Las residencias recibirán a 600 enfermos crónicos cada año ingresados en hospitales

Hay enfermos crónicos para quienes son más útiles, y por tanto convenientes, los servicios que ofrece una residencia socio sanitaria que los propios de un hospital. Al parecer ese es el planteamiento que inspira la decisión de Sanidad de derivar a residencias a pacientes ingresados en hospitales de crónicos. La medida, que todavía no tiene fecha para su puesta en marcha, afectará a unas 600 personas al año. Este es el número estimado de pacientes, según los datos de la Conselleria de Sanidad.
El ente autonómico dice que en los Hospitales de Atención a Crónicos y Larga Estancia (Hacle) se atienden a «5.000 pacientes al año, de los cuales el 12% podrían ser remitidos a Bienestar Social para su atención al cumplir tres meses de estancia».
El porcentaje de derivaciones estimado por el departamento autonómico implica que unas 600 personas podrían verse afectadas por la medida. A juicio de Alberto Giménez, presidente de la Asociación Empresarial de Servicios a Personas en Situación de Dependencia, la cifra de Sanidad es asumible.
También apunta Giménez una valoración del ahorro que ello puede suponer para las arcas públicas ayudando a reducir el déficit al tiempo que «se impulsa la economía» si dejar de prestar un servicio. El presidente de Aerte asegura que atender a un enfermo crónico en un Hacle cuesta «500 euros al día, mientras que una residencia puede hacerlo por 120 euros diarios».
La diferencia del coste, siempre según Aerte ya que Sanidad no ha facilitado estos datos, es de 380 euros por paciente. Esa cantidad de dinero multiplicada por el número de enfermos que se espera derivar -600 al año- y por los 365 días del año arroja una cifra algo superior a los 80 millones de euros. Es la cantidad de dinero que según Alberto Giménez, podría ahorrarse la administración autonómica cada año.
Esa es la clave del ahorro. Atender a un paciente en un hospital siempre comporta un coste superior a la prestación del servicio en una residencia. Los pacientes que se derivarán a las residencias socio sanitarias serán los que no requieran prestaciones puramente hospitalarias, en otro caso permanecerán en el centro hospitalario.
Tanto la Conselleria de Sanidad como la de Bienestar Social confirmaron recientemente que técnicos de ambos departamentos trabajan para delimitar la colaboración ante esta iniciativa y otras con el fin de «optimizar recursos y evitar duplicidades en la prestación de servicios», pues ante determinados servicios consideran que el trabajo conjunto reduce costes. Los departamentos implicados no han dado fecha para la puesta en marcha.
El presidente de Aerte aseguró que reciben de buen grado la iniciativa de Sanidad, de hecho en alguna ocasión la habían planteado, pero apuntó que están «a la espera de que nos llamen» para iniciar conversaciones «formales y oficiales».
Se deduce que todavía no se han producido los encuentros con los empresarios de las residencias que mantienen algún concierto con la administración para la prestación de servicios. Entre las cuestiones que tendrán que analizar ambas partes se encuentran las condiciones de los conciertos, puesto que si se incluyen nuevas prestaciones los mismos tendrán que ampliarse.
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