Tercera edad y ejercicio físico, un binomio necesario

Gimnasia mayoresAlgunas enfermedades comunes que generan morbilidad en las personas de la tercera edad, como hipercolesterolemia, cardiopatía isquémica, EPOC, insuficiencia cardíaca, diabetes o hipertensión pueden mejorar e incluso prevenirse gracias a la práctica de ejercicio físico. Sin embargo, los datos indican que menos del 30% de las personas de más de 65 años realiza actividad física de forma habitual, un hecho que debería modificarse según el doctor José Antonio Serra, jefe del servicio de geriatría del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Recomendar ejercicio físico

Los médicos de atención primaria, muchas veces por falta de tiempo y otras por la costumbre de recetar medicamentos de forma sistemática, no recomiendan a las personas de la tercera edad la práctica de ejercicio físico como, por ejemplo, caminar cada día durante 30 minutos. Para mantener un estado vital saludable hay que adquirir unos hábitos de las mismas características y que se basen en llevar una vida activa y una dieta saludable. De esta manera, se puede mejorar el estado de salud una vez ya se han superado los 65 años de edad.

Tipos de ejercicios

Las recomendaciones en este aspecto siempre tienen que individualizarse puesto que cada persona tendrá unas características distintas. En general, se recomienda que la persona tenga una vida cada vez más activa y que dicha actividad vaya en progresión. Caminar es muy recomendable, aunque otras personas necesitarán realizar ejercicios más específicos como fortalecer la musculatura de una parte del cuerpo específica. Otros individuos deberán optar por actividades más de tipo vascular, algunos para la tensión mientras que otros para la diabetes. Por tanto, estas recomendaciones deben ser muy individualizadas según los hábitos de vida de la persona, sus gustos, su disponibilidad y sus capacidades.

Otros beneficios del ejercicio

La práctica de ejercicio físico también favorece el desarrollo más tardío de un deterioro cognitivo, a la vez que también incide en mejorar el estado de ánimo. El hecho de poder relacionarse con otras personas, salir de casa y distraerse, disminuye las posibilidades de que se desarrolle un trastorno de ánimo.

Pacientes geriátricos

La intervención que se realiza en geriatría valora la situación médica, física, mental y de la red familiar del paciente. Se considera como personas frágiles a aquellos que tienen mayor edad, que presentan problemas físicos o mentales o que tienen problemas en la estructura familiar por ingresos económicos bajos. La edad media de estos pacientes es de 88 años, aunque también encontramos personas de este perfil con 65 años. Sin embargo, esa no es la tónica habitual.

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