envejecimiento

Casi 1.700 gallegos esperan plaza pública en una residencia de mayores

melancolia_residenciasEn el mismo lugar en el que una de cada cuatro personas tienen más de 65 años -655.907 en total según el padrón del 2015- y en el que 121.500 personas que superan esa edad viven solas, las plazas residenciales públicas para mayores no son suficientes para cubrir la demanda. Ese lugar es Galicia, una comunidad en la que casi 1.700 personas esperan que se les conceda una plaza en una residencia de la tercera edad. Exactamente, según datos de la Consellería de Política Social de esta semana, 1.679, una cifra que puede variar ligeramente según el día en función de las altas y bajas que se produzcan en los centros públicos y concertados que ofrecen este servicio en Galicia. La mayor demanda tiene lugar, como es natural, en las provincias más pobladas. En A Coruña 695 mayores figuran en las listas de espera que maneja la Xunta, mientras 528 lo hacen en Pontevedra, 240 en Ourense y otros 216 en Lugo.

Aunque los profesionales inciden en que lo ideal es que los mayores permanezcan en su entorno habitual, esto no siempre es posible y muchas veces la única opción para ellos es una residencia. Existen en Galicia 6.806 plazas residenciales públicas, también según los datos de la Consellería de Política Social. Su distribución, en este caso, es de 2.323 en A Coruña, 1.777 en Pontevedra, 1.475 en Lugo y 1.231 en Ourense. Resultan, tal como demuestran las cifras de las lista de espera, insuficientes, porque si bien es cierto que el número de plazas ha crecido ligeramente en los últimos años, no lo ha hecho lo suficiente como para satisfacer la demanda, sobre todo en una sociedad como la gallega, que envejece a pasos agigantados. A mediados del año 2012, una vez más según la información de la Administración autonómica, había en la comunidad 6.693 plazas residenciales públicas para mayores, 3.191 de ellas concertadas. A ellas se sumaba la oferta privada, otras 3.500 plazas. En casi cuatro años la población mayor de 65 años ha crecido en 20.000 personas. Las plazas públicas disponibles en residencias son actualmente 113 más de las que había entonces.

Según el Plan Galego das Persoas Maiores, en el que se preveían una serie de actuaciones con el horizonte del 2015, en Galicia hay más de 400.000 hogares en los que viven personas mayores de 65 años, y el nivel medio de ingresos de esos núcleos familiares es de entre 600 y 1.000 euros. En 200.000 hogares todos sus miembros superan esa edad que en España marca la jubilación.

El 95% reciben prestaciones

Con relación a la estructura económica del colectivo de mayores de 65 años, ese mismo informe destaca que casi el 95% de ellos reciben sus ingresos en forma de prestación, mientras que el 5% restante tiene su fuente de ingresos en trabajos por cuenta ajena o propia o en rentas. Más de 30.000 personas que superaban los 65 años cobraban, en el momento de elaboración del informe, pensiones no contributivas, por tanto las más bajas. Un dato que no es irrelevante, dado el elevado coste que suele tener la estancia en una residencia privada.

El 30% de las personas que residen en hogares en los que todos sus miembros superan los 65 años están en situación de riesgo de pobreza, lo que traducido a cifras absolutas dibuja un panorama en el que prácticamente 90.000 personas que habían superado la edad de jubilación estaban en riesgo de pobreza.

Un poco mayor es todavía la cifra de personas de más de 65 años con algún tipo de discapacidad reconocida igual o superior al 33%, más de 95.000 en Galicia, de los cuales una amplia mayoría han superado ya los 75 años.

Centros de día, ayuda en casa o teleasistencia

Para quienes no puedan acceder a una plaza residencial o para aquellas personas a las que su situación personal les permita otro tipo de opciones hay otras alternativas que buscan mejorar la atención y la calidad de vida de los mayores. Los centros de día son una de esas medidas, que en este caso les permite seguir arraigados en su núcleo familiar. Los usuarios pasan en este servicio parte de la jornada y el resto del tiempo regresan a sus domicilios. A este respecto, la Xunta incide en la importancia de fomentar este tipo de servicios, especialmente en el ámbito rural, donde viven muchos mayores y donde existen pocos recursos especializados.

Otra iniciativa de especial importancia en el ámbito rural es la ayuda domiciliaria, que permite que los hogares integrados por personas mayores puedan disponer durante algunas horas de un trabajador que les ayude en aquellas tareas que necesiten. Xantar na Casa o un servicio de voluntariado son otras alternativas.

Con todo, si en algunos servicios, como ocurría con las residencias, la demanda es mayor que la oferta, en otros casos los recursos a disposición de los mayores están infrautilizados. Ocurre, por ejemplo, con la teleasistencia, un sistema que permite a las personas mayores o discapacitadas, con el sencillo gesto de pulsar un botón, avisar en caso de que tenga cualquier problema. Su llamada es recibida en una central que envía ayuda en caso necesario. Casi 5.000 personas se benefician de estos dispositivos en Galicia, pero hace solo unos días la Xunta hacía público el dato de que dispone de otros 750 que nadie solicita.

Fuente: La Voz de Galicia

Una empresa desarrolla herramientas para personas con problemas de audición y Alzheimer

hearingmalaga--575x323La tecnología puede ser muy útil para tumbar algunas de las barreras de accesibilidad. Que una persona con déficit auditivo pueda detectar el llanto de un bebé, que se ha quedado un grifo abierto o que ha terminado la lavadora va a ser más fácil gracias a la tecnología que desarrolla Hearing Software, una joven empresa malagueña que diseña herramientas para hacer más cómodo el día a día a personas con discapacidad auditiva, a personas mayores o enfermos de Alzheimer.

Desde el Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE) que la Junta de Andalucía tiene en el Parque Tecnológico de Andalucía están dando vida a un proyecto con un marcado carácter social. Su especialidad son los ‘wearables’, herramientas que se usan de forma cómoda, discreta y eficaz.

Antonio Sánchez, Ingeniero Informático formado en la Universidad de Málaga, lidera Hearing Software, empresa en la que trabajan otros tres ingenieros informáticos y una experta en marketing.

Esta compañía está a punto de lanzar al mercado su primer producto: ‘Senda’, una ayuda técnica para dar mayor bienestar y seguridad a las personas mayores y enfermos de Alzheimer. Se trata de un sistema de seguimiento y comunicación bidireccional entre los mayores y sus familiares. «Es como el botón de teleasistencia, pero con más y mejores utilidades», explica Antonio Sánchez. Entre sus ventajas, destaca que este dispositivo funciona también en la calle, detecta caídas –y avisa inmediatamente a un familiar y a los sistemas de emergencias-, la batería tiene autonomía para 5 o 6 días y cuenta con el servicio de llamada telefónica con descuelgue automático en caso de pulsar el botón de ayuda. Incluye un geolocalizador que permite a los familiares ver la ubicación exacta de la persona mayor que necesita ayuda, averiguar su ruta y les manda un aviso en caso de que el anciano se aleje demasiado de una zona concreta.

‘Senda’ estará disponible en su web desde el mes de abril. «No todas las personas mayores tienen acceso a la teleasistencia. Éste es un canal que va a la familia directamente, lo que aporta mucha traquilidad», detalla el CEO de Hearing Software. Sus previsiones son alcanzar los 1.000 clientes en un año.

Están contactando con instituciones para integrar este producto en los protocolos para personas víctimas de violencia de género: «La policía recibiría un aviso inmediato si la persona activa el dispositivo y gracias al GPS la pueden localizar rápidamente sin que esa persona tenga que dar sus coordenadas, en un momento en que estará en tensión. Es una llamada que se queda grabada y puede servir como prueba en un juicio. Mejoraría la seguridad y el bienestar de las afectadas», defiende Sánchez.

Otros de sus proyectos más importantes es Wiim, un sistema que usa un ‘Smartwatch’ (reloj inteligente) para enviar a personas con problemas de audición avisos y alertas de cosas tan cotidianas como que llaman a la puerta o que suena el teléfono. Se puede programar para que se active cuando finaliza un electrodoméstico o también en caso de alerta si se detecta una inundación de agua. Funciona con sensores instalados en el hogar y el usuario recibe la información mediante vibración e imagen, lo que les permite mayor tranquilidad y libertad de movimiento.

Quieren ir más allá y aplicar esta tecnología a espacios públicos, como instituciones y centros de transporte, para que las personas con déficits auditivos puedan recibir avisos y alertas, como el retraso en los horarios de salida o cualquier emergencia. «Queremos crear espacios accesibles para todos», concluye.

