantes es de 87 años) y que se trata de pacientes con un proceso agudo que ha originado su ingreso hospitalario, normalmente infecciones respiratorias (neumonía) o insuficiencia cardíaca.
Las y los colaboradores realizan un programa controlado de ejercicios de fuerza, equilibrio y marcha adaptados a sus posibilidades. Al inicio del protocolo, se calcula su capacidad de repetición máxima (RM1) en todos los ejercicios de fuerza para poder individualizar la prescripción. En función del estado de cada participante, se determina una intensidad de entrenamiento de entre el 30% y el 60% de su capacidad (intensidad media-moderada), que se repite durante un mínimo de 6 días consecutivos (incluidos fines de semana y festivos), bajo la supervisión individualizada de expertos en el ámbito del ejercicio físico en personas ancianas.
El programa de actividad física está siempre adaptado a las circunstancias clínicas de cada paciente y, lejos de generar complicaciones en su estado de salud inicial, está demostrando ser un importante apoyo para la prevención de la fragilidad, un factor de eliminación de complicaciones vinculadas a la estancia pasiva en el hospital y una vía de motivación para superar la enfermedad.
La práctica de ejercicio físico durante la hospitalización contribuye a la reducción del dolor y evita además complicaciones relacionadas con la inmovilización, como la aparición de las heridas conocidas como úlceras por presión en pacientes que pasan muchas horas en cama, la generación de trombos o el aumento de la debilidad de un tipo de paciente que es especialmente vulnerable a los efectos de permanecer encamado. La actividad física permite también romper con la rutina que supone la estancia hospitalaria, disminuye los riesgos que genera una estancia pasiva, mejora el estado de ánimo y estimula el interés general de los ingresados e ingresadas por los beneficios del ejercicio físico.
Mejoras de fuerza de hasta el 35% y reducción de complicaciones
Las personas que han participado hasta ahora vienen experimentando mejoras de alrededor de un 35% en su nivel de fuerza en las extremidades inferiores y del 18% en extremidades superiores. Este aumento de fuerza repercute en mejoras funcionales para realizar acciones de autocuidado básico (vestirse, calzarse, asearse, etc.) y para andar, con casos de personas que apenas podían levantarse y que salen del hospital andando autónomamente. Entre los resultados más destacables, el equipo de Geriatría señala las mejoras registradas en las funciones cognitivas de los participantes, que atribuyen a los beneficios psíquicos que aporta el ejercicio y al componente “socializador” que tiene el programa, debido a las relaciones que genera con el equipo de trabajo.
A medio plazo, se considera que la incorporación de una rutina de ejercicio en personas mayores de 70 años puede repercutir en una mejor calidad de vida, un menor número de ingresos y reingresos hospitalarios y menor institucionalización o más tardía.
Interés internacional
Este protocolo de ejercicio en pacientes agudos ha suscitado un gran interés entre profesionales de los centros de salud y geriatras de ámbito internacional. Especialistas de Alemania, Inglaterra e Italia han visitado el Servicio del CHN para conocer el programa.
El Servicio de Geriatría del CHN fue pionero en la creación de unidades hospitalarias de atención geriátrica en todo el Estado, junto con el Hospital Central de la Cruz Roja de Madrid. El Servicio se creó en 1972, en el entonces denominado Hospital Provincial de Navarra. En la actualidad, cuenta con ocho facultativos y medio centenar de profesionales de la enfermería y auxiliares y dispone de entre 35 y 40 camas para pacientes hospitalizados. El servicio realiza consultas externas, interconsultas solicitadas desde otras especialidades, atiende a pacientes de ortogeriatría y colabora con la Residencia El Vergel, de titularidad pública y dependiente del Gobierno de Navarra.
Fuente: navarra.es
Uno de cada cuatro mayores de 75 años que atiende el ICS sufre enfermedad renal crónica
Una de cada cuatro personas mayores de 75 años atendidas en las consultas de atención primaria del Instituto Catalán de la Salud (ICS) sufre enfermedad renal crónica, ha informado este martes la institución en un comunicado.
La enfermedad renal crónica se caracteriza por el mal funcionamiento de los riñones y, en los casos más graves, es necesaria la realización de diálisis y de un trasplante renal.
Los centros del ICS realizan un cribado de la enfermedad renal crónica en las personas con más riesgo de padecerla, como pacientes con hipertensión arterial, diabetes mellitus y enfermedad cardiovascular, entre otros.
La detección precoz de la enfermedad se lleva a cabo midiendo el índice de filtración glomerular, que permite conocer la eficacia de los riñones para filtrar la sangre y la excreción de albúmina en la orina.
El 69,7% de las personas con riesgo elevado de sufrirla se ha sometido a una prueba para medir el índice de filtración glomerular, y un 33,5% se les ha hecho también una determinación de la cantidad de albúmina en la orina, como se recomienda.
Según ha destacado el ICS, esta cifra es «más elevada» que la recogida en un estudio comparable realizado en Suecia, que era del 23% de los pacientes de riesgo.
Al 58,7% de los pacientes del ICS a los que se ha diagnosticado de enfermedad renal crónica en el último año después de los primeros análisis se confirma la alteración renal en pruebas posteriores, lo que supone 17.217 personas.
