El Gobierno valenciano impulsa cursos y ayudas de hasta 2.350 euros para contratar asistentes de personas dependientes

asistente-personalLas prestaciones y los cursos completan el catálogo de servicios de la Generalitat diez años después de que se aprobara la norma.

La figura del asistente personal está pensada para que las personas evaluadas como dependientes participen en la vida social y desarrollen su autonomía.

La Generalitat Valenciana da la última puntada a la Ley de Dependencia. El Ejecutivo autonómico ha comenzado a abonar a las personas dependientes una prestación para poder contratar a un asistente personal que les ayude a tener autonomía y a participar en la vida pública. Una década después de que se aprobara la norma y de años de inacción, los valencianos ya pueden acceder al catálogo completo de servicios que regula esta ley, una reivindicación de las plataformas.

La prestación viene reconocida en la Ley de Dependencia de 2008, aprobada por el Gobierno socialista, que el Ejecutivo autonómico del PP no había desarrollado a nivel valenciano. El Consell del Botànic, a través del decreto que regula las evaluaciones del grado de dependencia, regula esta figura en la Comunitat Valenciana, la última del catálogo de prestaciones de la ley. El decreto establece un nivel adicional de protección para las personas con dependencia severa o con gran dependencia, cuyo coste se asume por parte de la Generalitat.

Las ayudas, desconocidas para muchas personas con dependencia, se abonan según las horas de contratación de personal hasta un máximo de 2.350 euros de complemento. El pasado año apenas varias decenas de personas las habían solicitado por desconocimiento, ya que hay cerca de 70.000 personas dependientes en la Comunitat Valenciana. La cuantía máxima está pensada para las personas con mayor dependencia, de grado 2 o 3, y beneficiará a quienes soliciten el servicio a jornada completa -más de 120 horas al mes-.

La prestación busca contribuir a la contratación de asistencia personal para facilitar a la persona dependiente que haga sus tareas diarias. Bien sea acudir al trabajo, al centro de estudios, a hacer la compra o gestiones administrativas; el objetivo es facilitar su autonomía en las actividades básicas y su participación en la comunidad, un mandato de Naciones Unidas. En otras palabras: ayudar a una persona a hacer una vida «normal». La convención sobre los derechos de las personas con discapacidad reconoce su derecho a vivir de forma independiente y a ser incluidas en comunidad de una forma digna.

Cursos de formación

Las personas que ejerzan como asistentes acompañarán a la persona dependiente en sus quehaceres dentro y fuera del hogar, aunque en el trabajo doméstico no podrán superar el 30% de horas del total, ya que para necesidades mayores existen otras figuras reguladas en la norma, como la ayuda a domicilio o el cuidador familiar.

Para ello, tendrán que superar unos cursos impartidos por las plataformas de personas con dependencia. El desarrollo de la figura se ha elaborado junto a Cermi, Cecoval, Vicoval y Codifiva, con las que se ha pactado un modelo único. Estas entidades, apoyadas por el Consell, se encargarán de impartir los cursos de formación que permitan a cualquier persona -que demuestre sus capacidades- ejercer como asistente personal.

Estos cursos tendrán una duración mínima de 50 horas lectivas, aunque no serán necesarios en el caso de técnicos en atención a personas dependientes, integración social o sociosanitaria o titulados en terapia ocupacional.

Las personas en situación de dependencia o sus representantes legales podrán contratar la asistencia personal directamente con personas físicas o a través de entidades acreditadas por la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, que avalará la prestación con un informe de servicios sociales.

Fuente: eldiario.es

 

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