Fuente: Diario Sur

Un 85% de los españoles considera la salud como elemento clave para ser feliz en la vejez

mayores aviles• La salud y el estado físico, principales elementos para mantenerse felices a pesar de los años

• Un 87% de los encuestados espera mantenerse activo en la vejez

• Sanitas Mayores lanza el vídeo “Recetas para la Felicidad” donde sus residentes comparten su secreto para ser felices

Una buena salud y un buen estado de forma son los requisitos que más señalan los españoles para ser felices a pesar de los años, según el estudio “Actitud ante el Envejecimiento”, realizado Sanitas. Así, un 85% de los encuestados relaciona una vida feliz con una vida sana y un 63% con una buena condición física.

El estudio transmite en general una actitud positiva ante el envejecimiento, con un 87% de los encuestados que espera mantenerse activo en la vejez y un 63% que manifiesta que hacerse mayor no es impedimento para vivir plenamente. Asimismo, el ocio y los viajes, se encuentran entre las principales actividades en las que los españoles invertirían su dinero al jubilarse con un abrumador 80% de los encuestados.

Nuestra mayor felicidad

También la salud ha sido uno de los elementos que más se han repetido entre los mayores de Sanitas a la hora de compartir su “receta de la felicidad”. Dentro de la iniciativa “Nuestra mayor Felicidad”, Sanitas Mayores ha buscado esta fórmula entre sus más de 5.000 residentes y sus familiares. Con las respuestas recopliadas durante más de un mes, el pasado 20 de marzo, Día Internacional de la Felicidad, difundió el vídeo Recetas para la Felicidad en Youtube y Facebook.

Junto a la búsqueda de la receta, los centros han realizado distintas actividades tanto terapéuticas como de ocio relacionadas con la felicidad. Entre ellas, talleres de reminiscencia para recordar los momentos más felices de la vida; tardes de baile, sesiones de cine, talleres de belleza y la realización de murales temáticos. También la gastronomía estará muy presente en la iniciativa para lo que se trabajará en los platos favoritos de los residentes; se realizarán degustaciones de chocolates y repostería especial; y se montará un “Carro de la Felicidad” para repartir meriendas especiales.

La importancia de un diagnóstico precoz en las personas mayores

PsicogeriatríaLas necesidades de las personas mayores, más aún en condiciones de dependencia y enfermedad, van más allá del manejo terapéutico de un diagnóstico exclusivamente médico; de ahí que necesitemos mejorar nuestra precisión diagnóstica a través de la valoración geriátrica integral, con la inclusión de un diagnóstico funcional, cognitivo y social.

A través de la valoración por un equipo multidisciplinar formado por enfermería geriátrica, fisioterapia, psicología, trabajo social y liderado por un médico especialista en geriatría, se establece un diagnóstico cuádruple que va a permitirnos: detectar problemas médicos, psicológicos y de movilidad del paciente; identificar áreas de mejora; y diseñar un plan de cuidados con recomendaciones para mejorar o mantener la autonomía y calidad de vida del paciente.

El objetivo principal de un diagnóstico multidimensional precoz es evitar la instauración de la dependencia funcional siempre que sea posible, y en caso de que no lo sea, establecer un plan de actuación para mejorar la calidad de vida de la persona mayor, evitando la progresión de la dependencia establecida, y/o aportando los recursos sociales necesarios (teleasistencia, ayuda domiciliaria, centro de día…) para asegurar la cobertura de todas sus necesidades.

¿CUÁNDO?

La pérdida de capacidades funcionales (dificultades para relacionarse, manejar el teléfono, realizar labores del hogar, o pérdida de autonomía en el autocuidado) pueden apuntar a la necesidad de realizar una valoración geriátrica integral. Detallamos a continuación algunos problemas específicos más prevalentes, que son susceptibles de mejoría a través de la valoración multidisciplinar.

NUTRICIÓN

El requerimiento energético en personas mayores se sitúa en 30 kcal/kg/día, para asegurar la energía necesaria para llevar a cabo una actividad física normal. La pérdida de peso, de apetito o la aparición de tos al beber líquidos pueden apuntar a la necesidad de una valoración geriátrica.

MEMORIA

El avance en la edad hace que nuestro cerebro se vuelva más lento, disminuyendo nuestra capacidad para aprender cosas nuevas. En algunos casos se pueden sufrir alteraciones leves de memoria. Estos “despistes”, si son leves y no van a más, estarían dentro del envejecimiento normal.

Hemos de preocuparnos cuando los problemas de memoria, atención, lenguaje o planificación se acompañan de algún cambio en las actividades sociales, disminución del rendimiento funcional de actividades instrumentales (dificultad en la realización de la comida, mal manejo de medicación y del dinero…) y, en el caso de una enfermedad más evolucionada, dificultad para el autocuidado (problemas con la higiene, errores en el vestido, incontinencia urinaria, etc.). También es una señal de alarma la aparición de trastornos psicológicos o conductuales en el contexto de la pérdida de memoria (agitación, agresividad, apatía, deambulación errática o delirios).

LIMITACIÓN FUNCIONAL

El deterioro funcional de instauración brusca está más relacionado con haber sufrido una fractura de cadera, un ictus, o un ingreso hospitalario prolongado; y precisa una rehabilitación precoz, orientada a evitar la instauración de la dependencia.

En el caso de un deterioro progresivo de nuestras capacidades físicas, tendremos que estar atentos a: el descenso en la velocidad de la marcha, es decir, si se tarda más tiempo de lo habitual, por ejemplo, en cruzar la calle; la disminución en la fuerza de prensión (caída de objetos de la mano); la dificultad para levantarse de una silla cinco veces sin usar los brazos; y la pérdida de equilibrio en la marcha, o caídas de repetición.

Fuente: Deia

AERTE plantea una colaboración público-privada eficaz para generar empleo y atender los retos sociosanitarios de forma viable

IMG-20160308-WA0000La Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunidad Valenciana mantuvo ayer una reunión con el Conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Turismo, Rafael Climent. AERTE trasladó al Conseller el hecho de que la atención a la dependencia es un sector económico estratégico que crea empleo constante, especialmente femenino, tanto directo como indirecto.

La junta directa de la asociación expuso la necesidad de potenciar una colaboración público – privada eficaz. Según ha manifestado hoy José María Toro, director general de AERTE, “es una colaboración posible porque es viable económicamente y sostenible para el sistema, además de ser clave para atender un gran número de personas que necesitan atención socionsanitaria profesional. Volumen que se incrementará con creces en los próximos años por el aumento del envejecimiento de la población con las consecuencias sociosanitarias que ello implica”.

En ese sentido, la asociación recalcó que el sector puede ofrecer al sistema potentes soluciones en tres direcciones: la excelencia en los servicios prestados a través de profesionales, la creación de empleo y la reducción del déficit público. Cada nueva plaza sociosanitaria ocupada implica la creación de una gran cantidad de empleo directo, en concreto uno por cada dos plazas tal y como marca la propia normativa, e indirecto de forma inmediata. Un empleo muy flexible y de imposible sustitución por los avances tecnológicos. Además, el sector genera retornos presupuestarios positivos en el mismo ejercicio en el que se crean las plazas por diferentes vías: reducción del gasto en prestaciones por desempleo, farmacia y sanitario, incremento de la recaudación tributaria y de la seguridad social, etc.

Por tanto, es un sector que se debería potenciar dentro de una nueva política económica de desarrollo de la Comunidad Valenciana, ya que, posiblemente es el único que posibilita beneficios sociales inherentes al mismo y mejoras de los ratios de empleo, al mismo tiempo que no genera más déficit público.

AERTE también hizo hincapié en que la colaboración público-privada eficaz logra liberar servicios sanitarios para permitir un uso eficiente de los recursos existentes. Por ejemplo, en la utilización de recursos sociosanitarios para las cuestiones relacionadas con enfermos crónicos, convalecientes o necesitados de actividades rehabilitadoras la Administración puede obtener un gran ahorro en el sector sanitario.

En esta línea, la asociación más representativa de la atención a personas dependientes insistió en ventajas añadidas: no es necesario nuevas inversiones en infraestructuras; las residencias ya están en activo y la Comunidad Valenciana dispone de una red asistencial muy amplia y de calidad equiparable a la de los países europeos más avanzados.