Fuente: La Vanguardia
Las mutuas de salud multiplican los precios a los mayores de 65 años
La práctica, legal, expulsa hacia la sanidad pública a los clientes con mayor gasto.
Quedarse sin seguro sanitario cuando más lo necesitan. Esta es la queja más habitual que presentan las personas mayores contra las aseguradoras de salud. Estas firmas multiplican el precio de las primas a los mayores de 60 años, situándolo por encima de los 100 euros mensuales. Y esto es, paradójicamente, el caso más favorable, porque en otros casos simplemente extinguen la póliza cuando el cliente cumple 60, 65, 70 o 75 años. Y muy pocas aseguradoras aceptan nuevos clientes con estas edades.
Según datos de las diez compañías con mayor cuota de mercado, tomados del comparador Rastreator.com (firma participada por las aseguradoras Admiral y Mapfre), el precio más bajo que se puede obtener para contratar un seguro de asistencia sanitaria con cuadro médico es de 104 euros al mes para una persona con 65 años recién cumplidos. Esta cifra más que duplica el precio medio de una prima de seguro médico para una persona menor de 30 años, que ronda los 50 euros mensuales. Y puede llegar, en algunas compañías, a los 231 euros mensuales.
Eva Montero, portavoz del portal, reconoció que “la prima media de un seguro de asistencia sanitaria crece con la edad de forma exponencial. Pero no sólo es mucho más caro, sino que muchas compañías no aceptan nuevos clientes de esas edades, o sólo si han tenido una póliza de salud con otra compañía durante muchos años”.
Rubén Sánchez, portavoz de la asociación de consumidores Facua, reconoce que la principal queja de los asegurados de mayor edad es el aumento de precios en la renovación de la póliza, que generalmente es anual. “El aumento de precios, si no ha sido notificado con anticipación, permite al asegurado cancelar la póliza sin el preaviso de un mes que exige la ley”, explica Sánchez, pero no resuelve el problema de estas personas de tener una cobertura sanitaria “en un momento en que los recortes presupuestarios han aumentado las listas de espera en la sanidad pública, o han puesto en marcha protocolos asistenciales que restringen el número de pruebas o las visitas a especialistas”.
Según la dirección general de Seguros, la subida de precios con la edad ha sido tradicionalmente uno de los principales motivos de queja que reciben de las compañías de asistencia sanitaria. La DGS recuerda en su memoria de reclamaciones que la subida de precios es legal, puesto que refleja el aumento del riesgo en función de la edad del asegurado, pero desde el 2015 las compañías deben informar a los asegurados de los precios para cada tramo de edad antes de contratar la póliza, y publicarla además actualizada en su página web.
Rastreator, que recaba datos de compañías que suponen el 80% de las primas de asistencia sanitaria en España, señala que para tratar de hacer el seguro de salud más asequible para las personas mayores las compañías han buscado diferentes fórmulas. Algunas, por ejemplo, ofrecen precios más bajos en una póliza familiar, que incluya al menos el asegurado y su cónyuge. Otras han diseñado pólizas supervisadas por especialistas en geriatría, que actúan como filtro del asegurado para acceder a los especialistas.
La fórmula más usada, sin embargo, es la póliza de cuadro médico con copago, una fórmula que permite bajar la prima más baja hasta los 79 euros mensuales y la más alta a los 198 euros mensuales, porque en general el copago reduce la frecuentación a las consultas médicas.
Otra fórmula para tener cobertura médica privada a partir de los 65 años son las pólizas que excluyen la hospitalización. Según los datos de Rastreator, esto permite reducir la prima mensual hasta los 20 euros (aunque llega a los 175 en otras compañías).
La portavoz de Rastreator recuerda que las diferencias de precios entre las compañías son muy grandes porque las coberturas de cada una de ellas pueden ser muy diferentes. “Hay que mirar muy bien la letra pequeña, lo que incluye y lo que no excluye cada compañía” recomienda. Y el portavoz de Facua recuerda que las exclusiones de coberturas son otra de las reclamaciones más frecuentes “y en muchos casos son injustificadas, porque no están especificadas en las pólizas”.
Fuente: La Vanguardia
La socialización tiene efectos favorables en patologías como dolor articular, hipertensión, diabetes o depresión
• Una persona activa en la esfera social reduce el riesgo de presentar deterioro cognitivo
La socialización y la interacción personal actúan como elemento protector de la salud además de favorecer un envejecimiento activo y feliz. Para fomentar el desarrollo de las relaciones personales en los mayores, Sanitas Mayores recomienda mantener sencillas prácticas en su rutina como conversar o desarrollar actividades participativas.
Según datos del informe “La participación social de las personas mayores”, publicado por el IMSERSO, la socialización en las personas mayores tiene efectos favorables en determinadas patologías como el dolor articular; en el control de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial o la diabetes; así como en la prevención de patologías de la esfera psicosocial como la depresión y la ansiedad. Además, ayuda a mejorar las habilidades cognitivas de los mayores y consigue, por tanto, que sean más autónomos y mantengan al máximo su independencia.
“Las relaciones sociales favorecen también la llamada `reserva cognitiva´ que es la habilidad del cerebro para tolerar o compensar mejor los efectos de las patologías asociadas a la demencia. Ser una persona socialmente activa reduce el riesgo de presentar un deterioro cognitivo asociado a la edad y protege, en cierta medida, frente al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, como puede ser el alzhéimer”, añade el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.
