«Potenciar la ayuda familiar a dependientes haría desaparecer los servicios sociales»

La consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades comenzará a enviar la semana que viene las primeras resoluciones ajustadas al nuevo modelo de dependencia, que primará los servicios profesionales frente a las ayudas al cuidado en el entorno familiar, cuyas cuantías sufrieron el 1 de agosto una reducción del 30 por ciento, un 15 por parte del Gobierno central y otro por parte de la Junta. Aunque la consejera Milagros Marcos reconoce que se están «pidiendo sacrificios» a los dependientes y sus familias, insiste en que las modificaciones servirán para «garantizar la viabilidad» de los servicios sociales «ahora y en el futuro», con las miras puestas en la «atención de calidad» y la «generación de empleo».
En el actual escenario de crisis y con el déficit histórico de financiación, ¿las medidas adoptadas ahora son suficientes para mantener la sostenibilidad de la dependencia o serán necesarias otras nuevas?
Espero que sean suficientes para garantizar la viabilidad del sistema, que pasa por la suficiencia financiera, por parte fundamentalmente de la administración autonómica, y por la posibilidad de garantizar el empleo y la accesibilidad de todos los que lo necesiten, fundamentalmente de los grandes dependientes, a los servicios que requieran. Nos estamos centrando en la calidad y en la generación de empleo. Es cierto que para ello se ha hecho un trasvase de presupuesto de las ayudas económicas a las familias hacia las ayudas que se prestan para servicios profesionales.
¿Y no contemplan que haya dependientes y familias que consideren este ‘trasvase’ un perjuicio?
No se trata de un perjuicio sino de un cambio de modelo en el que se da la posibilidad de optar por un servicio profesional frente a una ayuda económica. Todo esto forma parte de un proceso y la primera fase será asignar nuevas resoluciones, que empezarán a comunicarse la semana que viene, y contar a las personas cómo cambia su situación en este nuevo escenario. Es cierto que estamos pidiendo sacrificios, pero con alternativas profesionales y de creación de empleo.
Respecto a esa reducción de la cuantía máxima de la prestación económica para cuidados en el entorno familiar, a veces ese dinero iba a compensar a los hijos del dependiente que le cuidaban 24 horas al día…
En Castilla y León, con el porcentaje de ayudas que tenemos, no hay familias que hayan dejado de trabajar. La cuantía para los cuidados en el entorno familiar estaba muy ajustada, en unos 300 euros de media. No creo que nadie deje su puesto de trabajo por esa cantidad. Lo que sí perseguimos, y nunca vamos a reconocer, por que eso querría decir que lo estábamos haciendo mal, es que ese dinero no se estuviera dedicando a cuidar al dependiente.
En las Cortes habló de garantizar la equidad en el acceso a los servicios profesionales y de reducir la cuantía de las aportaciones a las rentas más altas. ¿Dónde se pondrá el listón? ¿Cuál será el límite para el coste de los servicios?
Quienes menos capacidad económica tienen para acceder a los servicios van a ver incrementadas sus cuantías en un 20 por ciento respecto a la previsión estatal y a quien más capacidad económica tiene se le van a ajustar para poder garantizar que todos los que lo prefieran pasen de prestaciones económicas a servicios profesionales. Es un doble cambio de sistema. Por un lado, para todas las personas atendidas por sus familiares en el domicilio, con un descenso en las cuantías y una oferta de servicios; y por otro, de quienes más capacidad económica tienen y se benefician de servicios hacia quienes menos capacidad tienen. El objetivo es que con los dos cambios en paralelo se garantice la viabilidad del sistema y la posibilidad de afrontar el coste superior que suponen los servicios frente a las prestaciones. El modelo profesional es más caro, por eso el esfuerzo que se hace en Castilla y León es superior en un 16 por ciento a la media nacional.
Las comunicaciones a las familias, vía nuevas resoluciones, ¿comenzarán entonces esta semana próxima?
Sí, a partir de la semana que viene se empiezan a enviar las resoluciones. Lógicamente habrá un plazo para poder optar y decidir si cambian o no de modelo. Llevamos trabajando todo el verano en el cambio de modelo y la previsión es que en el plazo de un mes el sistema vuelva a estar a velocidad de crucero, como siempre.
Ahora mismo hay 25.000 dependientes cuidados por sus familiares. ¿Su idea es reducir esta cifra?
Ahora mismo estamos en el 32 por ciento de cuidados en el entorno frente al 45 por ciento de la media nacional. Nuestro sistema es más caro porque los servicios son más caros. Buscamos reformar el modelo, estabilizar el sistema de servicios sociales profesionales y potenciar aquellos que se producen en el domicilio, pero prestados por profesionales. Se trata de que los servicios sean próximos y accesibles… y a menor coste. Estamos en un escenario en el que si se siguieran potenciando las ayudas económicas familiares, a medio plazo los servicios sociales desaparecerían. Por otro lado, el modelo de servicios que prestan los centros residenciales es el tradicional, pero no es el que se viene demandando en los últimos años. Pretendemos que desde los centros se presten todo tipo de servicios y se optimicen todos los recursos.
¿En qué consisten los servicios de asistente personal y de promoción de la autonomía personal?
El servicio de autonomía personal, que somos la primera Comunidad que lo regula, está concebido para dar respuesta a necesidades de apoyo puntual a personas del grado y nivel de dependencia que sea. Por otro lado, con el asistente personal, que hasta ahora sólo estaba regulado para grandes dependientes, la administración concede al dependiente una cuantía económica para pagar a un profesional con una formación concreta que sirva de apoyo. Queremos potenciar que las entidades, como Cermi, Aspaym o Asprona, tengan asistentes personales contratados para que los dependientes accedan al servicio en la medida de sus necesidades.
En los últimos meses también se ha hablado mucho de los centros multiservicios. ¿Qué evolución tendrá su implantación? ¿Hay ya elaborado un mapa?
La previsión es que el modelo se vaya extendiendo con tranquilidad a todos los centros. Tenemos que ir con cautela, ya que es pronto para evaluar los resultados. Se trata de que las personas estén como en su casa, no como en un hotel. Eso se consigue trabajando en unidades más pequeñas, de 12 ó 14 personas, lo cual no supone más costes. En Soria también hay dos centros de un día, uno de ellos funcionando con el nuevo modelo y otro, con el sistema tradicional para que haya ese punto de comparación en la misma ciudad, pero habrá que esperar.
La situación de otras comunidades menos avanzadas en la Ley de Dependencia y la necesidad de igualar, ¿pueden ser un lastre para Castilla y León?
Sin ninguna duda y en el contexto actual, el que haya comunidades que nunca hayan computado en rentas ni patrimonio, o que estén dando hasta tres prestaciones a la misma persona desde distintas vías, supone un gasto en el global y no beneficia ni al dependiente, ni a la Comunidad ni a los presupuestos estatales. En Castilla y León, el rigor y el ajustar las prestaciones a las necesidades ha permitido que podamos dar un mayor número de prestaciones.
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