Por último, señaló que: lograr estos objetivos de la manera más óptima posible, económicamente hablando, dependerá de la política de inversiones en los recursos sociales que se lleve a cabo, ya que primar servicios profesionales y especializados tiene una mayor repercusión positiva sobre el empleo y los retornos económicos. Al tiempo, un modelo de concertación abierto y que prime la libre elección de usuarios, alcanzado por tanto al mayor número de operadores, conllevaría un mejor retorno de la inversión posible.

Ana Isabel Esteban: «Cada vez hay menos personas con edad de cuidar a los mayores»

Ana Isabel EstebanAna Isabel Esteban, Presidenta de Solidaridad Intergeneracional, «La Junta de Castilla y León está potenciando la figura del asistente personal con la idea de generar empleo».

Ana Isabel Esteban considera que el jaque mate ha llegado a la prestación social principalmente para el cuidado en el entorno familiar «ya que hay familias que no cobran más de 40 euros, aunque el dependiente sea de grado tres».

¿En qué punto está la Ley de Dependencia con las modificaciones?

-Muy rebajada de dotación económica y ha variado bastante. Las mayores reformas se han producido desde 2011, cuando la administración ha priorizado los servicios a través de empresas a la prestación directa a las familias. Los grados siguen siendo 1, 2 y 3, pero han desaparecido los niveles por cada grado y queda establecido como leve, severo y gran dependiente. Para el grado 1, siempre que no se tenga más que la pensión contributiva, la administración le puede llegar a pagar 300 euros, 426 al grado 2 y 715 al gran dependiente, que necesita atención las 24 horas del día. Con lo cual todo el mundo tiene que realizar un copago porque no es suficiente. Desde 2012 no ha habido modificación alguna, antes estas cuantías se iban revalorizando con el coste de la vida, pero ahora el IPC no sube.

-¿En los últimos años, gente que con familiares en residencias ha prescindido de esta atención porque no puede pagarla?

-Hubo muchas personas que valoraron el coste de la residencia y decidieron prestar ellos mismos la atención. Pero ¿qué pasó? Que el Estado dio el jaque mate a la prestación para el cuidado en el entorno familiar. Un cuidado que mayoritariamente corre a cargo de las mujeres de la familia y fuera de ella pues son las que prestan los servicios de atención a domicilio y la dependencia. La gente tiene que saber cómo está el asunto. Porque si estás en una residencia y no estás valorada puede ser que la deuda que se acumula le pase luego factura a la familia porque pagas el importe de la pensión, pero el coste real es mayor, se va acumulando una deuda y al fallecer se mira el patrimonio y se cobra. Hay facturas que llegan a los 25.000 euros. Antes estaba prohibido generar deuda a los familiares y ahora hay gente que no sabe con qué se puede encontrar una vez fallecido el dependiente.

¿Hay alguna alternativa nueva a la residencia para cuidar al dependiente en casa?

-Sí. La Junta está potenciando la figura del asistente personal. Tu te das de alta como autónomo y es el beneficiario de la prestación el que te paga por los servicios prestados. En Castilla y León hay 188 y en Zamora una decena. Sí que es un revulsivo para crear empleo ya que va orientado a la asistencia de todos los grados, tienes que estar registrado en la Junta de Castilla y León y cotizas como autónomo mensualmente. También puede ser que una empresa te contrate o trabajar de autónomo para esa empresa.

Antes de 2007 cuando comienza a desarrollarse la ley de dependencia, ¿qué asistencia había?

-Estaban los servicios sociales, que fueron transferidos a las comunidades autónomas. A partir de que entra en vigor la dependencia es un derecho subjetivo de la ciudadanía que se puede reclamar en el juzgado.

El gran reto es mantenerla con la merma de ingresos por falta de población activa y el coste que supone.

-Hay más de 10.000 centenarios en la actualidad en España, el 5,4% de la población tiene más de 80 años. Y es a partir de esa edad cuando yo creo que en un futuro se va a necesitar asistencia. Porque envejecer es lo mejor que nos puede pasar y yo creo que estamos cada vez más concienciados de que es un reto llegar bien a esa edad. Aprendemos cómo cuidarnos, estar activos y relacionarnos. Lo que está claro es que debe establecerse una coordinación sociosanitaria distinta a la que tenemos. Una plaza de hospital tiene un coste de 500 euros diarios, mientras que una de residencia son 50, con lo cual tiene que haber un servicio intermedio que favorezca el ahorro económico. Y cada vez hay en las familias menos personas con edad de cuidar a la gente mayor. Esto está pasando ya ahora mismo, porque las cuidadoras tienen entre 45 y 64 años. El envejecimiento en los pueblos es alarmante.

Fuente: La Opinión de Zamora.

El estrés duplica el riesgo de deterioro cognitivo en los mayores

depresion13De manera tradicional, el estrés se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Pero el estrés, entre otros efectos nocivos, también duplica el riesgo de deterioro cognitivo en las personas mayores, incrementando así la probabilidad de desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina Albert Einstein de la Universidad Yeshiva de Nueva York (Estados Unidos) y publicado en la revista Alzheimer Disease & Associated Disorder.

Como explica el doctor Richard Lipton, director de la investigación, “nuestros resultados muestran de una manera consistente que el estrés aumenta el riesgo de que las personas mayores desarrollen deterioro cognitivo leve. Afortunadamente, el estrés percibido es un factor de riesgo modificable de deterioro cognitivo, por lo que constituye una diana potencial detratamiento”.

Estrés y deterioro cognitivo

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron los datos de 507 personas mayores de 70 años incluidas en un estudio sobre el envejecimiento puesto en marcha por la Facultad en el año 1993. Y gracias a esto, los autores contaron, además de con numerosos datos físicos, neurológicos y psicosociales, con los resultados de los participantes en la Escala de Estrés Percibido (PSS), prueba en la que una mayor puntuación supone un mayor estrés.

En el momento de inicio de la investigación, los 507 participantes estaban libres de deterioro cognitivo o demencia. Pero a lo largo del estudio, 71 desarrollaron deterioro cognitivo leve amnésico (DLCa), tipo de deterioro cognitivo fundamentalmente caracterizado por la pérdida de memoria.

Los resultados mostraron la asociación entre estrés y riesgo de DLCa. Concretamente, el riesgo de DLCa es hasta un 30% mayor por cada 5 puntos más en la PSS –la escala va desde los 0 a los 54 puntos–. Un riesgo, además, que es superior en las mujeres y en las personas que tienen un bajo nivel educativo o padecen depresión mayor.

Como concluye la doctora Mindy Katz, co-autora de esta investigación estudio, “el estrés percibido refleja los problemas cotidianos que todos experimentamos, así como la manera en que los evaluamos y afrontamos. Y este estrés percibido puede ser tratado de diversas maneras, por ejemplo con una terapia cognitiva-conductual o con tratamientos farmacológicos. Un aspecto a tener en muy cuenta dado que estas intervenciones pueden posponer e, incluso,prevenir, el deterioro cognitivo”.

Fuente: Somos Pacientes

El Consell Comarcal del Segrià confía en SARquavitae su Servicio de Teleasistencia Domiciliaria

ccsegria• El Servicio de Teleasistencia Domiciliaria dará servicio a más de 100 personas de los 37 municipios atendidos por los Servicios Sociales del Consell Comarcal

• Este servicio permite resolver situaciones de emergencia o necesidad en personas mayores o con discapacidad las 24 horas y los 365 días al año

• SARquavitae ofrecerá, además, una jornada técnica anual para los Servicios Sociales del Consell Comarcal del Segrià sobre ética profesional en la intervención domiciliaria

El Consell Comarcal del Segrià (Lleida) ha adjudicado a SARquavitae el Servicio de Teleasistencia Domiciliaria de los 37 municipios atendidos por los Servicios Sociales del Consell Comarcal durante un año y por un valor estimado de 20.000€.

 Gracias a la adjudicación, unas 100 personas se beneficiaran de este servicio preventivo y de atención inmediata y permanente las 24 horas y 365 días al año y que permite movilizar los recursos necesarios para resolver situaciones de emergencia o necesidad en personas mayores o con discapacidad. Este servicio posibilita a sus usuarios continuar residiendo en su medio habitual gracias a la seguridad y asistencia inmediata en situaciones de emergencia, mejorando su calidad de vida.

 Además, el servicio incluirá campañas específicas de actuación estacional, así como protocolos especiales para trabajar por el respeto de los derechos de las personas mayores y la prevención de situaciones de maltrato o vulnerabilidad. De este modo, SARquavitae ofrecerá una jornada técnica anual para los profesionales de los Servicios Sociales del Consell Comarcal del Segrià en la que se abordará la ética profesional en la intervención domiciliaria.