Elemento de apoyo vs fuente de conflicto
El doctor Curto advierte que “las relaciones sociales pueden prestar apoyo, pero también pueden ser fuente de conflicto. Unas relaciones conflictivas con la familia o con la comunidad tienen un efecto perjudicial para la salud. Se trata además de una cuestión que afecta más a las mujeres y a nivel psicológico. Para que las relaciones sociales sean un elemento protector de la salud, el mayor debe sentirse integrado en la comunidad donde vive, sentirse valorado y útil además de contar con un círculo de personas de su confianza, familiares o amigos”, añade.
Desde Sanitas Mayores ofrecen las siguientes recomendaciones prácticas para fomentar las relaciones sociales como elemento clave de un envejecimiento saludable y feliz:
- Conversar: hablar con otras personas en grupo de manera distendida puede facilitar la resolución de problemas ya que aumenta la capacidad intelectual.
- Fomentar las amistades: hacer amistades ofrece beneficios mentales, por ejemplo, la mejoría de la función ejecutiva que engloba el conjunto de habilidades cognitivas que permiten anticipar y establecer metas, elaborar planes y programas, iniciar actividades mentales y efectuarlas eficientemente.
- Mantener un contacto frecuente con los seres queridos: mantener con familiares y amigos el contacto frecuente, tanto en persona como a través del teléfono o las nuevas tecnologías.
- Promover la participación: desarrollar actividades, -educativas, deportivas, lúdicas, etc.- que se adapten a las necesidades físicas y emocionales de cada persona, siempre basándolas en la interacción entre personas.
Cruz Roja de Avilés lanza un plan para prevenir patologías crónicas en mayores de 65 años
«Salud constante» es el nombre del plan que acaba de lanzar Cruz Roja de Avilés y que ya cuenta con diez personas inscritas, todas ellas de más de 65 años. El proyecto nació con el fin de controlar a los mayores que tienen un inadecuado cuidado de su salud. Y son los voluntarios de la ONG los encargados de captar a los posibles beneficiarios en el mejor sitio posible en este caso: los centros de salud.
«Se les pregunta si quieren participar y si aceptan se les realiza semanalmente un control estricto de peso, tensión arterial e índice de glucosa en sangre entre otras cosas para prevenir y controlar ciertas patologías, como la hipertensión o la diabetes», explica Belarmino Martínez, presidente de la asamblea local de Cruz Roja Avilés.
Este programa se complementa con otro de bienestar social y activación personal que también nació en 2016 y que persigue asesorar sobre todo a personas inmigrantes en temas de salud. Cruz Roja de Avilés cuenta con 48 personas inscritas en el proyecto, según avanzó Martínez, satisfecho de la acogida que tiene cada año el programa de apoyo a enfermos hospitalizados, con 111 pacientes interesados.
El colectivo cerró el pasado año con 373 personas inscritas en las distintas actividades que ofrece: 46 en el programa de ayuda a domicilio, 68 en el de ocio y tiempo libre dirigido a personas con discapacidad, diez en el plan de apoyo al centro de menores de Villalegre o 59 en el programa a enfermos mentales. Todas estas actividades, valoró Martínez, fueron posibles gracias al esfuerzo de las personas que trabajan en la asamblea de Cruz Roja, especialmente los voluntarios. En la actualidad, unas 400 personas trabajan de forma altruista, de los que 251 están implicados en la actividad diaria de un colectivo que cada año ve cómo aumentan las necesidades de los avilesinos. Solo en 2016, Cruz Roja atendió 172 solicitudes de personas en riesgo de exclusión social a las que dedicó 38.749 euros. «Las cifras siempre son mayores que las del año anterior», subrayó Belarmino Martínez, que espera que el presupuesto de la ONG para este año sea «ligeramente superior» al de 2016, que fue de unos 20.000 euros. A esta cantidad luego se suman donaciones.
«Creo que el pasado año cumplimos bien los objetivos aunque siempre se necesita más dinero y más comida para cubrir todas las necesidades», explicó el presidente de Cruz Roja, que avanzó, a falta de tener cerrada la memoria del pasado año, que durante 2016 más de 2.000 personas se beneficiaron del reparto de alimentos que coordina la entidad bien en colaboración con el Banco de Alimentos más donaciones bien con el Fondo de Ayuda Europea para los Más Necesitados (FEAD). En lo que respecta a empleo, la ONG trabajó el pasado año con 160 personas en total en talleres impartidos en Avilés y en Castrillón.
Los trabajadores y voluntarios de Cruz Roja ya están trabajando en unos instalaciones recién remozadas. Las obras se han centrado en las dos primeras plantas del edificio, donde se han concentrado las oficinas de atención al públicos, salas para impartir cursos y un salón de actos. En la fotografía, Belarmino Martínez, en uno de los despachos.
Fuente: La Nueva España
Cruz Roja pide que se preste atención a colectivos vulnerables ante ola frío
Cruz Roja de Navarra ha pedido hoy a la población que, ante el anuncio de una llegada de ola de frío, preste especial atención a las personas de los colectivos más vulnerables, como son las personas mayores, la infancia, los enfermos crónicos o los dependientes.
