Más de 15.000 potenciales dependientes jiennenses a la espera de que se analice su situación

dependenciaDesde hace 3 años, los ‘hachazos’ al Estado del Bienestar vienen acompañados de argumentos de ‘ahorro’. Sin embargo, cada recorte tiene consecuencias sociales y, en materia de dependencia, sobre la salud. Solo en Jaén, el primer ‘tijeretazo’ que el Gobierno asestó a la ley, en 2012, ha elevado el número de personas que esperan que se las evalúe en 1.249 y los usuarios de la ayuda a domicilio han caído casi un 13%.

Es el cuarto pilar del Estado del Bienestar, pero “la están dejando morir”, dice, indignado, el presidente de la Asociación para la Promoción y Atención al Minusválido Físico (Aspramif) en Jaén, Ricardo Rocío. Con la excusa de la recesión que vive España y de los “desequilibrios presupuestarios” que arrastraba, la Ley de Dependencia ha sido una de las grandes damnificadas de los recortes. Pero, detrás de cada ajuste y más allá de los argumentos de ahorro en un país de presupuestos tradicionalmente ajustados en materia sanitaria, están los rostros de miles de personas y sus efectos sobre la salud. Desde julio de 2012 y a pesar de los “esfuerzos” de la Junta para contrarrestar los “tijeretazos” del Gobierno, el número de jiennenses que aguardan a que se evalúe su grado de dependencia ha aumentado en un 8,3%. Según los datos que maneja la Consejería, a los que tuvo acceso este periódico, hay 1.249 solicitudes más que hace un año, lo que supone que, solo en la provincia, en estos momentos, haya 15.186 personas pendientes de valoración. Pero la espera no es el único efecto de los recortes. Como denuncia el secretario de Salud y Servicios Sociosanitarios de FSP de UGT en Jaén, Miguel Ángel Cazalilla: “En materia de dependencia, no se ha producido ni un alta. No hay reposición de la prestación”. Y el resultado es que el número de usuarios ha caído en un 12,8%, pasando de los 6.040 usuarios que se contabilizaban a finales de junio de 2012 hasta los 5.267 actuales.
Consecuencias similares se han registrado en el servicio de atención residencial, donde —como explica Cazalilla— “solo se atienden casos de emergencia, ¡y ni siquiera todos!”. Antes de la entrada en vigor del Decreto Ley 20/2012, las 2.250 plazas en residencias de mayores que hay en la provincia estaban cubiertas casi al 100%. Con una caída del 9,22%, ahora solo lo están 1.995. Y la misma tendencia a la baja se ha producido en residencias de mayores con trastornos de conducta, con un 2,05% menos de ocupación en las 101 plazas que hay en Jaén, y en complejos concertados para personas con discapacidad, en las que, de las 560 plazas que existen, solo están cubiertas 546.

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