 SARquavitae cuenta en Cataluña con 10 centros residenciales, un centro de atención a la discapacidad, 5 centros de día y una unidad de viviendas con servicios. En total, SARquavitae ofrece en la comunidad catalana 1.758 plazas residenciales, sociosanitarias y de centros y hospitales de día y cuenta con una plantilla de 1.235 trabajadores. Asimismo, también ofrece servicios de teleasistencia a 1.356 usuarios.

Investigación sobre ACP, Atención Centrada en la Persona, en residencias españolas de personas mayores

Teresa Martínez RodríguezEl estudio realizado desde el Dto. de Psicometría de la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo ofrece los resultados obtenidos sobre el grado en que las residencias estudiadas ofrecen una atención centrada en la persona según la valoración de los directores y profesionales de atención directa. También se resumen algunos datos y opiniones de los responsables de los servicios en relación a distintas cuestiones de interés como el equipo técnico, los cometidos de los gerocultores y algunas variables organizativas que vienen siendo señaladas como facilitadoras de la aplicación de estos modelos de atención.

Los resultados obtenidos indican un grado intermedio de atención centrada en la persona en las residencias evaluadas, señalando claramente dos áreas de mejora: tener un mayor conocimiento de cada persona usuaria (no sólo de sus enfermedades y necesidades de cuidados sino de su historia de vida, preferencias y capacidades) y, además, permitirles una mayor libertad y posibilidades de elección en su atención y vida cotidiana.

Los equipos técnicos interdisciplinares, según la opinión de los directores, aparecen como un elemento clave para poder aplicar eficazmente estos modelos asistenciales. Respecto a los gerocultores destaca la necesidad de formación para asumir el nuevo rol que implica la ACP, de una mayor polivalencia así como de reducir el habitual sistema de rotación en el centro; además en algunos casos también se precisa aumentar la ratio asistencial. En relación al profesional de referencia se pone de relieve la diferente aplicación de esta figura en los centros, la cual en muchos casos se concreta en cometidos asistenciales clásicos sin asumir competencias relevantes en relación a la ACP (generar confianza, conocer bien a la persona, observar sus necesidades y gustos, etc.) Además, la participación de las personas usuarias y de sus familias en los planes personalizados de atención es escasa, y supone, por tanto, otro aspecto de mejora.

Este informe explota parte de los datos recogidos en el trabajo doctoral realizado por Teresa Martínez, “La Atención Centrada en la Persona en los servicios Gerontológicos: modelos e instrumentos de evaluación”, experta psicogerontóloga y referente nacional en modelos de atención centrada en la persona.

La ACP es un enfoque escasamente aplicado hasta ahora en los servicios gerontológicos españoles; sin embargo es un aspecto clave en la calidad asistencial que cuenta con un amplio respaldo internacional tanto en el campo de salud como en el de cuidados a las personas dependientes. Propone una atención que sitúa a las personas mayores en el centro de los servicios, frente a otros intereses u objetivos, apoyando que éstas puedan seguir teniendo control sobre su vida y cuidados cotidianos.

El informe completo, “Atención Centrada en la persona en residencias de personas mayores españolas. Algunas opiniones de sus directores/as y profesionales” se puede consultar en el número 4 de la serie Informes acpgerontologia, de libre acceso en la web de la autora www.acpgerontologia.com

Las caídas son una de las principales causas de discapacidad en personas mayores

  • caidas mayoresLas caídas afectan a un 30% de los mayores de 65 años y a un 50% de los mayores de 80 años
  •  Una de cada 10 caídas genera lesiones graves, como fracturas de cadera
  •  Con un grado de recurrencia del 50%, el miedo a volver a caerse puede convertirse en el inicio de una discapacidad
  •  Actividad física, ajuste de medicación y eliminación de riesgos en el hogar, principales factores preventivos

Las caídas son una de las causas más frecuentes de discapacidad y fragilidad en las personas mayores. Con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, Sanitas Residencial recuerda que su prevención requiere de una evaluación e intervención personalizadas que aborde aspectos como la actividad física, el ajuste de medicación o la revisión de los riesgos en el hogar.

La Organización Mundial de Salud, OMS, define la caída como cualquier acontecimiento involuntario que hace perder el equilibrio y dar con el cuerpo en tierra u otra superficie firme que lo detenga. Se trata de uno de los problemas más frecuentes en la población mayor. Según estudios recientes del Sistema Nacional de Salud, alrededor de un 30% de los mayores  de 65 años y un 50% de los mayores de 80 años que viven en comunidad se cae al menos una vez al año. La mitad tiene caídas recurrentes, se vuelve a caer en el mismo año. La caída es, por tanto, un factor de riesgo para sufrir nuevas caídas. “Incluso puede provocar el denominado síndrome del temor a caerse que supone el inicio de la discapacidad en el anciano” advierte el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Residencial.

 “La causas son múltiples, muchas veces no existe una causa evidente. Por eso hay que  intentar minimizar las causas detectables externas como calzado inadecuado, muebles, alfombras o suelos resbaladizos y las causas intrínsecas de la persona como medicaciones o  patologías crónicas” explica el doctor David Curto. Junto a la alta prevalencia, hay que tener en cuenta las consecuencias de este problema. Según datos del SNS, más de un 70% tiene consecuencias clínicas como fracturas, heridas o esguinces y más de la mitad presenta secuelas posteriormente. Así el 50% de las personas que sufren una fractura por una caída no recupera el nivel funcional previo. Además una de cada diez caídas genera lesiones graves que incluyen la fractura de cadera.

 

Prevención personalizada

En general, en población mayor de 65 años con un estado saludable, mantener una actividad física habitual y una alimentación equilibrada son dos hábitos que protegen de sufrir caídas. Para el caso de los mayores de 65 años con un estado de salud frágil, se requiere un abordaje personalizado con acciones concretas para cada caso.

 “No existe un método único para prevenir las caídas, Es muy importante un enfoque centrado en la persona porque cada persona tiene sus propias causas y/o factores de riesgo. Además de un enfoque interdisciplinar, en el que diferentes profesionales deben decidir lo mejor para la persona” añade el doctor David Curto.

 En la evaluación de riesgos de caída se tienen en cuenta factores como haber sufrido caídas previas, trastornos de la marcha o el equilibrio, el estado de nutrición e hidratación, la medicación así como el estado del hogar. Es importante también abordar cuadros clínicos específicos y enfermedades crónicas frecuentes en esta edad como depresión, diabetes, osteoporosis o artrosis. En base a la valoración de riesgos, tres son las principales líneas de prevención:

  •  Programa de actividad física que trabaje la resistencia aeróbica; la flexibilidad; el equilibrio, la fuerza o la potencia muscular. “Caminar, pedalear o incluso ejercicios de la vida diaria como levantarse, agacharse o subir y bajar escaleras mejoran la resistencia aeróbica. Los estiramientos, el yoga y el pilates son buenos para trabajar la flexibilidad y el equilibrio” recomienda el doctor David Curto.
  • Ajuste de la medicación tanto para revisar la polimedicación o consumo de cinco o más fármacos al día así como para corregir posibles prescripciones inadecuadas. “La polifarmacia y el nivel de prescripción inadecauda, que también es elevado a esta edad, son dos factores de riesgo. Por ejemplo, pasar de cinco a cuatro medicamentos, siempre que se pueda, o ajustar determinados tipos, como los antihistamínicos, contribuye a disminuir el riesgo” explica el doctor David Curto.
  • Revisión del hogar para modificar cualquier riesgo “ya que más del 50% y hasta el 70% de las caídas se produce en casa”. Factor de especial importancia en personas con alto riesgo de caída o deterioro visual.

Dentro de 10 años, el 25% de la población de Barcelona habrá superado la edad de jubilación

288_lagentgrandeBarcelona_thb_medDentro de diez años, la población mayor de 65 años en la capital catalana podría doblar la de menores de 15.

En los años de la transición, en aquellos primeros ochenta en los que Barcelona comenzaba a esbozar una nueva ciudad con aspiraciones de borrar algún día las marcas de un crecimiento desordenado y de un desafortunado urbanismo, los territorios de lo que hoy conocemos como Nou Barris constituían la principal reserva de población joven de una metrópoli que había crecido a golpe de oleadas migratorias. Hoy, treinta años después, barrios como Montbau (en Horta-Guinardó) o la Guineueta (Nou Barris) –con un 32% y un 29%, respectivamente, de vecinos mayores de 65 años– son el reflejo de una Barcelona envejecida y la avanzadilla de un fenómeno que amenaza seriamente la sostenibilidad de una ciudad en la que, dentro de apenas diez años, prácticamente uno de cada cuatro habitantes habrá superado la edad de jubilación y en la que la población de esta edad casi doblará la infantil (niños y niñas de hasta 15 años).