Cruz Roja pide que los familiares, los amigos o los vecinos de estas personas estén pendientes de que siguen los consejos ante la previsión de nevadas a cotas bajas.
La entidad señala que, en la sociedad actual, cada vez son más las personas mayores que viven solas, además de que otras «no cuentan con capacidad para poder hacer frente a situaciones de frío intenso, ya sea por disponer de sistemas eléctricos anticuados, por falta de mantenimiento de los mismos o a causa de la pobreza energética».
Cruz Roja recuerda que el uso inadecuado de braseros eléctricos, estufas de gas o cualquier otro tipo de sistema de calor inseguro, supone un peligro para las personas.
La organización señala que la entidad, desde sus centros de contacto, intensificará las comunicaciones periódicas con personas dependientes, cuidadoras o que viven solas, a quienes les recuerda las medidas preventivas a tomar y realiza un seguimiento sobre su estado de salud.
Para ello, realizará llamadas telefónicas desde sus asambleas de Azagra, Burlada, Cascante, Cintruénigo, Estella, Logroño, Pamplona, Sangüesa, Tafalla y Tudela.
Fuente: ABC
La pérdida auditiva asociada a la edad impacta en la calidad de vida de las personas mayores y puede provocar aislamiento
• La pérdida auditiva relacionada con el envejecimiento se denomina presbiacusia y suele producirse a partir de los 50 años
• Se asocia con casos de deterioro cognitivo, alteraciones de la conducta y disminución de la actividad social
• Para minimizar los efectos negativos hay que acudir al especialista lo antes posible
La pérdida auditiva relacionada con la edad se asocia a efectos negativos como la depresión, el deterioro cognitivo o el aislamiento social, entre otros. Para minimizar el impacto en los afectados, es recomendable hacerse revisiones periódicas, acudir al especialista y aplicar las medidas necesarias para mejorar el desempeño diario del oído.
La pérdida auditiva vinculada al envejecimiento se denomina presbiacusia o hipoacusia. Puede producirse a partir de los 50 años, presenta en general una progresión lenta y el grado de pérdida es diferente en cada oído y varía de una persona a otra. En cuanto a las causas, “no hay ninguna causa única conocida para la presbiacusia relacionada con la edad. Con mucha frecuencia, se debe a cambios en el oído interno a medida que se envejece. Sin embargo, los genes y ruidos fuertes pueden influir”, explica David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores. Así, entre los factores que predisponen se encuentran los antecedentes familiares y la exposición repetitiva a ruidos fuertes pero también el tabaquismo, afecciones como la diabetes o ciertos medicamentos.
Sobre las consecuencias, la presbiacusia resta calidad de vida a las personas afectadas ya que “la audición es clave para que las personas mayores puedan desenvolverse con total autonomía, disfrutar de su entorno familiar y mantener relaciones sociales”, apunta el doctor David Curto. Entre los efectos negativos, se asocia a un mayor número de personas con depresión, deterioro cognitivo, alteraciones de la conducta y del sueño, disminución de la actividad social, problemas de comunicación y otras alteraciones de la memoria.
Además, “en ciertas ocasiones los casos se complican porque se suman otros problemas auditivos propios del envejecimiento como los tinnitus o acúfenos, es decir, la presencia de ruidos y sonidos que se generan en el propio oído”, comenta el doctor David Curto.
¿Cuándo acudir al especialista?
La pérdida auditiva debe evaluarse lo antes posible. Esto ayuda a minimizar su impacto, así como a descartar causas como cerumen en el oído o efectos secundarios de medicamentos. Las señales ante las que acudir al especialista son:
- Dificultad para escuchar al interlocutor cuando habla por teléfono.
- No seguir correctamente la conversación si están hablando dos o más personas al mismo tiempo.
- El ruido de fondo mitiga la voz de la persona con la que se habla.
- Oír muy bajo a otras personas o tener la impresión de que no modulan.
- No entender lo que le dicen una mujer o un niño.
- Distorsión en los sonidos.
Al estar asociada al envejecimiento, no existe cura para la presbiacusia y el tratamiento se dirige a mejorar el desempeño diario, en ocasiones con la ayuda de recursos externos como el uso de audífonos.
El 75 % de personas con disfagia vuelven a tragar con neurorrehabilitación
Los tratamientos de neurorrehabilitación consiguen que el 75 % de las personas con Disfagia Orofaríngea (DO) puedan volver a ingerir líquidos, según han explicado hoy expertos en esta enfermedad en un acto en el Colegio de Médicos de Barcelona.
El presidente de la European Society for Swallowing Disorders (ESSD), Pere Clavé, y el neurólogo y responsable de los pacientes con ictus del Hospital de Mataró, Ernest Palomeras, han analizado la relación entre el Ictus y la Disfagia Orofaríngea, y han explicado los últimos avances en el diagnostico y tratamiento de esta enfermedad.
La DO, enfermedad reconocida por la OMS, consiste en una alteración asociada a la dificultad o molestia de pasar alimentos, que no llegan al estómago sino que van al pulmón, por la vía respiratoria (aspiraciones).
