Los recortes ponen en peligro el programa de respiro para cuidadores

La denuncia llegaba a las redacciones a través de un comunicado de CC OO, en el que el sindicato aseguraba que la Junta de Andalucía suprimirá la asignación económica destinada a los programas de respiro familiar dirigido a los cuidadores de personas en situación de grave dependencia. Por la tarde, un portavoz de la Junta desmentía «de forma categórica» esta información y aseguraba que no se había comunicado la supresión de dicho programa. No obstante decía que en estos momentos se está estudiando la reestructuración y los ajustes que se tienen que hacer «después de que el Gobierno central haya recortado 83 millones de euros en los presupuestos destinados a la dependencia», aunque insistía en que no hay decisión tomada sobre los programas que se verán afectados.
Estas mismas fuentes sí advertían de que si se producen nuevos recortes por parte del Gobierno, no solo se verá afectado el sueldo de las cuidadoras, sino que necesariamente tendrán reflejo en otros programas y que los próximos dos años van a ser mucho más duros en lo que a cobertura social se refiere.
Por su parte, directores de centros con plazas concertadas dentro de este programa afirmaban que, aunque no se había producido una notificación oficial, sí habían recibido llamadas telefónicas por parte de representantes de la Junta indicando que el programa de respiro familiar no continuaría una vez finalice la estancia de las personas que en este momento disfrutan del mismo.
El programa de respiro familiar comenzó a funcionar en 2002 y como su nombre indica, tiene como objetivo posibilitar un periodo de descanso y respiro a familiares que durante todo el año se encargan de cuidar a personas en situación de gran dependencia, que precisan una atención personal permanente. Para ello, la Junta subvenciona parte de la estancia de estas personas dependientes en las residencias con las que ha firmado convenios para que presten este servicio. Las estancias no se prolonga más allá de un mes, por lo que aunque el número de plazas no es muy elevado, sí lo es en cambio el número de personas que se benefician del programa a lo largo del año.
Según explican los directores de centros consultados, la ocupación de plazas suele superar siempre el 95%, por lo que cada mes se benefician de este programa casi medio centenar de personas dependientes y sus familiares. Este tipo de plazas son además más caras que las normales, ya que requiere un volumen de trabajo mayor, tanto en lo que se refiere a la atención, que incluye servicios de rehabilitación, como en lo que se refiere a la concesión y seguimiento de la situación de las familias.
Casos graves
Según explicaron, el programa atiende casos realmente graves, ya que en ocasiones estas plazas son utilizadas por personas dependientes cuando el cuidador, por cualquier circunstancia, no puede ocuparse de esta persona durante un periodo de tiempo determinado. Se dan casos, por ejemplo, de matrimonios muy mayores, en los que el cuidador es una persona octogenaria que en un momento dado precisa un ingreso hospitalario. En este periodo, el cónyuge dependiente es atendido a través del programa de respiro familiar.
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