A partir de los registros históricos del Institut Català d’Estadística y del Ayuntamiento de Barcelona, La Vanguardia ha comparado tres fotografías de la evolución demográfica de la capital catalana. La primera se remonta al censo de 1981, momento en el que la población de la ciudad reflejaba la fuerte aportación de la inmigración española de las tres décadas anteriores y los primeros síntomas de una fuerte caída de la natalidad.

La segunda corresponde a la actualidad: una ciudad globalizada que, especialmente en la década precedente, ha visto cómo la llegada de decenas de miles de personas de todos los rincones del planeta ha frenado la pérdida de la población a la que se veía abocada como consecuencia de un crecimiento vegetativo nulo –o incluso negativo– y de un proceso de expulsión de jóvenes muy vinculado a una mayor carestía de la vida, sobre todo en lo que concierne al acceso a la vivienda.

La tercera instantánea es la que dibujan las proyecciones de población realizadas por los departamentos estadísticos de cara al 2026, que en alguno de sus supuestos (el bajo, correspondiente a una Barcelona que no alcanzaría el millón y medio de habitantes) muestra un municipio con más de 360.000 personas de 65 y más años por únicamente 170.000 menores de 15. Es este un giro de 180 grados respecto a la imagen que ofrecía la primera foto, la de comienzos de los años ochenta del pasado siglo, cuando los menores de 15 años suponían el 21,3% de la población barcelonesa y los mayores de 65 tan sólo el 13,3%.

El envejecimiento de las sociedades contemporáneas no es una exclusiva de Barcelona o de Catalunya, donde las proyecciones del Idescat para el 2050 señalan que la proporción de población mayor de 65 años oscilará entre el 28,8% y el 33,9% del total. Sin embargo, sí que es cierto que esta tendencia generalizada se acentúa mucho en el caso de la capital catalana. Así lo admite la segunda teniente de alcalde y responsable del área de Derechos Sociales, Laia Ortiz, quien recuerda que, además de una muy baja natalidad, hay que tener en cuenta el efecto de expulsión de jóvenes que ha padecido esta ciudad.

Las estadísticas comparadas aportan una avalancha de datos que ilustran la magnitud del fenómeno. El índice de envejecimiento es un indicador que expresa la relación entre la cantidad de personas mayores de 65 años y la de niños y jóvenes. En Barcelona, ese índice ha pasado de 69,7 en 1981 a 170,09 en el 2014. La situación podría ser mucho más preocupante de no haber sido por la inmigración llegada en los últimos veinte años, el principal factor corrector del envejecimiento de la población barcelonesa y nutriente de personas en hombres y mujeres en edad activa. Esa inmigración explica, por ejemplo, que el Raval, el barrio con un porcentaje más alto de residentes nacidos en el extranjero (56,7%), sea también, entre los 73 barrios de la ciudad, uno de los que registran un porcentaje más bajo de mayores de 65 años (12,3%).

Únicamente le supera en este ranking la Vila Olímpica del Poblenou (11%), un barrio de reciente creación y colonizado, al igual que Diagonal Mar (con un 19,7% de población infantil), por parejas jóvenes. En que Montbau sea el barrio con una proporción más alta de personas mayores podría influir, según apuntan fuentes municipales, el hecho de que acoge un buen ­número de residencias geriátricas. Las políticas de hoy y, sobre todo, de las próximas décadas no podrán ser ajenas al envejecimiento de la población, que en el caso de Barcelona va asociado a otro fenómeno preocupante, el de la soledad, que hace que, por ejemplo, en la actualidad más de 1.500 personas mayores de 95 años vivan sin compañía en la ciudad.

La segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Laia Ortiz, apunta diversas líneas de intervención que se reflejarán en el Programa de Actuación Municipal, la hoja de ruta del gobierno de Ada Colau para este mandato que debería quedar aprobada antes del verano del 2016, pero que, a su juicio, han de conformar el nervio de un proyecto estratégico de la ciudad a más largo plazo que los tres años y medio que faltan hasta las próximas elecciones locales. La responsable del área de Derechos Sociales del Ayuntamiento señala, en primer lugar, que el aumento de la esperanza de vida de los barceloneses obliga a «repensar toda la oferta para los mayores de 65 años que se encuentran en plenitud». Otro aspecto que considerar, según Ortiz, es la necesidad de corregir el déficit que Barcelona padece en materia de cobertura de plazas residenciales, un mal endémico que hace de la capital el municipio con la ratio más baja de toda Catalunya en esta materia.

Los cambios sociales y culturales –se impone la idea de que las personas envejezcan en el mejor entorno posible, que no es otro que su propia casa– requieren también una redefinición de los equipamientos y los servicios que se ofrecen a esta colectivo. En este sentido, el Ayuntamiento ampliará iniciativas puestas en marcha por anteriores gobiernos, como el proyecto Radars, una red de prevención y acción comunitaria que arrancó en el 2008 en el Camp d’en Grassot en la que son los vecinos y comerciantes quienes se encargan de detectar cualquier posible problema de las personas mayores que viven solas en su entorno más inmediato. O como el servicio de comidas en compañía o a domicilio, que, según la concejal de Derechos Sociales, se incrementará en un 20% sólo con la nueva oferta de contratación firmada por el Ayuntamiento. O el proyecto Vincles –ganador en el 2014 del premio de la fundación Bloomberg Philantropies–, una iniciativa enmarcada en el ámbito de la smart city (un concepto muy de moda en la época del alcalde Xavier Trias que el actual gobierno ha dejado caer en desuso) y que garantiza, mediante el empleo de la tecnología móvil, la atención a las personas dependientes y de la tercera edad.

Más allá de plantearse la inevitable e inquietante pregunta de quién pagará las pensiones en un futuro muy próximo, la administración local se interroga sobre qué hacer desde su ámbito de actuación para atender a esta franja tan amplia de ciudadanos. Allí donde no llegan las iniciativas basadas en la autonomía de las personas entran en juego soluciones como la creación de nuevas plazas residenciales.

Laia Ortiz recuerda que esa es una obligación de la Generalitat , consorciada con el Ayuntamiento. «Tenemos los solares, pero la Generalitat no construye o, cuando lo hace, no pone las residencias en funcionamiento». Se trata de un viejo lamento del Consistorio que ha recobrado fuerza con la llegada de Ada Colau a la alcaldía. En este contexto de una Generalitat sin dinero para invertir y cumplir los compromisos adquiridos hace muchos años con la capital del país, sirva el ejemplo de la residencia geriátrica en la antigua fábrica Alchemika, en el Clot. Las obras de construcción de este equipamiento ter­minaron en el 2010. Cinco años después, los vecinos de este barrio y del Camp de l’Arpa reclaman por enésima vez la apertura del centro. La Generalitat la ha prometido para el año que viene.

Fuente: La Vanguardia

La sexualidad en entornos residenciales: una cuestión de derechos y calidad de vida

Feliciano VillarNuevo post en el blog la atención centrada en la persona, un camino por recorrer.

El  blog de la gerontóloga, Teresa Martínez  “La atención centrada en la persona, un camino por recorrer” cumple  su primer año y por  este  motivo, según  la experta “abre su espacio a nuevas firmas identificadas con el modelo ACP que, sin lugar a dudas,  lo enriquecerán”.

   “Inaugura estas colaboraciones Feliciano Villar, profesor de la Universidad de Barcelona, quien lidera desde hace años una interesantísima línea de investigación sobre la sexualidad en personas mayores que viven en residencias. La sexualidad, aspecto fundamental en el desarrollo y bienestar de las personas, es un tema que tiende a ser ignorado en la vejez y, sobremanera, en los recursos residenciales. Incluso en las aportaciones procedentes del enfoque Atención Centrada en la Persona, hemos de reconocer que esta importante dimensión humana ha recibido una escasa atención”.

Tal y como señala el profesor Feliciano Villar, los prejuicios tradicionales muestran la vejez como una etapa asexual. Reconocer la importancia de la sexualidad para las personas mayores que viven en residencia no es más que un elemento a incorporar en la Atención Centrada en la Persona.