Esta enfermedad es muy frecuente en personas que han padecido un Ictus, afecta a más del 45 % durante su ingreso en el hospital, e influye en las complicaciones y mortalidad durante el ingreso y el primer año de seguimiento.
También se asocia a la edad y afecta a más del 25 % de personas mayores de 70 años que viven en su domicilio, y hasta el 60 % de los ancianos que viven en residencias geriátricas, y es directamente responsable en España del 10 % de reingresos hospitalarios de estos ancianos.
Los especialistas han remarcado que a pesar de esta alta incidencia, la DO es una enfermedad que «frecuentemente pasa completamente desapercibida en las personas mayores y solo se diagnostica durante la fase aguda del Ictus en el 35 % de los casos».
El especialista europeo en disfagia, Pere Clavé, ha dicho que en España se trabaja con un código Ictus «pionero en el mundo con el que se puede identificar rápidamente este episodio cerebral y evitar muchas muertes», y ha añadido que » el diagnostico se puede hacer solo con la observación de los pacientes, así que un buen protocolo en este sentido significaría un importante salto cuantitativo que podría salvar vidas».
Palmenares, además, ha señalado que trabajan en tratamientos de neurorrehabilitación y estimulación cerebral y faríngea para los pacientes con DO postictus, que ha tenido «un alto porcentaje de éxito».
Ha subrayado que los especialistas han avanzado el desarrollo de un fármaco que «cambiará el paradigma actual» y será la solución eficiente para las personas que padecen esta patología, que produce la muerte a más del 56 % de los ancianos con DO y malnutrición en España, y más del 30 % en los pacientes postictus que tienen disfagia.
Fuente: La Vanguardia
El sexo no tiene edad
- Llega a las librerías “La ciencia de la larga vida”, la última obra de Valentín Fuster y Josep Corbella
El cardiólogo Valentín Fuster y el periodista Josep Corbella explican en “La ciencia de la larga vida” que podemos hacer para retrasar el envejecimiento a partir de los descubrimientos científicos realizados en los últimos años sobre la cuestión. El libro, editado por Planeta en castellano y por Columna en catalán, es fruto de dos años de trabajo conjunto entre Fuster -director médico del hospital Mount Sinai de Nueva York- y Corbella -redactor de ciencia de La Vanguardia-. Ofrecemos aquí, como avance editorial, un extracto del capítulo que explica cómo mantener una vida sexual activa pese a los prejuicios y los cambios fisiológicos.
Con el sexo pasa como con el cerebro. Estamos tan acostumbrados a los prejuicios de la edad, tenemos tan interiorizada la idea del declive y de la pérdida de facultades, que acabamos aceptando como normal que la actividad sexual se acerque a la extinción con cada nuevo cumpleaños, igual que aceptamos como normal que la actividad intelectual vaya a menos. Aceptamos como normales cosas que no lo son. No son más que prejuicios.
Algunos de ustedes puede que se sientan escépticos. ¿Qué dicen estos tipos ahora?, estarán pensando. ¿Cómo se puede decir que no hay un declive de la actividad sexual? Me hubieran visto a mí con veinticinco años, ¡aquello sí que era actividad! Tienen parte de razón, por supuesto. No se tiene la misma actividad sexual a los veinticinco años que a los setenta y cinco. Pero tampoco se juega igual al tenis y, sin embargo, nos parece normal y nos parece bien que una persona de setenta y cinco años siga jugando al tenis, ¿no es cierto? Uno adapta su manera de jugar a las circunstancias de cada momento y sigue sumando puntos, sets, partidos. Entonces, ¿por qué parece menos normal que una persona de setenta y cinco años mantenga una vida sexual activa? Tal vez porque a veces, más que Homo sapiens, somos Homo prejuicio.
El mejor antídoto contra los prejuicios, ya se sabe, son los datos. Es revelador que haya pocos datos sobre la sexualidad de las personas mayores. Se estudian con todo detalle la dieta, la actividad física, la tensión arterial, el colesterol, las facultades cognitivas… ¿Pero el sexo? En mayores no se pregunta. Es como si no existiera. Y sí que existe. Es un componente importante del bienestar. Sobre todo para los hombres, pero también para muchas mujeres. Esto es lo que dicen los datos. Hay pocos, pero los pocos que hay transmiten un mensaje claro: si se mantiene una salud aceptable, el interés y la capacidad sexual no tienen por qué desaparecer con la edad.
Fueron los pioneros de la sexología, Alfred Kinsey en la Universidad de Indiana y William Masters y Virginia Johnson en la Universidad Washington en Missouri, en Estados Unidos, los primeros que estudiaron la sexualidad en personas mayores. También fueron ellos los que demostraron con datos que la homosexualidad no es una enfermedad; que el sexo oral es una práctica común; que algunas mujeres pueden tener varios orgasmos consecutivos, mientras que los hombres tienen un periodo refractario entre orgasmos; o que la masturbación no causa acné, pérdida de facultades intelectuales ni ningún otro trastorno. Visto ahora, resulta asombroso que hace solo sesenta años todo esto no se supiera. Nada mejor que la ciencia para desmontar prejuicios y discriminaciones.
Los estudios de Kinsey y de Masters y Johnson, sin embargo, no fueron suficientes para acabar con el tabú de la sexualidad de los mayores. Aunque demostraron que no hay ninguna edad a la que el interés sexual y la capacidad de experimentar placer desaparezcan, hoy día sigue habiendo una epidemia de desconocimiento y opacidad sobre esta cuestión.
Masters y Johnson observaron que con los años se producen cambios en la respuesta sexual de hombres y mujeres. Los hombres tardan más en sentirse sexualmente excitados, pueden necesitar estimulación manual para conseguir una erección y, cuando la consiguen, es menos vigorosa que en la juventud y la eyaculación no es tan potente. Las mujeres también tardan más en alcanzar un estado de excitación, experimentan cambios en la anatomía de la vagina, que se vuelve más corta y estrecha, y el volumen de lubricación vaginal se reduce. Estos cambios son perfectamente normales y no impiden disfrutar de una vida sexual satisfactoria. (…)
Si es tan importante mantener una vida sexual activa, y sin embargo tantas personas experimentan un declive que viven con frustración o resignación, conviene preguntarse de qué depende que unas mantengan un nivel de actividad sexual que les resulta satisfactorio y otras no. De este modo veremos qué podemos hacer para mantener un grado satisfactorio de actividad sexual. Depende de dos variables principales, según la Encuesta Nacional de Salud y Conducta Sexual de Estados Unidos de 2010. Una es la relación de pareja que uno tiene. La otra es el estado de salud.
Las personas que viven en pareja, no es ninguna sorpresa, tienen una probabilidad más alta de tener actividad sexual a cualquier edad. Pero incluso entre quienes tienen pareja hay una gran variabilidad. Cuando un médico ofrece a un paciente hablar sobre su vida personal, y el paciente accede, lo cual no siempre ocurre, no es infrecuente que aparezca un problema de falta de comunicación con la pareja. Una incomprensión mutua que es un gran obstáculo, no solo para tener una vida sexual satisfactoria, sino para el bienestar emocional en un sentido más amplio.
Uno de los problemas más comunes es lo que los sexólogos llaman discrepancia en el deseo. Significa que la frecuencia de las relaciones sexuales en una pareja no se corresponde con lo que desean las dos personas. Si a ustedes nunca les ha ocurrido, son una excepción. ¿Les parece que es habitual tener una pareja a la que quieren y desean, y que el amor y la atracción sean recíprocos, y que además los dos tengan exactamente la misma frecuencia de deseo sexual, y que además esta coincidencia dure toda la vida? Tal vez esto resulte verosímil en una novela o una película, pero no es lo que ocurre en la vida real. Lo que sucede es que, incluso cuando una pareja está perfectamente compenetrada al inicio de su relación, es inevitable que el deseo evolucione con el tiempo y es habitual que no lo haga de manera perfectamente sincronizada en las dos personas.
Si la relación de pareja es buena, esta discrepancia en el deseo no tiene por qué convertirse en un problema grave. De hecho, son muchas las parejas que se adaptan a él y que encuentran estrategias para no vivirlo como un problema.
Pero si la relación está deteriorada, y si además tenemos el prejuicio de que es normal dejar de tener sexo con la edad, entonces difícilmente recuperaremos una vida sexual satisfactoria. (…)
Además de estos problemas psicológicos que perjudican la sexualidad, pueden interferir también factores fisiológicos. El más común en hombres, aunque no el más grave, es el descenso progresivo de la testosterona con la edad, que se asocia con un declive de la actividad sexual, del rendimiento físico, de la masa muscular y de la sensación de vitalidad. (…) Un problema más grave, y también muy común, es una mala salud cardiovascular. Piensen que la erección depende de una compleja red de venas y arterias que controlan el riego sanguíneo del pene. Todo lo que perjudique una buena circulación de la sangre en el conjunto del organismo perjudica también la circulación en la zona genital y por lo tanto la erección en los hombres, así como la irrigación del clítoris en las mujeres. (…) Esto explica que los principales factores de riesgo para la disfunción eréctil sean los mismos que para las enfermedades cardiovasculares: la hipertensión, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo y el exceso de colesterol. Y que los principales antídotos también sean los mismos: una dieta sana y una vida activa.
Si quieren datos concretos, el tabaquismo aumenta el riesgo de disfunción eréctil en un 50 por ciento y la obesidad, en más de un 90 por ciento. Por el contrario, una actividad física moderada, equivalente a correr treinta minutos tres veces por semana, lo reduce en un 30 por ciento, según un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
También una dieta saludable ayuda a mantener una buena función sexual. La dieta mediterránea es la que ha demostrado tener un mayor efecto protector. Dentro de la dieta mediterránea, los alimentos ricos en flavonoides son los que más ayudan a prevenir la disfunción eréctil. No hay motivos para pensar que los alimentos beneficiosos vayan a ser muy distintos en mujeres.
Si quieren tener una dieta rica en flavonoides, les alegrará saber que no es difícil. Son un amplio grupo de sustancias de origen vegetal que se encuentran en un gran número de alimentos. Abundan en los frutos rojos, en los cítricos, en el perejil, en el cacao, en el vino tinto, en el té, en el café… Incluso hay un estudio que ha detectado que, en la población de EE.UU., tomar dos o tres tazas de café al día reduce el riesgo de disfunción eréctil en un 39 por ciento. La explicación es que algunos flavonoides actúan sobre las moléculas que regulan el sutil equilibrio entre la constricción y la dilatación de los vasos sanguíneos del pene.