Acceda al post aquí: http://acpgerontologia.blogspot.com.es/

 

 

Granada tiene 2.000 mayores en residencias públicas y otros 2.000 dependientes severos sin atender

asistentes de personas dependientesGranada tiene 2.000 mayores en residencias públicas y otros 2.000 dependientes severos sin atender y susceptibles de necesitar una plaza, pero la Junta dice no poder ofrecer más camas, aunque aún le quedan 200 por ocupar.

La familia de una anciana granadina con una dependencia severa pidió una plaza en una residencia pública porque ya no podía cuidar de la enferma en casa. Pasó más de un año hasta que llegó la respuesta -en este caso afirmativa- de la administración, pero para entonces la viejecita llevaba tres meses enterrada. «Hace una semana entró en una residencia concertada de la provincia -gracias a nuestra mediación- otra abuela que llevaba casi un año a la espera de una cama residencial», explica Manuel Martín, Defensor del Ciudadano, acostumbrado a que le lleguen quejas por la tardanza de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales en resolver estos expedientes.

Manuel Martín y el resto del sector vinculado a la geriatría saben que hoy día las plazas en las residencias públicas -y concertadas- de Andalucía están totalmente dedicadas a la Ley de la Dependencia. Es casi imposible que un anciano con autonomía pueda ocupar una cama en un centro financiado con dinero público. La consejera del ramo, María José Sánchez Rubio, explicó -el pasado jueves- en comisión parlamentaria que la atención residencial «es el último recurso para la Consejería». Por delante de él, para la Junta, están las ayudas a domicilio, unidades de día, cuidados en el hogar…

La administración quiere fomentar el envejecimiento activo y las vidas independientes de los mayores y eso está bien. El problema es que -según los afectados- la Junta tiene sin resolver demasiados casos de personas que no se pueden valer por sí mismas y cuyas familias buscan un recurso residencial donde dejarlas sin tener que hipotecar todos sus ahorros, en caso de tenerlos. El coste de una plaza en los centros públicos es dispar, pero generalmente los que logran entrar aportan el 75% de su pensión o de sus ingresos mensuales.

Según denuncian el Defensor del Ciudadano de Granada, el Defensor del Pueblo Andaluz y las familias, a un centro público -el recurso más barato- se llega por un camino demasiado largo para quienes viven en una cama o padecen alzhéimer. Muchos demandantes no tienen fuerzas para completar el trayecto y se quedan en el intento. Muchas familias -las que pueden pagarlo- escapan por la tangente y abonan como pueden las mensualidades de un centro privado, que ronda como mínimo los 1.500 euros al mes.

Tal panorama se traduce en convivencias familiares con ancianos impedidos y donde son comunes los problemas para conciliar el cuidado con la vida laboral. Eso en el mejor de los supuestos, ya que también se amontonan los expedientes donde el cuidador principal cae enfermo y necesita una atención sobrevenida. El Defensor del Pueblo Andaluz se ha hecho eco, por ejemplo, del caso de un hombre con alzhéimer, asistido por su mujer, con quien se tardó más de dos años sólo para cambiarle la paga para cuidados en el entorno familiar y la teleasistencia por una plaza en una residencia. El estado de salud de la mujer se resintió, no podía ejercer de cuidadora y hasta se murió antes de que su marido entrase en la residencia. Los hijos se vieron obligados a pagar una plaza privada ante las demoras de la Junta y en la búsqueda de una cama asumible para su ajustada economía terminaron mandando al anciano a un centro lejos de su pueblo.

Casos de ancianas dependientes de 90 años que solicitaron en verano de 2012 una plaza en una residencia y que ingresaron en la misma en diciembre de 2014 también se han dado. Esos plazos maneja la administración, que aclara que en Granada, el pasado verano, había 19.425 personas en situación de dependencia que se beneficiaban de 25.862 prestaciones, principalmente servicios de proximidad como la ayuda a domicilio y centros de día. «En atención residencial, la provincia de Granada cuenta con más de 2.665 plazas concertadas, tanto para personas mayores ( 2.056) como personas con discapacidad», apostilla la administración.

Según un informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el total de camas en la provincia -públicas más privadas- son 4.450, de lo que resulta que el 64% del parque total es estrictamente privado. La Junta colabora en el pago de una pequeña parte de algunas plazas de los dependientes ingresados en los centros privados con acreditación.

200 plazas vacías

Según los datos proporcionados por la diputada popular Ana Vanessa García, vicesecretaria de Igualdad y Políticas Sociales del PP andaluz, el número de plazas concertadas, pero vacías, en la provincia de Granada ronda aproximadamente las 200. «La Junta se está ahorrando al año no ocupando todas las camas 2,3 millones. Mantenerlas sin usar les sale más barato. Una plaza bien empleada le cuesta a la administración dinero todos los meses puesto que el usuario no puede pagar más del 75% de su pensión al mes», denuncia la popular.

La amortización de camas -según Ana Vanessa García- va a desembocar en la privatización total de residencias puesto que los centros concertados deben tener un personal y unos servicios determinados en función de las plazas que oferten, estén ocupadas o no. «Si la Junta no ocupa las plazas y tampoco las paga, se hace insostenible mantener al personal y al resto de servicios», describe la parlamentaria.

Lo que narra Ana Vanessa García ocurre también en las unidades de estancia diurna. Según ha consultado IDEAL, los centros privados son reticentes a concertar sus plazas de día con la Junta porque «luego la administración las deja sin usar o tarda mucho en reemplazar a los usuarios». «Pero el personal hay que pagarlo todos los meses, son muchos trabajadores», se queja un empresario del sector que prefiere omitir su nombre.

Pese a todo, en el mundo de las residencias privadas hay quien opina que las cosas están siendo gestionadas aceptablemente bien por la Junta. Es el caso de A., directora de una residencia privada de mayores de algo más de 80 plazas y de una unidad de estancia diurna -con capacidad para 30 usuarios- de gran categoría en plena capital granadina. El geriátrico -con todas las plazas completas- cuenta con amplios jardines, fuentes, luminosas habitaciones… y cuesta desde 1.800 a 2.500 euros al mes, en función de que el anciano sea independiente o precise asistencia total.

«Nosotros no estamos muy al tanto de las listas de espera porque nuestros usuarios no se plantean recursos públicos previamente. Vienen aquí directamente, digamos que son de clase alta. Sí es cierto que algunos beneficiarios de la Ley de Dependencia reciben una ayuda económica de la Junta para pagar una parte mínima de la plaza, ya que somos un centro acreditado. Actualmente la administración les puede dar alrededor de 300 euros al mes, cuando antes llegaba a los 700 u 800 euros», explica la directora de la residencia, quien reconoce que la Junta les ha pedido concertar plazas y ellos se han negado. No les sale rentable porque saben que tienen el público garantizado.

A. añade que su centro lleva 11 años abierto y que hubo una época en la que se dieron ayudas públicas a familias que «no las necesitaban tanto». La diferencia tan abismal que existe en lo que se refiere al coste de una plaza en este tipo de establecimientos tampoco ayuda a hacer los cálculos. En las residencias totalmente privadas, la cantidad se puede incrementar hasta los 3.000 euros cuando se trata de lugares en los que impera el lujo. En el extremo opuesto, en algunos centros de beneficencia, basta con que el anciano pague el 75% de su pensión para ser atendido, aunque esa paguita apenas llegue a unos pocos cientos de euros.

La brecha sigue abierta. El Defensor del Pueblo Andaluz ha hecho hincapié en su memoria de 2014 -presentada hace unos días en sede parlamentaria- en que se siguen produciendo incidencias por la insuficiencia de plazas residenciales y/o de centros destinados a dependientes adultos con necesidades específicas por su discapacidad, como son las personas gravemente afectadas, bien por psicodeficiencias o por discapacidad intelectual grave, así como quienes presentan situaciones de parálisis cerebral o discapacidad física motora.

Fuente: http://www.ideal.es/

 

 

 

Conclusiones de la presentación del libro “ENVEJECER SIN SER MAYOR. Nuevos roles en la participación social en la edad de la jubilación”

Presentación del libro: “ENVEJECER SIN SER MAYOR. Nuevos roles en la participación social en la edad de la jubilación”, con los resultados de una nueva investigación de la Fundación Pilares que analiza el rol y las expectativas de las “personas mayores que vienen”.

El 7 de octubre de 2015, en el Colegio de Politólogos y Sociólogos de Madrid, ha tenido lugar la presentación de esta publicación a cargo de D. Lorenzo Navarrete, Decano del Colegio; de D. Gregorio Rodríguez Cabrero, Catedrático de Sociología; y de los autores del libro:

  • Daniel Prieto, Sociólogo y Antropólogo experto en familia y envejecimiento.
  • Diego Herranz, Sociólogo especialista en envejecimiento.
  • Pilar Rodríguez, presidenta de la Fundación Pilares, vicepresidenta de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. Ex Consejera de Bienestar Social de Asturias y Ex Directora General del IMSERSO.

Algunas de las conclusiones del libro que se han señalado en la presentación son:

  • Las “personas mayores que vienen” rechazan ser identificadas como “mayores”,
  • Se ha producido una ruptura histórica del ciclo vital tradicional: formación – trabajo – jubilación con la aparición de una nueva etapa.
  • La jubilación ya no genera “viejos”. La mayor esperanza de vida alarga la etapa de la madurez, no de la vejez.
  • Afrontan la jubilación sin hoja de ruta, pero sienten que si han perdido identidad con la separación del trabajo, la mantienen en las oferta del consumo. Son “hedonistas responsables”
  • Las nuevas generaciones de jubilados cuentan con un caudal de capacidades y experiencia que están dispuestos a compartir y que la sociedad desaprovecha.
  • Rechazan las políticas de envejecimiento que segregan a las personas por la edad. Se reclama que éstas se reorienten hacia la ciudadanía activa intergeneracional.

El estudio cuyos resultados se contienen en el libro se centra en el grupo de población de 50 a 69 años de edad residente en España, que representa el 23% de la población total y algo más de 10.700.000 personas. Atendiendo a su situación laboral, 1.162.200 de ellos son parados, 4.647.200 ocupados y 5.307.900 inactivos (fundamentalmente personas jubiladas o personas que realizan tareas del hogar).

Población de 50 a 69 años según su relación con la actividad económica, por sexo y edad 2014

Población de 50 a 69 años según su relación con la actividad económica, por sexo y edad 2014

Tres de los indicadores que señalan tendencias de cambio claves en la caracterización futura de la población mayor son: un más alto y llamativo nivel de estudios, utilización creciente de las TIC e ingresos más elevados, con lo que las expectativas y exigencias de autonomía, calidad de vida y participación aumentan potencialmente.

Otra nota diferenciadora de las personas que conformarán la población mayor es la mayor participación las mujeres en el mercado laboral y un interés más alto entre ellas por participar en actividades de participación social y voluntariado.

La jubilación se percibe de manera distinta según la relación con la actividad laboral: para más del 60% de las personas ocupadas y las jubiladas significa una oportunidad de “dedicar el tiempo a lo que se quiere”. Pero esta visión positiva es mucho menos frecuente entre quienes se encuentran en situación de desempleo (34%); la precariedad de su situación y cómo ésta pueda afectar a su jubilación seguramente motiva que el 44% piense que será una etapa difícil. Son estos parados (la mayoría sabe que nunca más regresarán al mercado laboral) los que presentan una situación de mayor riesgo en este momento, por lo que parece urgente ofrecerles alguna línea de intervención que les ayude a salir del espacio flotante en el que se hallan. La participación social puede ser una vía adecuada para ello.

Población de 50 a 69 años, percepción de la jubilación años según su relación con la actividad económica

Población de 50 a 69 años, percepción de la jubilación años según su relación con la actividad económica

Las “personas mayores que vienen” no se identifican como “mayores”, mucho menos como viejos, y rechazan absolutamente los roles clásicos que se asignan al “colectivo” (reunirse en hogares segregados, viajar en grupos solo de mayores…).

Se identifican más como “los mayores de los adultos” que como “los jóvenes de los mayores”, lo que ratifica que el aumento de la esperanza de vida no ha alargado la etapa de la vejez, sino que ha prolongado el periodo de adultez. Estamos ante una ruptura histórica del ciclo tradicional formación – trabajo – jubilación y ante la aparición de una nueva etapa vital (gerontolescencia?).

El 63% de este grupo de población presta  apoyos a sus familias, tanto en forma de ayudas económicas  como cuidando nietos y a otras personas con dependencia.

Prestan o no prestan

La opinión que tienen de este rol es ambivalente. El cuidado de los nietos les reporta sensaciones agradables pero también manifiestan críticas al  tener que asumir este papel por las insuficiencias del Estado de Bienestar y las consecuencias de la crisis, lo que les quita un tiempo que pensaban dedicar a sí mismos con la jubilación.  Entienden que este sostén familiar y social  en que se han convertido es también una  forma de participación social en cuanto constituyen  pilares fundamentales del mantenimiento del sistema.

Se han enfrentado o se enfrentarán solos a la etapa que se abre tras la jubilación (el rol vacío de roles) porque nadie les ha preparado para hacerlo, al contrario de lo que ocurre en otros periodos de la vida.  Ya han cumplido sus deberes con la sociedad (desarrollo profesional,  crianza y educación de los hijos) de forma que desean trazar proyectos para sí mismos que puedan disfrutar (hedonismo) y que reviertan a la sociedad partiendo de sus experiencias y capacidades (responsabilidad).

¿Y ahora qué? Las políticas llamadas de “envejecimiento activo” siguen con una oferta anclada en la antigua imagen de “persona mayor”, como colectivo: Se les ofrecen programas de mantenimiento físico, culturales, vacaciones, universidades de mayores, que las nuevas generaciones de mayores  aprovechan como oportunidades de “desarrollo personal”, pero que rechazan en lo que identifican como “guetos para mayores”.

En cuanto al voluntariado, aunque  solo un 10% participa en actividades de este tipo, un 14% lo hizo con anterioridad y hay otro 32% que no participa pero “le gustaría hacerlo”, si bien este deseo expresado de participación solidaria no encuentra suficiente refrendo en la práctica real de actividades, lo que debe alertar sobre la búsqueda de fórmulas capaces de activar ese potencial.

voluntariado

El tipo de voluntariado que preferirían hacer contiene claramente la idea de legado: trasmitir la propia experiencia laboral o de otros quehaceres y conocimientos a los jóvenes, apoyar su promoción profesional o emprendimiento empresarial o comprometerse en el desarrollo de valores a las nuevas generaciones y a la sociedad en general.

Las personas que hemos estudiado aspiran, en fin, a disfrutar su jubilación con actividades de desarrollo personal libremente elegidas pero también  a que se les reconozca lo más valioso que tienen (su tiempo, su experiencia). En este sentido, a buena parte de ellos les gustaría poder involucrarse en proyectos  que se acomoden a sus gustos y habilidades y que pongan en valor esa experiencia para poder transferírsela a otros en contextos intergeneracionales.

Entre las medidas que se sugieren para ayudar a las nuevas generaciones de jubilados a diseñar su nueva etapa vital, se señalan:

  • Que las empresas y la propia Administración incorporen una oferta formativa sistemática a sus trabajadores que les prepare para planificar y orientar la vida en la fase temporal que sigue a la jubilación.
  • Apostar por fórmulas que innoven y diversifiquen la oferta de los centros sociales para mayores, abrirlos a todas las edades y promover desde ellas programas intergeneracionales y de participación comunitaria.
  • Desarrollar campañas informativas sobre las distintas modalidades de voluntariado que se ofrecen (no solo las de tipo benéfico asistencial), así como las entidades que las realizan.
  • Identificar espacios de transferencia entre las actividades que estas personas realizan de ocio y cultura (desarrollo personal) para desarrollar proyectos de participación social y voluntariado que se ajusten a los conocimientos, experiencia y preferencias de las personas.

 

En opinión de Pilar Rodríguez: “urge repensar el modelo de envejecimiento desde el que diseñamos las propuestas y las políticas sociales, porque estamos tirando por la borda todo un capital social que necesitamos canalizar.”

Por su parte, el prof. R. Cabrero enfatizó “la gran ruptura que se ha producido en las etapas clásicas de formación – trabajo – jubilación, y en la aparición de nuevas generaciones que se jubilan en el marco del Estado de Bienestar y con normas de vida y consumo facilitadoras del envejecimiento activo”. Asimismo, señaló que “la jubilación hoy se vive como una combinación flexible de realización personal, apoyo a la familia y participación social. Para incrementar ésta, deben ofrecerse fórmulas a la carta tanto en las políticas públicas como en el desarrollo de la sociedad civil”.

PUBLICACIÓN DISPONIBLE EN:
http://www.fundacionpilares.org/docs/2015/envejecer_sin_ser_mayor/EnvejecerSinSerMayor_Web.pdf

ENVEJECER SIN SER MAYOR. Nuevos roles en la participación social en la edad de la jubilación

envejecerPresentación del libro: “ENVEJECER SIN SER MAYOR. Nuevos roles en la participación social en la edad de la jubilación”, en el que se contienen los resultados de una nueva investigación de la Fundación Pilares que analiza el rol y las expectativas de las “personas mayores que vienen”. Madrid, miércoles, 7 de octubre 2015.