Precisamente porque la erección depende de este equilibrio, y porque casi todos los fármacos que se recetan a los pacientes con enfermedades cardiovasculares afectan a la vasoconstricción y a la vasodilatación, no es infrecuente que estos pacientes experimenten una pérdida de función sexual. Son casos en que el problema no viene directamente de la enfermedad cardiovascular, sino de los fármacos que se les recetan para tratar la enfermedad.
Si no se les pregunta, ellos no lo comentan. Lo suelen vivir con resignación, como algo contra lo que nada se puede hacer. Eso es lo que piensan, que llega un momento en que uno se retira del sexo como un deportista se retira de la competición. Se retira y ya nunca más volverá a sentir el dulce sabor de la victoria. Total, qué va a decir el médico, que no es para tanto, porque qué importancia puede tener una erección comparada con un infarto. Pero si en la consulta se les pregunta, se descubre que sí tiene importancia para ellos. Una importancia enorme para muchos hombres.
Y aunque no hay garantía de éxito, hay estrategias para buscarle solución. (…) La experiencia muestra que muchos de estos pacientes —no todos, desafortunadamente— pueden recuperar una buena función sexual. Después, cuando vuelven a la consulta, lo que más expresan es agradecimiento. Doctor, dicen, me ha salvado. Y no lo dicen por el infarto, lo dicen por la erección.
Así que no se dejen engañar por los prejuicios de la edad. Hay personas que son perfectamente felices sin actividad sexual, lo cual está muy bien. Pero hay otras muchas para quienes el sexo sigue siendo importante a todas las edades. No hay ningún motivo para que deban renunciar solo porque el resto del mundo lo ignora o lo desaprueba y aún no ha asumido que la sexualidad en personas mayores es algo perfectamente normal.
Fuente: La Vanguardia
Los mayores son el colectivo más propenso al suicidio
Las depresiones graves en personas de la tercera edad pueden rondar el 10% y las leves en torno al 25%, lo que supone una prevalencia muy alta, en Aragón y en el resto de España. Así lo constata un estudio realizado por la unidad docente de Atención Primaria de Huesca con 350 mayores de la comunidad y que fue abordado la pasada semana por Javier Olivera, médico psiquiatra del hospital San Jorge de Huesca en la primera sesión del Congreso de Atención Primaria.
— ¿Por qué la prevalencia de suicidios de mayores provocados por una depresión es tan alta?
–En España, en el mundo en general y, por supuesto, también en Aragón la prevalencia del suicidio es superior en las personas mayores. Según los datos del INE, si la prevalencia en Aragón es alrededor de 7 suicidios al año por cada 100.000 habitantes (similar a la media), en los mayores esta prevalencia se duplica hasta más de 14 suicidios al año por cada 100.000 mayores de 70 años. La prevalencia es también similar en las tres provincias (7,5 por cada 100.000 personas en Huesca, 6,9 en Zaragoza y 7,7 en Teruel). En el año 2014, de los 116 suicidios que se produjeron en Aragón, 36 de ellos, casi un tercio, fueron en mayores de 70 años. Además, estas personas cometen menos tentativas pero más suicidios consumados. En hombres mayores la prevalencia es tres veces superior a las mujeres.
–¿Qué progresión ha experimentado esta incidencia en los últimos años?
–Ha experimentado un aumento y las explicaciones para ello son controvertidas. Unos expertos hablan de la importancia de la crisis pero otros lo atribuyen a la propia evolución social que cada vez nos asemeja más a los países occidentales, donde las tasas de suicidio son superiores a las de España y los países mediterráneos.
–¿Cuántos tipos de depresión existen y en qué se diferencian entre ellos?
–Los síntomas principales de todas las depresiones son la tristeza y la incapacidad para disfrutar de las cosas. Además, se asocian otros síntomas como la apatía, la pérdida de apetito, las alteraciones del sueño o las dificultades de concentración. En los mayores son frecuentes, asimismo, los problemas cognitivos (de memoria) asociados. Principalmente, existen tres tipos de depresión: Una es la secundaria a causas externas, llamada trastorno de adaptación con síntomas depresivos, que se asocia a un acontecimiento estresante. En los mayores lo más frecuente son duelos por ausencia de seres queridos, enfermedades físicas, pérdidas de autonomía o jubilación. Otro tipo es la depresión mayor, de causa endógena, que puede ser muy grave, incluso desconectar a los mayores de la realidad, aislándose, dejando de comer, rechazando los cuidados y el tercer tipo es la depresión secundaria a otras enfermedades especialmente cerebrales como la demencia, ictus, párkinson o tumores.
–¿Existe algún perfil de mayor especialmente afectado?
–La depresión es más frecuente en mujeres que en hombres, aunque el suicidio es más prevalente en los hombres. Los antecedentes depresivos personales y familiares, el aislamiento social por la falta de relaciones, vivir solo o institucionalizado en residencia, tener enfermedades degenerativas e incapacitantes, el cáncer, el dolor, el consumo de alcohol, las pérdidas de seres queridos… Son factores que predisponen a la depresión. El suicidio en los jóvenes puede tener un componente más impulsivo y relacionado con la personalidad, mientras que en las personas más mayores puede tener un componente más melancólico y depresivo, pero no debemos generalizar.
–¿Cuál sería el tratamiento más adecuado?
–La mayoría de depresiones tienen tratamiento y gracias a ello las personas con depresión pueden vivir mejor. Por tanto, es importante diagnosticar y tratar la depresión geriátrica. Lo ideal es combinar la psicoterapia (especialmente de apoyo y cognitiva-conductal) y los tratamientos farmacológicos (antidepresivos de diferentes tipos). En casos muy graves y resistentes a los tratamientos farmacológicos también es eficaz la terapia electroconvulsiva (TEC). El tratamiento antidepresivo se ha demostrado que previene el suicidio.
–¿El suicidio se sigue escondiendo? ¿Sigue siendo tabú?
–Sí, es un tema tabú porque se considera algo peyorativo; pero es necesario saber que la mayoría de los suicidios son secundarios a una enfermedad mental. Las familias y los propios terapeutas se culpabilizan y es muy duro aceptar una muerte así. Por ello tiende a esconderse, a verse como un fracaso. Es un acontecimiento muy traumático y es importante conocerlo y compartirlo. Puede ocurrir en cualquier ámbito y estrato social. Es precisa la concienciación para evitarlo o prevenirlo en la medida de lo posible. Y es necesario seguir apoyando a los familiares de los pacientes, desculpabilizarlos y acompañarlos en su duelo y en su sufrimiento.
–¿Se ponen los medios para favorecer la prevención?
–Por supuesto, la prevención es fundamental. Se desconoce en muchas ocasiones que los pacientes presentan depresiones muy graves porque no son siempre sencillas de diagnosticar. Es preciso mantener la alerta y vigilar especialmente a los colectivos de riesgo: personas con enfermedad mental grave, con escaso apoyo social, con antecedentes depresivos, las personas más mayores,…Se deberían plantear programas de prevención y así lo han hecho comunidades como Madrid, Andalucía o Cataluña, entre otras, con buenos resultados. Pero Aragón carece de un programa de prevención del suicidio y sería importante disponer de medidas específicas para estos pacientes en las unidades de salud mental.
–¿El suicida ofrece síntomas?
–Sí, es frecuente que haga comentarios sobre su preferencia de «estar muerto» o «no soportar el sufrimiento» o «no merece la pena vivir». Es falso que el que se suicida no lo verbaliza. Muchos de ellos lo comentan previamente, o dan pistas y por tanto es muy importante estar atento y desarrollar los programas preventivos más adecuados. Y aun a pesar de todo ello hay muchos suicidios que son imprevisibles.
Fuente: el Periódico de Aragón
La atención integral al crónico requiere ir más allá del hospital
Para la mejor atención integral al paciente crónico, no hay mejor lema que el “todos a una”, una máxima que engloba a todos los profesionales sanitarios y todos los niveles asistenciales. Tal como se ha puesto de manifiesto en una de las mesas celebradas en el cuatro Congreso de Autocuidado que ha analizado las experiencias de atención integral a este paciente existentes en la Comunidad de Madrid (patrocinada por Oximesa), la clave es evitar el ‘hospitalicentrismo’ en esta atención. “El hospitalicentrismo no es la mejor forma de atender al crónico; hay que abarcar también el entorno domiciliario e incluso enseñar al paciente a responsabilizarse de su propia salud”, ha indicado Sagrario Mayoralas, de la Dirección Médica de Praxair.
Respecto a la necesaria atención y seguimiento que debe hacerse desde el hospital a ciertos pacientes, otra de las intervinientes en esta mesa, Teresa Salas, neuropsicóloga del Servicio de Neurología del Hospital de La Paz (Madrid), apuesta por extender el denominado ‘modelo americano’, por el cual todas las Unidades Especializadas implicadas en la atención de un paciente se coordinan para poder verle en un mismo día y evitar así las constantes visitas al centro ante nuevas revisiones. “El paciente no puede pasarse toda la semana yendo al hospital cuando le toca revisión”, ha indicado poniendo como ejemplo el abordaje integral de la ELA. Asimismo, Salas apuesta por el abordaje de la atención integral a través de la “gestión de casos”, por la cual un profesional sanitario (generalmente del área de Enfermería) ejerce como coordinador de las diversas Unidades y niveles asistenciales implicados.
Mientras, un ejemplo de cómo llevar la atención más allá del hospital ha sido presentado por Marta Padilla, enfermera del Servicio de Neumología del Hospital Doce de Octubre (Madrid). Esta profesional ha explicado el ‘Programa de hospitalización en el domicilio para pacientes con EPOC’, que consiste en adelantar el alta hospitalaria del paciente para proseguir con la asistencia en el domicilio a través de la coordinación constante entre Enfermería, el servicio de Neumología y el médico de familia, con una “enfermera de enlace” que visita el domicilio. “Fomentamos la educación sanitaria del paciente en su propio domicilio, que en el caso de la EPOC es el lugar donde lleva a cabo sus tratamientos”. Este programa ya ha demostrado resultados: reduce la estancia media en hospitales de pacientes con EPOC (de 9 a 2’5 días) y también los posibles reingresos hospitalarios.
Fuente: EL GLOBAL.net