El estudio confirma que las nuevas generaciones de personas mayores tienen comportamientos y demandas muy diferentes a sus antecesores y rompen con los estereotipos asociados a las personas de su edad.

No se identifican como “mayores”, mucho menos como “viejos”, y rechazan absolutamente los roles clásicos que se asignan al “colectivo” de jubilados.

Qué roles están dispuestas a desempeñar estas personas, qué factores inciden en el proceso de renovación del significado de este momento de la vida y qué cambios deberían producirse en las políticas relacionadas con el envejecimiento, son algunas de las preguntas a las que trata de dar respuesta esta investigación.

La  presentación, presidida por D. Lorenzo Navarrete -Decano del Colegio de Politólogos y Sociólogos de Madrid-, contará con la participación de Gregorio Rodríguez Cabrero, Catedrático de Sociología en la Universidad de Alcalá y vicepresidente de Fundación Pilares, así como la de los autores del libro:

–    Daniel Prieto, Sociólogo y Antropólogo experto en familia y envejecimiento.

–    Diego Herranz, Sociólogo especialista en envejecimiento.

–  Pilar Rodríguez, presidenta de la Fundación Pilares, vicepresidenta de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. Ex Consejera de Bienestar Social de Asturias y Ex Directora General del IMSERSO.

Fecha presentación libro: 7 de octubre 2015
Hora: 19:00h
Lugar:  Colegio de Politólogos y Sociólogos de Madrid (C/ Ferraz, 100, Entrada por paso carruajes)

Toda la información: http://www.fundacionpilares.org/envejecer_sin_ser_mayor.php

II Máster en Atención Integral y Centrada en la Persona en Ámbitos de Envejecimiento y Discapacidad

  • PilaresComo gran novedad de esta 2ª edición es que se puede cursar en modalidad online.
  • Organizan la Universidad de Vic y la Fundación Pilares con la colaboración de la Universidad de Deusto,

Este máster organizado por la Universidad de Vic y la Fundación Pilares y en la que colabora la Universidad de Deusto tiene por objetivo formar a profesionales capacitados para diseñar, dirigir, intervenir, gestionar o investigar en programas o recursos dirigidos a personas con discapacidad, en situación de dependencia y/o de cronicidad basados en la AICP.

El  programa se dirige a licenciados, graduados o diplomados universitarios interesados en el modelo AICP en el ámbito de los servicios sociales, la salud o los servicios sociosanitarios que trabajen en envejecimiento, discapacidad o cuidados de larga duración. Con la titulación adquirida se podrán desarrollar proyectos innovadores en yacimientos de ocupación emergentes: planificación y gestión basadas en el modelo AICP, nuevos diseños ambientales y arquitectónicos, intervenciones en atención centrada en la persona en centros y servicios, coordinación sociosanitaria, gestión de casos, counselling, evaluación de la calidad de vida, TIC, acreditación de servicios, investigación, formación, etc.

La exigencia de actuar desde enfoques basados en la integralidad o integración de servicios, así como centrados en las personas y en la preservación de sus derechos, dignidad y calidad de vida, está consolidada en los países más avanzados en políticas sociales, y así se recomienda por los Organismos Internacionales. Este Máster responde a estos requerimientos para poder transformar los modelos basados en servicios de carácter asistencialista. Para ello se precisa contar con profesionales expertos en el Modelo AICP que puedan desarrollar los correspondientes procesos de cambio.

Esta actividad formativa ha recibido el reconocimiento de Formación de Interés en Servicios Sociales del Comité de Expertas y Expertos en Formación en el ámbito de la Acción Social, órgano adscrito al Departamento de Bienestar Social y Familia de la Generalitat de Catalunya, y ha obtenido el Sello de Excelencia Docente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).

Toda la información se puede consultar en:http://www.uvic.cat/formacio-continua/es/masters/master-en-atencion-integral-y-centrada-en-la-persona-en-ambitos-de-envejecimiento-y
 

La Fundación Pilares presenta el libro Envejecer sin ser mayor, segunda entrega de la Colección Estudios de la Fundación

Envejecer sin ser mayorEnvejecer sin ser mayor. Nuevos roles en la participación social en la edad de la jubilación.

En 2012 Fundación Pilares publica el estudio: «Las personas mayores que vienen«, una investigación cuantitativa que anticipa el potencial de participación social de quienes compondrán la población mayor española los próximos años. Siguiendo con esta línea de investigación y para complementar el anterior trabajo, Fundación Pilares edita «Envejecer sin ser mayor», que contiene los resultados de una investigación cualitativa que analiza el rol y las expectativas de las personas que se acercan o acaban de entrar en la categoría de «mayores».

Esta nueva investigación confirma algo que todos percibimos, las nuevas generaciones de personas mayores despliegan comportamientos y demandas sociales muy diferentes a sus antecesores. Rechazan ser categorizadas en virtud de su edad e impugnan el rol clásico del “mayor”. Las estructuras sociales que daban sentido a ese rol en una etapa de la vida se han transformado y, en consecuencia, quienes ahora envejecen denuncian el sinsentido de una consideración con la que no se identifican y que, de hecho, no representan. Reivindican seguir en el mundo desde un lugar en el que se les reconozca más allá de la edad que atesoran, por lo que el reto de la sociedad en estos momentos estriba en la capacidad de generar plataformas que den respuesta a esa búsqueda de reconocimiento a través de un desarrollo personal compartido en la participación social. Qué roles están dispuestas a desempeñar estas personas, qué factores inciden en el proceso de renovación del significado de este momento de la vida y por qué sucede ahora y a través de estas generaciones son, por lo tanto, las preguntas que ordenan la presente investigación.

La presentación, presidida por D. Lorenzo Navarrete -Decano del Colegio de Politólogos y Sociólogos de Madrid-, contará con la participación de Gregorio Rodríguez Cabrero, Catedrático de Sociología en la Universidad de Alcalá y vicepresidente de Fundación Pilares y la de los autores del libro: Daniel Prieto, Sociólogo y Antropólogo experto en familia y envejecimiento; Diego Herranz, Sociólogo experto en envejecimiento y Pilar Rodríguez, presidenta de la Fundación Pilares para la autonomía personal, vicepresidenta de la SEGG.

La presentación del libro tendrá lugar en el Colegio de Politólogos y Sociólogos de Madrid (C/ Ferraz, 100, Entrada por paso carruajes), el 7 de octubre de 2015, a las 19.00 horas. Dado que el aforo es limitado rogamos confirmar la asistencia al acto en el siguiente correo electrónico: colegio@colpolsoc.org

http://www.fundacionpilares.org/envejecer_sin_ser_mayor.php

 
 

21 de septiembre, Día Mundial del Alzheimer

CEAFAEl martes 8 de septiembre tiene lugar en el IMSERSO (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) la rueda de prensa que celebraremos con motivo de la presentación del Día Mundial del Alzheimer (21 de septiembre).

El lema de este año es “Avanzando juntos hacia el abordaje integral del Alzheimer”. Todo el tejido asociativo que conforma CEAFA propone una serie de medidas para lograr la Política de Estado de Alzheimer.

Para esta edición del Día Mundial del Alzheimer CEAFA cuenta con el apoyo de las empresas 3M y El Corte Inglés, al igual que en la edición pasada.

Durante la rueda de prensa se presentará la campaña de concienciación “Haz que este gesto se pegue” que tendrá como principal mensaje “Recuerda la lucha contra el Alzheimer” y que cuenta con un video y diversas acciones asociadas.

La Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (CEAFA) es una entidad que agrupa a 305 Asociaciones de Familiares, y que representa los intereses y necesidades de los más de 4,5 millones de personas que conviven en España con la enfermedad de Alzheimer y otras Demencias (incluyendo también a los familiares cuidadores). El Alzheimer representa más del 60% de la dependencia en el país, y supone un coste anual de 36.000 millones de euros.

PARTICIPANTES EN LA RUEDA DE PRENSA
D. Koldo Aulestia, Presidente de CEAFA
D. César Antón, Director General del Imserso

Fecha: Martes 8 de septiembre
Lugar: SALA 3 del IMSERSO (Avda. Ilustración s/n, con vta. a C/ Ginzo Limia 58. Madrid) (Enlace de Google Maps)
Horario: 12:00 horas